Porsche era una marca en crisis existencial. Hasta que encontró su salvación en el SUV y en el coche eléctrico

Porsche era una marca en crisis existencial. Hasta que encontró su salvación en el SUV y en el coche eléctrico
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Porsche está a punto de dar uno de los pasos más importantes en su historia: salir a bolsa. La compañía enfrenta esta nueva etapa para su financiación con la conciencia de que los vehículos electrificados y su software son sus principales valores. Una vez más, Porsche encuentra su futuro lejos de los más puristas.

Años 90. La década de los 90 no fue sencilla para Porsche. La marca se manejaban en volúmenes de ventas a principios de estos años de entre 15.000 y 20.000 vehículos vendidos. En su oferta: Porsche 911, Porsche 968 y Porsche 928. Una gama muy corta de productos que empezaban a generar desidia entre los compradores.

Con el Porsche 911 convertido en un vehículo atemporal y sin lograr grandes ventas de sus modelos alternativos, la compañía estuvo cerca de desaparecer a finales de los años 90. Una marca que empezaba a verse como parte del pasado y que estuvo a punto de convertirse en tal.

Quitándose complejos. Dispuesto a dar un giro a la situación, Wendelin Wiedeking, CEO por aquel entonces de la marca, tomó la arriesgada decisión de romper su mercado con el Porsche Boxster, un biplaza descapotable y de motor bóxer que mantenía las señas de identidad de la marca pero, sobre todo, abarataba mucho su precio para vender grandes volúmenes.

El objetivo era acercarse a un público mucho más joven que pudiera disfrutar de un Porsche, aun a riesgo de quitarse de encima esa imagen de marca exclusiva, elitista e inaccesible. En el fondo, era una jugada para ahorrar mucho dinero con cada unidad, pues el descapotable compartía muchos elementos con el Porsche 911 996, lo que reducía sensiblemente los costes de fabricación.

Porsche Boxster 2001 1600 06

Y llega el boom. El Porsche Boxster supone un éxito para la firma que ya puede contar con una base económica sobre la que dar su salto al vacío. Es el todo o nada. El SUV está de moda y Porsche presenta el Cayenne. Un modelo que se convertiría inmediatamente en su producto más vendido y que "popularizaría" a la marca.

Según cuentan en Motorpasión, la marca llegó a estudiar la posibilidad de construir un monovolumen, pero la división americana (la más exitosa en ese momento) presionó para construir un SUV y sus deseos fueron escuchados.

Porsche Cayenne 2003 1600 01

Repitiendo jugada. Aunque el Boxster había construido una base financiera sólida para seguir adelante y los Mercedes ML y BMW X5 habían dejado claro que había un hueco en el mercado para el SUV de lujo que presuma de grandes dotes fuera de la carretera, construir una plataforma exclusiva para el Cayenne era impensable.

Y sin una base en la casa, Porsche buscó en Volkswagen. Mismo chasis pero distintos motores y puesta a punto. El Porsche Cayenne y el Volkswagen Touareg se construían bajo los mismos pilares, pero los productos eran completamente distintos. En muy poco tiempo, el cliente de Porsche ya no era un señor muy adinerado y amante del Porsche 911, las carreteras se habían llenado de Porsche Boxster y, sobre todo, de Porsche Cayenne.

Convenciendo a los más entusiastas. Si Porsche tuvo que reinventarse con el SUV, la marca no ha dudado ni un momento que debía hacer lo propio con el coche eléctrico. Conscientes de que la decisión podía alejar a sus más fieles seguidores, han optado por dos caminos paralelos.

El primero es diseñar un coche adelantado a su tiempo como el Porsche Taycan. En 2019, nadie podía imaginar que podía hacerse un deportivo eléctrico con esa potencia, versatilidad y que, sorprendentemente, hiciera honor al nombre Porsche.

El segundo camino es el mismo que se siguió para vender el Porsche Cayenne. ¿Queremos un Porsche 911 y sus versiones diseñadas por y para los más puristas? El Taycan, como ya hizo el Cayenne, permitirán financiar estos modelos más de nicho y de escasa rentabilidad pero que dan mucho valor añadido en cuanto a imagen de marca.

A más. El camino tomado parece que ha sido el correcto. De momento, Porsche está vendiendo más de 300.000 unidades al año, de las cuales 41.296 fueron Porsche Taycan en 2021. Y el ritmo no afloja, con las cadena de suministro rota, este semestre Porsche ya ha colocado otras 18.900 unidades.

Los buenos resultados de las ventas han provocado, indirectamente, la salida de Herbert Diess del Grupo Volkswagen. La marca cuenta en el horizonte con lanzar una gran berlina que rivalice con el Mercedes EQS o el BMW i7 y llegue junto al próximo gran modelo de Audi. También una parada intermedia con un Porsche Macan eléctrico y el Audi Q6 e-tron. Los retrasos provocados por complicaciones en el desarrollo de software derivó en la dimisión del directivo.

Un momento clave. Para seguir creciendo e, incluso, ser unos de los líderes a la hora de financiar el Grupo Volkswagen, Porsche vuelve a mirar a sus públicos menos tradicionales. La firma sabe desde hace tiempo que la decisión europea de apostar por el coche eléctrico es firme e irrevocable. Ha conseguido presionar para mantener coches de combustión movidos por combustibles sintéticos , pero es consciente que, de venderse, éstos serán los menos.

Por el camino, esperan que la mitad de sus ventas en 2025 ya sean eléctricas y que para 2030 lo sean el 80% de las mismas. Cifras clave para que los inversores den su apoyo a una empresa que espera salir al mercado con una valoración de hasta 85.000 millones de euros.

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