Al más puro estilo James Bond se presenta esta cámara de vídeo ideal para espías. Y es que se encuentra escondida dentro de un tornillo, por lo que podremos disimularla en cualquier rincón sin miedo a que la descubran.
Con las salidas de vídeo que incluye podemos conectarla a un televisor o a un vídeo para la grabación, existiendo distintos modelos según las necesidades del espía y el presupuesto, empezando por los 100 dólares de la versión en blanco y negro con cable hasta los 300 de las versión inalámbrica y en color.
Ah, nada de hacer un mal uso de ella, claro.
Vía | ScifiTech.
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