Full HD frente a HD Ready

Full HD frente a HD Ready
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En Xataka estamos de estreno. Os presentamos el fruto de una colaboración con la web Quesabesde, que se inició recién terminado el SIMO con un artículo mio en el que comentaba mis impresiones sobre la edición de la feria de este año y que continúa ahora en este blog con un excelente artículo de Juanra S. Salamero sobre la alta definición que nos acecha a la vuelta de la esquina. Empezamos.

Full HD: la alta definición que se acerca

Cuando aún mucha gente estaba asimilando el concepto de la alta definición, en éste nuestro país que ni siquiera se ha estrenado con las emisiones, la siempre impaciente industria de la electrónica de consumo ya pretende que demos el siguiente paso. Ahora, las palabras clave son Full HD o plena alta definición. Hagamos un alto en el camino para ver qué es todo esto de la alta definición: de dónde viene, hacia dónde va, para qué sirve y, sobre todo, cómo disfrutarla.

1080p se ha convertido en el código alfanumérico mágico del mundo de los televisores y los proyectores. También llamada Full HD o True HD y traducida como plena alta definición o alta definición completa, se trata de una resolución de pantalla que supera con creces la definición estándar y mejora la alta definición que conocíamos hasta ahora. Veamos en qué consiste exactamente.

Aunque el término alta definición suene a reciente, lo cierto es que se trata de un proyecto que comenzó en los años noventa con cuatro claros objetivos: aumentar la resolución en los dispositivos de visualización, mejorar la frecuencia de cuadro (veces por segundo que una imagen es reproducida), abogar por la transición al formato panorámico (16:9) y mejorar la calidad del sonido.

Tras algunos fracasos con la tecnología analógica, el proyecto recobró energía en la era digital. Como alta definición están aceptadas dos resoluciones: 720p y 1080i, mientras que la definición estándar en Europa es 576i. Pero, ¿qué significan estas cifras?

La resolución viene dada por el número de líneas verticales horizontales que un dispositivo o sistema es capaz de reproducir y el modo en que lo hace, es decir, escaneando las líneas de modo entrelazado (“i”, del inglés “interlaced”) o escaneándolas de modo progresivo (“p”, de “progressive”).

Entrelazado o progresivo

El sistema de escaneado entrelazado divide cada imagen en dos partes. Primero reproduce todas las líneas verticales impares y después todas las pares. El espectador apenas es consciente del artificio, ya que recombina ambas imágenes en su cerebro. Le queda, eso sí, una cierta sensación de parpadeo.

Si tomamos la definición estándar en Europa, la 576i, que funciona con una velocidad de refresco de 50 imágenes por segundo, nos encontramos que 288 columnas impares se crean en 1/50 de segundo, seguidas de las 288 pares en el mismo lapso. Por tanto, obtenemos un cuadro completo con una frecuencia de 25 veces por segundo.

El escaneado progresivo, por contra, genera todas las líneas verticales en orden consecutivo (1,2,3…). Si tenemos la misma velocidad de refresco, el resultado es el doble de definición, ya que toda la imagen será creada 50 veces por segundo.

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HD Ready

Hace ya tiempo que es habitual encontrar el logo HD Ready (preparado para la alta definición) en la mayoría de televisores y proyectores del mercado. Se trata de un distintivo europeo que garantiza que un determinado producto cumple con los estándares dictados por la EICTA (European Information & Communications Technology Industry Association) para ser considerado apto para la alta definición.

Un televisor HD Ready nos garantiza lo siguiente: una resolución de al menos 720 líneas verticales; la aceptación de entrada de la alta definición a través de una conexión analógica por vídeo componente y una digital (DVI o HDMI) que soporte HDCP, y que las conexiones admitan los formatos de vídeo 720p y 1080i.

La diferencia entre la definición estándar y la alta definición es abrumadora. Sin embargo, posicionarse en el debate sobre cuál de los dos estándares de alta definición es mejor, si las 720 líneas escaneadas progresivamente o las 1080 entrelazadas, implica entrar en el ámbito de las preferencias personales.

1080p

El nuevo actor en entrar en escena ha sido bautizado como Full HD, True HD o, simplemente, 1080p. Se ha convertido en el caballo de batalla de muchas grandes firmas que, con la promesa de una alta definición sin precedentes, aspiran a conquistar el mercado.

La plena alta definición implica paneles con una resolución de 1920 X 1080 píxeles (más de dos millones de elementos de imagen) y la prestación del escaneado progresivo. En el mercado español ya pueden encontrarse modelos tanto LCD como retroproyectores, además de algún plasma Full HD, con precios que van desde los 2.500 euros hasta lo que se esté dispuesto a pagar, ya por encima de los 6.000 euros.

Sin embargo, cabe recordar que tener un televisor Full HD no garantiza disfrutar de la prometida plena alta definición, ya que tan importante como el dispositivo de visualización es la fuente de imagen.

¿Qué hay en alta definición?

Es cierto que los escaladores de imagen que integran los televisores logran mejorar sustancialmente cualquier fuente, pero ver televisión estándar en un LCD Full HD dista mucho de la calidad soñada.

Además, es poco probable que en los próximos años podamos disfrutar de emisiones en 1080p. Lo que no está tan lejos de llegar a nuestro país es la televisión en una alta definición digamos- “normal”. En Estados Unidos y algunos países europeos hace ya tiempo que disfrutan de emisiones HD, habitualmente en 1080i.

En España, en cambio, las emisiones comenzarán por Internet, banda ancha telefónica, satélite y cable, pero no será por DVB-T (la popularmente conocida como TDT) al menos hasta bastante después del apagón analógico, previsto para el 3 de abril de 2010.

De momento las opciones son los reproductores de alta definición HD DVD y Blu-ray (formatos incompatibles que estarán en los comercios estas Navidades, con varios títulos cinematográficos disponibles de cada uno) y las videoconsolas: la Xbox, con la posibilidad de un reproductor externo HD DVD, y la PS3, que integrará un reproductor Blu-ray y que llegará a Europa –esperemos- en marzo.

HDMI 1.3

Sin embargo, para poder disfrutar de la Full HD será necesario que el dispositivo de alta definición tenga, además, una salida compatible con 1080p. Para ello, el conector más adecuado es el HDMI 1.3.

Aunque la versión 1.2 del interfaz HDMI puede llegar a ser suficiente para 1080p, la versión 1.3 duplica la tasa de transferencia del conector haciéndolo más eficiente para Full HD, permitiendo además audio de alta definición, como Dolby TrueHD y DTS-HD Master Audio.

En este sentido, la PS3, el reproductor HD DVD de Toshiba HD-EX1, el de alta gama, y los reproductores Blu-ray de varias marcas son - o serán a corto plazo - las únicas opciones para gozar de la plena alta definición. Artículo de Juanra S. Salamero.

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