Hace poco, Firefox cumplió diez años ya. No parece mucho, pero hablando de años-Internet es bastante tiempo. Detrás de ese proyecto está la fundación Mozilla, que consiguió llevarlo hasta lo más alto, la veda para romper el dominio de Internet Explorer. Y si bien es cierto que Firefox arrasó, posteriormente tuvo problemas.
Y es que Google lanzó su navegador, Chrome, en 2008, con el foco en el rendimiento y velocidad, dos de los puntos débiles en ese momento de Firefox. Intentaron modernizarse con Firefox 4, pero fue una actualización que llegó tarde y con menos características de lo que se pretendía. Hubo un período en el que en Mozilla daban la sensación de estar algo perdidos, sin saber qué hacer.
Pero últimamente Mozilla ha dado un empujón importante y quiere volver a la palestra. Y quizás esta vez la razón principal no sea Firefox.
¿Por qué, Mozilla?
La pregunta es: ¿por qué se creó Mozilla? ¿Por qué trabajaron en Firefox? ¿Cuál era su objetivo?
Lo cierto es que Firefox no era _sólo_ un navegador. Era algo más emocional, un intento de ser diferentes, de promover la cultura abierta, de luchar contra la inamovibilidad y dominio de Internet Explorer.
Ganar en el escritorio fue genial. Y si nuestro objetivo hubiese sido sólo construir un producto exitoso, habría ido a otros proyectos. Pero nuestra meta era - y es - muy diferente. — Mitchell Baker, presidenta Fundación Mozilla
Más o menos por las mismas fechas en las que Chrome superaba a Firefox, en Mozilla hacían declaración de intenciones con Boot2Gecko - el germen de Firefox OS - con una visión muy clara: sustituir las plataformas de desarrollo propietarias por una abierta, la web.
Y precisamente por ahí es por donde Mozilla quiere resurgir, manteniendo la lucha por estándares abiertos y una Internet libre para todos, con la privacidad de los usuarios como un punto a defender. Lo estamos viendo desde hace tiempo, con propuestas como Do Not Track, complementos como Lightbeam, o intentos de mejorar la privacidad como Persona - que, todo sea dicho, no ha tenido mucho éxito.
Mozilla también ha sido muy vocal en la oposición a leyes como SOPA y PIPA, e incluso ha puesto en marcha proyectos en colaboración con Tor para luchar la privacidad. Han luchado contra estándares propietarios, aunque no siempre han logrado resistirse, ni con el DRM ni con H.264. En ambos casos el razonamiento era el mismo: no tiene sentido empeorar la experiencia de los usuarios con Firefox si hacerlo sólo va a llevar a que cambien de navegador.
Mozilla ahora: luchando por la privacidad y apertura
Mozilla está volviendo al primer plano (si es que se fue alguna vez) en un momento perfecto. Por un lado, tenemos el empujón de los móviles y las aplicaciones nativas e incompatibles: desarrolla para Android y tendrás que repetir tu código si quieres que funcione también para iOS. No sería algo malo si no fuese porque muchos servicios dejan de lado la web e impiden que todos los usuarios pueda acceder a ellos (mirad lo que tardó Instagram en sacar una versión web, y no son los únicos que van con el enfoque _mobile-only_).
También estamos mucho más conectados a Internet, lo que abre las puertas a anunciantes poco escrupulosos que se salten la privacidad de los usuarios para conseguir más dinero. Y si seguimos hablando de privacidad, es imposible dejar de hablar de la NSA y su trama de espionaje generalizado.
¿Y el resto de compañías, qué hacen? Google a veces da la sensación de promover el Internet abierto sólo cuando le conviene y favorece a sus productos: sólo hay que ver cómo de abiertos son productos como Inbox o Google Now. Eso sí, no podemos dejar de lado el hecho de que en Mountain View sigan siendo la principal fuente de ingresos de Mozilla, a pesar de su competencia.
Apple, como siempre, va por su cuenta y no es mucho de preocuparse por usuarios que no sean los suyos. Microsoft, curiosamente, ha cambiado de planteamiento y ya no es la empresa cerrada que era antes, pero tampoco se les puede poner como protectores de la privacidad y apertura en Internet.
En resumidas cuentas, hay un hueco ahí para los usuarios que buscan privacidad, que buscan una empresa que se preocupe más por ellos que por sí misma y promueva iniciativas para la web y estándares abiertos. Algo así como un vigilante de Internet.
Ahora bien, ¿se traducirá esto en más éxito de sus productos? Desde luego es difícil: en los navegadores, Chrome tiene una inercia brutal y aunque esté perdiendo en rendimiento y cause recelos en cuanto a privacidad, será difícil superarle. Y en el móvil, ya sabemos que Firefox OS sólo va a la gama baja, donde puede competir con Android, y aun así lo tiene complicado.
No, Mozilla no lo tiene fácil, pero su misión es encomiable. Quieren cambiar la web, evitar otro IE6 y mejorar la experiencia de todos los usuarios promoviendo el código abierto y proponiendo soluciones a problemas bastante comunes que afectan también a las empresas de Internet. Firefox y Firefox OS no son más que herramientas para conseguirlo, así que sólo podemos esperar que sigan mejorándolos y trabajando en ello por mucha competencia que tengan.
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