A Michael Price le dejó aterrorizado su nueva televisión. Este consejero del Brennan Center for Justice en la Facultad de Derecho de la Universidad de Nueva York descubrió como su flamante Smart TV disponía de una sección de 46 páginas dedicadas exclusivamente a describir la política de privacidad.
Que probablemente debería cambiar su nombre a algo más descriptivo y preocupante, porque lo que este experto se encontró allí le sorprendió, y mucho. "El único problema con mi TV es que ahora tengo miedo de usarla", explicaba, "y tú también lo tendrías si te leyeses el documento de política de privacidad de 46 páginas". Porque lo que no esperaba Price era esa monitorización masiva de todo lo que hacía con este televisor.
Como explicaba en su artículo, la cantidad de datos que registran estos dispositivos es asombrosa, algo que de hecho ya comprobábamos hace uno año. Guarda cuándo, dónde y durante cuánto tiempo se usa la televisión, establece cookies y balizas -en mi LG 47LA660s se especifica que "Usted acepta el uso de cookies y balizas" en la primera página de esos términos- que permiten detectar cuándo hemos visto un contenido en particular o un mensaje de correo electrónico. Pero hay más. Mucho más.
Un repaso a esos términos
En mi casa hace poco menos de un año que me hice con uno de estos televisores inteligentes. En concreto, con un LG 47LA660S. No me había preocupado nunca de prestar atención a esos términos y condiciones y a la política de privacidad hasta ver ese texto de Michael Price, pero quería hacer un repaso al mismo.
Para empezar LG avisa de qué ocurre con servicios enlazados de terceras partes:
Los servicios Smart TV de LG proporcionan acceso a aplicaciones y enlaces a otros servicios que poseen y gestionan terceras partes, como, p. ej., proveedores de contenidos como Netflix y YouTube. Estos servicios de terceros están fuera del ámbito de aplicación de esta política de privacidad y tienen sus propias políticas, que se aplican a la recopilación, el uso y el intercambio de información en relación con sus servicios. Le recomendamos que lean esas política. LGE no se hace responsable de las prácticas de privacidad de dichas terceras partes.
A partir de ahí se realiza una descripción más detallada de la información que sí recolecta LG a través de mi televisión, y que comienza con la información de los dispositivos conectados al televisor (código postal para configurar ciertos servicios, marcas y modelos de los dispositivos, versión de l software de la plataforma, resolución de pantalla o "la dirección MAC (o, en algunas circunstancias, una dirección MAC truncada)".
También se registra la llamada "información de visionado", en la que se incluyen "el nombre del canal o el programa visto, las solicitudes para ver contenido", e incluso las acciones que realizamos durante la reproducción y las consultas de búsquedas. La "información del uso básico" se refiere a cómo interactuamos con la televisión -en qué menús y opciones hacemos clic- y eso nos lleva a un apartado que precisamente inquietaba especialmente al autor del texto original:
Informacion de voz. Se trata de información relativa a comandos de voz y datos asociados (tales como información sobre el dispositivo de entrada que registra su voz) que se utilizan para reconocer y actuar sobre el comando, información del sistema operativo, información del modelo de televisión, proveedor de contenidos, información de canales y resultados del servicio.
Ese párrafo no es especialmente preocupante, pero la cosa se pone interesante cuando avanzamos en ese documento y se nos explica cómo utiliza LG la información de voz. En ese párrafo se nos informa de que podemos no aceptar el uso de la información de voz, pero entonces no podremos usar comandos de voz ni las funciones de reconocimiento, y justo al final del párrafo, una advertencia inquietante:
Tenga en cuenta que, si sus palabras habladas incluyen información confidencial personal o de otro tipo, dicha información estará entre la información de voz captada durante su uso de las funciones de reconocimiento de voz.
O lo que es lo mismo: tened cuidado con lo que decís mientras usáis el reconocimiento de voz de este tipo de productos. En LG explican que esa información obtenida va dirigida entre otras cosas a "analizar, revisar y mejorar los productos y los servicios que ofrecemos", además, atención de "proteger y defender nuestros derechos y nuestra propiedad, incluida la vía de procedimientos judiciales"
En el documento se explican también los términos por los cuales se nos puede suministrar publicidad basándose en toda esa información recopilada. Algo así como anuncios contextuales pero en versión Smart TV, relegados a los contenidos específicos de la plataforma inteligente y no a las emisiones televisivas en broadcast. Y también se habla del intercambio de información, para la que LG explica que "en general, no compartimos la información que recibimos como resultado del uso de los servicios de Smart TV de LG", pero avisan de que sí pueden hacerlo en algunos casos, y ahí se citan varios. De hecho volvemos al tema de la voz con otro dato curioso:
Si está de acuerdo con nuestro uso de la información de voz, es posible que compartamos su información de voz con terceros proveedores de servicios que nos proporcionan análisis de voz para que nuestros servicios de Smart TV respondan a sus comandos de voz y reconocimiento.
Y es solo uno de los seis casos posibles que describen para compartir esos datos, que además parecen poder mantener durante un tiempo indefinido: "Conservaremos sus datos personales durante el tiempo necesario para suministrarle los servicios Smart TV de LG o para otros fines establecidos en esta política de privacidad". Aquí probablemente habría que preguntarle directamente a LG por esa política de protección de datos en el marco de lo que impone la Agencia Española de Protección de Datos.
En la ultima parte del documento se nos habla sobre las cookies "utilizamos cookies para contar las veces que usted puede haber visto un anuncio específico para tratar de garantizar que no lo vea demasiadas veces" y sobre las balizas, que según LG "registra los datos de sus interacciones con anuncios específicos para compartir estos de forma anónima con nuestros socios publicitarios".
Sacar todo el partido a tu Smart TV implica aceptar estos controvertidos términos
Aunque las pruebas se han realizado con un modelo específico de una Smart TV de LG, el equipo de Xataka ha podido comprobar como otros modelos de este fabricante y también de otros -por ejemplo, de Samsung- los términos y condiciones y esa política de privacidad son básicamente análogas. Todos los fabricantes de estos dispositivos parecen aplicar este tipo de medidas según análisis adicionales como el que realizaron en Which recientemente, y de no aceptarlas perdemos opciones: en las TV de Panasonic no podemos acceder a aplicaciones o al navegador, en LG perdemos las aplicaciones, y en las Samsung y Toshiba no podremos acceder a servicios adicionales. En el caso de Sony, perdemos temas como las recomendaciones de contenido, y ese seguimiento de buena parte de lo que hacemos en nuestro televisor es una constante.
¿Nos estamos convirtiendo en paranoicos de la privacidad? Como explica Price en su texto, es cierto que ciertos datos "son importantes para proporcionar contenidos personalizados y comodidades", pero muchos de esos datos son muy personales y para muchos constituyen información protegida que no debería estar disponible para intercambio con anunciantes o que incluso, como apunta este experto, "debería obligar a una orden judicial para poder ser accedida".
La opción, por supuesto, es convertir a estos dispositivos en cajas tontas de toda la vida. Olvidarnos de esas opciones inteligentes, olvidarnos del reconocimiento de voz, del acceso a servicios de terceras partes, y de funciones avanzadas, y acabar usando la televisión como tradicionalmente.
Que es exactamente lo que acabo de hacer con esa televisión inteligente de la que no usaba ni el 10% de esas opciones avanzadas. Soy consciente de que todo tipo de servicios en Internet también tratan de recopilar el máximo de información de nuestro uso de los mismos, y he abandonado o hago un uso mínimo de varios de ellos -sobre todo en cuestión de redes sociales- por esa circunstancia. Ahora le toca a mi TV, que por el momento dejará de ser tan inteligente. Por si las moscas.
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