La lucha climática y la desobediencia civil de Extinction Rebellion llegan a España: "El 7 de octubre queremos que nos detengan"

La lucha climática y la desobediencia civil de Extinction Rebellion llegan a España: "El 7 de octubre queremos que nos detengan"
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"Para cambiar el mundo hay que hacer ruido".

Esta frase fue pronunciada por Roger Hallam, agricultor ecológico y uno de los fundadores de Extinction Rebellion, un movimiento global surgido en Reino Unido que lucha para "minimizar la extinción masiva y el calentamiento global". Su otra fundadora es Gail Bradbrook, doctora en Biofísica Molecular y baluarte de los seguidores de este movimiento: "nuestros orígenes son científicos", suelen comentar como lema.

Tras unos meses haciendo pequeñas acciones en distintas partes del mundo -en Madrid han hecho varias, siendo la última una performance sobre la extinción de las especies en un centro cultural-, ahora planean una acción mucho mayor.

Concretamente, una acción para el 7 de octubre que incluirá cortar alguna carretera urbana en Madrid. Aunque no quieren dar demasiados datos, Nicolás Eliades, coordinador de comunicación del movimiento, sí nos avanza algunos detalles. Como por ejemplo, que a su juicio, "la única forma de concienciar a la sociedad para salvar nuestro planeta es romper la ley de forma pacífica". Desobediencia civil pura.

7-O

Xr 2 Acción de Extinction Rebellion en Marble Arch (Londres). La pancarta ("Esto es una emergencia") alude a un concepto muy utilizado por el movimiento: "emergencia climática".

La acción en cuestión tendrá lugar en un punto de Madrid que no quieren revelar de forma previa. "La idea es montar una fiesta, celebrar la vida, queremos que la gente venga y se una, incluso invitamos a que la policía venga en su descanso a unirse a nosotros".

El 7 de octubre cortarán una vía principal en Madrid para concienciar sobre el peligro del cambio climático

De llegar a cortar el tráfico en alguna arteria principal de Madrid prometen que dejarían pasar a vehículos de emergencia, pero no a los particulares. Es lo mismo que ya hicieron en Londres, en la foto que encabeza este artículo.

Al preguntar si la sociedad puede verles como un inconveniente con acciones como esta, Nicolás es tajante. "Más inconveniente es la extinción masiva de las especies, o los millones de refugiados climáticos que van a llegar, o la contaminación del Amazonas, o el futuro que estamos dejando a nuestros hijos. Tener que dar un rodeo para llegar al trabajo o no poder ir a H&M esa mañana a por unos calzoncillos nuevos es un sacrificio muy pequeño que podemos pedir. Hemos llegado a la comodidad extrema", sentencia.

Ese día la acción no tendrá lugar solo en Madrid. También hay acciones similares proyectadas en otras capitales como Londres, Buenos Aires, Nueva York, Auckland, París, Berlín, Praga o Melbourne. En todas estas ciudades se coordinan los miembros de Extinction Rebellion a través de un grupo de Telegram, aunque están migrando hacia Mattermost, una plataforma de mensajería colectiva de código abierto.

Nicolás cifra los seguidores del movimiento en España en unas mil personas. "Seguidores" no significa "militantes" necesariamente. En sus acciones hasta ahora suelen rondar la cincuentena. En la lista de firmantes de su "Declaración de Rebelión no-violenta" sí alcanzan el millar.

Objetivo: cero emisiones netas... y apartidismo

Los tintes de este movimiento evocan mucho al 15-M, otro movimiento que a la postre derivó en la creación de un partido político como Podemos. ¿Hay ideología en Extinction Rebellion más allá de la lucha contra el cambio climático? Según Nicolás, no. "Nosotros somos políticos en cuanto a hacer política medioambiental, pero somos apartidistas. No nos gustaría que ningún partido político se apropiase de la cuestión climática, esto es de todos, no de ningún partido".

El grupo aspira a las cero emisiones netas: no emitir más de lo que somos capaces de absorber

Del movimiento se desprenden algunos símiles con otros posicionados en la izquierda política, algo que Nicolás no comparte o al menos no le gustaría como escenario. "No somos ni de izquierdas, ni de derechas, ni de centro. El cambio climático es muerte y viene a todos por igual. Me encantaría tener a gente de Podemos, de Vox, del PSOE, del PP, de Ciudadanos... Esto no es ideológico, es científico".

Precisamente su máxima aspiración es lograr el objetivo de "emisiones cero netas" en 2025, prácticamente a cinco años vista. El concepto de "emisiones cero netas" es la evolución del de "emisiones cero", un improbable en tanto en cuanto la respiración del ser humano y el cultivo de la tierra ya implican la existencia de emisiones.

Además, la vida en pleno siglo XXI no se entiende sin emisiones, que seguramente puedan disminuirse, pero no desaparecer por completo. Las emisiones cero netas significan un balance neutro entre las emisiones generadas y las que haya capacidad de absorber.

"El concepto es muy sencillo: tú puedes emitir tanto como seas capaz de absorber", nos explica Andreu Escrivà, licenciado en Ciencias Ambientales y doctor en Biodiversidad. "La neutralidad de emisiones es viable, en primer lugar bajando a lo bruto nuestro nivel de emisiones actual, y luego con medidas orientadas a la absorción de las que queden".

2025 vs 2050

Estas medidas pasan por la reforestación más tradicional, pero también por medidas mucho más tecnológicas, como la implantación de baldosas en las calles capaces de absorber el CO2 o incluso algo que todavía está en fase de desarrollo: extractores de CO2 de la atmósfera en forma de una especie de árboles mecánicos. "La viabilidad de conseguir estos extractores tan potentes es muy complicada a día de hoy", comenta Andreu.

Aunque Extinction Rebellion exige esta neutralidad de emisiones para 2025, el horizonte temporal de la Unión Europea está fijado en 2050. Algunos países nórdicos, con mayor capacidad económica, lo rebajan a 2045 (el caso de Suecia) o incluso a 2035 y 2030 (Finlandia y Noruega respectivamente). En ningún caso se barajan cifras tan cercanas como las que propone este movimiento.

"No importa cuál sea el objetivo, realmente hemos de reducir las emisiones tanto como podamos y tan pronto como podamos, sin miedo a pasarnos de frenada, porque ya estamos llegando muy tarde", comenta Andreu.

Según él, este objetivo de cero emisiones netas no implica una reducción del 10% o el 20%, sino muy por encima del 50%. La última publicación del Gobierno de España al respecto cifra en algo más del 2% la disminución de emisiones netas en 2018 respecto a 2017, principalmente gracias al aumento de la generación hidráulica y renovable. El camino por recorrer hasta el objetivo que plantea Extinction Rebellion es largo, muy largo, sobre todo al ritmo actual. Incluso ampliando el horizonte que ellos fijan en 2025.

El objetivo que plantea Extinction Rebellion es muchísimo más ambicioso y agresivo que el marcado por la Unión Europea

Este es el núcleo de lo que exige Extinction Rebellion. El próximo 7 de octubre, lunes, será esa primera gran acción, y en ella buscan "emular a modelos como Gandhi, de resistencia pacífica, para que un 3,5% de la población se involucre en algún movimiento y gracias a su sacrificio inspire al resto", apunta Nicolás. La cifra no es aleatoria: es el porcentaje aproximado de apoyo social directo a partir del cual todas las anteriores revoluciones pacíficas han tenido éxito en sus pretensiones.

En la ciudad de Madrid, solo contando a personas empadronadas y sin incluir a los que trabajan allí cada día pese a dormir en su área metropolitana, este porcentaje equivale a unas 110.000 personas, algo más de la suma del aforo del Santiago Bernabéu y el WiZink Center. Veremos cuánto apoyo reciben el lunes 7.

Imagen destacada | Wikimedia Commons.

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