Hace casi cuatro años que empezó el particular vía crucis de Huawei. La empresa ha sido el chivo expiatorio de la guerra comercial entre EEUU y China. El veto a Huawei era importante pero no completo, y la empresa aún podía importar algunos chips (como 4G) y tecnologías (como Windows) para desarrollar sus productos. La pesadilla para la empresa china comenzó con la orden ejecutiva de Donald Trump, pero la administración Biden acaba de ir aún más allá y convertir a Huawei en una empresa paria. Mientras que unas fuentes aseguran que la ampliación del veto es cosa hecha, otras afirman que la decisión aún no es definitiva.
Primero fue Google. El gigante de las búsquedas anunciaba en mayo de 2019 que dejaba de ofrecer sus servicios y aplicaciones a la empresa china, lanzando un misil a la línea de flotación de su división de teléfonos móviles. En aquel momento Huawei era ya un absoluto gigante de la movilidad, pero aquel golpe acabó hundiendo ese negocio y amenazándolo de muerte.
Tú espías, yo espío, todos espiamos. El argumento de Trump para activar el bloqueo era contundente: Huawei estaba espiando en EEUU, y su infraestructura 5G iba a ser una herramienta aún más poderosa para lograrlo. Las acusaciones nunca fueron demostradas, y la ironía aquí es lo que sí se demostró hace años es que EEUU había espiado a millones de personas con programas secretos como PRISM o XKeyscore. Dio igual: el veto se mantuvo y se extendió a otras muchas empresas que bloquearon las exportaciones a Huawei. Intel o Qualcomm, por ejemplo, dejaron de suministrar ciertos chips.
Con Biden la cosa ha ido a peor. Cuando la administración Biden tomó el testigo había ciertas esperanzas de que ese veto finalizara. Lejos de eso, el nuevo presidente de EEUU declaró que no veía razones para levantarlo, y ahora acaba de ir más allá y lo ha ampliado.
Ni 4G, ni Wi-Fi 6. El bloqueo de las licencias de exportación de empresas estadounidenses a Huawei ahora afecta no solo a chips 5G, sino también a chips 4G o Wi-Fi 6. Tampoco se permitirá exportar tecnologías en pleno desarrollo como Wi-Fi 7, inteligencia artificial o soluciones de computación de alto rendimiento y de informática en la nube.
Más problemas para los móviles de Huawei. Hasta ahora se ofrecían licencias de exportación de chips 4G que no pudieran usarse para conexiones 5G, pero esas licencias comenzaron a denegarse el año pasado. El veto se ha ido ampliando gradualmente, pero por ejemplo permitía exportar equipos de telecomunicaciones a Huawei, como sucedió en 2021, cuando vendieron 61.000 millones de equipamiento de este tipo.
El alcance es aún una incógnita. Las nuevas medidas de la administración Biden plantean más problemas para una Huawei que a pesar del golpe de hace años seguía siendo muy relevante en el panorama tecnológico y que trataba de levantar cabeza con soluciones como HarmonyOS. La guerra de los chips se ha ido ampliando y países como Holanda o Japón se han visto metidos de lleno en ella. Aún no está del todo claro cuál será el alcance e impacto de las medidas, pero desde luego esto complica de forma notable la operativa y estrategia de Huawei fuera de China.
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