A ver si has vivido esta situación. Primera fila del zoológico, todo listo para tomar la foto con tu estupenda réflex, CSC o flamante smartphone de gama alta y de repente, cual partido de fútbol, aparece un cuarto árbitro para indicar el tiempo añadido.
Eso es lo que parece al principio, pero tras los codazos pertinentes, resulta que aquel amable y servicial árbitro es en realidad un humano que ha tenido la genial idea de visitar el mismo día que tú el zoo con un tablet para hacer las fotos. Y por muchas ventajas que podamos argumentar a favor del uso del tablet como cámara de fotos (yo añado mantenernos en forma, aunque menos con los nuevos modelos tan ligeros y delgados), no, el tablet no es buena opción para hacer fotos. ¿Quién está de mi lado?
Cógelo como quieras, pero el tablet no es cómodo si vas a hacer fotos
Hay que admitir para empezar que del peso y grosor de los primeros tablets ya queda poco. Al menos en la gama alta. Pero pese a todas esas mejoras a nivel de dimensiones, la ergonomía de un tablet dista bastante de la ideal para hacer fotos.
Lo primero que tendrás que solucionar es cómo cogerlo. Lo lógico es usar las dos manos y ahí es donde entra el habitual asistente de cámara que todos llevamos cuando salimos de safari fotográfico. Él será el encargado de que, cuando hayamos encuadrado la escena, le de al botón de disparo de cámara. Ah, ¿que habitualmente estás solo para hacer las fotos con el tablet? Pues mala suerte, porque seguramente cuando vayas a darle al botón, o lo haces con la nariz o lo más probable es que pierdas estabilidad a la hora de evitar que la foto salga movida. Siempre podrías usar un temporizador, pero seguramente para la próxima se te olvide quitarlo.
A estos problemas de ergonomía habría que sumar que, si se trata de un tablet de generosas dimensiones, es probable que con su pantalla tapes el motivo a fotografiar, y tener una visión periférica de la situación suele ser interesante por ejemplo para anticipar elementos extraños que puedan interferir en nuestro perfecto encuadre (el cual no habremos podido fijar con un accesorio o trípode porque no hay apenas accesorios para usar el tablet como cámara de fotos)
Patatas a la riojana y supercalifragilisticoespialidoso ...
Coged asiento que os voy a hacer una foto. Solo tengo que abrir el bolso, sacar el tablet, buscar dónde está la aplicación de cámara, aumentar el brillo para poder ver algo en la pantalla ... patatas a la riojana, todos juntos.
Seguramente el gran atractivo de la cámara de un smartphone es que la tienes siempre a punto. La llevas habitualmente en el bolsillo, cuando no perennemente en la mano y está ahí, lista para cuando más la necesitas.
El tablet no suele jugar ese papel. Lo lógico es que vaya más resguardado, incluso con una funda aparatosa, por lo que la inmediatez la perdemos, así como muchas de las fotos que queramos hacer. Pocas ventajas realmente a una cámara compacta.
Calidad del sensor, unos años detrás del de tu smarpthone
Con lo que nos ha costado que incluso las cámaras de algunos smartphones de gama media o incluso entrada nos dejen hacer fotos aceptables cuando la luz no escasea ... y lo quieres estropear haciendo una foto con tu tablet. Está bien que en redes sociales a veces la calidad no es lo que más importa, pero si tienes la opción de elegir, mejor quédate con el sensor de tu smartphone porque lo habitual es que sea mejor.
Salvo muy contadas excepciones, y parece que el iPad Air 2 lo será (aunque el honor de ser un tablet que hace fotos decentes lo tiene Asus con su Infinity), la cámara principal asociada a un modelo de tablet no ha recibido la atención que merecería, especialmente cuando estamos hablando de la gama más asequible. Sus sensores no tienen un tamaño adecuado, y vienen unidos a veces a una pobre apertura y demasiados megapíxeles.
Provocando al mirón profesional
Una pantalla de 8 o 9 pulgadas, cuando no más, por muchos reflejos e insoportable de usar en exteriores que resulte, atrae miradas. Si has superado la vergüenza de atreverte a sacar el tablet para hacer una foto, e incluso has conseguido no ser demasiado observado al colocarte el tablet en alto, la activación de la pantalla, especialmente en entornos más oscuros, te va a colocar definitivamente en el mapa para los curiosos.
Así que si cogemos posisión para hacer una foto, es probable que la gente comience a agolparse a nuestro alrededor para cotillear o poner en prácticas su curso de fotografía amateur nunca hecho.
Esa foto visible para ti y todo el mundo se puede convertir también en un problema de privacidad al quedar el contenido del tablet bastante a la vista de curiosos.
Imagen | LaopinióndeTrujillo | Fausto.
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