La compañía del creador de Oculus Rift se hizo cargo del proyecto de IA militar que Google rechazó tras una rebelión interna

La compañía del creador de Oculus Rift se hizo cargo del proyecto de IA militar que Google rechazó tras una rebelión interna
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Anduril Industries es una startup de la que se ha sabido recientemente que en 2018 firmó un contrato con el Pentágono para desarrollar inteligencia artificial de uso militar.

Y aunque la compañía no es especialmente conocida, la mayoría de los lectores de Xataka sí conocen el nombre del primer producto que su fundador, Palmer Luckey, lanzó al mercado: el visor Oculus Rift.

Palmer Luckey, un disidente político (para los criterios de Silicon Valley)

Pero empecemos por el principio: el éxito de los visores de realidad virtual Oculus Rift, lanzados en 2012, provocó que Facebook adquiriera dos años más tarde la compañía por un valor de 3.000 millones de dólares. Luckey, como creador del invento, se llevó 'un pellizco' de 700 millones de dólares y se le ofreció incorporarse a la plantilla de Facebook.

Sin embargo Luckey sólo aguantaría 3 años en la compañía de Zuckerberg: salió en marzo de 2017, sin que se divulgasen en ese momento las razones de su salida. Un año más tarde, varios medios publicaron informaciones que daban a entender que existía una motivación política, relacionada con el apoyo de Luckey al candidato presidencial Donald Trump (un extremo siempre negado por Facebook).

Pero, para Luckey, verse obligado a dejar atrás Oculus Rift tan sólo fue un punto y seguido: rápidamente puso en marcha un nueva compañía tecnológica, centrada en el campo de la defensa y bautizada con el nombre de Anduril (el mismo que la espada de Aragorn, reforjada a partir de los fragmentos de Narsil).

Así, asociándose a varios ex-directivos de Palantir (empresa de big data vinculada a la comunidad de inteligencia americana, y también bautizada en honor a un artefacto tolkieniano), se marcó el objetivo de dar soporte tecnológico a los planes de gobierno de Trump, sobre todo en lo relativo a la protección fronteriza.

El nombre de Anduril salió a la luz en julio de 2017, cuando la CNN informó de que el congresista republicano de Texas Will Hurd, había usado datos proporiconados por esta compañía como base para redactar un proyecto de ley de creación de un "muro inteligente" en la frontera mexicano-estadounidense, en detrimento del concepto tradicional de muro fronterizo.

El objetivo de la compañía era dotar este 'muro' no físico con cámaras, radares, sensores y drones para permitir la automatización de la actividad alrededor suyo y el correspondiente aviso a las autoridades. Sin embargo, como contábamos al comienzo de la noticia, su primer gran contrato ha venido de la mano de otra aplicación de la IA al campo de la seguridad nacional.

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¿Cómo ha terminado Anduril haciéndose cargo del Proyecto Maven?

El año pasado, el Proyecto Maven atrajo titulares después de que desatase una controversia interna en Google tras firmar esta compañía un contrato con el Departamento de Defensa de EE.UU para desarrollar una inteligencia artificial que fuera capaz de interpretar las imágenes captadas por los drones militares (y, así, mejorar la selección de objetivos).

La susodicha controversia desembocó en una rebelión interna de los empleados que terminó provocando que Google se retirase del proyecto. Luckey escribió entonces una columna de opinión junto a Trae Stephens (co-fundador de Anduril, vinculado a Peter Thiel, el 'hombre de Trump' en Silicon Valley) en la que criticaban con dureza a Google:

"Entendemos que los trabajadores del sector tecnológico desean construir algo que vaya a usarse para ayudar, no para hacer daño. Nosotros deseamos lo mismo, pero aislar a los militares de Estados Unidos podría tener el efecto contrario de lo que se proponen: Si las empresas de tecnología quieren promover la paz, deben estar con, no contra, la comunidad de defensa de los Estados Unidos".

En posteriores apariciones públicas, Luckey afirmó que el Departamento de Defensa no había logrado rodearse del mejor talento tecnológico debido al hecho de que muchos ingenieros estaban atrapados en empresas de Silicon Valley que no quieren trabajar en temas de seguridad nacional.

Luckey avisó también, en el Web Summit celebrado en Lisboa el pasado mes de noviembre, de que la gran amenaza de la IA no vendría de la mano de democracias occidentales que abusaran de esta tecnología, sino de autocracias como Rusia y China, con una fuerte inversión en IA militar.

Ya entonces dejó caer que Anduril estaba desplegada "en varias bases militares", como proveedor de tecnología del Ejército. Ya sabemos en qué estaba trabajando.

Imagen | Web Summit

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