En la Technical University of Darmstadt, Alemania, existen varios puestos de lectura electrónica especialmente dedicados a que sus usuarios puedan consultar la versión digital de los libros que ésta alberga, además de ofrecerles el poder imprimirlos o guardarlos en un USB. Esto no gustó nada a Eugen Ulmer, la empresa editora de un libro ("Introducción a la Historia Moderna") que se podía consultar de esta forma, al considerar que la biblioteca no tenía permiso para digitalizar su obra y debía adquirir la versión electrónica de la misma.
El tribunal alemán a cargo del caso escaló el asunto al Tribunal Europeo de Justicia, que acaba de publicar su sentencia: las bibliotecas públicas de los Estados miembros pueden digitalizar todas sus obras sin necesidad de un permiso especial o licencia por parte del editor y siempre que la legislación local lo permita. Eso sí, con ciertas limitaciones.
"En caso contrario no podría llevar a cabo su misión fundamental ni promover el interés público vinculado al fomento de la investigación y el estudio personal"
Según lo explicado en la sentencia, y aunque el titular de los derechos de la obra se oponga, las bibliotecas pueden acogerse a una excepción en la Directiva referente al copyright en la que se menciona el promover la investigación y el estudio personal. Precisamente, y según el Tribunal, ésta es la función de las bibliotecas públicas y añade que "en caso contrario no podría llevar a cabo su misión fundamental ni promover el interés público vinculado al fomento de la investigación y el estudio personal."
Consulta sí, copia no
Sin embargo, el Tribunal ha precisado que este derecho de consulta no significa que las bibliotecas puedan reproducir las obras, como hacía la Technical University of Darmstadt, ofreciendo la posibilidad de llevarse una copia (o parte de ella) en USB o imprimir una allí mismo ya que "considera que la impresión de una obra en papel y su almacenamiento en una llave de memoria USB son actos de reproducción, ya que pretenden crear una nueva copia de la copia digital que se puso a disposición de los usuarios. "
Eso sí, el Tribunal no descarta que los Estados miembros establezcan una excepción para permitir esta reproducción en bibliotecas, pero entonces estarían obligados a "abonar una compensación equitativa a los titulares de los derechos sobre las obras". El Tribunal de Justicia de la Unión Europea ya ha dado su opinión sobre el asunto, pero ahora serán los tribunales alemanes los que decidan cómo terminará esta disputa legal.
Más información | Nota de prensa / Sentencia
Vía | PCWorld
Imagen | Samantha Marx
En Xataka | Las bibliotecas sin libros ya están aquí
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49626
Por cierto… esta foto es de la biblioteca central de Estocolmo… la de Odenplan. Lo se porque vivo aquí en Estocolmo :)
Land-of-Mordor
¿También se prohibiría tomar notas sobre el contenido expuesto digitalmente? Porque no deja de ser una "reproducción parcial". También la captura mediante cámara de smartphone de lo que se ve en pantalla no está prohibida expresamente. Más que proteger los derechos del editor lo que se hace es que "cueste algo de trabajo" hacerlo.
Tontería supina la queja de este tipo de editores (que su negocio suele ser la venta a bibliotecas y organismos educativos, no a particulares) siguiendo la absurda creencia que el que sólo necesita hacer una consulta puntual de un libro en concreto se lo va a comprar...y al precio que se venden esos libros que es mucho más prohibitivo que el del "bestseller" de turno.
innova
Digitalizarla en terminales locales , sería lo lógico y por tantas "licencias" como pague a la editorial.
Ahora dejarles un USB con la obra en "préstamo" es oes abrir la caja de Pandora , aunque hace tiempo que esta caja más que abierta está agujereada diría yo.
Sporty
es obvio que los libros acabarán sucumbiendo ante los dispositivos electrónicos, por lo que es también obvio que se ha de permitir digitalizarlos
velocidad
Esto vuelve ha abrir la puerta a Google books.
mikelb
Alguien que escribe un libro por lo general lo hace para compartir y difundir su conocimiento. Como se comenta en el artículo, fue a la EDITORA a la que "no gustó nada", me gustaría saber si al autor/a (no he encontrado el libro) opinaría lo mismo... Vamos, que los intereses comerciales aquí me parece que superan los intereses culturales. Obviamente hay que tener en cuenta que esta es la forma en la que una editorial gana su dinero, es un negocio, pero me parece que debería adoptar una posición más condescendiente, sobre todo tratándose de un libro que menciona la historia moderna!