La campaña de financiación colectiva que Canonical puso en marcha para el desarrollo y fabricación de su ambicioso Ubuntu Edge ha terminado hace unos minutos, y lo ha hecho sin acercarse siquiera a su objetivo.
Los 32 millones de dólares que se necesitaban para financiar el proyecto eran quizá una meta demasiado exigente: Canonical "solo" recaudó 12,8 millones de dólares --récord absoluto tanto en Indiegogo como en Kickstarter-- y captó el interés de cerca de 20.000 usuarios. ¿Un fracaso? No del todo.
Ubuntu, en el mapa
Puede que no veamos cómo Canonical pone en marcha la fabricación de este singular smartphone, pero lo cierto es que la campaña ha tenido un beneficio claro: ha puesto a Ubuntu en el mapa de los sistemas operativos móviles.
El proyecto de Mark Shuttleworth y de su equipo lleva tiempo en marcha: la distribución Linux Ubuntu, que hasta hace poco solo se podía instalar en PCs y portátiles de forma oficial, pronto llegará a los smartphones, los tablets e incluso los televisores inteligentes.
Ubuntu Edge era un producto valiente e innovador en muchos apartados, pero allí donde ese smartphone ha fracasado, probablemente otros recojan el testigo. La campaña ha generado notoriedad en este proyecto, y eso ha permitido que fabricantes y operadoras se interesen por el mismo.
Así lo confirmaba Mark Shuttleworth en un reciente mensaje de "despedida" de la campaña:
Todo el soporte y la publicidad ha continuado impulsando nuestros debates con algunos de los grandes fabricantes, y tenemos a algunas de las mayores operadoras móviles apoyando nuestro Ubuntu Carrier Advisory Group. Han estado observando esta discusión global sobre Ubuntu y por la necesidad de innovación muy de cerca.
¿Qué deparará el futuro?
Así pues, no todo parece perdido, y el propio creador de Ubuntu y de Canonical no solo dejaba la puerta abierta a que en un futuro cercano aparezca un dispositivo similar de otro fabricante, sino a volver a tratar de lanzar una campaña de financiación de este tipo:
Quién sabe, quizás algún día cojamos todo lo que hemos aprendido de esta campaña --logros y errores-- y volvamos a intentarlo todo de nuevo.
Ubuntu Edge, por lo tanto, no parece que vaya a quedar como un proyecto guardado en el cajón del olvido, algo esperanzador para los muchos usuarios que mostraron su interés, e incluso para aquellos que aun estando interesados prefirieron no arriesgar a pagar el elevado precio de estos singulares terminales.
En una nota final, y esto es importante para los participantes en la campaña --como muchos otros, yo aproveché la oferta inicial del Ubuntu Edge a 600 dólares, por ejemplo-- Shuttleworth asegura que PayPal reembolsará el dinero a todos los participantes en la campaña en los 5 próximos días.
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