No sé como nadie lo había pensado antes. Está claro que es un gran invento: estás de acampada y no hay ningún enchufe cerca... ¿cómo recargas la batería de tu teléfono o la de la cámara? Pues que mejor que orinar un poco encima y nada, a mandar mensajes y hacer fotos.
En realidad la innovación presentada por los científicos del Instituto de Bioingeniería y Nanotecnología de Singapur tiene aplicaciones más inmediatas que esto. La idea es crear biochips de bajo coste de fabricación para detectar enfermedades y suministrar resultados instantáneos para análisis, cuya batería podría ser integrada en ellos y recibiría electricidad en su contacto con bíofluidos, como la orina. No estoy muy seguro de que los que hablan de fuentes de energía limpias se refirieran a esto.
Vía | Navegante.
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