Recuerdo los tiempos en los que empezó a darse a conocer Folding@home, aquél proyecto de computación distribuida que surgió oficialmente para PlayStation 3 con la finalidad de aprovechar su - por entonces - enorme potencial. Las cosas han cambiado, el hardware ha evolucionado y uno de los grandes productos del recién extinto 2012 puede ser el que herede sus funciones. Hablamos de Raspberry Pi, claro.
Es cierto que no es el computador más potente, pero sí uno de los más pequeños, de los que menos consumen y también de los que menos calor generan. Pongamos sesenta y cuatro Raspberry Pi juntos, una carcasa construida con piezas de Lego y cableemos el conjunto. El resultado es real y lo han probado en la Universidad de Southampton, en Reino Unido.
Forma parte de un pequeño proyecto del Computational Engineering and Design Research Group de la Facultad de Ingeniería y está liderado por Simon Cox. Lo difícil no es montar cada uno de los Raspberry Pi y conectarlos, si no en instalar y configurar todo el software para que funcione correctamente. Sí, el conjunto también puede ejecutar una tarea en paralelo en los sesenta y cuatro núcleos en base a crear un proceso para cada uno de ellos, si bien la configuración de los sistemas operativos no es apta para novatos y, todo sea dicho, es un proceso bastante avanzado. El propio Simon Cox ha publicado una amplia lista de instrucciones para conseguirlo.
La gracia de este invento es el bajo presupuesto para tener un pequeño supercomputador. Los Raspberry Pi salen por unos 3000 euros aproximadamente, a sumarle toda la instalación y cableado. El software es completamente gratuito y, si bien el resultado dista enormemente de los supercomputadores actuales (el primero del Top500 actual, el Cray XK7 tiene 560640 núcleos basados en procesadores AMD Opteron; eso es otra liga) debería ser más que suficiente para ciertas labores. Este pequeño cluster de Raspberry Pi tiene un rendimiento/precio realmente atractivo.
Algunos datos generales son los siguientes:
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64 núcleos ARM a 700 MHz. (aunque puede subirse hasta 1 GHz.)
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1 TB de espacio de almacenamiento total basado en tarjetas SD de 16 GB
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32 GB de memoria RAM (a razón de 512 MB por cada SoC)
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Potencia total de unos 200 vatios (a razón de unos 3 vatios por cada placa, si bien este valor depende enormemente del porcentaje de uso de la CPU así como de los periféricos conectados). Equivale a un ordenador doméstico de gama media-alta.
Ya comentábamos en nuestro especial sobre ARM que el futuro de la arquitectura tendría un importante papel en los grandes centros de datos. Y este pequeño proyecto de la Universidad de Southampton - cuya finalidad es simplemente didáctica - es un ejemplo más de ello.
En Genbeta Dev | La Raspberry Pi y unas piezas de Lego se pueden convertir fácilmente en una supercomputadora. Más información | Southampton University.
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