Si os dijéramos que alguien está intentando desarrollar un proyecto para fertilizar el oeste del Sáhara con una ciudad gigante sobre ruedas que funciona de forma completamente autónoma seguro que os sonaría a ciencia ficción. Pues no, está en desarrollo de convertirse en una realidad.
Este proyecto está liderado por Stephane Malka, un investigador interesado en explotar el potencial de los desiertos para convertirlos en territorios fértiles donde pueda crecer la naturaleza. Para conseguirlo se ha propuesto crear una ciudad móvil.
Brotes verdes para el Sáhara occidental
Green Machine es una plataforma móvil gigante que combina zonas de vegetación con una ciudad industrial habitable capaz de producir 20 millones de kilos cereales al año. Lo más interesante de este proyecto es que es completamente autónomo.
Gracias a nueve placas solares, esta plataforma puede producir 450kw de energía eléctrica cada día. Además, un sistema de globos flotando se encarga de recoger agua aprovechando la condensación que se produce a una determinada altura.
Para moverse, nos encontramos con un sistema de dieciséis orugas diseñado originalmente por la NASA para transportar cohetes. Lo interesante es que no sólo sirve para moverse sino que las propias orugas están diseñadas para ir cultivando el suelo.
La primera línea se encarga de ir preparando el suelo y las siguientes van inyectando una mezcla entre agua, fertilizante natural y cereales para dejar el suelo listo para ir creciendo. Obviamente no es un milagro y para conseguir resultados creen que será necesario al menos dies años según los responsables de Green Machine.
De momento sólo se trata de un proyecto de futuro y las imágenes que acompañan al post no son más que prototipos creados por ordenador. De momento no hay fechas sobre su proceso de construcción ni tampoco de cuándo echará a rodar pero habrá que seguirle la pista.
Vía | Design Boom
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