Uno de los coches míticos de Totoya, su SUV RAV, llegará este año en una versión híbrida. El nuevo modelo se podrá conocer con todo lujo de detalles esta semana en Nueva York. Y de entre la información que proporcione el fabricante japonés estaremos muy atentos a una promesa magnífica: el sistema de frenado automático que integre será el que podremos ver en la gran mayoría de los coches de Toyota independientemente de su precio y gama.
El plan de Toyota es que de forma progresiva y hasta 2017, todos sus modelos de vehículos, desde los utilitarios hasta las gamas más altas, tenga la opción de incluir sistemas de seguridad como el frenado automático por un coste muy reducido, del orden de 300-500 dólares.
Un paquete de seguridad activa de bajo coste
De los sistemas de detección más avanzados para evitar accidentes de forma más o menos automática, el frenado automático es de los más útiles independientemente del tipo de conducción o carretera que usemos. En autovía es práctico porque evita alcances por despistes, aunque lo mejor lo ofrece a bajas velocidades y en ciudad. En ese entorno, el frenado automático es capaz de determinar si hay riesgo de atropello o colisión y o bien avisa al conductor o bien activa directamente los frenos.
El sistema para coches "de entrada" será el Toyota Safety Sense (TSS), con un coste de 300 dólares, mientras que por 500 dólares se integrará el paquete TSS P que incluye además del frenado automático, el asistente de mantenimiento del carril y mejora de visibilidad por la noche.
Más información | Toyota.
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