El estrés es uno de los peores aliados del conductor, y la peor compañía de viaje posible. El estrés nos pone nerviosos, hace que nos desconcentremos, que estemos irascibles y que prestemos más atención a nuestro propio estado de ánimo que a la carretera, o a los demás conductores. Como conductores tenemos entre manos una tarea compleja: tenemos que procesar todos los estímulos, tomar decisiones y ejecutarlas en el mínimo tiempo posible.
La concentración es fundamental, y cualquier distracción implica un cierto riesgo, que se magnifica en el momento en que nos dejamos llevar por el mal humor, el estrés o la ira, porque todo está relacionado. Afortunadamente, la tecnología sirve también en este caso para ayudarnos en los momentos de hervor en la sangre, para que nos podamos relajar (dentro de lo que uno se puede relajar al volante) y volver a mantener un estado zen de alerta y eficacia al volante.
Hay que aclarar que las ayudas tecnológicas que vamos a ver no trabajan directamente en el tratamiento del estrés. Es decir, no hablamos de un asistente personal virtual capaz de psicoanalizarnos, ni de un eficiente robot masajeador, ni siquiera de un DJ conectado a la nube que seleccione música chill out para nuestro disfrute. Hablamos de sistemas y ayudas que nos hacen la vida más sencilla en el habitáculo, y a la hora de hacer cualquier tarea en principio sencilla, pero que si tenemos estrés puede convertirse no solo en tediosa, sino en exasperante.
El Control de Crucero Inteligente
Conducir por una autovía o autopista suele significar mantener una velocidad de crucero aproximada a la velocidad máxima de la vía, que son 120 km/h de forma general. Eso significa que nuestra principal ocupación es mantenernos en el carril derecho, observar nuestro entorno periódicamente, para detectar cualquier otro vehículo, tener en cuenta sus maniobras y anticiparnos a lo que pueda pasar por delante, y mantener la velocidad, regulando el ritmo con el pie.
El punto en el que esta tarea se puede convertir en algo agobiante es cuando tenemos problemas rondando por la cabeza, y nos despistamos, apretando demasiado (y superando el límite de velocidad), o demasiado poco, quedándonos lejos de la velocidad deseada.
Ahí es cuando un sistema como el Control de Crucero Inteligente entra en juego para hacernos la vida mucho más sencilla. Con este sistema tenemos las ventajas de un control de crucero normal, pero con el añadido útil de que es capaz de regular esa velocidad de crucero en presencia de coches más lentos.
Es decir, si mantenemos una velocidad de crucero de 120 km/h, y nos acercamos a otro vehículo que circule a 110 km/h, por ejemplo, el sistema lo detectará y reducirá la velocidad en consecuencia, a menos que cambiemos de carril con tiempo suficiente.
El HAC (Ayuda de arranque en pendiente)
La ayuda en cuesta, o el sistema de ayuda de arranque en pendiente, es un modo de facilitarnos las cosas cuando estamos a punto de arrancar en medio de una fuerte pendiente. En los coches manuales, el hecho de soltar el freno, pisar a fondo el embrague, seleccionar primera y ejecutar la maniobra de arranque puede llevar cierto tiempo. En ese tiempo, el coche se puede desplazar hacia atrás, con el consiguiente riesgo de dar un golpe a quien esté detrás.
Aunque hay un truco "manual" para evitar esto, utilizando el freno de mano, también es algo que requiere de cierta coordinación y se hace estresante. El sistema HAC (Hill Assist Control), en sus múltiples formas, nos ayuda a arrancar en cuesta al detectar esa inclinación, manteniendo la presión en el sistema de frenos durante aproximadamente dos segundos.
De esta forma tenemos tiempo suficiente para hacer todos los movimientos necesarios para dar impulso al coche. En el caso de coches automáticos, lo que nos ayuda realmente es a tener una sensación todavía mayor de confort mientras conducimos. En un mundo lleno de prisas, esto nos permite despreocuparnos de una cosa más.
Sensores de aparcamiento (y visión de 360º)
Tienes un día de perros, y cuando llegas a casa del trabajo te encuentras con un sitio perfecto, pero "justito" para aparcar. No tienes ya demasiada paciencia, y tras un par de maniobras, te das cuenta de que te has equivocado al enfilar la plaza de aparcamiento.
Afortunadamente, si dispones de sensores de aparcamiento, o mejor aun, de un sistema como el sistema de control periférico 360º del KIA Sorento, ese suplicio de aparcar en una plaza pequeña cuando llegas "quemado" del trabajo, se convertirá en una cosa más, en coser y cantar. Con su vista de pájaro y la visión trasera, junto con las guías virtuales para ajustar la posición del coche, tendrás el control total sobre el espacio disponible para el aparcamiento, y una preocupación menos.
Sistema de información de los límites de velocidad
No hay nada más desconcertante que ir por una carretera y no tener claro si vimos una seña del 40 km/h, o una señal de 70 km/h. O a lo mejor recorres una carretera desconocida y no te fijaste bien en la señalización.
No es tan descabellado, sobre todo si llevamos un nivel de estrés apreciable, ya sea por trabajo o por esos niños revoltosos que llevamos en los asientos traseros. Para reducir nuestra incertidumbre (y nerviosismo), un sistema de información sobre los límites de velocidad vigentes es mano de santo.
Gracias al reconocimiento de imágenes, el sistema registra las señales de limitación y nos las recuerda en el salpicadero y en la ventana de navegación. A muchos les sonará a "exceso", pero una vez lo pruebas no puedes dejar de reconocer que es muy útil.
El BAS, Brake Assist System
Todo lo que sea ayudar al conductor a que se concentre en una tarea específica, es una ayuda considerable. En el caso del BAS, la situación no puede ser más inesperada: una frenada de emergencia por algo que nos encontramos en el camino.
La estadística y las experiencias demuestran que un gran porcentaje de los conductores no llega a frenar con toda la presión posible en caso de emergencia. Esto significa que, visto de otro modo, es posible ayudar a un gran número de personas en emergencia a frenar "con todo" lo que se puede frenar. Y el BAS es un sistema que complementa la presión de frenado para alcanzar el valor óptimo, minimizando por tanto esas probabilidades de colisión.
El BSD, Blind Spot Detection

Hablamos de él en un artículo anterior, pero es justo mencionarlo como un sistema que ayuda de forma considerable a la tranquilidad del conductor, o al menos, a no incrementar sus niveles de estrés "basal".
Con el BSD podemos estar tranquilos ya que seremos capaces de detectar obstáculos que, en realidad, no podemos ver. Es una capa más a favor de nuestra tranquilidad, y de la misma forma que el resto de sistemas de que hablamos, estamos liberándonos de tareas simples, algunas de ellas mecánicas, y otras tan triviales como detectar obstáculos, utilizando la tecnología para ello.
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2 comentarios
nickeditor
La mejor ayuda para conducir es analógica: un chofer.
arturlop
El estrés es un ingrediente habitual en los accidentes de tráfico, así que bien por KIA.