Root en Android: qué es, para qué sirve y cuáles son sus inconvenientes

Root en Android: qué es, para qué sirve y cuáles son sus inconvenientes
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Vamos a explicarte qué es eso de hacer root en Android o rootear tu dispositivos, algo que seguro alguna vez has escuchado cuando alguien te ha hablado de lo mucho que se puede personalizar Android. También te vamos a decir para qué sirve exactamente hacerlo hoy en día, aunque dejándote claro que en general desde hace años ya no tiene demasiado sentido.

Vamos a empezar explicándote de una forma sencilla y fácil de entender qué es exactamente esto de ser root. Luego, pasaremos a explicarte tanto las ventajas del para qué sirve como las desventajas que tiene el hacerlo. Nuestra idea con este artículo no es que te lances a hacerlo ni convencerte de nada, sino que sepas por qué algunos usuarios muy avanzados siguen hablando tanto de ello, y por qué ha sido tan importante años atrás en Android.

Qué es rootear Android

Si tienes un ordenador Windows, ya sabrás que hay algunas funciones y cambios en las configuraciones para las que necesitas tener permiso de administrador. Así pues, en este sistema operativo hay dos niveles a los que puedes operar, algo que hace que si creas una cuenta simple de usuario en un ordenador para alguien, este no pueda hacer cambios profundos sin la supervisión de quien controla la máquina.

De la misma manera, en Android pueden llegar a haber también dos niveles, el de usuario normal y el de superusuario. La diferencia es que el nivel de superusuario está bloqueado por defecto, lo que hace que el fabricante sea capaz de controlar la experiencia de los usuarios y hasta dónde pueden llegar a la hora de hacer cambios.

Realmente, el permiso de administrador de Windows el nivel de superusuario de Android no son comparables. Nosotros hemos empezado poniendo ese ejemplo sólo para utilizar un concepto más cercano a la hora de explicar que en sistemas operativos puede haber varios niveles de permisos. Pero no son comparables porque en Android hay muchísimos cambios que puedes hacer sin permisos de superusuario, y puedes instalar casi cualquier aplicación.

Rootear Android es la operación que hay que realizar para obtener permisos de superusuario, y así tener el permiso del móvil para hacer los cambios más profundos dentro del sistema operativo. Vamos, que tienes el control total de tu móvil para hacer lo que quieras con él. Esto te permite tener una versión de Android que no está controlada por el fabricante, sino por la comunidad de desarrolladores, algo que tiene algunas ventajas y también desventajas.

Así pues, podemos decir que rootear tu dispositivo es algo así como desbloquearlo, quitarle los impedimentos con los que el fabricante te mantiene todo el rato al nivel de usuario. Una vez has rooteado el móvil, podrás instalar los permisos de superusuario mediante una aplicación, y entonces ya podrás obtener todo el control sobre él.

Para qué sirve rootear Android

Rootear Android todavía tiene algunas ventajas que hace que los usuarios más avanzados aún recurran a ello en algunos casos. La más extendida es la de poder instalar ROMs o versiones modificadas de Android, como por ejemplo LineageOS o Paranoid Android.

Esto te permite tener una versión de Android que no está controlada por el fabricante de tu móvil, sino por la comunidad de desarrolladores. Gracias a esto, por ejemplo, podrás actualizar un móvil que ya está viejo y del que el fabricante se ha desentendido a nuevas versiones de Android con todas sus ventajas.

Rootear también te puede ayudar a exprimir el hardware al máximo aprovechando todo el potencial de los componentes internos del móvil. Por ejemplo, podrás instalar aplicaciones para modificar la frecuencia del procesador, o aplicaciones para analizar la batería y evitar que otras apps se queden funcionando de fondo y consumiendo recursos.

Además de esto, rooteando Android también vas a poder desinstalar cualquier aplicación de tu dispositivo, incluso esas que por lo general nunca puedes desinstalar por decisión del fabricante o de la propia Google. Aunque eso sí, desinstalar algunas aplicaciones puede hacer que el móvil deje de funcionar correctamente.

Y por último, gracias a esas versiones modificadas o cocinadas (el término que usan los desarrolladores) de Android también puede servir para tener nuevas funciones en el móvil, o incluso tener una mayor capacidad de personalización para darle exactamente el aspecto que quieras sin los límites que ha impuesto el fabricante.

Qué desventajas tiene rootear Android

La principal desventaja de rootear Android es que tu fabricante puede desentenderse de la garantía de tu dispositivo, por lo que si falla algo puede que no tengas soporte para que te lo solucionen. El proceso hoy en día es bastante sencillo, aunque si algo falla en el proceso puede haber errores que pueden estropear tu móvil y hacer que deje de funcionar. Además, la propia Google pone cada vez más impedimentos con certificados para vigilar el hardware.

Otro inconveniente notable es que puede que tu móvil tenga muy poco soporte por parte de la comunidad. Rootear un móvil normalmente es para instalar una versión modificada de Android y tener así más opciones, pero estas versiones no pueden hacerse para todos los modelos, no hay desarrolladores suficientes para ello, por lo que va a depender mucho del dispositivo que tengas.

Por lo general, hay una mayor implicación por parte de los desarrolladores externos en dispositivos que son populares, ya que al tenerlos más gente tiene más sentido trabajar con ellos. Pero precisamente los dispositivos más populares son también esos que los fabricantes cuidan más, y en muchas ocasiones no hace falta hacer root.

Al tema del soporte por parte de la comunidad también hay que añadirle que a versión adaptada de Android que le instales puede tener bugs y no funcione tan bien. Ten en cuenta que esto no da dinero, y que los desarrolladores lo hacen por amor a la libertad y por hobby, por lo que no tienen los recursos para asegurarse de que todo funcione bien a la primera en todos los móviles.

También debes tener en cuenta que cuando instales una versión personalizada de Android puedes tener una versión de Android superior en tu móvil, pero ahí se quedará. Las ROMs o versiones personalizadas no se actualizan automáticamente, y para seguir recibiendo mejoras o solucionando bugs tendrás que actualizar manualmente tu dispositivo, invirtiendo tiempo en hacerlo y quizá perdiendo algunos datos en el proceso.

Si tienes una ROM también debes olvidarte de las actualizaciones oficiales del fabricante para mejorar el dispositivo, de los parches de seguridad para evitar vulnerabilidades, o las actualizaciones que añaden nuevas aplicaciones. Todos los añadidos deberás ponerlos tú de forma manual esperando que la comunidad de desarrolladores independientes lo adapte para tu móvil.

A todo esto también hay que añadirle el inconveniente de que cada vez tiene menos sentido hacerlo. Android cada vez está mejor optimizado, y poco a poco los fabricantes van prestándole más atención a mantener actualizados sus principales móviles a nuevas versiones de Android. Además, también hay cada vez más opciones de personalización y apps que no requieren root que ya te permiten ganar otras funciones y hacer virguerías sin necesidad de más.

Además, también hay lanzadores de terceros muy buenos que se instalan sin root, y te permiten cambiar el aspecto del dispositivo sin tener que instalar versiones cocinadas de Android. Por no hablar que el número de aplicaciones que no se pueden desinstalar suele ser menor, por lo que de cara a la mayoría de usuarios cada vez merece menos la pena arriesgarse a estropear el móvil o tableta por ventajas que cada vez son menos notables.

Quizá, si tienes un viejo móvil o tableta que ya no utilizas rootearlo puede ser una buena manera de practicar y conocer mejor Android, aprendiendo mucho de sus procesos internos, pero siempre teniendo en cuenta que podrías dejar el dispositivo inutilizado. Pero no es recomendable hacerlo con tu móvil principal, ese del que no puedas prescindir y que prefieras que te funcione lo mejor posible.

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