La conexión a Internet en casa pasa ya prácticamente siempre por el aire en forma de señal WiFi. Las ventajas son demasiadas como para seguir anclado en el cable de red, al menos cuando queremos acceso a la red en todos y cada uno de los lugares de la casa sin tirar cables por todos lados. Sin embargo no siempre es posible contar con conectividad Wifi o nos da más problemas que soluciones. Entonces la tecnología PLC (Power Line Communications) o comunicaciones mediante cable eléctrico es de las mejores alternativa en la actualidad.
La tecnología PLC nos va a permitir acceder a Internet y crear una red de datos usando solamente los cables de la instalación eléctrica del hogar. Así, cada enchufe será un punto de acceso.
Qué es la tecnología PLC
La tecnología PLC o Power Line Communications utiliza las líneas de energía eléctrica para transmitir señales de radio y permitir la comunicación. La corriente eléctrica viaja a una frecuencia de 50 Hz y voltaje de 220 V. Los datos por el contrario lo hacen a una muy alta frecuencia, de varias decenas de MHz y un voltaje menor. Así, con un filtro en el destino podemos separar la señal eléctrica de los datos.
Los dos usos principales de la tecnología PLC en la actualidad tienen que ver con el control del hogar y el establecimiento de redes locales que pueden proporcionarnos conexión a Internet.
A nosotros nos interesa detenernos en el uso que se puede dar a la tecnología PLC para interconectar equipos e incluso dotarlos de conectividad a Internet. Aunque no existen estándares para este tipo de aplicación, hay dos normas desarrolladas por empresas privadas que son las que se imponen en el mercado. Hablamos del estándar HomePlug Powerline Alliance y la Universal Powerline Association. Si nos ceñimos a comunicación de equipos en el hogar, hay una tercera alternativa conocida, MoCA o Multimedia over Coax Alliance.
Un poco de historia
Este tipo de instalación y dispositivos tuvieron su momento de más fama mediática entre los años 2003 y 2005, cuando las grandes compañías eléctricas apostaron definitivamente por ellas como sistema de acceso a Internet, principalmente en las zonas rurales donde sí tenían red eléctrica pero la telefónica o no estaba, o presentaba problemas.
Las condiciones sobre el papel eran buenas: velocidad similar a la del ADSL y con simetría teórica en la velocidad.
Sin embargo, y pese a lo prometedor que se planteaba, su comercialización se suspendió por parte de las grandes compañías. El motivo no fue uno sino una mezcla de varios.
Entre ellos estaba el problema con las interferencias. Cuando los datos viajan por la red eléctrica pueden convertir los cables en antenas emisoras, y pueden interferir con otros usuarios de determinadas frecuencias. El principal problema lo tuvieron los radioaficionados, que no han parado de quejarse y todavía lo hacen. Incluso con electrodomésticos de gran potencia había riesgo.
Otro motivo del abandono comercial del PLC a gran escala fue motivado por la popularización y abaratamiento de las conexiones ADSL.
En la actualidad, el uso del PLC prácticamente se limita a crear redes en casa. Ahora parece que vuelve a resurgir con algo de fuerza gracias en gran parte a que el hogar se está llenando de nuevos equipos que necesitan conectarse a Internet pero no disponen de conectividad WiFi y no se encuentran tampoco cerca de un puerto Ethernet disponible.
Es precisamente en lo que nos centraremos en la siguiente parte del especial, para acabar con una selección productos PLC para nuestro hogar y el análisis de una de las mejores opciones que podemos encontrar en la actualidad en el mercado.
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