Ha pasado más de una década desde que escuchamos la primera propuesta por parte de Europa de aprobar un cargador único. En 2009, desde Xataka publicábamos este artículo bajo el título de 'MicroUSB será el único con el que cargaremos nuestros móviles'. En él hablábamos de un acuerdo de la Comisión Europea con unos cuantos fabricantes de teléfonos para utilizar un conector único.
Lo cierto es que la estandarización llegó a grandes rasgos, pero todavía estamos lejos de que evitar que haya excepciones, como es el caso de Apple y su conector propietario del que no quieren desprenderse. Tras todo este tipo, incluso el estándar USB ha cambiado. Afortunadamente, parece que desde las instituciones europeas siguen teniendo bastante presente este objetivo y hoy hemos visto una nueva aprobación por parte del Parlamento Europeo. Aquí os contamos en qué punto nos encontramos y qué más falta para que sea una realidad.
Esta historia del cargador único ya me suena. En 2014 ya se propuso reducir de 30 cargadores distintos a "principalmente tres". La idea de fondo era intentar reducir la basura electrónica y asegurar que los consumidores no tenían que comprar un cargador distinto con cada dispositivo nuevo. Una idea que cuenta con muchos apoyos, pero que se está eternizando para aprobar.
Seis años después, a principios de 2020, el Parlamento Europeo votó a favor de "imponer un único conector para poder recargar nuestros dispositivos móviles". ¿Por qué eso no derivó en algo real? Básicamente porque se trataba de una primera fase.
Demasiadas fases. Una vez recibido el visto bueno del Parlamento, fue momento de la Comisión Europea la que se puso a trabajar en una legislación para convertir el cargador universal en algo obligatorio. Aquello llegó durante el tercer trimestre de 2020. Ese septiembre, la Comisión Europea llevó adelante una legislación, con el objetivo de que la nueva ley fuera una realidad a mediados de 2024.
Qué dice la propuesta de ley. ¿Qué significa realmente lo del cargador único? Pues todavía no tenemos el texto final, pero lo último que tenemos sí es una propuesta más o menos concreta. Europa quiere armonizar el puerto de carga y usar el USB-C como puerto común. Se quiere apostar por una misma solución de tecnología de carga rápida y que se use el USB-C en todos los dispositivos electrónicos ("los móviles, las tabletas, las cámaras digitales, los cascos, los auriculares, las videoconsolas portátiles y los altavoces portátiles"), salvo en aquellos demasiado pequeños ("los miniauriculares, los relojes inteligentes y los monitores de actividad").
El proceso se acelera: el Parlamento Europeo no pone objeciones. Pese a que la aprobación no sentó nada bien en Apple, el Parlamento Europeo fijó su posición favorable el pasado mes de abril y ahora ha decidido aprobar ahora la legislación de la Comisión sin realizar ningún tipo de enmienda. Se ha dado luz verde a que la Comisión siga su negociación y pueda presentar un texto definitivo.
Para principios de 2023 quedará aprobado definitivamente. Según explican desde el Parlamento Europeo, ahora se entra en una fase que puede durar entre 8 y 12 meses, donde se establecerán los detalles finales sobre cómo será esta ley. Se espera que para finales de 2022 la Comisión presente el texto final, uno en el que ya trabajan, y que para principios de 2023 vuelva al Parlamento para ser aprobada. Paralelamente, desde el Consejo de Europa también deberían aprobar el texto a principios de 2023.
Pero no será hasta 2025 cuando entre en acción. Una vez aprobado el Reglamento, habrá un periodo de entrada en vigor, previsiblemente de dos años. Si se aprueba a principios de 2023 y se repite el plazo de dos años que ya vimos con el RGPD, nos iríamos hasta 2025 para la entrada en aplicación de este Reglamento.
Es decir, si todo sigue según lo previsto, a principios de 2023 el texto final quedará aprobado y en un plazo de unos dos años, el cargador único será obligatorio. Será por esos años donde Apple tenga que decidir entre acudir a la Justicia para luchar contra esta ley o enfrentarse a posibles sanciones por no añadir, por ejemplo, USB-C en los iPhone.
La carga inalámbrica también en el punto de mira. Una vez "solucionado" el asunto del cargador único, los eurodiputados quieren que la Comisión Europea presente su estrategia a finales de 2026 para que "cualquier nueva solución de carga sea compatible con otros fabricantes". Una vez llegado a ese punto, se iniciará un proceso equivalente que esperemos no sea tan largo.
Imagen | Adam Bowie
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