A principios de mes, a raíz de los rumores sobre un reloj de Apple, hacía una recopilación de dispositivos de este tipo. Gadgets que hacían algo más que decirnos la hora y que ahora parece que han vuelto a ganar protagonismo con Pebble o I’m Watch.
Con este último, tuvimos oportunidad de jugar en el Mobile World Congress. Un dispositivo al que estuvimos siguiéndole la pista durante un tiempo y por fin pudimos probarlo un poco para traeros una toma de contacto con uno de los gadgets más curiosos.
Del dicho al hecho hay un trecho
Hasta la fecha, los relojes que han vendido la imagen de ser un dispositivo inteligente capaz de sincronizarse con el móvil no han salido bien parados. Sony lo intentó con su Smart Watch, Pebble parece marcar un poco el camino a seguir pero tampoco resulta un referente.
I’m Watch nos engatusó también con esta idea: tener todo en la muñeca para no tener que encender la pantalla del móvil cada poco tiempo. Era buena y parecía bien ejecutada pero tras probarlo en el Mobile World Congress vemos que está muy lejos de lo que prometía.
Por fuera nos encontramos con un dispositivo sencillo, quizá algo espartano. Un solo botón físico que nos permite ir atrás, una pantalla táctil con cristal ligeramente curvado y correas de colores. Cómodo en la muñeca, su grosor no parece un problema a priori.
La pantalla se ve bien pero hay que tener en cuenta que las luces de los stands siempre engañan un poco. Hasta que no veamos su calidad con luz ambiental no podemos opinar con rotundidad. Se notan los píxeles, no tiene mucha resolución y la calidad es un poco floja, teniendo en cuenta el precio.
A la hora de usarlo tenemos dos modos: por un lado una especie de modo reposo donde veremos la hora (podemos personalizar el tipo de reloj) y luego un menú completo donde podemos navegar por las diferentes aplicaciones: agenda, notificaciones, llamadas, música…
La navegación por el reloj es un poco frustrante. No por hacerlos desde un dispositivo que se encuentra en la muñeca si no por la lentitud. Un procesador que ofrece lo justo y una versión de Android (Donut 1.6) que resulta insuficiente por muy modesto que sea su hardware.
Las aplicaciones que vienen preinstaladas demuestran que I’m Watch quiere cubrir muchas cosas pero no es capaz de hacer ninguna bien: leer texto es un poco incómodo, ver imágenes tampoco es especialmente útil y sólo se salva la conexión con el teléfono para algunas cosas puntuales como la música, las llamadas o las notificaciones.
A nivel de batería nos encontramos con otro problema: es un dispositivo que tendremos que cargar a diario junto al smartphone. Lo siento, no quiero un reloj que tenga que cargar todos los días. Este proceso, por cierto, se realiza a través del conector Jack. Algo similar a lo que ofrece el iPod Shuffle de Apple.
I’m Watch, primeras impresiones
I’m Watch viene a demostrar que a día de hoy el concepto de reloj inteligente anda lejos de ser un gadget usable. Tiene mucha ambición, lo cual es loable, pero la primera toma de contacto me ha parecido la de ser un gadget decepcionante con una relación calidad precio bastante negativa.
Veremos si en las versiones finales mejora pero a día de hoy, este reloj es poco recomendable si queremos una conexión real que funcione y sea útil con nuestro smartphone. Llegarán más, y esperemos que algunos de ellos marque el camino en una categoría que quiere acercarnos el futuro al presente.
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