Hay que aceptarlo, los relojes de pared o de mesa no son precisamente un accesorio que surja de forma masiva, bueno, no me refiero a aquellos que se pueden conseguir en cualquier tienda, sino a aquellos que contengan un elemento diferenciador, que incorporen tecnología que los haga salir del clásico diseño.
Ya hemos visto un par de proyectos, uno que trabaja con tinta electrónica y otro que se basa en un proyector. Pero en esta ocasión tenemos un desarrollo fascinante que se basa en el uso de ferrofluido, un liquido fácilmente maleable a través de un campo magnético y que por primera vez es usado para un reloj.
Ferrolic: la hora con números magnéticos que se transforman
Seguramente conocen las lámparas de lava, pues Ferrolic es una mezcla entre una lámpara de lava y un reloj digital. Su diseño es sencillo y discreto, pero la magia está en el interior, así como en su pantalla, donde el ferrofluido será manipulado por unos imanes incrustados en el marco de aluminio.
Los imanes están configurados a través de un software, que puede ser manipulado por medio de un navegador web para mostrar también texto, el mismo movimiento de los imanes provoca que en el proceso de formar los números o letras, se aprecien formas totalmente curiosas y cautivadoras, que provocarán que perdamos el tiempo mirando la hora.
Zelf Koelman, un artista, diseñador y apasionado por la tecnología, es quien ha dado vida a este increíble reloj. Las formas que se crean a partir del movimiento del campo magnético, las ha bautizado como "criaturas", ya que nunca son las mismas, siempre adoptan nuevas figuras y sólo nuestra imaginación es capaz de de asignarles un concepto.
Lamentablemente, Ferrolic es apenas un prototipo, Koelman ha creado sólo 24 de ellos y los ha puesto a la venta a través de su web, a un precio nada barato de 8.000 euros, eso sí, esto nos garantiza hacernos de un reloj y todo su kit de configuración.
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