Sin lugar a dudas, los retratos son el principal tipo de fotografía que vamos a encontrar dentro de nuestros teléfonos móviles, ya sean realizados hacia otras personas o a uno mismo, con nuestra persona como fotógrafo y protagonista.
Aunque hay cámaras profesionales, no existe en el mercado otro dispositivo mejor que el teléfono a la hora de facilitarnos la creación de selfies o retratos a terceros. Los smartphones han enfocado su uso hacia ese campo de batalla con modos automáticos para mejorar aspectos concretos, crear desenfoques, editar las imágenes y compartirlas en redes sociales.
Todo el proceso queda dentro del teléfono, solo necesitamos una buena conexión a la red y un combo de cámaras potentes como las del Alcatel 5. Este integra doble cámara en la delantera capaz de hacer fotos de hasta 16 megapíxeles + 8 megapíxeles con gran angular y disparo a través del sensor trasero de huella dactilar, lo que facilita cubrir todo este tipo de fotografía.
No cabe duda: vamos a seguir generando miles de instantáneas más desde nuestros terminales, así que creemos que no está de más proponer diez consejos básicos para acertar con los retratos en cualquier circunstancia:
1. ¿Por qué un retrato?
Aunque casi todas las capturas sean espontáneas, siempre hay un mensaje que podemos potenciar
Un retrato es una fotografía ─pintura o escultura─ de una persona, una representación artística del sujeto en la que se intenta mostrar su aspecto y personalidad, incluso el estado de ánimo que tiene en ese momento.
Como ocurre con todas las fotografías, mejoran cuando hay una historia detrás. No obstante, es más complicado de conseguir en este tipo de tomas, ya que la persona pasa a tener el protagonismo total dejando a un lado escenario y otros elementos del contexto.
No nos agobiemos con la historia, pero pensemos en el mensaje. Antes de hacer cualquier fotografía tenemos que pensar en un propósito, qué es lo que queremos enseñar: necesito una imagen para un perfil de redes, quiero contar mi estado un ánimo a los demás, estoy tomando una foto profesional que va a una revista, etc.
Dependiendo de cada caso, tenemos que entender que la ropa, el maquillaje, el peinado o la iluminación pueden condicionar una instantánea más o menos potente. Si tenemos tiempo y queremos mejorar, pensemos bien en el mensaje que queremos dar.
2. La luz es nuestra mejor amiga
La luz es un aspecto fundamental en cualquier tipo de fotografía y en el retrato cobra un significado especial al tener que dibujar rostros y expresiones. La luz puede destrozar una imagen o hacerla maravillosa.
Necesitas buena luz. Y, si es natural, mejor que mejor. Así, si estás en interior, acércate a la ventana o una puerta para que esa luz difusa encienda las caras. Si es fuerte, podemos hacerla más suave con una cortina. ¿Cuándo es fuerte? Cuando las sombras se vean muy duras y definidas.
Si estás en exteriores, cuidado con las horas centrales del día o días muy luminosos. La potencia del sol puede quemarte la instantánea. De hecho, es casi preferible que el día esté nublado para suavizar la luz.
Normalmente querremos que la luz ataque de forma frontal a las personas, un poco por encima de la línea de sus ojos. ¿Usar flash? En general no deberíamos usarlo, crea resplandores fuertes en la cara, reflejos en los ojos e incluso distorsiona la apariencia.
3. Modelo cómodo, mejores fotos
Podemos encontrarnos ante diferentes situaciones y sujetos. La primera es que se trate de un autorretrato y entonces tenemos todo el tiempo del mundo para probar y probar hasta que nos guste el resultado. Aquí ya depende de la exigencia de cada uno.
Tenemos que hablar con el modelo, establecer una confianza y conectar para conseguir una gran captura
El segundo caso es que vayamos a retratar a un tercero, que, a su vez, se divide en dos posibilidades: lo conocemos y está por la labor de hacer un buen trabajo, o estamos retratando a desconocidos, por ejemplo, en el transcurso de un viaje.
Uno de los aspectos más complicados de la fotografía de retrato es hacer que nuestro modelo esté cómodo, que luzca lo más natural posible. Tienes que ser comunicativo y paciente, marcándole lo que buscas, ya que al final necesitas un resultado.
Si no conoces al sujeto, entonces tienes que entender que tu cámara no es un arma, tiene que ser un puente para acercarte. Has de ser discreto, pero también hablar con la gente, mantenerte respetuoso y pedir permiso si así procede.
4. En busca del ángulo perfecto
Tenemos que transportar algo que tiene volumen a una imagen plana, y en esto va a influir mucho el objetivo que empleemos, la distancia y el ángulo que tomemos del rostro de la persona. No nos queda otra que jugar mucho, probar hasta encontrar cuál es el punto más atractivo.
Cada persona es diferente, tiene un lado bueno y debe conocerlo, sino es así tenemos que ayudarla a encontrarlo. La distancia que debemos tomar es aquella que la confianza nos permita, pero aléjate y acércate para encontrar el punto ideal.
Comenzar la sesión apuntando a la altura de los ojos es lo más interesante. A continuación recomendamos subir nuestra posición para valorar si desde esa perspectiva el resultado es más atractivo. En el sentido contrario, apuntar desde abajo, no suele ser un buen negocio, hay muy poca gente que salga favorecida con la barbilla en primer plano.
En cuanto al movimiento a izquierda y derecha, valoremos qué lado es mejor. Pero no nos quedemos en una posición directa hacia los ojos, la imagen tiene menos volumen y es difícil conseguir que sea atractiva.
5. Trabajando las expresiones
Los ojos son la ventana del alma, o eso dicen. Cuando hacemos fotografía de retrato, vamos a tener que poner el énfasis en los ojos, que tienen que aparecer siempre bien definidos. Obviamente hay fotos muy bonitas con los ojos cerrados, no nos cerramos a nada.
Acompañando a una mirada atractiva tiene que haber unas expresiones interesantes y normalmente no nos vamos a equivocar si hay una sonrisa de por medio. Si el modelo no conoce su mejor sonrisa, que pruebe, pero nosotros también estamos ahí para poder provocar una expresión natural.
6. El fondo puede ser importante, cuídalo
Solemos darle poca importancia al fondo, supongo que por ocupar un tanto por ciento muy pequeño de un retrato en el que claramente hay un protagonista principal. Podemos utilizarlo en dos niveles: que no distraiga del propósito principal de la imagen, eligiendo que sea muy simple. O hacer que forme parte de la historia.
Si estamos tomando imágenes en interiores, cuida el orden de lo que te rodea. En exteriores, es especialmente sugerente recoger escenarios de naturaleza que nos ayuden a dar contexto: invierno, otoño, etc.
7. Aplicaciones y filtros
Aplicaciones como Instagram o VSCO son buenas para compartir y cuentan con herramientas de edición espectaculares
Algunos opinan que la mitad de una imagen en este mundo tan digital está en el procesado de la misma. Para eso, necesitamos filtros y aplicaciones que nos permitan llevarla hasta el punto ideal.
Todo el mundo tiene su gusto al respecto de la edición y, al final, nuestras imágenes se van pareciendo, marcando un estilo. En lo que no debemos caer nunca es en pasarnos con los cambios, en crear una imagen que no parezca natural. Es fácil dejarte llevar por un cambio llamativo, pero mejor da un pasito hacia atrás y déjalo en un cambio moderado.
En muchas ocasiones la conversión de la imagen a blanco y negro oculta algunas carencias y ofrece un resultado elegante. No pierdes nada por comprobar cómo queda, pruébalo.
8. ¿Más gente en una foto?
Gracias a las ópticas angulares que tienen los nuevos teléfonos, especialmente en la cámara frontal, es muy fácil incorporar a más gente o más escenario en nuestros autorretratos. Lo principal en el retrato es que nosotros seamos el modelo, pero eso no implica estar solo.
Amigos, familiares o animales nos pueden acompañar para hacer que la imagen tenga más fuerza. La realidad es que cuanta más gente haya en la foto, mejor funcionará a la hora de ser compartida.
Cuidado con los "photo-bombers". Así se llama a los que quieren arruinarnos una toma haciendo burlas en un segundo plano, también a personas que inconscientemente nos pueden afear la imagen.
En este caso, la inteligencia que ya están incorporando terminales como el Alcatel 5, se pone a nuestro servicio. El modelo de Alcatel cuenta con un campo de visión inteligente que ajusta por nosotros desde el modo retrato hasta súper gran angular en función del número de rostros que se ven en el encuadre.
9. Rodea a tu cámara con accesorios
Sea desde el punto de vista profesional o amateur, buscar accesorios que mejoren nuestra experiencia siempre es una buena medida. Evalúa si quieres mejorar en esta actividad y cuánto puedes invertir.
El principal accesorio que vamos a necesitar es un trípode para estabilizar las imágenes. Siempre que una cámara trabaje de esta manera, hay garantías de que los resultados serán más nítidos, sobre todo si la toma presenta complicaciones de luz.
Hablando de luz, si lo que necesitamos es más, podemos buscar iluminación adicional. Existen multitud de opciones como soluciones de flash que se alimentan del propio teléfono u otras más profesionales, como luz LED, que funcionan con baterías.
Por último, y dedicado a los autorretratos, tenemos opciones alternativas al trípode convencional, como puede ser el famoso "paloselfie" o soportes especiales que nos brindan la oportunidad de agarrar mejor el teléfono, incluso adherirlo a superficies. También cabe la posibilidad de que sea el propio teléfono el que nos simplifique esta modalidad de instantánea.
Así, el Alcatel 5 no solo detecta cuándo hay más de un rostro frente a las cámaras delanteras para abrir automáticamente el campo de visión hasta 120º y hacer fácilmente selfies en grupo, sino que cuenta con un modo que favorece la utilización del móvil con una sola mano colocando todas las herramientas en una de las esquinas laterales.
10. Haz muchas fotos con el teléfono perfecto
En la fotografía no hay mejor aprendizaje que hacer muchas fotos, ser autocrítico y entender qué cosas nos gustan o qué vamos a desechar para próximas tomas. En esta época digital, podemos disparar cuantas veces queramos. Por tanto, no os canséis, experimentad sin miedo: realizad variaciones sobre la misma toma, muestra elementos nuevos.
¿Cuál es la mejor cámara para retratos? Obviamente hay modelos profesionales que están diseñados exclusivamente para eso, pero otro máxima en el mundo de la fotografía es que la mejor cámara es aquella que siempre nos puede acompañar. No cabe duda de que esa función la cumple con creces nuestro teléfono móvil.
Un modelo con el que comenzar nuestra incursión fotográfica en el mundo de los retratos bien podría ser el Alcatel 5. Se trata de un teléfono al alcance de todos que nos proporciona una pantalla FullView 18:9 de 5,7 pulgadas para facilitarnos la tarea de inmortalizar y visualizar las imágenes, prestaciones para acertar con selfies individuales y de grupo, así como características de seguridad tan deseables como el mencionado sensor de huella dactilar o el desbloqueo facial.
No importa si estás fotografiando por afición o te hace falta para pagar tus deudas, lo relevante es disfrutar del proceso, no solo del resultado final. Si te lo tomas así, tus imágenes llegarán mejor a la gente que las visualice.
Imágenes | Joe Robles | Nick Karvounis | Chester Wade | Michael Alfonso | M.T ElGassier | Jeroen den Otter | averie woodard
Ver 1 comentarios