Cuando se trata de jugar, el HDMI 2.1 se ha convertido en uno de los requisitos más buscados en un monitor o televisor. Pero este año va a llegar una potente alternativa: DisplayPort 2.0. Un nuevo estándar que fue presentado en 2019 y que, tras varios retrasos por la pandemia, finalmente llegará este 2022.
Aquí os explicamos qué ventajas ofrece la conexión DisplayPort 2.0, qué impacto puede tener y qué hardware necesitaremos para poder aprovecharlo. Un estándar que va a permitir que los monitores gaming den un paso adelante respecto a lo que teníamos hasta ahora. Si estabais pensando en comprar un nuevo monitor de última generación, quizás os interese esperaros a la segunda mitad de año.
Haciendo realidad el poder jugar en 4K a más de 120 Hz
En el CES 2022 conocimos el Samsung Odyssey Neo G8, el primer monitor que permite jugar en resolución 4K a 240 Hz, un paso adelante respecto a la mayoría de monitores que si bien pueden llegar a tener una tasa de refresco de 360 Hz, se quedan en resolución 1080p. También ocurría al contrario, monitores 4K que permitían jugar hasta 120 Hz, pero no subir más allá.
El monitor de Samsung viene con HDMI 2.1 y DisplayPort 1.4, por lo que está limitado teóricamente a 120 Hz y 4K. Sin embargo, utilizando la Display Stream Compression de VESA, es posible codificar la imagen comprimida, técnicamente sin "pérdida de color ni de calidad", según afirman desde VESA. Esta técnica de compresión es la que permite hasta la fecha, pese a no tener una conexión suficiente, ofrecer una imagen más allá de 120 Hz junto a 4K.
Para poder ofrecer una imagen sin comprimir en esta resolución y tasa de refresco es donde entra en juego DisplayPort 2.0. El nuevo estándar que llegará a los primeros dispositivos y gráficas, según explica VESA a Tom's Hardware, durante la segunda mitad de 2022.
DisplayPort 2.0 permitirá reproducir y jugar en 4K a 240 Hz sin comprimir la imagen gracias a que ofrece hasta 80 Gbps de ancho de banda teóricos. En comparación, HDMI 2.1 alcanza hasta 48 Gbps. Esta diferencia es considerable y necesaria para poder gestionar los enormes recursos que demanda una imagen en 4K con una tasa de refresco tan alta.
Para hacernos una idea, si nos fijamos en la primera versión de HDMI 1.0, recordamos que el ancho de banda máximo era de 4,95 Gbps, lo que derivaba en que los monitores o televisores como máximo podían reproducir 1080p a 60 Hz. Con la llegada de HDMI 2.0 se amplió hasta los 18 Gbps, lo que permitió alcanzar el 1080p a 240 Hz, el 4K a 60 Hz o incluso el 8K, pero a 30 Hz. Estamos hablando del 2014 y el hardware necesario para funcionar eran las Nvidia GTX 980 con arquitectura Maxwell 2.
Con la llegada de DisplayPort 1.4 o HDMI 2.1, los estándar más modernos que tenemos disponibles hoy en día, los monitores o televisores compatibles pueden llegar a ofrecer imágenes en 4K hasta 240 Hz u 8K a 120 Hz, pero con la compresión DSC. Sin compresión, el límite de HDMI 2.1 está en 4K a 144 Hz. Más que suficiente para la mayoría de jugadores, pero un punto por debajo de lo que en 2022 se podrá llegar a obtener.
Con el auge del tamaño de los monitores, la resolución 4K está empezando a ser algo bastante habitual. De manera equivalente, muchos jugadores también se han ido acostumbrando a altas tasas de refresco en sus portátiles o monitores FullHD. La combinación de estos dos mundos llegará a finales de este año, con la expansión de DisplayPort 2.0.
En la tabla anterior podemos ver un cálculo sobre el ancho de banda necesario para las distintas configuraciones. Por ejemplo, jugar en 4K con 10 bits (HDR) a 144 Hz requiere unos 39,19 Gbps. Es una cantidad enorme, pero por debajo de los 48 Gbps que ofrece HDMI 2.1. Por tanto, el vídeo puede ser reproducido en esa calidad. Este límite es el teórico, pero sirve como referencia para entender hasta dónde es capaz de llevarnos cada estándar.
Si queremos reproducir 8K a 60 Hz en HDR, necesitaremos unos 62,06 Gbps, más allá de la capacidad de HDMI 2.1. Aquí es donde entra DisplayPort 2.0 con sus 80 Gbps. Algo similar ocurre con la imagen en 4K a 240 Hz, que según la calculadora de Kramer, consume un ancho de banda de 71,66 Gbps, también por encima del límite del HDMI 2.1.
Por tanto, si queremos reproducir imágenes en alta resolución (4K) y con una tasa de refresco elevada (240 Hz), necesitaremos DisplayPort 2.0 salvo que se utilice la compresión DSC, que ese caso se reduce el ancho de banda y el puerto HDMI 2.1 es suficiente.
Para el futuro dejaremos el poder jugar en 8K a 120 Hz sin compresión, donde con un ancho de banda necesario de 127,75 Gbps queda incluso más allá de lo que DisplayPort 2.0 nos promete. No ocurre lo mismo cuando aplicamos el DSC, que entonces el ancho de banda del 8K a 120 Hz se reduce a unos 42,58 Gbps, relativamente manejable con la tecnología actual.
Todavía queda lejos que los televisores 8K se conviertan en algo habitual, mucho menos que podamos jugar en ellos. Tan lejos que ni siquiera se ha empezado a escuchar sobre un posible HDMI 3.0.
AMD RDNA 3 y Nvidia RTX 4.000 al rescate
Si queremos jugar a 2K a 144 Hz ya tenemos monitores compatibles y PCs con el hardware necesario para disfrutar de esta resolución y tasa de refresco. Por el momento, no hay ninguna gráfica compatible con DisplayPort 2.0, pero eso va a cambiar este año.
Las nuevas gráficas de AMD basadas en la microarquitectura RDNA 3 añadirán soporte a DisplayPort 2.0, según se ha dejado entrever en los últimos parches integrados en los controladores open source. Gracias a esto, utilizando estas GPU de nueva generación será posible jugar, sin compresión, en 8K a 60 Hz con HDR10 o en 4K a 240 Hz.
Otra compañía que ha anunciado el soporte es Intel, con sus nuevas GPU Intel ARC. Intel explica que sus GPU DG2 serán compatibles con DisplayPort 2.0 y serán capaces de soportar la función UHBR (Ultra High Bit Rate).
Con las RTX 3000 se esperaba que llegase el soporte a DisplayPort 2.0, pero todo apunta que las nuevas Nvidia RTX 4000 fabricadas en 5 nanómetros serán las que den ese salto. No será hasta finales de 2022 cuando veríamos en acción la arquitectura Ada Lovelace y la capacidad de jugar en 4K a 240 Hz.
DisplayPort 2.0 promete llegar este año para convertirse en un componente destacado de los futuros monitores gaming y el nuevo hardware para jugar. Una conexión de vídeo y audio que será compatible con todas las versiones anteriores, pero permitirá acceder a más ancho de banda. Este nuevo estándar también funciona con Thunderbolt 3 y USB 4, por lo que se podrá transmitir a través del puerto USB-C.
El estándar HDMI 2.1 es más que suficiente para la mayoría de jugadores y del hardware actual. Sin embargo, a partir de la segunda mitad de 2022 empezarán a llegar los primeros monitores compatibles con DisplayPort 2.0. Un adelanto tecnológico enfocado en la futura 'next gen' que abrirá la puerta a jugar en alta resolución al mismo tiempo que con altas tasas de refresco.
Imagen | Boicu Andrei
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