Si hasta ahora le echabas la culpa de no poder disfrutar del poco contenido 3D disponible a las incómodas gafas sobre todo si necesitas usar unas clásicas para tus defectos de visionado, Samsung te propone una solución: sus gafas 3D graduadas.
Con similar diseño al de las gafas clásicas, su punto fuerte es que son personalizadas y vienen ya graduadas con los ajustes que cada usuario necesita. No hay que ser muy avispado para encontrarle las pegas: su uso es limitado y si nos cambia la graduación, ya la hemos fastidiado. Al menos parece que solo se trata de adaptadores que podemos incorporar a los diseños de las diferentes gafas.
Si las gafas 3D no terminan de convencer a los consumidores, unas personalizadas cuando ya se sabe que el futuro serán las pantallas 3D que no necesitan de las mismas, no parecen una buena idea.
Vía | Aving.