Como Valentín, estoy deseando que Leica saque una videocámara de la que poder enamorarme. De momento me tengo que conformar con su nuevo proyector de vídeo de alta definición, el Leica Pradovit D-1200.
Este proyector, además de por un diseño agresivo (un fórmula uno de los proyectores en ese aspecto), puede presumir en palabras del fabricante, de ser el más ligero de su clase. Pero bueno, ya sabemos cómo son los fabricantes batiendo récords de este tipo.
En lo que de verdad nos tenemos que detener a la hora de hablar de este proyector HD de Leica es precisamente en la resolución que nos ofrece: 1.920×1.200, muy demandada ya en el ámbito del hogar. Pero en casos como éste de Leica, el precio a pagar es alto, concretamente unos 10.000 euros, demasiado para muchos de nosotros.
Las otras características importantes en las que hay que fijarse de un proyector, también cumplen muy bien. El contraste es de 2.500:1 y la luminosidad es de 1.400 lúmenes, suficiente para la mayoría de aplicaciones. Importante es la vida útil de las lámparas en los proyectores, así que Leica ha trabajado en que el cuerpo del mismo pueda disipar bien el calor y llegar hasta las 2.000 horas a pleno rendimiento o 3.000 horas de vídeo en unas condiciones más relajadas.
Respecto al tamaño de la pantalla que obtenemos, con este equipo podemos proyectar a una distancia de entre 1 y 15 metros para obtener tamaños de pantalla de entre 0.6 y 11 metros.
Con un ruido de fondo de 28 dB, bastante bajo, podemos conectarle casi cualquier fuente, ya sea de alta definición o estándar, así como colocarlo en red gracias al puerto Ethernet.
En Xataka | Escoger un videoproyector.
Vía | DSLRMagazine.