Aunque no hay conclusiones sólidas sobre si trabajar de pie es más beneficioso a largo plazo que hacerlo sentado, cambiar frecuentemente entre estos dos modos de trabajo era un reto que queríamos comprobar de primera mano en Xataka.
Para realizar este test contamos con la estación de trabajo Sit-Stand Lotus del fabricante Fellowes, un accesorio que permite convertir una mesa cualquiera en un puesto de trabajo de pie en cuestión de segundos.
El punto de partida de nuestra experiencia era complejo. Desde hace unos meses sufro bursitis subacromial en el hombro derecho que me limita la movilidad extrema del brazo. Está motivada de inicio por una posición continua fija durante mi trabajo diario frente al ordenador. Lo voy solucionando con sesiones específicas de fisioterapia y diferentes ejercicios en casa y durante las sesiones de trabajo.
Una de las mejoras aconsejadas en mi forma de trabajar era cambiar de posición frecuentemente, y una manera de conseguirlo acordamos que podría ser alternar el uso de ratón con un touchpad, así como de modo de trabajo sentado y de pie. La posición de trabajo en pie me permitía mantener una posición más erguida y variar la posición del hombro y brazo durante el trabajo.
Contar con una mesa de trabajo de pie o modelos que admiten dos posiciones no era una solución óptima en tanto no permitía un cambio rápido en la situación de trabajo. No se trataba de pasar mucho tiempo trabajando de pie sino poder alternar por ejemplo una hora y media sentado y media hora de trabajo de pie.
Con la estación de trabajo de Fellowes se podía configurar una mesa cualquiera como zona de trabajo mixta. En cuestión de segundos y de manera sencilla podíamos pasar de trabajar de pie a hacerlo sentado y viceversa.
Estación de trabajo lista para usar
Como hemos adelantado, la estación de trabajo Sit-Stand Lotus tiene una clara ventaja: no necesita instalación. Es una solución no para puestos fijos sino donde deseamos poder alternar entre posiciones de trabajo.
El conjunto pesa 23 kg en total y es bastante voluminoso. Más de lo que uno puede apreciar en las fotografías de producto. Es por ello poco recomendable que la instale una sola persona.
Con casi un metro y medio de anchura, la estación de trabajo Sit-Stand Lotus está destinada preferiblemente a mesas de trabajo individuales. Para empezar a usarla basta con colocarla en el lugar escogido. El peso de la estación es el que hará que quede fija a la mesa o escritorio, contando con zonas de apoyo que no deslizan nada. De hecho una vez colocada todo queda muy estable y será preciso que nos echen una mano para recolocar con garantías la estación en otro lugar.
Una vez colocada la estación conviene que regulemos el control de elevación. Se trata de un mecanismo que se regula a mano y de manera sencilla y que nos da más o menos resistencia al movimiento según el tipo de equipo informático que vayamos a querer usar sobre la estación. Con un iMac o solo una pantalla, el modo más liviano es más que suficiente para conseguir una regulación de la altura muy cómoda e inmediata.
Tras regular la estación, toca colocar convenientemente el ordenador. En este paso conviene que ya tengamos claro qué periféricos con cables así como accesorios y elementos de carga vamos a integrar en esta zona de trabajo porque la estación de Fellowes viene preparada para dejarlo todo bien recogido mediante unas guías para cables en la parte posterior.
En caso de que tengamos periféricos con cable, la colocación de los mismos también admite ocultar esos cables por medio de unas aperturas en la parte baja de la estación, justo donde en teoría querremos colocar tanto teclado como ratón.
15 días con la estación de trabajo Fellowes
Una vez trasladado el equipo de trabajo a la estación de Fellowes, no necesitamos nada más para ponernos en marcha. Aquí hay que tener en cuenta que donde colocamos la pantalla del ordenador queda elevado respecto a la mesa, sobre unos 20 cm. Importante que podamos subir o bajar la peana de la pantalla para poder ajustar la visión de manera ergonómica.
La estación Sit-Stand Lotus de Fellowes es bastante amplia como para dar cabida a teclado completo, ratón y algún accesorio com smartphones. En la parte superior también queda sitio para cargadores varios. Incluso en versiones más actuales de esta estación se incluyen zonas de carga inalámbricas ya integradas.
Una vez que estamos trabajando, pasar a modo de trabajo de pie solo requiere que activemos el mecanismo de palanca situado a ambos laterales, y pulsando al tiempo, hagamos una leve fuerza hacia arriba. El sistema comienza a elevar toda la estación de manera estable, segura y sin ningún esfuerzo. Literalmente. Solo hay que acompañar a la estación en su movimiento al tiempo que mantenemos sujetas las palancas que permiten la elevación.
La altura a la que se detiene la estación de trabajo no es fija. Hay hasta 22 posibles, lo que hace que prácticamente podamos ajustarla a cualquier altura en que nos sintamos cómodos trabajando.
En esta posición de trabajo de pie uno se siente más liberado, puede realizar movimientos diferentes a cuando trabaja sentado y, salvo si tienes problemas específicos, es reconfortante. En nuestro caso alternábamos no más de media hora de trabajo de pie con sesiones de entre hora y media y dos horas sentados.
Para este tipo de situaciones, la estación de Fellowes resulta ideal por lo directo que es pasar de un modo de trabajo a otro. Ahí está precisamente lo más determinante de mi experiencia estas dos semanas con la estación de trabajo: la comodida de uso. Y también el buen acabado y seguridad que da todo el movimiento que se realiza ya sea hacia arriba o hacia abajo. Por mucho que forcemos una bajada rápida, el sistema lo regula para que sea progresivo y seguro.
En este tiempo con la estación de trabajo Sit-Stand Lotus de Fellowes también he quedado muy satisfecho por la organización de espacios que te proporciona la propia base. Si como yo, eres un obsesivo del orden del entorno de trabajo, es un extra muy interesante.
La estación de trabajo ha sido pensada para que los cables de conexión del ordenador y pantalla queden bien organizados. Esa guía está situada en la parte posterior. Pero si contamos también con periféricos por cable, hay una apertura justo en esa zona para que el cable que esté a la vista sea el menor posible. También cables de cargadores o accesorios pueden ser ocultados de manera sencilla para mantener un espacio de trabajo limpio y organizado.
Digo esto porque tenemos la posibilidad de hacerlo ya que hay suficiente espacio para dejar en la parte superior de trabajo teléfonos o incluso el portátil que conectemos a la pantalla. Ese espacio puede ser todavía mayor si optamos por el accesorio extra que nos permite fijar una pantalla a un brazo extensible. Y la ventaja de que todo esté integrado hace que nos olvidemos de recoger o atender cables cuando activamos la subida o bajada de la base de trabajo.
La superficie de la estación de trabajo es lisa pero tiene suficiente adherencia para que no temamos por la caída de elementos que no están completamente fijos. Incluso estos se mantienen en su sitio cuando elevamos o bajamos la plataforma de trabajo, que como he indicado se realiza de manera muy fácil, sin esfuerzo y de manera completamente gradual, nada de tirones ni golpes.
Fellowes Lotus Sit-Stand - Estación de trabajo ergonómica, color negro
Esta estación de trabajo Sit-Stand Lotus de Fellowes tiene un precio alrededor de los 450 euros, aunque hay ofertas por debajo de los 200 euros, un precio más que interesante si queremos la versatilidad que nos da esta solución frente a las mesas de trabajo regulables y al hecho de que podemos llevarnos la estación a la mesa que necesitemos.
En mi experiencia de estos 15 días alternando el trabajo de pie y sentado, la solución de Fellowes me parece una opción muy interesante y completa para aquellos usuarios que aspiran a no permanecer toda la jornada laboral sentados.
Para esos casos lo habitual es comprar una mesa que admita posiciones de trabajo de pie o sentado, pero son soluciones destinadas a fijar un puesto de trabajo durante periodos largos y no son opciones factibles para justo lo que necesitaba yo: variar cada poco tiempo, alrededor de las dos horas, la posición de trabajo de sentada a en pie.
Con este cambio tan sencillo he conseguido mejorar mi posición al trabajar, variar de manera frecuente la misma y creo que me beneficia también al mantener un actitud más activa. En mi caso ha sido muy sencillo adaptarme a esta manera de trabajar y que sin duda deseo mantener a partir de ahora.
La estación de trabajo ha sido cedida para la prueba por parte de Fellowes. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.
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