Se ha hecho de rogar pero hace unos días el nuevo iMac 2012 se ponía a la venta en España. En Xataka ya llevamos unos días probando uno de los modelos de 21.5 pulgadas - que han sido los primeros en estar disponibles - y tenemos algunas cosas interesantes que contaros sobre nuestra experiencia.
¿Ha merecido la pena la reducción de grosor? ¿Qué tal se ve la nueva pantalla? ¿Y FusionDrive, cómo se comporta? A estas preguntas le hemos buscado respuestas en nuestro análisis del nuevo iMac 2012 en forma de dos aciertos, dos errores y una duda razonable.
Acierto 1. Mejorar la calidad de la pantalla
Misma resolución, panel IPS pero mucha mejor pantalla. ¿Es posible? Pues lo es. El nuevo iMac 2012 acierta de lleno en su apuesta por la calidad de la pantalla y el panel IPS de este nuevo modelo mejora en un aspecto básico: reduce hasta en un 75 % los reflejos de los modelos anteriores, que eran ciertamente muy molestos si el entorno lumínico de trabajo no estaba bajo control.
La pantalla del nuevo sobremesa de Apple se ve genial, e incluso con luz natural directa se aprecia una reducción brutal de los reflejos (apagada en como mejor se da uno cuenta de esta mejora), con lo que trabajar con él es una delicia en ese aspecto. El brillo se mantiene alto sin alcanzar cifras espectaculares, los ángulos de visión son enormes y tener los píxeles tan cerca de los ojos del consumidor gracias al nuevo proceso de fabricación de la pantalla permite que la sensación de nitidez y profundidad aumente. Pero ...
Error 1. No pantalla Retina por ahora
... Apple ha perdido la oportunidad de ofrecer al menos un modelo premium - como ha hecho con los Macbook Pro - en el que la resolución de la pantalla diera un salto de calidad importante. Esa tendencia la estamos viendo en pantallas más pequeñas, tablets y hasta portátiles, y los resultados convencen a la mayoría de los que lo prueban (nuestro análisis del MacBook Pro Retina).
Esa pasión que la compañía ha puesto en sus pantallas más pequeñas creo que es un error no haberla traspasado por ejemplo a este modelo de 21.5 pulgadas, ayudando a la hora de trabajar con contenidos y lectura. Sabemos que llegará en algún momento, ¿por qué no ahora?
Acierto 2. FusionDrive transparente para el consumidor
Aunque el aumento de rendimiento de la gama completa de iMac 2012 es muy notable gracias a los mejores procesadores, más RAM y gráficas potentes, el acierto más importante de Apple ha sido saber "vender" su sistema FusionDrive. No es ninguna novedad en el mercado el uso de SSD, pero combinar esas memorias flash con discos duros tradicionales de forma transparente para el usuario me parece un acierto pleno, y como os adelantamos cuando os explicamos en qué consistía FusionDrive, es una tendencia que llega para quedarse al menos hasta que el precio de GB en unidades SSD no permita optar por este tipo de memorias de forma principal y amplia.
El usuario nota una mejoría sustancial de funcionamiento del equipo, ve solo una unidad y no dos, y es el sistema operativo de Apple el que se encarga de decidir en cada momento en qué unidad (SSD o disco clásico) va cada archivo. Por ahora, la diferencia de rendimiento puede no ser muy apreciable por un usuario doméstico a primera vista (sí lo notará en los tiempo de arranque), pero en cuanto te pones a trabajar con grandes archivos o programas que requieren de velocidad a la hora de leer y escribir datos, la opción Fusion Drive es muy recomendable. Pero hay que pagarla.
La diferencia entre un iMac con Serial ATA de 1 TB a 5400 rpm y un iMac con Fusion Drive de 1 TB es de 250 euros. Además, no en todos los modelos está disponible (el iMac más básico de 21.5 pulgadas no permite mejorar esa opción), y la capacidad máxima solo es posible con el iMac de 27 pulgadas(3 TB).
En Xataka hemos puesto a prueba una unidad con FusionDrive de 128 GB SSD más 1 TB de disco duro (7200 rpm) frente a un modelo de iMac 2012 con la configuración básica consistente en un disco duro de 1 TB a 5400 rpm, y en el primer caso hemos obtenido unas velocidades máximas de lectura y escritura de 310 y 405 MB/s respectivamente, mientras que en el modelo básico sin Fusion Drive, las cifras han arrojado como máximo 108 y 105 MB/s. La diferencia es considerable.
¿Y si ahora opto por un disco duro clásico y más adelante, cuando el sistema me lo demande más, quiero cambiar a Fusion Drive? Pues muy sencillo, te compras otro iMac. Porque ...
Error 2. Cerrar el hardware al límite
... Apple ha seguido la idea del mundo del portátil y pese a la filosofía inicial del ordenador de sobremesa, este iMac es el equipo de Apple "más cerrado de su historia".
Si antes de comprar un equipo informático es conveniente que ajustes presupuesto con necesidades, en el caso del nuevo iMac, tener claro no solo tus necesidades actuales sino futuras es clave. Porque va a ser imposible ampliarlo más adelante si no quieres "despedazarlo". Si aspiras a más RAM, olvídate de comprarla más adelante para mejorar el rendimiento. Tendrás que pasar ahora por la cara caja de Apple para estas ampliaciones. Lo mismo ocurre con el disco duro.
Es el sacrificio que un comprador de iMac debe asumir para tener el equipo, aunque nada que no estemos viendo también en otros sobremesa todo en uno bajo Windows ojo. Apple ha reducido al mínimo su interior, y compactado todo de tal manera que este iMac se acerca todavía más al universo de los portátiles, equipos donde uno asumía de entrada que no iba a ampliar sus posibilidades en el futuro, justo al contrario que con los sobremesa.
Pese a todo, hay que alabar de Apple que haya juntado todo un ordenador de sobremesa potente - ya sin unidad óptica - en un espacio tan reducido. En funcionamiento, el nuevo iMac es tan silencioso que no notas que está encendido. Y si temías por el calor, nada de lo que preocuparse. La carcasa no se calienta en absoluto y la salida de aire posterior es el único punto por el que podemos asumir que se genera calor dentro del equipo.
Otro aspecto positivo de este iMac, es el del sonido. Es potente, se escucha bien y no se ha alterado para nada el diseño frontal ni trasero del equipo para conseguirlo. Pero Apple se deja fuera el tema de los graves, que todavía siguen sin ser redondos, algo a lo que no ayuda el perfil tan delgado del nuevo iMac.
La obsesión de Apple por el diseño de sus productos hace a veces que esa sea la única razón por la que obvian poner algún puerto USB en el frontal o lateral de su iMac, algo que sería cómodo.
La duda. ¿Es necesario en un sobremesa reducir tanto su grosor?
Dicho todo esto, alabada la pantalla, el sonido, la potencia y Fusion Drive, nada más abrir el nuevo iMac 2012 para su prueba en Xataka me surgió una pregunta: ¿es necesario en un sobremesa reducir tanto su grosor? ¿Tiene alguna misión más que la apariencia o demostrar de lo que son capaces los ingenieros y diseñadores de Apple?
Al fin y al cabo, salvo muy contadas excepciones, el iMac no estará de un lado a otro (el nuevo iMac 2012 de 21.5 pulgadas pesa muy poco) y permanecerá siempre sobre una mesa, donde que la pantalla tenga un grosor como el iMac anterior no repercute en absoluto en el espacio de trabajo de alrededor. ¿Era necesario sacrificar una posible "modulabilidad" ventajosa para el usuario por el diseño solamente?
Otras mejoras que se agradecerían sería una colocación más práctica de los puertos, con alguno más accesible, así como una base que permitiera una regulación en altura de la pantalla. Y a nivel de puertos, aunque ha introducido los USB 3.0, todavía deja de lado algo tan básico como el HDMI.
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