Panasonic prácticamente se ha quedado solo defendiendo la tecnología de plasma en el mundo de los televisores. Pese a ello, todos los años mejora sus modelos con nuevas tecnologías que prácticamente anulan sus defectos y refuerzan sus puntos más destacados.
Este 2011, el Panasonic VT30 (el cual ya estamos probando) se está ganando a pulso el título honorífico de mejor televisor del año, pero antes os vamos a dejar con el análisis del Panasonic ST30, su hermano pequeño y un excelente televisor de plasma para el que no puede pagar el tope de gama de este 2011. Disfrutar del cine en casa es posible si lo que te interesa ante todo es la calidad de imagen de la pantalla.
Panasonic ST30: diseño, acabado y prestaciones
Acostumbrados a los diseños sin marco y con grosores casi imposibles, el Panasonic ST30 entró en la sala de pruebas de Xataka con un hándicap en su diseño. Al usuario que busca calidad de imagen ante todo en un televisor, el diseño no es algo determinante. Sin embargo, hay consumidores que sí que lo tienen en cuenta a la hora de decantarse por un modelo u otro.
Pese a lo dicho, hay que admitir que ha mejorado principalmente en el grosor pero sigue siendo un diseño demasiado sobrio y que tiene complicado competir en los escaparates con los espectaculares (y admitamos que en ocasiones poco eficientes) diseños de los modelos LED más actuales. Además, es un televisor pesado pese a contar solo con 42 pulgadas.
En el apartado de conexiones, lo que más nos ha extrañado es la ausencia de puerto VGA, máxime cuando del resto va bien servido. El número de puertos HDMI es el justo: cuatro, tres de ellos en la parte posterior del televisor (y uno de ellos 1.4 con canal de retorno de audio). El cuarto va en el lateral, junto con uno de los dos puertos USB y la ranura para tarjetas de memoria SD (que como vemos y debido a la capacidad de reproducir contenido en AVCHD y 3D directamente, se la ha dado mucho protagonismo en el diseño).
Para la conexión a Internet del Panasonic ST30 podemos recurrir al puerto Ethernet o a un adaptador USB WiFi, para lo que este televisor viene ya preparado.
Funciones de reproducción + Internet
Hoy en día, las funciones de reproducción e Internet de un televisor son más que básicas. Para algunos usuarios superan en importancia a las propias de la televisión digital terrestre. El Panasonic ST30 no ha defraudado en ese campo.
Para reproducir contenido disponemos de tres opciones principales: tarjeta de memoria SD, disco duro USB y Viera Connect.
En el caso de la reproducción desde tarjetas de memoria, el soporte de formatos es más reducido y es conveniente usarlo solo para Divx, AVCHD e imágenes jpeg. Ya con los puertos USB podemos recurrir a prácticamente todo tipo de archivos, con soporte para MKV entre ellos. Tan solo con los subtítulos SRT hemos notado que el tamaño de los mismos es muy reducido y no permite ampliarlos suficiente.
En Viera Connect es donde encontramos la reproducción directa de contenidos desde diferentes fuentes como Youtube y Eurosport, que son los portales de más interes y completos disponibles en España. Las redes sociales y sitios de fotografías completan un catálogo todavía escaso comparado con lo que ofrecen otras marcas o países.
En cuanto al mando a distancia, mantiene el diseño tradicional a juego con el televisor, con los clásicos botones grandes y de calidad de Panasonic, y uno especialmente importante en este televisor: el de acceso al mundo 3D, aunque ya os adelantamos que el conversor de dos a tres dimensiones nos sigue pareciendo algo prescindible completamente. También nos hubiera gustado que dado el nivel de la gama de la que estamos hablando, el mando hubiera incluído al menos retroiluminación.
Pasamos ahora a hablar de la interfaz. Los menús del sistema son sencillos, también la línea de sobriedad de los plasmas de Panasonic. La fluidez es la nota predominante, pero tenemos que dar un tirón de orejas a los japoneses porque a pesar de ser eficientes, los menús de acceso a las unidades externas nos parece que tienen que salir de la sencillez y aspecto rústico. El mundo de la electrónica demanda cada día interfaces más llamativas y funcionales, y es hora de que Panasonic de el paso. Tan solo el menú Viera Tools nos ha convencido.
Como al fin y a cabo estamos hablando de un televisor, no falta el sintonizador TDT de alta definición con muy buena sensibilidad. Esa señal la podemos grabar en un disco duro USB que conectemos a uno de sus puertos, con función TimeShift incluida. Pero cuidado, el Panasonic ST30 solo reconoce disco duros de más de 160 GB, dejando fuera las memorias USB de tipo lápiz.
Calidad de imagen en todas las circunstancias
Todas las funcionalidades de reproducción y TDT son más que correctas, pero el verdadero potencial de un televisor como el Panasonic ST30 se aprecia cuando vía HDMI le conectamos una fuente de alta definición, aunque hemos de decir que el trabajo de reescalado y tratamiento del contenido con definición estándar nos ha ganado para la causa.
La tecnología de 600 Hz, el modo 24p Smooth Film y el panel Infinite Black Pro son una combinación que abruma. Profundidad de negros increíble, uniformidad absoluta de la imagen, nada de estelas en las imágenes en movimiento … todo es perfecto a la hora de disfrutar del cine en casa.
Tan solo debemos apuntar que, si como nosotros, hasta estado observando durante mucho tiempo televisores LED con brillos estratosféricos, tardarás unos días en acostumbrarte al menor brillo del panel de plasma de Panasonic, aunque hemos de decir que no hemos detectado problemas de visualización en entornos luminosos y que, los colores más naturales y menos saturados acaban enganchando. El ángulo de visión también es espectacular, prácticamente completo.
Una pega que debemos ponerle a este plasma de Panasonic es el de los ajustes. Los japoneses incluyen desde la generación anterior controles de calibración IPS y modo de imagen con certificación THX, pero ninguna de esas dos opciones están presentes en el Panasonic ST30. Es el precio a pagar por no ser modelo de gama alta, pero creemos que al menos el modo con certificación THX, que suele dar muy buen resultado, se hubiera incluido de serie.
Tocamos por último el modo 3D, muy bien resuelto por Panasonic y que conserva la calidad de imagen en dos dimensiones. Lo que nos nos ha convencido nada (ninguna marca lo hace todavía por el simple hecho de que creemos en el contenido 3D pensado de inicio así y no por conversión posterior artificial por muy buen resultado que obtengamos) es el modo que pasa contenido de dos a tres dimensiones.
La opinión de Xataka
Si estás convencido de que el plasma es la tecnología que quieres para tu salón (valora qué contenido ves más en la pantalla grande), casi con toda probabilidad, este Panasonic ST30 es el mejor modelo en relación calidad-precio que puedes comprar con lo último en tecnología.
Panasonic ST30 | A destacar | A mejorar |
Tamaño y precio | Diseño | |
Modo 3D | Interfaz multimedia | |
Calidad de imagen, especialmente negros | Sin opciones de calibración |
La calidad de imagen, cálida y uniforme con negros que abruman, y ser compatible con los contenidos 3D y de Internet son sus puntos más favorables. Tan solo podemos poner, y es un aspecto subjetivo, el diseño en la parte de la balanza negativa. Por cómo nos ha tratado la tecnología LCD y LED ultimamente, algunos podrían añadir como aspectos negativos el brillo limitado (pero para nosotros suficiente incluso en entornos iluminados) y la naturalidad de los colores. Sí, habrá gente que se sorprenda por ver de nuevo un televisor con colores uniformes y naturales en vez de la saturación de la que muchas veces se presume en la actualidad con las tecnologías LCD y LED.
También echarán de menos los usuarios avanzados y acostumbrados a la calibración y personalización de sus paneles de plasma, la ausencia de ese tipo de control en este modelo, pero creo que con los 1.000 euros que cuesta este Panasonic ST30, con pocos televisores más vas a poder sentir el cine y contenido de alta definición con la calidad que nosotros hemos sentido.
El Panasonic ST30 ha sido cedido para la prueba por parte de Panasonic. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.