Pese a ser uno de los productos más pequeños que ha presentado la marca, quizás el que más, y de no ser ni mucho menos el primero en su especie, el Apple AirTag captó bastante la atención desde un primer momento. En Xataka nos hemos dedicado a fondo a algo que alguien con poca memoria hace con una facilidad pasmosa: perder objetos. Eso sí, con este producto enganchado, y tras ello os traemos el análisis de los Apple AirTag.
Se trata de un dispositivo localizador que sirve precisamente para esto mismo: tener ubicados objetos de valor que no queramos perder y que haya más posibilidades de poderlos recuperar si esto pasa. Sus fuertes: la banda ultra ancha y tirar de comunidad de usuarios para que haya una red mundial de localización sin que se comprometa la privacidad de los mismos.
Ficha técnica del Apple AirTag
Apple AirTag | |
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Dimensiones | 31,9 mm de diámetro
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Peso | 11 gramos |
Resistencia | Certificado IP67 (hasta 1 metro durante 30 min) |
Conectividad | Bluetooth LE
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Sonido | Altavoz integrado |
Batería | Pila CR2032 reemplazable (incluida) |
Sensores | Acelerómetro |
Compatibilidad | iPhone con iOS 14.5 o superior
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Precio |
Nuevo Apple AirTag
Un inicio marca de la casa
La manera de emparejar dispositivos y de gestionar el Bluetooth en Apple es como el patio de mi casa, particular. La ventaja de esto es que los AirTag gozan del sencillísimo sistema de emparejamiento que vimos en AirPods Pro, HomePod y otros dispositivos Apple: se acercan al iPhone o iPad y automáticamente aparece la notificación de enlace.
En el caso de los AirTag podremos seleccionar a qué objeto los vamos a enganchar (o bien escribirlo), algo que podremos cambiar después. Se asocia automáticamente a nuestro ID de Apple y en total el emparejamiento es un proceso muy rápido y fácil.
El AirTag sólo puede asociarse a un usuario. Es decir, no podremos compartirlo, de hecho tampoco se comparte a otro miembro de las "Familias" de Apple, y estará asociado a nuestro ID incluso aunque se le quite la pila.
La app que necesitamos para acabarlos de configurar y usarlos es “Buscar”. En ella se presentan en la pestaña Objetos, de modo que nos aparecen según el objeto o nombre que hayamos establecido y la ubicación (si los tenemos en casa o junto a nosotros aparecerá también “Contigo”).
Cada AirTag/objeto tiene su propio menú de acciones, desde el cual podremos ejecutar las principales funciones del AirTag:
- Que el AirTag reproduzca un sonido.
- Búsqueda de precisión: para que nos guíe mediante indicaciones y vibraciones (éstas como una especie del tradicional frío-caliente para indicar una ubicación). Funciona si estamos cerca.
- Activar las notificaciones al encontrarlo (si activamos el Modo Perdido).
- Renombrar objeto: podremos elegir el dibujo (un emoji) y el nombre si no queremos nada del seleccionable.
- Eliminar objeto: lo que en la práctica es reiniciar un AirTag. Se queda listo para volver a vincular (con el ID que sea).
Tras esto ya lo dejamos a nuestro gusto, teniendo en cuenta que dado el producto y el uso tampoco hay mucho misterio. En la ficha de cada AirTag también podremos ver la autonomía aproximada que le queda a la pila.
Matizar que desde un principio seguramente nos hará falta algún accesorio para engancharlos donde sea (a diferencia de otros. Comentar a este respecto que hemos probado los anillos de cuero y los AirTag Loop y que parecen de calidad, pero que hay que ir con ojo con la parte metálica del botón de “clic”, ya que con la esquina no es difícil tocar la trasera del AirTag y arañarlo.
Experiencia de uso
Los AirTag vienen con una pila sin usar (de tipo CR2032) gracias a que el plástico que los envuelve acaba como mezcla de un sándwich entre el contacto del circuito y ésta, de manera que al tirar de dicho plástico lo encendemos. En teoría nos debería durar cerca del año (una estimación basada en la emisión de la alarma sonora cuatro veces al día y usar la búsqueda cercana una vez al día), así que como cabría pensar no ha dado tiempo de agotarla en este análisis (por mucho que los hayamos hecho pitar y hayamos activado la búsqueda con precisión).
Los AirTag son muy ligeros, recuerdan a una chapa por su tamaño y su peso es el de un llavero cualquiera. Son 31,9 milímetros de diámetro con un grosor de 8 milímetros.
Con la pila el peso es de 11 gramos. Y a diferencia de los SmartTag de Samsung, no disponen de ningún botón físico, dado que por su funcionamiento y funciones no lo precisa.
Encontrar algo con ellos es muy sencillo (cuando se puede) y la localización es bastante precisa cuando tiramos de la búsqueda cercana cuando es posible. Eso sí, la señal acústica es bastante discreta, quizás podría ser algo más llamativa de cara a que sea encontrado en ambientes más ruidosos.
La búsqueda cercana es un puntazo para ese primer perfil que comentábamos de “despistado genérico” (tengo una amiga que lo es), pero siempre tendremos que recordar que es una función que es posible si el objeto está cerca. El iPhone o iPad es dirigido con bastante precisión en cuanto nos encontramos a unos dos metros, hasta ese momento no aparecen las indicaciones de dirección.
La app nos indicará que estamos cerca a unos siete metros del AirTag, y a medida que nos acercamos nos responde tanto con una respuesta háptica (una vibración suave) como con un aviso acústico, que se intensifican a medida que estamos más cerca. Es como el juego de encontrar algo con "frío" y "caliente", de modo que estos avisos son el "caliente, que te quemas" final (pero en discreto y con la ventaja de que no queda sólo en señales visuales o sonoras).
Esos siete metros además normalmente ya permiten que oigamos la señal acústica, que ayuda bastante porque la dirección que a priori indica la app no suele atinar bien a la primera si el objeto está muy escondido. Así, a medida que nos acercamos la dirección sí es la correcta y se llega pronto al AirTag, y la señal acústica será el remedio definitivo. Probado con niños que esconden muy bien las cosas.
Eso sí, hay que comentar que la búsqueda cercana tira de realidad aumentada. Una función que es muy exigente a nivel de rendimiento y esto va a hacer que la temperatura del móvil aumente, lo cual en el iPhone 12 mini se nota considerablemente.
Modo Perdido
¿Qué ocurre cuando, en el peor de los casos, hemos perdido un objeto asociado a un AirTag? Entonces lo conveniente es activar el Modo Perdido. De esta manera, podemos configurar un aviso para que alguien contacte con nosotros si se encuentra el AirTag, o que directamente nos salte una notificación de Buscar si somos nosotros quienes andamos cerca.
La notificación aparece cuando efectivamente está en nuestro rango, de manera que nos indica la ubicación y podemos ir hasta allí si queremos tirando de Mapas de Apple (o si queremos añadir manualmente la dirección en otra app, aunque esto tendrá menos sentido al no aparecer la ubicación del AirTag a tiempo real). Eso sí, tendremos que activar esto en la configuración del AirTag (hay un switch para activar la notificación).
En el Modo Perdido configuramos un aviso con nuestro teléfono para que puedan contactar con nosotros. Es lo que aparecerá a otro usuario con un dispositivo iOS de manera automática, o bien si un usuario de un móvil Android encuentra el AirTag y lo escanea. Probando con un OnePlus 8T nos costó un poco hacer saltar la notificación, pero finalmente lo conseguimos.
Aquí vemos que aparece la posibilidad de desactivar el rastreador para que no se comparta la ubicación, indicando básicamente cómo se desmonta y se quita la pila. También se recomienda que si existe preocupación sobre ser localizado se contacte con las autoridades, algo que forma parte del "modo anti-acoso" que Apple por ahora ha introducido.
Este modo permite que, en el caso de un usuario de un dispositivo iOS (con la versión 14.5), le avise con una notificación de que lleva consigo un AirTag ajeno, llegando a emitir también la señal acústica (según Apple, ambas alertas cuando se está fuera del rango del propietario del AirTag). En el caso de llevar un móvil Android, el AirTag sonará a los tres días. De ahí que aún sea una función algo limitada.
En nuestro caso, probando a encontrar algo "robado" o "intentar acosar a alguien", hemos obtenido la ubicación del AirTag de manera muy puntual, por lo que en este caso el portador (con móvil Android) no se ha movido en un ambiente de mucho dispositivo Apple. Además, cuando el objeto marcado como perdido ha estado en nuestro alcance no siempre nos ha avisado (estando la notificación activada).
En todo caso, es bastante útil como posibilidad extra de encontrar algo perdido o robado, salvo el caso de que el posible ladrón sea hábil y lo acabe desactivando o quitando. Con la ventaja de tirar de una red que abarca a dispositivos iOS y macOS gracias a "Find My" hemos podido saber del objeto perdido al rato, pudiendo ir hasta el lugar indicado en la notificación (en el momento cuando ha sido cerca).
Como dijimos al hablar de "Find My", esta función tira de Bluetooth Low Energy, cuyo soporte en el AirTag viene gracias a su cubierta blanca. Esto permite que los usuarios de un iPhone, iPad o Mac hagan de baliza y podamos tener una ubicación con relativa frecuencia si el objeto se está moviendo o si es una zona de paso, si bien hay que tener en cuenta que en España el iPhone suele estar el cuarto o quinto en cuota de mercado y que dicha frecuencia dependerá del sitio (más probabilidad en ciudades con bastante tránsito de peatones que en parques, pueblos con menor densidad de población, zonas rurales o menos tecnificadas, etc.).
En teoría, el rango de alcance de un AirTag para que un dispositivo de los citados sea "avisador involuntario" es de hasta 100 metros. Que trabaje con esta tecnología permite que esto suceda rápido (es una señal de 2,4 GHz), por lo que si tenemos la suerte de no estar muy lejos, como hemos comentado, podemos echar una carrera y con ayuda de la búsqueda cercana y la señal sonora intentar recuperar el objeto.
El Apple AirTag, además, cuenta con certificación de resistencia a agua y polvo IP67. De ahí que resista sin problema a la lluvia (algo que hemos podido probar estos días tan grises por esta zona) o incluso si lo sumergimos (no más de media hora ni más de un metro).
Apple AirTag, la opinión de Xataka
El Apple AirTag cumple bien su función, sin ser perfecto. Tiene un diseño que ayuda por lo liviano que es, aunque también ayuda a Apple y a quien haga accesorios porque con bastante probabilidad precisemos de alguno.
La búsqueda cercana lo convierte en una buena solución para despistados patológicos y, estando bastante de tú a tú en cuanto a precio con su competencia más directa, supone una buena ayuda ante la situación de pérdida o robo. Eso sí, para usuarios de iPhone, especialmente de los más recientes (para aprovecharlos al 100%).
Esto es porque los AirTag precisan un iPhone o iPad con iOS 14.5 como mínimo (requerido también para el aviso anti-acoso, como hemos comentado). Hay que tener en cuenta, además, que la función de búsqueda cercana está disponible únicamente a partir de los modelos de iPhone de 2019, es decir, del iPhone 11 en adelante (han de incluir el chip Apple U1).
La señal acústica es minimalista, "muy Apple", pero quizás lo es demasiado. No tanto en cuanto al tono, sino a que el volumen es muy bajo.
Además de la UWB y el Bluetooth LE, la resistencia al agua también es una ventaja que, según nuestras pruebas, además permite que lo localicemos aunque esté mojado o sumergido (hasta los límites que hemos comentado). Eso sí, la parte de acero puede arañarse si roza con algún objeto de metal con esquinas como una llave o el propio "clic" del accesorio, pero es algo que afecta únicamente a la estética.
Este dispositivo ha sido cedido para el análisis por parte de Apple. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.
Nuevo Apple AirTag
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