Esta es una de esas propuestas con las que Apple ha decidido ir a contracorriente. Asumir riesgos. Esta estrategia puede salir bien y demostrar que hay un camino alternativo que merece la pena recorrer, pero también puede salir mal y colocarte en una posición de desventaja frente a algunos de tus competidores. Ahí va un aperitivo acerca de este monitor para ir abriendo boca: es una propuesta disruptiva que muchos usuarios adorarán, y que otros, sin embargo, descartarán con firmeza.
Basta echar un vistazo a las especificaciones de este Studio Display para darse cuenta de que es un monitor diseñado para entregarnos lo mejor de sí mismo en un escenario de productividad y creación de contenidos. Y también, aunque esto no es en absoluto sorprendente, que ha sido concebido expresamente para convivir con un Mac relativamente reciente. En este ámbito su conectividad, como veremos más adelante, marca la pauta. Y también propicia la discusión.
Su corazón es un panel LCD IPS de 27 pulgadas con retroiluminación LED y resolución 5K (5120 x 2880 puntos), pero esta es solo una parte de la historia. Y es que, curiosamente, este monitor también se apoya en un procesador A13 Bionic que se responsabiliza de algunas de sus capacidades, como, por ejemplo, la habilidad con la que se enfrenta a la reproducción del sonido espacial. En cualquier caso, hasta ahora solo hemos arañado la superficie. Como estamos a punto de comprobar, este monitor tiene mucha tela que cortar.
Apple Studio Display: especificaciones técnicas
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características |
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panel |
LCD IPS LED 5K de 27 pulgadas, 10 bits, relación de aspecto 16:9 y refresco de 60 Hz |
resolución |
5120 x 2880 puntos |
densidad de píxeles |
218 ppp |
procesador |
Apple A13 Bionic |
Almacenamiento secundario |
64 GB |
brillo máximo |
600 nits |
modos de referencia |
DCI-P3, BT.709-BT.1886, BT.601 SMPTE-C, BT.601 EBU, P3-D65, P3-D50, P3-D65 y sRGB |
cámara |
12 megapíxeles Óptica con valor de apertura f/2.4 y campo de visión de 122º |
sonido |
Seis altavoces Sonido estereofónico Audio espacial con música y vídeos Dolby Atmos |
Micrófonos |
3 (conformación de haces) |
conectividad |
1 x Thunderbolt 3 vía USB-C (carga a 96 vatios) y 3 x USB-C (hasta 10 Gbps) |
ergonomía |
Ajustable en altura (rango total de 10,5 cm) e inclinación (–5° a +25°) |
dimensiones |
478,5 x 622,7 x 168 mm |
peso |
6,3 kg |
precio |
Desde 1779 euros (con vidrio estándar) Desde 2029 euros (con vidrio nanotexturizado) |
Monitor Apple Studio Display 27" Retina 5K
Aquí Apple no decepciona: su diseño y su acabado son sobresalientes
La versión de este monitor que nos ha prestado Apple para que podamos preparar este análisis es la que incorpora la cobertura de vidrio nanotexturizado y la peana que nos permite ajustar con libertad la altura y la inclinación del panel.
También está disponible con una película antirreflectante que sobre el papel no es tan ambiciosa como el vidrio nanotexturizado a la hora de lidiar con los reflejos, y con un soporte más sencillo que solo nos permite actuar sobre la inclinación del panel.
Desde un punto de vista estético este monitor ha hecho suyo el minimalismo que forma parte indisoluble del ADN de Apple, y que, por tanto, está presente en la mayor parte de sus productos. Sus marcos no son en absoluto los más finos que hemos visto en un monitor (cuando está apagado apenas se perciben, pero miden 12 mm); eso sí, su sobriedad y su sencillez encajan como un guante con la apuesta estética de un Mac Studio, un Mac mini o un MacBook.
Hasta aquí no tengo nada que objetar. Este monitor gustará a los entusiastas a los que les atrae el diseño de los productos de Apple, y posiblemente no dirá gran cosa a los usuarios a los que esta apuesta estética no les entusiasma.
El apartado en el que este Studio Display merece objetivamente un sobresaliente es su construcción. Tanto el recinto que contiene el panel como la peana están completamente mecanizados en aluminio. De hecho, este monitor no tiene ni un solo componente de policarbonato. Al menos por fuera (es posible que dentro sí incorpore alguna pieza de plástico).
La elección de este material posiblemente responde a la apuesta estética y la ambición de producto prémium de esta pantalla, pero no debemos pasar por alto que el índice de conductividad térmica del aluminio es superior al del policarbonato. Esta propiedad permite al recinto contribuir con más eficacia a la disipación de la energía térmica residual del panel.
Como he mencionado unos párrafos más arriba, el soporte incorporado por Apple en la unidad de este monitor que hemos probado nos permite ajustar la altura (la amplitud máxima de desplazamiento del panel es de 10,5 cm) y la inclinación (el rango en esta ocasión oscila entre –5° y +25°).
No obstante, no podemos pivotarlo para colocarlo en vertical, girarlo en horizontal, ni acercarlo o alejarlo a la posición desde la que lo observamos, algo que, sin embargo, sí podemos hacer con otros monitores para productividad y creación de contenidos, como, por ejemplo, el UltraFine Ergo 32UN88A de LG.
En la siguiente fotografía de detalle podemos ver con claridad el excelente mecanizado de la peana. Su acabado es perfecto, y el del recinto que confina el panel tiene esta misma calidad. Además, este soporte da al monitor una estabilidad muy alta, por lo que es poco probable que un golpe accidental provoque que esta pantalla se desestabilice. En este ámbito, de nuevo, no tengo nada que objetar.
Qué pinta aquí el procesador A13 Bionic
Este chip es el mismo que llegó de la mano de los iPhone 11, 11 Pro y 11 Pro Max en 2019. Lo fabrica para Apple la compañía taiwanesa de semiconductores TSMC utilizando su fotolitografía de 7 nm, aglutina 8500 millones de transistores e incorpora un motor neural de ocho núcleos diseñado para enfrentarse a la ejecución de algoritmos de inteligencia artificial. A priori resulta un poco desconcertante que Apple haya decidido integrar el procesador incorporado en sus smartphones más avanzados de hace dos generaciones en un monitor. Pero lo ha hecho.
Y lo ha hecho con un propósito triple. Por un lado este chip es el responsable de procesar el audio y entregárselo a los seis altavoces que incorpora este monitor (indagaremos en ellos más adelante) con el propósito de recrear un campo sonoro que sea lo más inmersivo posible. Además, también se encarga de ejecutar el proceso que nos permite interactuar directamente con el monitor utilizando el asistente de voz Siri.
El otro cometido del procesador A13 Bionic en el que merece la pena que nos detengamos un momento es la prestación que Apple llama 'encuadre centrado'. Como hemos indicado en la tabla de especificaciones, este monitor incorpora una cámara equipada con un sensor de 12 megapíxeles que trabaja en tándem con una óptica con valor de apertura f/2.4 y campo de visión de 122º.
Durante las videollamadas este chip se encarga de ajustar el encuadre de las imágenes que recoge la cámara para colocarnos siempre en el centro, y, además, actúa sobre el zoom automáticamente cuando entran o salen del encuadre otras personas. Lo curioso es que esta prestación no funciona solo en FaceTime; también trabaja sin problema en las apps de videollamada de otras compañías, como Webex o Zoom.
Su limitada conectividad cierra algunas puertas a este monitor
Llegamos al que sin duda es uno de los frentes en los que esta pantalla va a generar más controversia: la conectividad. Y es que únicamente incorpora cuatro puertos en formato USB-C. Esto es todo.
Uno de ellos, el que podéis ver más a la derecha en la siguiente fotografía de detalle, es un puerto Thunderbolt 3 con una capacidad de carga de 96 vatios. Los otros tres puertos USB-C nos proponen una velocidad de transferencia máxima de 10 Gbps, y sirven para conectar y alimentar unidades de almacenamiento externas y otros periféricos.
Es evidente que Apple ha resuelto la conectividad de este monitor pensando en los usuarios que van a utilizarlo con un Mac, u otro ordenador, relativamente reciente. En mi opinión lo ideal habría sido que también incorporase al menos un conector HDMI 2.0b y una entrada DisplayPort 1.4a.
Es posible subsanar en gran medida esta carencia recurriendo a adaptadores, pero creo que esta marca en este ámbito debería ser un poco más flexible para ponérnoslo más fácil a los usuarios, sobre todo si tenemos presente que este monitor no es en absoluto barato.
Ponemos a prueba su calidad de imagen
Para analizar la calidad de imagen de este monitor recurrí a Eizo Monitor Test, una herramienta gratuita muy útil no solo para comprobar cómo resuelve un dispositivo de visualización el color, sino también cuáles son sus ángulos de visión, si su nitidez está a la altura, si la retroiluminación es completamente homogénea o si tiene algún píxel defectuoso, entre otras prestaciones.
La siguiente fotografía del panel de esta pantalla la tomé utilizando mi microscopio digital, y en ella podemos ver con mucha claridad la distribución de los subpíxeles RGB de la matriz LCD de tipo IPS. La cobertura de vidrio nanotexturizado es la responsable de que no podamos ver los subpíxeles con más nitidez, aunque, eso sí, este material gracias a su capacidad de dispersión de la luz consigue minimizar los reflejos con mucha eficacia, y este es un punto importante a su favor.
Este monitor incorpora un sensor de luz ambiental que le permite ajustar de forma automática la temperatura de color para adecuarla a las características del espacio en el que lo estamos utilizando. En la primera prueba de Eizo Monitor Test nos ha demostrado que su elevada resolución le permite resolver las curvas sin problema. Y, además, apenas adolece de ruido de alta frecuencia.
Los paneles IPS como el utilizado por esta pantalla suelen resolver muy bien el color, pero su contraste nativo es inferior al que nos proponen las matrices VA, y, sobre todo, los paneles OLED. Los negros de este monitor son buenos, pero no impresionan. Es difícil que lo hagan teniendo presente que hace pocas semanas pude analizar el UltraFine OLED Pro 32EP950 de LG con panel orgánico, que tiene unos negros abisales. Aun así, los de este Studio Display son de los mejores con los que me he topado en un panel IPS.
Me he esforzado para que las fotografías que ilustran este artículo recojan con la máxima precisión posible las características que tienen las imágenes que nos entrega este monitor, y en la siguiente foto podemos ver que la entrega de luz del panel es muy uniforme. Eso sí, adolece de una casi imperceptible fuga de luz en las esquinas, algo habitual en los paneles IPS. Casi no se nota, pero ahí está. Un apunte más: no soporta contenidos HDR y su capacidad máxima de entrega de brillo asciende, según Apple, a 600 nits.
La unidad que hemos tenido la ocasión de analizar no tiene ningún subpíxel defectuoso. Eizo Monitor Test resulta de gran ayuda para identificar los píxeles dañados, si los hay, aunque los controles de calidad que llevan a cabo las marcas deberían ser capaces de resolver este problema y evitar que un monitor dañado llegue a las manos de los usuarios.
En lo que se refiere a la reproducción del color, este monitor tiene un nivel muy alto. Apple nos lo entrega muy bien calibrado de fábrica, y, además, como hemos indicado en la tabla de especificaciones, nos propone un abanico amplio de modos de referencia, algo que sin duda viene muy bien a los usuarios que necesitan utilizarlo para creación de contenidos.
En la siguiente prueba podemos ver que la homogeneidad del panel es alta, aunque en este terreno las matrices LCD no rivalizan con la sobresaliente homogeneidad que nos proponen los monitores con panel OLED. Eso sí, como he mencionado más arriba, el ruido de alta frecuencia es prácticamente imperceptible, y esta cualidad juega a favor de este monitor.
Las especificaciones de este monitor que Apple ha dado a conocer son muy escuetas, por lo que no conocemos con precisión las características de la retroiluminación LED que ha implementado, y tampoco su tiempo de respuesta. Este último parámetro no es crucial en un dispositivo concebido para ser utilizado en un escenario de productividad y creación de contenidos, y, según nuestras pruebas, este monitor no tiene un tiempo de respuesta tan bajo como el que nos proponen las pantallas para videojuegos más ambiciosas.
Lagom LCD Test nos ha ayudado a revisar cómo ha ajustado Apple la corrección gamma en la calibración de fábrica. Y, como cabía esperar, esta prueba refleja que la curva gamma de este monitor se mantiene muy cerca del valor 2.2 predefinido por la curva de referencia.
Esta característica sobre el papel le permite interpretar y reproducir el brillo y el contraste con precisión. Aun así, quien necesite afinar al máximo la calibración puede recurrir a una herramienta de ajuste profesional.
Durante nuestras pruebas este monitor arrojó un consumo que oscila prácticamente de forma constante en el rango que va desde 38 a 41 vatios. Esta cifra es similar a la que hemos medido en otros monitores del mismo tamaño con panel IPS, por lo que en este ámbito no tengo nada que objetar.
Otro punto a su favor: su sonido
Los seis altavoces que Apple ha integrado en este monitor están alojados en los extremos superior e inferior del recinto. Cuatro de ellos son woofers que se responsabilizan de la reproducción de las frecuencias medias y los graves, y los dos restantes son tweeters, por lo que se encargan de restituir las altas frecuencias.
Como he mencionado unos párrafos más arriba, el chip A13 Bionic procesa el sonido y se lo entrega a la electrónica de amplificación que se encarga de excitar los altavoces ajustando el retardo y otros parámetros que intervienen en la recreación de la escena sonora. Su propósito es generar un campo de audio envolvente creíble. Y sí, en cierta medida lo consigue.
Y es que este monitor suena inusualmente bien si lo comparamos con otras pantallas para ordenador similares. Su sonido es detallado, tiene una dinámica notable, y, además, cuando reproducimos música o vídeos codificados en Dolby Atmos consigue recrear una escena sonora amplia y razonablemente inmersiva. Al menos lo suficiente para que descartemos la necesidad de gastar más dinero en unos altavoces dedicados. Y este, sin duda, es un punto a su favor.
Apple Studio Display: la opinión de Xataka
La calidad de este monitor es indiscutible, pero está lejos de ser perfecto, sobre todo si tenemos presente que su precio lo coloca en una liga en la que los usuarios podemos acceder a otras propuestas muy atractivas. Los usuarios de Apple que quieren utilizarlo junto a un Mac Studio, un Mac mini o un MacBook lo disfrutarán mucho, pero si nos alejamos un poco de este ecosistema y nos planteamos utilizarlo con un ordenador de Apple más antiguo, o, incluso, con un PC, su atractivo se diluye.
A su diseño, y, sobre todo, su acabado, no les pongo ninguna pega. Por otro lado, su ergonomía no está nada mal, pero en el mercado podemos encontrar alternativas que nos proponen más opciones de ajuste, y no solo la posibilidad de actuar sobre la altura del panel y su inclinación. Además, su calidad de imagen global es alta, pero no impresiona.
Durante los últimos meses están llegando al mercado monitores OLED con mejor calidad de imagen, como el UltraFine OLED Pro 32EP950 de LG que he mencionado más arriba, de manera que si el diseño no nos condiciona excesivamente y nuestro presupuesto es generoso tenemos alternativas muy apetecibles a este Studio Display de Apple.
Su muy bien ejecutado sonido, como acabamos de ver, puntúa a su favor, pero, en mi opinión, su limitada conectividad juega claramente en su contra. Y es una lástima porque su alto precio debería ir asociado a una conectividad mejor resuelta. Y también, dada su evidente vocación prémium, le habría sentado bien apostar por un panel OLED. Me reafirmo en lo que he defendido unas líneas más arriba: es un buen monitor, pero no es una propuesta sobresaliente.
Monitor Apple Studio Display 27" Retina 5K
Este monitor ha sido cedido para este análisis por Apple. Puedes consultar nuestra política de relaciones con las empresas.
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