“El 60% de los equipos dos en uno vendidos en 2014 son ASUS” afirmaban los taiwaneses en su rueda de prensa en el CES. Una cantidad importante pero razonable si tenemos en cuenta que ellos han sido impulsores de esta categoría con modelos muy interesantes como el Transformer T100. Conocidos por sus ideas arriesgadas, ¿os acordáis del Transformer Book Duet?, este año han apostado por una renovación muy bien planteada.
Lejos de hacer experimentos con la integración de diferentes sistemas operativos o meter un móvil en la parte trasera de un tablet, ASUS coge la idea de dos en uno con Windows 8 del año pasado y lanzar Transfomer Chi. Tres modelos diferentes pero con la movilidad como denominador común. Los hemos probado en Las Vegas y estas son nuestras primeras impresiones.
La madurez del dos en uno
Hay una línea que ASUS ha intentado mantener siempre en sus ordenadores: el diseño. Lo ha hecho de diferentes formas y formatos. No solo en los equipos tope de gama sino también en propuestas más modestas como el T100. Este año no ha sido una excepción y aunque no compiten en grosor, los Chi son equipos diseñados con muy buen gusto.
Carcasa de plástico sedosa al tacto y con chasis de acero. Atrae de primeras y anima a que lo probemos. El sistema de acople magnético entre pantalla y dock es rápido, fácil y resistente. En el único que hemos encontrado problemas ha sido con el T90 donde no siempre quedaba enganchado con fuerza y se acaba descolgando de una de las esquinas.
El teclado chiclet es algo blando y aunque parece cómodo para escribir todavía le falta robustez en comparación con un portátil convencional. En el trackpad sí que hemos notado algo de mejoría y, salvo en el T90 que no lo incluye, aguanta bien la presión de los dedos sin hundirse en exceso cuando lo pulsamos.
Las especificaciones más punteras la encontramos en el T300 que será quien lidere la familia Chi. Intel Core M con un rendimiento discutido por haber favorecido el paso a los híbridos comprometiendo la potencia. En el resto tenemos un Intel Atom que, sin ser una maravilla, puede ofrecer un rendimiento correcto para tareas poco exigentes.
Tras probarlos un poco no se les puede achacar problemas con las funciones básicas pero claro, estamos ante una toma de contacto donde de verdad no podemos comprobar lo que son capaces de hacer. Lo único reprochable, especialmente en el T300, es la escasa capacidad que tienen: 64/128 GB de SSD saben a poco. Se echa de menos una configuración más de 256 GB.
La pantalla además de escalar en tamaño lo hace en resolución. Mientras que en el de T300 tenemos WQHD el T100 baja a 1900x1200 y el T90 a 1280x800 píxeles. La calidad del panel es buena: mucho brillo, ángulo de visión casi completo y ninguna novedad significativa de una generación a otra. Buen trabajo por parte de los taiwaneses.
Las primeras sensaciones son buenas: equipos robustos donde ASUS mantiene la apuesta del año pasado pero con dos nuevos hermanos. Aquí la elección, especialmente entre el T100 y el T300, es la más sustancial tanto por precio como por especificaciones técnicas. El T90, con su tamaño, me ha sorprendido gratamente. Veremos si el T300 compite de todas con otros híbridos de gama alta mejor posicionados.
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