Es difícil destacar en un evento como el Mobile World Congress, aunque haya voces que apunten a que la feria ha perdido boom. La propuesta de ASUS lo hizo en varios sentidos, hasta el punto de erigirse en candidato a mejor móvil calidad/precio del año. Viene con la característica de moda, y por supuesto hemos comprobado si "sí o notch" en el análisis del ASUS Zenfone 5.
El que es el hermano mediano de la línea de teléfonos de la marca para este año presenta un diseño renovado además de la pertinente actualización de hardware. Con un frontal más despejado y entre el ASUS Zenfone Lite y el ASUS Zenfone 5Z a nivel de especificaciones, el ASUS Zenfone 5 apuesta por despejar frontal y por un software de la casa, aunque algo menos cargado según prometieron. ¿Cumple con esto? ¿Compensa la muesca? Lo vemos.
Ficha técnica del ASUS Zenfone 5
ASUS ZenFone 5 |
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Pantalla |
IPS de 6,2 pulgadas |
Procesador |
Snapdragon 636 |
RAM |
4 GB |
Almacenamiento |
64 GB con microSD |
Cámara trasera |
12 megapíxeles, sensor Sony IMX363 |
Cámara frontal |
8 megapíxeles |
Biometría |
Lector de huellas |
Batería |
3.300 mAh |
Conectividad |
4G LTE |
Dimensiones y peso |
153 x 75,7 x 7,9 mm |
Sistema operativo |
Android Oreo con ASUS ZenUI 5.0 |
Otros |
Hi-Res Audio 192 kHz/24 bits, Radio FM, HDR, altavoces estéreo, Grabación de vídeo 4K UHD (3840 x 2160) a 60 fps con la cámara trasera principal |
Precio |
399 euros |
Diseño: la fórmula de moda al estilo ASUS
El establecimiento y generalización del factor forma tipo barra fue casi obligatorio a medida que las pantallas iban creciendo y que el teclado virtual en ella ganaba adeptos con respecto al físico (que mantienen más bien pocos). Parece difícil incorporar cambios radicales sin recurrir a bisagras o acoples de dudosa utilidad/comodidad, y es la pantalla la que está siendo el eje de la innovación con curvaturas y muescas.
ASUS adoptó esto segundo para sus Zenfone 5, optando por un diseño más tipo Apple (aunque esto tras el MWC es un decir) que Essential y clamando a los cuatro vientos que fue una decisión basada en la tendencia como dijimos en las primeras impresiones. Algo meramente estético, dado que no aporta nada en la interacción o las funciones (como sí vimos en iOS) y que no puede camuflarse como sí ocurre con los Huawei P20. Es decir, tendremos móvil unicejo sí o sí.
El notch nos podrá gustar o no, pero en general es un frontal no apto para maniáticos; tendremos iconos de notificación ocultos y una asimetría horizontal debida tanto a la muesca como a un grosor distinto de lo bordes superior e inferior. Aunque quizás lo peor en este aspecto es que debido a la adaptación de las distintas apps en ocasiones nos encontraremos un marco cuadrado en la parte superior (por una franja que amplía este borde) y el borde físico inferior en curva, lo cual hace que este frontal al final no tenga demasiado sentido.
Tampoco será de agrado para este público el hecho de que lo elementos del borde inferior no queden en la mitad exacta de éste (es decir, en lo que sería la mitad de la curvatura en semicírculo). Bien por ese USB tipo-C (que aún no es inherente a un terminal de gama media, a tenor del Moto G6 entre otros) y por ese jack de audio que aún muchos echarían de menos, pero tanto éstos como el altavoz quedan en la mitad inferior del borde y no al medio, lo cual obviamente es una observación relativa a la estética que no afecta a la funcionalidad ni la experiencia.
Lo que innegablemente se ha conseguido es un mayor aprovechamiento del frontal. Guiándonos por las mediciones de GSM Arena el ASUS Zenfone 5 llega a un 83,1%, que no está nada mal pero quedando por debajo de ese 90% que el fabricante aseguró en la presentación del terminal. Una subida de más de un 10% con respecto al ASUS Zenfone 4, que quedaba en 71,4% con un frontal mucho más clásico y un lector de huellas en el marco inferior.
Esto de hecho cambia en el Zenfone 5: el lector de huellas pasa a la trasera como vimos en otros terminales de la marca como el ASUS Zenfone Zoom S. La ubicación es correcta y el dedo va a caer ahí sin tropezar con otros elementos, dado que las cámaras quedan en una protuberancia en la esquina superior derecha, pero el desempeño no lo es tanto (como detallaremos más adelante).
Los materiales y la construcción siguen también la moda y tenemos un sándwich de cristal para un chasis de aluminio, que queda en los bordes dibujando una curvatura en semiesfera que se nivela con la trasera y la frontal con un bisel (combinando brillo y mate). Materiales de calidad con acabados sobrios y elegantes que se consolidan en un terminal que pese a no ser pequeño no resulta grande ni pesado.
Esto puede verse si lo comparamos con otros terminales con la misma diagonal de pantalla de este 2018. No es el más compacto, ganándole el Oppo R15 y el Vivo X21 UD en este aspecto, pero sí uno de los más ligeros quedando también bastante bien en cuanto a grosor.
ASUS ZenFone 5z | Samsung Galaxy S9+ | Oppo R15 | Vivo X21 UD | |
---|---|---|---|---|
Dimensiones (mm) | 153 x 75,7 x 7,9 | 158,1 x 73,8 x 8,5 | 155,1 x 75,2 x 7,4 | 154,5 x 74,8 x 7,4 |
Peso (gramos) | 155 | 189 | 175 | 156,2 |
Pulgadas | 6,2 | 6,2 | 6,2 | 6,2 |
Porcentaje pantalla/frontal | 83,6% | 84,2% | 84,8% | 85,2% |
Batería (mAh) | 3.300 | 3.500 | 3.450 | 3.200 |
Volumen (cc) | 91,5 | 99,18 | 86,31 | 85,52 |
Comparaciones a parte, en mano es bastante cómodo y no nos cansamos de él, ni en cuanto a comodidad ni por peso. Sí hemos de decir que el cristal no escapa a lo común y también se nos llena de huellas con facilidad.
Pantalla: nubes y claros (con suficiente brillo)
Sin que esto signifique que se ha acabado la carrera por maximizar el número de píxeles por panel, parece que la guerra de las resoluciones se ha calmado en la alta gama y que en la media se va extendiendo el FullHD+ tras haberse acomodado el FUllHD (siendo ésta bastante equilibrada a nivel de detalle y consumo). El ASUS Zenfone 5 apuesta también por ello con una pantalla IPS de 6,2 pulgadas y resolución de 1.080 x 2.246 píxeles.
A nivel de números queda muy bien: más allá de esta resolución tenemos el 100% del gamut de color DCI-P3, 402 píxeles por pulgada y 500 nits de brillo máximo. Pero en la experiencia con esta pantalla hemos tenido nubes y claros, teniendo en cuenta la visualización, la sensibilidad táctil y lo que salpimenta el software.
El brillo máximo es más que suficiente, sin tener problemas cuando los haces de luz solar inciden de manera más directa e intensa. Podemos ver bien el contenido a nivel de color, detalle y contraste, y el ajuste de brillo automático funciona muy bien (que parece algo de cajón y quizás no lo es tanto).
El IPS nos salva de las degradaciones de color que son más habituales en paneles OLED, si bien en ángulos de visión no queda tan bien y empezamos a experimentar pérdida de brillo y contraste en cuanto ladeamos o inclinamos un poco el teléfono. No es dramático y se sigue viendo el contenido, pero es algo menos de lo que suele ofrecer un panel, y el hecho de que haya un cristal de grosor aparentemente considerable no ayuda a mejorar esto (al dar la sensación de que el panel está muy lejos de la superficie).
Esto afecta poco a la experiencia, al menos bastante menos que el hecho de que a la pantalla del ASUS Zenfone 5 le falte algo de "entrenamiento" para discriminar toques accidentales de toques intencionados. El tap es ignorado en ocasiones si al agarrar el teléfono la base del pulgar o del meñique llega a posarse sobre los finos marcos laterales, y aquí hemos de dar un minipunto negativo cuando en plena era del notch y las pantallas curvas esto es algo que lleva superándose desde hace tiempo.
Eso sí, minipunto positivo para Splendid UI, la manera con la que ASUS ha bautizado el apartado de ZEN UI que agrupa la personalización de la pantalla. Llegamos a ello porque desde un principio tendremos una notificación avisándonos de que está activado (que podemos esconder si lo deseamos), o bien llegando al final de las opciones de pantalla del menú general de ajustes.
Lo que nos permite es activar el filtro de luz azul (o bien programarlo), así como ajustar la temperatura y el modo de color, pudiendo cambiar la saturación y el matiz del mismo. Los valores de fábrica dejan un panel más bien cálido y una viveza de los colores más que suficiente, pero si no es del gusto del usuario es muy fácil ajustarlo.
Nos gusta también que exista la posibilidad de activar la pantalla por doble toque y al incorporar el terminal, aunque esto último es algo exigente y no siempre lo hace a la primera (sobre todo si no parte de la horizontalidad completa). Algo que se agradece si se tira de desbloqueo por reconocimiento facial, aunque del desempeño de éste hablaremos más adelante.
Con respecto a la muesca, recordar lo que ya hemos comentado en el apartado anterior: es algo estético y no implica que varíe el deslizamiento de la cortinilla de notificaciones o sus toggles. Tampoco esconde una maquinaria especial como el Face ID; simplemente proporciona milímetros cuadrados al panel que se ocupan con el reloj, la batería restante, las indicaciones de red y los iconos de las notificaciones que caben (los que no, aparecen unos segundos y pasan a un segundo plano).
¿Compensa entonces el notch? Aquí dependerá en las preferencias del usuario y en lo que éste priorice. Si somos pro "pantallas infinitas" probablemente sea de nuestro agrado, porque de momento no hay otra solución que garantice más superficie de pantalla que ésta (en conjunto con una reducción de bordes), pero si somos pro-simetría o pro-"que no se me escondan los iconos" echaremos de menos que hayan implementado una solución como la de Huawei, escondiendo la muesca a nuestro antojo (y sacrificando aprovechamiento del frontal en la práctica).
Rendimiento: ¿la potencia enmascarada?
Es importante tener un buen motor para moverlo todo, pero también hacer que éste funcione a pleno rendimiento sin que esto sea a cuesta de un aumento exagerado de la temperatura. Un reto cuando se tiende a construir con materiales conductores en el menor espacio posible, y en el montadito de aluminio y cristal del ASUS Zenfone 5 tenemos una mezcla de un Snapdragon 636 con 4 GB de RAM (hay versión de 6 GB, pero el que hemos analizado es el que indicamos).
No es el último procesador de Qualcomm para la media gama, lo conocimos el año pasado y en Xataka Móvil ya nos lo desgranaron con un cara a cara frente a los de la competencia. Esto no significa que no sea suficiente para mover tareas exigentes (y/o varias de éstas), y ya con esta configuración básica no tenemos impedimentos para ejecutar cualquier tipo de app o servicio.
Eso sí: la fluidez no siempre está presente y vamos a tener un goteo de parones. Aunque aquí hay una salvedad que ampliaremos más adelante: ZEN UI campa a sus anchas sobre el software base y probablemente el desempeño de la misma empobrezca la experiencia al ser una capa pesada y exigente a nivel gráfico y de contenido.
Los videojuegos y las apps que normalmente pesan bastante a nivel de carga de la interfaz (como Spotify o la preconfiguración del Asphalt 8) cargan bien, con mayor lentitud que cuando disponemos de un procesador/gráfica de generación posterior y/o 6 GB de RAM (sobre todo esto). Los parones ocurren cuando los servicios del sistema (Splendid UI, gestores de optimización, etc.) se "tropiezan" con nuestro uso, y una app puede quedar paralizada sin responder al tap o sin cargar durante unos segundos.
Algunos de estos incidentes hacen pensar que a ZEN UI le falta algún ajuste y que no se trata de un hardware "cojo" o antiguo. La multitarea se despliega con normalidad y la doble pantalla funciona bien, así como la reproducción de contenido multimedia, solamente experimentamos algo de calentamiento cuando jugamos pero no es nada fuera de lo normal ni molesto.
Más allá de nuestra experiencia con el smartphone, para quienes toméis como referencia los tests de rendimiento os dejamos los resultados de los benchmarks más populares en este terminal y en otros de similar configuración.
ASUS Zenfone 5 |
Galaxy A5 2017 |
Xiaomi Redmi Note 5 |
Huawei P20 Lite/> |
iPhone 7 Plus |
|
---|---|---|---|---|---|
Procesador y RAM |
Snapdragon 636 + 4 GB |
Exynos 7887 + 3 GB |
Snapdragon 636 + 4 GB |
Kirin 659 + 4 GB |
Apple A10 + 3 GB |
AnTuTu |
125.353 |
61.108 |
115.519 |
80.986 |
172.644 |
GeekBench (Single / Multi) |
1.334 / 4.884 |
769 / 4097 |
1.334 / 4.852 |
935 / 3.581 |
3.457 / 5.608 |
PCMark Work |
5.637 |
4.892 |
5.651 |
4.775 |
n.a. |
3DMark (Ice Storm Unlimited) |
19.432 |
13.469 |
13.810 |
11.737 |
36.711 |
Ver galería completa » ASUS Zenfone 5, benchmarks (4 fotos)
Software: ZenUI ha adelgazado, pero aún le queda por entrenar
Es interesante ver la variedad que hay especialmente en la media gama en cuanto a software: están quienes optan por la pureza del software de Google o los que apuestan por la denominación de origen propia. ASUS es uno de los que iza la bandera de la capa propia, con una ZenUI que se actualizó ligeramente para los móviles de 2018.
De este modo, sobre Android Oreo 8.0.0 se asienta la capa de los taiwaneses, transformando completamente el Material Design del sistema de Google y salpimentando también a nivel de servicios y funciones. Como siempre comentamos, esto reporta ventajas cuando añade funciones que de momento no encontramos en Android stock, pero también desventajas si hay imposiciones o sí, como hemos anticipado antes, repercute en el funcionamiento y en la experiencia de uso global.
Algo que nos gustó especialmente de la propuesta de ZenUI en su nueva versión es que directamente apostaban por no duplicar apps. Aquí los taiwaneses cumplen y, sin estar exenta de ellas del todo, la capa no incorpora apps para correo electrónico, bloc de notas y algunas otras prestaciones que proporciona Google con el pack de apps que sí o sí los fabricantes han de proporcionar.
Hilando con esto está una de las primeras dudas que nos preguntamos quienes preferimos el mínimo número de apps: ¿pueden desinstalarse las que se cargan en el preload si no me interesan? Sí y no. Si nos molestan las apps de ZenUI, que se corresponden escrupulosamente a las utilidades mínimas del sistema como el reloj o la calculadora, podremos desinstalarlas y/o deshabilitarlas, pero las de Google sólo tienen la segunda opción.
Este recurso, al final, es lo que cuenta dado que lo que nos va a importar en el uso es que no estén activas "robando" recursos y/o que nos ocupen sitio en el cajón de apps. Así que bien por ambas cosas: reducir el número de apps duplicadas y facilitar que puedan inhabilitarse las que se proporcionan, aunque hay que decir que las apps de ASUS cumplen muy bien y es bastante cómodo quedarse con ellas en vez de buscarles sustituto (si es que no lo tenemos ya por costumbre).
En relación a esto, la capa de ASUS opta por la distribución en cajón como hemos mencionado ya. Es bastante sencillo organizarlas tanto aquí como en la pantalla de inicio y al pulsar sobre ellas podremos ver el menú contextual de lo que ofrece cada una y la opción directa de eliminarla/desinstalarla si es nuestro deseo.
Además de las posibilidades de personalización están las herramientas que estas capas suelen tener para ayudar al usuario a mejorar el rendimiento del terminal sin que implique que éste tenga un control de cómo hacerlo previamente. Aunque como suele ocurrir lo que más se nota en la práctica es la de liberar espacio de disco, que en este caso permite depurar a nivel de archivos no utilizados incluso de apps propias de ASUS (algo en lo que no es fácil caer y da unos cuantos GB de vez en cuando).
Además, y ya apareciendo en los toggles desde un primer momento, está la actuación de la inteligencia artificial a este nivel. Como nos ocurría con EMUI en el Huawei P20 Pro, es algo que no podemos comprobar de manera directa porque no tenemos manera de ver a qué nivel actúa en detalle.
¿Qué es lo que nota el usuario? Que gracias también a una de tantas continuas notificaciones que desde un principio aparecen (que podemos desactivar, pero cabe matizar que no son pocas) sabemos que tenemos opción de activar lo que la casa denomina Impulso con IA o AI Boost, o lo que es lo mismo, la optimización del rendimiento para una supuesta mejora de la experiencia en juegos y apps de "computación intensiva", según la casa.
¿Qué es lo que no nota? Dicho trabajo. Probando a activar este ajuste en usos alternos (durante una carga entera) no hemos notado una mejora significativa en el desempeño de dichas apps tras los días (asumiendo que exista cierto "aprendizaje", si bien por suerte tampoco se percibe un descenso de la autonomía cuando el Impulso con IA está activo, de lo cual advierte el software de manera automática como hemos visto.
Además de esto, tenemos también lo ajustes extra de pantalla que hemos comentado en el apartado correspondiente y los relativos al sonido, de los que hablaremos en detalle en dicha sección. Quizás no sean de nuestro interés, pero siempre es positivo que el fabricante ponga opciones que Android de por sí no da y que sin suponer una imposición faciliten.
Lo que empobrece la experiencia es lo que ya hemos comentado al hablar del rendimiento: ejecutando sin problemas apps pesadas y con un hardware que es más que suficiente para tener una buena experiencia (y con buenos resultados en los benchmarks, con lo orientativo que esto pueda ser), la presencia de lags, parones e incluso cierres repentinos da la sensación de que a ZenUI le falta un buen pulido, más allá de no duplicar apps. Hemos tenido incluso reinicios tras alguno de estos parones, completamente aleatorios (consultando notificaciones, abriendo una u otra app, etc.).
Acostumbrarse, conocer y personalizar las particularidades también cuesta un poco más que en otras capas por la gran cantidad de servicios propio que tiene (como Page Marker), y esto tampoco allana el camino desde el principio.
La biometría según el Zenfone 5: ASUS, tenemos que hablar
Desbloquear por reconocimiento facial es otra moda a cuya expansión han ayudado de manera sinérgica una mayor calidad de los sensores y cámaras y el siempre conveniente empujón que Apple da a la tecnología "porque Apple". En el Zenfone 5 no tenemos una estructura al estilo de Face ID como ya hemos comentado, pero soporta desbloqueo por reconocimiento facial como el Huawei P20 Lite o el Moto G6 Plus entre otros.
Tener o no tener hardware específico y avanzado para esto determinará la seguridad y la eficacia, pero en estos terminales que hemos citado y en otros hemos visto un buen desempeño aunque no se posea y aunque no se haga un mapeado tan detallado como el que hace el teléfono de Apple (a tenor de lo 30.000 puntos que emite para crear el modelo 3D del rostro). Esto es, no es necesario disponer de un sistema que aúne cámara frontal, infrarroja, luz de apoyo y proyector infrarrojo para que la aplicación del reconocimiento facial sepa que una es una en distintas condiciones de luz, con distinto peinado o con gafas.
No obstante, la experiencia con la lectura de rostro del ASUS Zenfone 5 no es satisfactoria. Rara vez reconoce nuestro rostro aunque haya bastante iluminación y aunque no lo modifiquemos con respecto a la lectura que lo registra (por ejemplo, con gafas de vista), exigiendo como mínimo que se vuelva a realizar la lectura haciendo tap sobre el mensaje que así lo indica tras la lectura errónea.
Lo peor de esto es que la ¿segunda? alternativa tampoco es que esté a la altura. Los smartphones llevan años incorporando lectores de huellas y desde hace unos cuatro éstos han mejorado considerablemente en cuanto a sensibilidad y eficacia, con lecturas rápidas e incluso poco exigentes a nivel de la superficie de huella que piden, pero con este terminal de ASUS hemos vuelto atrás en el tiempo, cuando los lectores eran todo lo contrario.
En pocas ocasiones el lector actúa bien; a veces ni siquiera posando la huella con más énfasis que cuando la registramos para el pasaporte. No importa que registremos varias, porque el resultado es el mismo: la lectura falla, continuamente, y esto acaba siendo molesto al tener que recurrir al patrón o al código teniendo métodos que en principio son más seguros, eficientes y sobre todo cómodos.
La sorpresa es considerable teniendo en cuenta que en otros teléfonos de la marca, como el ASUS Zenfone AR, éste funcionaba perfectamente e incluso con la huella dactilar algo húmeda. Sin poder determinar si es un problema de hardware, de software o de ambos, lo que al final resulta ser es un paso atrás y algo a mejorar.
Cámaras: gran angular, no tan gran resultado
Parece que sea extraño hablar de una sola cámara trasera incluso ya en media gama (quién sabe si en unos meses lo raro en la alta será tener "sólo" dos), y el Zenfone 5 no iba a ser menos. Tenemos dos camaras, una de 12 megapíxeles con apertura f/1.8 y otra gran angular, optando pues por el camino de LG en cuestión de doble cámara. Para la frontal el fabricante conserva número de megapíxeles y tenemos 8, como la del Zenfone 4.
Pero lo que el fabricante resalta aquí es que a los mandos de estos componentes se suma como copiloto la inteligencia artificial. Algo que estamos viendo de manera relativamente frecuente desde que los procesadores integran chips de procesamiento capaces de soportar esta función y sobre todo desde que Huawei lo implantase a bombo y platillo en el Huawei Mate 10 (aunque quizás aún de manera poco evidente y prematura).
No es el primer terminal de media gama que dice tirar de AI para las fotos, ya que otros como el Moto G6 Plus o el recientemente (re)presentado Honor 10 también se ven beneficiados (según el fabricante). En este caso la actuación de la AI se fundamenta en la identificación de escenas (hasta 16) y el supuesto aprendizaje de las preferencias del usuario a medida que éste dispara, proponiendo mejoras en la sección "Momentos" de la galería.
Una vez hechas las presentaciones toca ver qué tal rinden las ópticas mencionadas. Pero antes seguiremos la costumbre y nos daremos un paseo por la app de cámara.
App de cámara
Cuando hicimos la comparativa fotográfica de móviles de gama alta del primer trimestre pudimos agruparlos según cómo era su app: si de las sencillas o de las que están repletas de opciones. Cuando hablamos de los que van con capa propia de software solemos hablar del segundo grupo y con ASUS no cabe duda, aunque acompañando esa reducción de apps en ZenUI hay también cierta mengua de opciones en la app de cámara con respecto a lo que vimos en modelos anteriores como el ASUS Zenfone AR.
La interfaz tiene una navegación sencilla e intuitiva: bastantes botones de acceso rápido y los swipes que permiten ver los modos (a izquierda) o los filtros (a derecha). Podemos activar el HDR, el flash, el efecto de profundidad, el temporizador, cambiar la proporción, a gran angular o al modo Pro (manual) desde la pantalla principal, así como grabar vídeo, abrir la frontal o ir a los ajustes. Entre los modos disponibles encontramos, además del automático:
- Embellecimiento: el tradicional surtido de ajustes para retocar rasgos del rostro en distinto grado aplicado en la cámara trasera (tono y suavidad de piel, emblanquecer, agrandar ojos y adelgazar mejillas).
- Manual: podemos ajustar ISO, velocidad de obturación, enfoque, balance de blancos y exposición. Además del nivel en pantalla, podemos configurarlo para que nos guarde el archivo RAW además del *. jpg.
- Superresolución: combina varias imágenes disparadas a 13 megapíxeles para ofrecer una captura única de 49 megapíxeles y lograr más detalle y menos ruido (en teoría).
- GIF: a partir de una ráfaga de imágenes (cuya cantidad depende del tiempo que mantengamos pulsado) crea una animación.
- Panorámica
- Movimiento lento: para vídeos en cámara lenta.
- Intervalo de tiempo: para crear timelapses.
El único problema que tiene la app es la lentitud, bien por ella misma o arrastrando la que hemos comentado que muestra el sistema. Las consecuencias de esto las veremos con ejemplo en el propio análisis de las fotografías, pero básicamente lo que hay es un disparo lento que hace que la foto salga movida o que no pillemos el instante deseado (en las frontales, por ejemplo, cuando ya no miramos al objetivo).
Cámara trasera
Ahora que ya todos van estando en igualdad de condiciones en cuanto a cámaras traseras en la gama media, el reto es que haya un mejor desempeño. Una clara mejora la calidad más allá de lo previo: un modo retrato de calidad o una fotografía nocturna que no recuerde a los móviles de hace años cuando los resultados con buena luz son más que aceptables.
¿Sale airoso el Zenfone 5 en fotografía? Con buena luz resuelve bien sin destacar, con colores algo apagados pero buen detalle. El enfoque automático suele requerir nuestra ayuda cuando hay varios elementos en un mismo plano, pero tampoco resulta problemático o inestable una vez le hemos dado nuestro toque.
Salva bien la macro con buena luz, padeciendo un poco en las de interiores. Pero uno de lo puntos flacos es el contraluz, subexponiendo bastante.
El que no aporta mucho es el HDR. De hecho, en ocasiones tiene mejor resultado en cuanto a rango dinámico el disparo en automático, aunque sí parece ser un poco de ayuda cuando lo aplicamos en el disparo manual, salvando cielos que de otro modo saldrían quemados, o en gran angular.
El detalle se pierde bastante pronto en cuanto se reduce la iluminación. Es una situación en la que se espera cierta pérdida de detalle, pero la vemos más exagerada en este caso, conservándolo en el primer plano con las macros, eso sí.
De noche, no obstante, resuelve bastante bien a nivel de ruido. El procesado es más correcto que en otros casos en los que quedan colores más lavados, aunque hay una ligera subexposición y la lentitud nos puede jugar una mala pasada sobre todo con el HDR. El modo manual puede ser aquí nuestro amigo, al poder reducir exposición e ISO.
Con el manual podemos intentar jugar a crear lo efectos que se consiguen con velocidades de obturación más lentas, como las estelas o las aguas de seda. Aquí también es útil el archivo RAW, sobre todo si forzamos para conseguir alguno de estos efectos cuando aún hay luz abundante pudiendo corregir la exposición a posteriori. Eso sí, el HDR no estará siempre disponible, dependerá de la iluminación.
¿Y qué tal el modo retrato? Los resultados son dispares incluso con luz abundante, lo que ya nos dice que tiene margen de mejora. Requerirá siempre bastante cercanía y el máximo contraste posible entre el objeto enfocado y el fondo, pero hay que estar atentos al resultado porque a veces no se aplica apenas (algún borrón desenfocado casi aleatorio) y no nos avisa.
Uno de los modos que ha sobrevivido a la criba es el de superresolución. Lo que tenemos con él on foto de 8.064 x 6.048 píxeles en vez de los 4.032 x 3.024 píxeles que tiene la imagen en automático, salvando un poco mejor el detalle.
Un momento, ¿y el aprendizaje? Bueno, quizás el tiempo que hemos estado con él no sea suficiente para poder valorar esto mejor y tendremos que esperar a los análisis de un mes o más de uso, dado que se trata de que "el móvil aprenda" qué nos gusta en cada estilo de fotografía a tenor de nuestras ediciones, y sólo hemos logrado que salga una de éstas sugerencias (cuando hemos hecho bastantes ediciones).
Cámara frontal
Cuando hablamos de la belleza en el móvil según China el resto de fabricantes se quedaron fuera, como lo coreanos o los taiwaneses como el presente. Pero cierto es que ZenUI ha dedicado tradicionalmente un extra de mimo a que los usuario puedan aplicar una cirugía estética virtual a su rostro a varios niveles (también en la cámara trasera).
Tenemos de hecho una app propia, Selfie Master, que aúna tanto los retoques de belleza como el poder crear Zenmojis, las animaciones basadas en máscaras 3D de nuestro rostro al estilo de los Animojis de Apple y los ARmojis de Samsung. Aunque nuestro gozo en el pozo cuando no hemos podido crear ninguno al no funcionar bien la app: por mucho que nos grabásemos no se creó Zenmoji ninguno (probablemente tenga arreglo con una actualización).
Animaciones a parte, la cámara frontal tampoco llega a brillar por el mismo problema que la trasera: la falta de detalle está por debajo de lo esperado y la lentitud también hace sus estragos. A plena luz se luce (valga la redundancia) y el resultado se salva, con colores realistas y bien a nivel de contraste, pero en cuanto mengua un poco la iluminación el resultado es más irregular, en ocasiones no compensando bien la exposición.
El HDR será más útil en esta cámara, dado que el rango dinámico no suele conservarse cuando disparamos autofotos. Si queremos salvar el cielo tendremos que renunciar a una exposición más correcta, pero ganando en detalle.
Como hemos repasado anteriormente, el modo belleza dispone de muchas opciones, pudiendo por ejemplo agrandar ojos en distinto grado. El problema: se enlentece el disparo y habitualmente nuestros ojos son menos pacientes que el mismo.
El modo retrato frontal tiene bastante buen resultado. Está lejos de ser perfecto, pero tratándose de esta cámara y de que depende tanto de lo factores de la escena en general salva bien el primer plano y los borrones no aparecen fácilmente.
Ver galería completa » ASUS Zenfone 5, fotografías (41 fotos)
Vídeo
Como ocurre con casi todo en tecnología, los avances que dependen del hardware y que de los que al principio sólo goza la gama alta con el tiempo se generalizan y llegan al resto de líneas. Un ejemplo es la grabación en 4K, que se ha extendido desde hace tiempo en la gama media y este Zenfone 5 también es capaz de capturar con esa resolución, además de algunos modos adicionales como la cámara lenta.
Esto no significa que ya todos los móviles hagan vídeos de alta calidad, dado que hay más factores que intervienen en el resultado final. Y en este terminal por ejemplo vemos que quedan tomas con algo de inestabilidad y deformación si optamos por el 4K, sobre todo al tirar de zoom.
A 1080p obtenemos tomas más estables, evidentemente con algo menos de detalle, pero por la estabilización probablemente compense si no priorizamos la resolución. Los vídeos tienen buen contraste y colores realistas, y la toma de sonido es correcta incluso con viento.
De noche siempre hay algo de pérdida de calidad, pero en este caso no queda por debajo de lo esperado y se obtienen grabaciones aceptables, tanto a nivel de contornos (menos marcados que de día) como en cuanto a los tonos y la estabilización.
Para la cámara lenta tenemos un máximo de calidad de 720p, lo habitual fuera de la gama alta. Siempre será mejor realizar tomas con luz abundante, ya que de otro modo se acentúa la pérdida de nitidez y puede haber sobreexposición, pero los resultados con este modo también son aceptables y quedan dentro de lo que se podría esperar a nivel de detalle y colores (quizás la exposición podría compensarse mejor, pero nada alarmante o reprochable dadas las características).
Este sonido sí que nos hace llegar a un punto "zen"
Sobre la mesa este nuevo Zenfone aspira a mejorar la experiencia al menos en cuanto a potencia con unos altavoces un 36% más grandes que el Zenfone 4. Pero además audio de alta resolución, lo que nos sirve como elemento diferenciador y como mejora de la experiencia es toda una paleta de ajustes del audio tanto por auriculares como por altavoz.
El sonido por lo altavoces estéreo es de calidad y queda muy bien a nivel de volumen. Se mantiene la nitidez y la calidad incluso cuando aumentamos el volumen a los máximos niveles, llegando a los 102 decibelios como máximo en nuestras pruebas.
Si no estamos del todo satisfechos con el desempeño y compensaríamos de otro modo agudos y/o bajos, tenemos como decíamos antes una serie de ajustes para poder buscar el audio que nos gusta. Están los habituales preajustes por género, pero lo realmente útil son el ecualizador y el poder cambiar la dirección de la emisión del audio.
El software de audio dispone de una buena base de datos de auriculares y podemos ver si los nuestros figuran en ella, pudiendo optar a la preconfiguración de fábrica. Recordamos que este móvil dispone de conector de auriculares de 3,5 milímetros, aunque la optimización también contempla los de Bluetooth.
Autonomía: ZenUI al rescate de los miliamperios/hora
Lo de tener baterías de alta capacidad excusados en tener la superficie que da un gran panel se ha ido esfumando a medida que se han compactado los teléfonos (y sobre todo adelgazado), siendo no demasiado frecuente que se sobrepasen los 3.500 miliamperios/hora. En el caso del Zenfone 5 tenemos una pila de 3.300 mAh, tardando unas dos horas en cargarse del todo (de 0 a 100% con el móvil apagado y el cargador que se entrega, 5 voltios).
Si hacemos un uso medio o poco intenso el móvil nos aguantará bien el día, incluso si pasamos un rato con multimedia o si tiramos de datos en la mayor parte del día. No obstante la media de horas de pantalla no es demasiado alta quedando entre 3 y 4 horas, aunque dando medias de autonomía de más de un día.
Son de ayuda las opciones y herramientas para gestionar el consumo, las cuales podremos activar en cualquier momento (aunque continuamente tendremos avisos de consumo en segundo plano por parte de alguna app si no lo desactivamos). La información que da el sistema está bastante bien, y esta posibilidad de mejorar la autonomía de manera pasiva siempre es de ayuda (sobre todo si el usuario no mira esto de motu proprio).
En resumen podemos salir bastante tranquilos de casa si nos espera una jornada alejados de enchufes o baterías externas. Hemos de hacer un uso medianamente intensivo para no llegar al menos a las 15 horas de autonomía, y los modos de ahorro pueden prolongar los bajos porcentajes de batería.
ASUS Zenfone 5, la opinión de Xataka
Siempre nos preguntamos qué les queda por sacar a los fabricantes, poniendo el foco en una alta gama que cada vez tiene el reto de innovar más difícil, sobre todo para no incrementar aún más el precio medio. La gama media lo tiene más complicado aún justamente por eso: encarecer el terminal puede suponer nacer con la soga puesta, sobre todo si no se consigue un desempeño demoledor por parte de alguna característica como la cámara o la batería.
La zona de juego del ASUS Zenfone 5 son lo 400 euros, por encima del Meizu M15, el Huawei P20 Lite, el Nokia 7 Plus como vimos en la última comparativa de móviles de gama media en Xataka Móvil. Y sin la baza del precio, la competición se hace complicada cuando el resultado lejos de ser malo es correcto, pero no destacable.
Nos han gustado mucho el diseño y la construcción (pese a las huellas): es un terminal bien acabado, con estética contemporánea y elegante al menos en el tono azul, que es más discreto que el de otras marcas. El sonido también nos ha dejado muy bien sabor de boca, quedando por encima con diferencia de otros terminales como este Nokia 7 Plus que hemos mencionado o el Moto G6.
Pero no nos ha gustado tanto cómo se ha resuelto el frontal; esa introducción un tanto forzada del notch pudiendo buscar soluciones como las de los Galaxy S en una pantalla que no distingue los toques accidentales de los intencionados. Y al software le sigue faltando una buena revisión: ZenUI no es la que era, pero en la época de Android One y capas que funcionan sin problemas no es de recibo ver estos parones, reinicios o la lentitud en la app de cámara.
Quizás esto sea distinto en su hermano mayor el ASUS Zenfone 5Z, con mejores componentes, pero es una lástima que algo así empobrezca la experiencia con un terminal que podría brillar un poco más. También por el lado de la cámara, donde queda igual o por debajo de otros móviles similares.
8.0
A favor
- Buen diseño y construcción: buen trabajo de compactación, atractivo y ligero.
- El sonido tiene muchas opciones para ajustarlo y sin tocar nada ya tiene un buen desempeño (y tiene jack de audio).
- La pantalla tiene un buen nivel de brillo y el ajuste automático del mismo funciona bien, además de las muchas opciones para ajustarla.
En contra
- ZenUI ha reducido apps, pero sigue teniendo un desempeño que deja de desear con parones, cierres e incluso reinicios.
- La cámara no es mala, pero tampoco destaca en macros o fotos de día y la app empobrece la experiencia.
- Los desbloqueos por huella o reconocimiento facial funcionan bastante mal: casi nunca se nos reconoce.
El terminal ha sido cedido para la prueba por parte de ASUS. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.
En la realización del vídeo tenemos a Pedro Santamaría.
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