ASUS Zenfone 7 Pro, análisis: la triple cámara rotatoria era una apuesta arriesgada, pero a ASUS no le podría haber salido mejor

Conseguir estirar la pantalla hasta las esquinas y reducir los marcos al máximo. Ese ha sido el objetivo de todos los fabricantes de smartphones desde hace unos años hasta ahora y, para ello, han empleado diferentes técnicas, como el notch, el agujero en la pantalla y el mecanismo pop-up. Luego está ASUS, que tiene otras ideas y que, en lugar de partir la pantalla, prefiere tener una triple cámara rotatoria motorizada. Lo hizo en el ASUS Zenfone 6 y lo ha vuelto a hacer en el ASUS Zenfone 7 Pro, aunque refinando la receta.

El ASUS Zenfone 7 Pro es un dispositivo de gama alta premium que ya hemos tenido ocasión de probar en Xataka. Dimos una opinión preliminar en nuestras primeras impresiones y ahora, una vez lo hemos probado largo y tendido, vamos a proceder con su correspondiente análisis. ¿Cómo se porta el Zenfone 7 Pro en el día a día? ¿Funciona esa cámara rotatoria como alternativa al notch o al agujero en la pantalla? Vamos a verlo, pero spoiler: sí, y bastante.

Ficha técnica del ASUS Zenfone 7 Pro

ASUS ZENFONE 7 PRO

DIMENSIONES Y PESO

165,08 x 77,28 x 9,6 mm
230 gramos

PANTALLA

AMOLED de 6,67 pulgadas
Resolución FullHD+
Formato 20:9
Tasa de refresco: 90 Hz
Tasa de sampleo: 200 Hz
Gorilla Glass 6

PROCESADOR

Snapdragon 865+
GPU Adreno 650

MEMORIA RAM

8 GB LPDDR5

ALMACENAMIENTO INTERNO

256 GB UFS 3.1
Compatible con tarjetas microSD

CÁMARA

Flip Camera
64 MP f/1.8 OIS+EIS (IMX686)
12 MP gran angular 113º
8 MP telefoto x3 OIS
Flash LED dual
Vídeo 8K@30FPS, 4K@60FPS

BATERÍA

5.000 mAh
Carga rápida 30W
PD 3.0

SISTEMA OPERATIVO

Android 10 con ZenUI 7

CONECTIVIDAD

5G
4G
WiFi 6
Bluetooth 5.1
NFC
GPS, Glonass, Galileo, BeiDou, QZSS
Triple SIM híbrida

OTROS

Altavoces estéreo
Triple micrófono
Lector de huellas lateral
Botón lateral

PRECIO

799 euros

ASUS Zenfone 7 PRO ZS671KS-2A016EU / Qualcomm Snapdragon 865 Plus / 8GB / 256GB / 6,67" - 16,94cm / Aurora Black

Diseño: premium, grande y pesado

Empezamos repasando el apartado estético, donde ASUS no ha descuidado nada, salvo el peso y el grosor, que destacan y no para bien. El ASUS Zenfone 7 Pro está hecho de cristal (Gorilla Glass), con unos marcos de aluminio que bordean el chasis. Los laterales están ligeramente curvados, algo que ayuda a que sea más cómodo sujetarlo con la mano, y las esquinas se han redondeado un poquito para evitar que se claven en la palma de la mano. A nivel de construcción, pocas pegas se le pueden poner.

La trasera tiene una acabado en negro brillante con unos reflejos verdes oscuros muy llamativos. Como casi toda trasera hecha de cristal, la del ASUS Zenfone 7 Pro se llena de huellas con solo sujetarlo unos segundos, pero ASUS ha tenido a bien meter dos fundas en la caja: una transparente y una "Activa", de color negro y con un grabado para mejorar la sujeción, pensada para los que hacen deporte. Cualquiera de los dos es buena opción para solucionar el problema de las huellas.

El tacto es premium, aunque quizá no al nivel de otros smartphones de gama alta de otras marcas como Samsung. Se siente cristal en mano y está muy bien, pero la sensación final es de que podría ser mejor. No es malo, insisto, y además es un tema tan subjetivo que dependerá muchísimo de cada usuario. En términos globales es un dispositivo que se siente bien acabado y construido, así que podemos decir que ASUS ha hecho un trabajo casi sobresaliente.

Evidentemente, no podemos dejar de hablar del módulo fotográfico, esa Flip Camera que ASUS introdujo en el Zenfone 6 y que ahora vuelve a hacer acto de presencia en el Zenfone 7 Pro. Vamos a hablar muy detalladamente de ella en el apartado fotográfico, pero en lo que diseño se refiere vamos a quedarnos con la idea de que la cámara sobresale un poquito (suficiente para que se tambalee si lo dejamos sobre una mesa y tocamos los laterales), que hace ruido al rotar y que, con todo, le da un toque muy bonito al smartphone.

Ahora bien, meter este módulo de cámara y la batería de 5.000 mAh requiere ciertos sacrificios en materia de grosor y peso. El ASUS Zenfone 7 Pro tiene un grosor de 9,6 milímetros, bastante alto y notable en mano. Pesa 230 gramos y no voy a decir que canse al estar sujetándolo mucho rato, pero sí se siente pesado, y lo dice alguien que en su día a día usa un móvil de cerca de 200 gramos y al que le gustan los móviles robustos. Todo lo que tiene de bien construido y premium lo tiene de grandote, dicho en pocas palabras.

Altura (milímetros) Anchura (milímetros) Grosor (milímetros) Peso (gramos) Pantalla (pulgadas) Batería Superficie (cm2) Volumen (cc)
ASUS Zenfone 7 Pro 165,05 77,28 9,6 230 6,67 5.000 127,55 122,44
Samsung Galaxy Note 20 Ultra 164,8 77,2 8,1 208 6,9 4.500 127,22 103,05
Sony Xperia 1 II 165,1 71,1 7,6 181,4 6,5 4.000 117,39 89,21
Huawei P40 Pro+ 158,2 72,6 9 226 6,58 4.200 114,85 103,37
Xiaomi Mi 10 Pro 162,5 74,8 9 208 6,67 4.500 121,55 109,39
LG Velvet 5G 167,08 74 7,85 180 6,8 4.300 123,58 97,0103
Motorola Edge 161,4 71,1 9,29 188 6,7 4.500 114,75 106,60
Black Shark 3 Pro 177,79 83,29 10,1 253 7,1 5.000 148,11 149,59
Nubia Red Magic 5G 168,6 78 9,8 218 6,65 4.500 131,51 128,88
OnePlus 8 Pro 165,3 74,35 8,5 199 6,78 4.510 122,9 104,47
iPhone 11 Pro Max 158 77,8 8,1 226 6,5 3.969 122,92 99,57

Si repasamos los cantos, en la parte inferior tenemos el puerto USB tipo C, un micrófono, el altavoz y, ojo, el LED de notificaciones. Entiendo la idea de ASUS de meter un LED para avisar de las notificaciones y de la carga, pero la posición no es la más óptima. La sensación final es que querían tener sí o sí un LED de notificaciones y la única forma de implementarlo sin aumentar el tamaño de los marcos era esa. No molesta, pero tampoco es que sea particularmente útil.

En el canto derecho tenemos el slot para la triple SIM híbrida (incluyendo la bandeja para la microSD, que tampoco es que vaya a ser muy necesaria) y nada más. En el superior tenemos otro micrófono y el mecanismo de la Flip Camera, y en el derecho tres botones que realmente son cinco. ¿Cómo? Sí, tenemos los botones de volumen -a una altura inalcanzable si sujetamos el móvil con una mano- y el botón de inicio que, a su vez, es lector de huellas y Smart Key.

El lector de huellas/botón de inicio/Smart Key está en una posición cómoda, fácilmente accesible con el dedo pulgar de la mano derecha o el dedo índice de la mano izquierda. El dedo reposa justo encima del dedo, lo que unido a un sensor que funciona bastante rápido se traduce en una experiencia bastante correcta. El "problema" es que son demasiadas funciones para un solo botón.

Si lo pulsamos una vez hará de botón de inicio; si lo pulsamos dos veces podremos iniciar el asistente de Google, una app (como WhatsApp) o una acción de acceso rápido (abrir un chat de WhatsApp concreto) y si lo pulsamos una vez y mantenemos pulsado apagaremos el móvil, aunque cabe mencionar que todos estos gestos son configurables e incluso se puede desactivar. Es un poco confuso, sobre todo al principio, pero una vez te acostumbras o desactivas los gestos que no quieras usar la cosa cambia.

En definitiva, salvando que es un dispositivo bastante grande y pesado, hasta el punto de llegar a ser algo incómodo de usar con una sola mano, estamos ante un terminal bien construido, que se nota premium en mano y que, seguramente, convenza a los usuarios más aficionados a los smartphones grandes porque, además, la pantalla acompaña.

Pantalla: y qué pantalla

Si le damos la vuelta al ASUS Zenfone 7 veremos su pantalla, que ha crecido un poquito con respecto al ASUS Zenfone 6 y, de paso, ha abandonado la tecnología IPS para apostar por el OLED. En esta ocasión tenemos un panel AMOLED de 6,67 pulgadas que ocupa un 84,2% del frontal, de acuerdo a GSMArena. La pantalla es la absoluta protagonista del frontal, pero lo sería todavía más si ASUS hubiese recortado un poquito más los marcos laterales e inferior. Entiendo que el superior tiene que estar ahí para el altavoz y para darle espacio a la Flip Camera, pero los laterales e inferior podrían haberse aprovechado un poquito más. Con todo, rompo una lanza a favor de ASUS: que los marcos no estén tan bien aprovechados ayuda a que el dispositivo sea más simétrico.

Dicho esto, la experiencia con la pantalla es muy buena. La resolución asciende a FullHD+ (2.400 x 1.080 píxeles), que es más que suficiente para la inmensa mayoría de casos y que se traduce en 395 píxeles por pulgada. En ningún momento hemos echado en falta un panel 2K o 4K, ya que con la resolución FullHD podemos ver películas, vídeos y jugar a cualquier título sin problema. A una distancia prudencial es imposible detectar dientes de sierra o píxeles más sueltos de la cuenta.

Convence, por supuesto, su tasa de refresco de 90 Hz, que sin ser la más alta del mercado sigue marcando la diferencia con respecto a los smartphones convencionales. La tasa de refresco se puede configurar para que sea automática (se cambia a 60 Hz cuando no son necesarios los 90 Hz), para que esté siempre a 90 Hz o para que sea siempre de 60 Hz. Nosotros, para el análisis, la hemos dejado en automático y hemos conseguido una autonomía decente, pero queda al gusto del consumidor. Si me preguntáis a mí, prefiero tener los 90 Hz siempre y disfrutar al máximo del dispositivo. Estos 90 Hz casan muy bien con los 200 Hz de tasa de sampleo, ya que la velocidad de respuesta de la pantalla a los toques es muy alta.

En lo que a calidad se refiere, la pantalla brilla por sí sola. Tenemos los colores y contraste propios de los paneles AMOLED (ASUS asegura que cubre un 110% del espacio de color DCI-P3) y la calibración de fábrica es más que que correcta. Con todo, se pueden modificar la temperatura de color y la saturación desde los ajustes para dejarla más a nuestro gusto. No hemos tenido problemas con los ángulos de visión ni con el brillo máximo/mínimo, que nos permite usar el móvil a plena luz del día o completamente de noche sin forzar la vista.

Un punto a destacar es que se pueden activar y configurar una serie de gestos para controlar la reproducción de música o iniciar un app pantalla apagada. Por ejemplo, deslizando hacia abajo con dos dedos pausamos la música, dibujando un > pasamos a la siguiente canción, haciendo una "W" abrimos WhatsApp... Son pequeñas implementaciones que no molestan lo más mínimo y que se agradece que estén para que el usuario las use si quiere.

Es una de esas pantallas que da gusto a usar para cualquier cosa, amén del tamaño, que no es ato para todo tipo de manos. Durante nuestras pruebas, el tamaño ha sido uno de los principales obstáculos que nos hemos encontrado al usar el smartphone, ya que un panel tan grande es bastante difícil de controlar con una sola mano. Aún así, ASUS ha creado un "modo de una mano" que reduce el tamaño de la interfaz y nos permite controlarla mejor, pero la experiencia es, vamos a decir, mejorable.

Sonido: mejorable, sin más

Una buena pantalla siempre luce mejor cuando el sonido acompaña, pero desgraciadamente en este apartado hay que pegarle un tirón de orejas a ASUS. El dispositivo tiene dos altavoces estéreo, pero el principal protagonista es el inferior. Está ubicado a la derecha del USB tipo C y, desgraciadamente, 1) se tapa con mucha facilidad al sujetar el móvil en horizontal y 2) no suena tan bien como nos habría gustado.

¿Es suficiente para echar una partida, escuchar música y podcasts o ver una peli de vez en cuando? Sin duda, pero en cuanto subimos el volumen más de la cuenta, digamos por encima del 70%, empieza a saturarse, a perder pegada y, en pocas palabras, a no convencer y a sonar enlatado. ¿Solución? Unos auriculares inalámbricos, porque ASUS ha decidido que no hay espacio suficiente en los 9,6 milímetros de grosor para meter un puerto jack de 3,5 mm. El ASUS Zenfone 6 era más delgado (8,6 mm) y sí lo llevaba, como dato a tener en contemplar.

Rendimiento: que no haya noticias es una buena noticia

Lo dijimos en las primeras impresiones y lo decimos de nuevo en el análisis: decir que un gama alta Android funciona a las mil maravillas es como decir que la nieve está fría. Hay excepciones, por supuesto, porque la tecnología no es perfecta y algunas veces falla, pero el ASUS Zenfone 7 Pro no es el caso. ASUS no ha escatimado ni lo más mínimo a la hora de elegir los componentes del motor de su nuevo buque insignia y se nota muchísimo en el día a día.

El ASUS Zenfone 7 Pro monta el procesador Snapdragon 865+, que es lo último que Qualcomm ha sacado del horno. Es un procesador un 10% más potente que el Snapdragon 865, así que sobra decir que palabras como "lag", "tirones" o "lentitud" no se van a pronunciar cuando hablemos de este smartphone. El dispositivo es capaz de ofrecer un rendimiento sobresaliente en cualquier tarea, por pesada que sea, y en cualquier juego, a costa de subir un poquito la temperatura por la zona central. Nada grave y, de hecho, es achacable al calor propio de Córdoba por estas fechas.

Junto al procesador encontramos 8 GB de memoria RAM LPDDR5, que es la tecnología más rápida que se despacha ahora mismo en smartphones, y 256 GB de almacenamiento interno UFS 3.1, que también es la memoria más rápida. Esto, en términos mundanos, significa que la apertura de las aplicaciones es casi instantánea, que se pueden mantener en la multitarea sin ningún tipo de problema y que no nos vamos a quedar sin almacenamiento interno en mucho tiempo. Y si fuera el caso, siempre se puede introducir una tarjeta microSD y listo.

Hemos jugado a juegos pesados como 'PUBG Mobile', 'Legends of Runeterra' y 'Call of Duty: Mobile' y no hemos tenido el más mínimo problema. Tampoco hemos notado ningún tipo de lag en apps del día a día como Instagram, Twitter, WhatsApp, GMail o Chrome. Hemos tenido, en pocas palabras, la experiencia que cabría esperar de un dispositivo de 800 euros que monta lo último de lo último en componentes. Eso, unido a una pantalla de 90 Hz, hace que el conjunto sea muy redondo. Para los que os fijéis en los benchmarks, he aquí una comparativa con algunos de sus rivales directos:

ASUS Zenfone 7 Pro Sony Xperia 1 II

Black Shark 3 Pro

NUBIA RED MAGIC 5G

ONEPLUS 8 PRO

HUAWEI P40 PRO

SAMSUNG GALAXY S20 ULTRA

XIAOMI MI 10 Pro

IPHONE 11 PRO

PROCESADOR

Snapdragon 865+

Snapdragon 865

Snapdragon 865

Snapdragon 865

Snapdragon 865

Kirin 990

Exynos 990

Snapdragon 865

Apple A13 Bionic

RAM

8 GB

8 GB

8 GB

8 GB

12 GB

8 GB

12 GB

8 GB

4 GB

GEEKBENCH 5 (SINGLE/MULTI)

1.010 / 3.247

905 / 3.330

906 / 3.316

925 / 3.214

885 / 3.136

943 / 2.527

819 / 2.315

892 / 3.224

1.331 / 3.333

3D MARK (SLING SHOT)

9.934

8.885

7.330

9.448

8.726

4.074

8.184

-

-

PCMARK WORK

15.540

9.994

9.878

9.878

13.414

9.476

10.426

8.948

9.929

Biometría: el único momento en el que la Flip Camera no convence

Pasamos a hablar de la biometría, donde hay tela que cortar. El Zenfone 7 Pro nos ofrece dos opciones: lector de huellas lateral o reconocimiento facial. Efectivamente, como os podréis imaginar, para usar el desbloqueo facial la cámara tiene que rotar por completo, mirarnos y volver a su posición, por lo que es bastante lento. Tanto que entre que desbloqueamos la pantalla, deslizamos hacia arriba, la cámara rota, nos detecta y el móvil se desbloquea pasan cerca de cuatro segundos.

El reconocimiento facial funciona bien, en tanto que nos reconoce a una velocidad asombrosa (cuando hay buena luz), pero acaba pasando por completo a un segundo plano debido al mecanismo. Está bien tenerlo para cuando tengamos las manos mojadas o sucias, sin duda, pero en el día a día lo más normal es usar el lector de huellas por una cuestión de comodidad. Por si alguno se lo pregunta, si tenemos el teléfono sobre una mesa e intentamos usar el desbloqueo facial, el módulo no se desplegará, es decir, que el móvil no fuerza el módulo, algo que tranquiliza de cara a la seguridad.

En cuanto al sensor de huellas, funciona realmente bien y rápido, hasta el punto de que basta con rozar el sensor con el dedo para que la pantalla se desbloquee. El "problema" es que funciona tan bien que si solo queremos desbloquear la pantalla para ver las notificaciones en la pantalla de bloqueo no vamos a poder hacerlo pulsando el botón de inicio. La solución es ir a los ajustes y activar el doble toque para despertar y encender, que es una opción bastante práctica y que salva la papeleta por completo.

Software: tocar poco y tocar bien

Cuando analizamos el ASUS Zenfone 6 nos encontramos con un terminal cuyo sistema operativo era poco estable y presentaba algún que otro fallo. ASUS ha tomado buena nota de estos errores y ha tomado cartas en el asunto para su ASUS Zenfone 7 Pro, que no solo no ha presentado ningún problema, sino que además se ha actualizado un buen puñado de veces durante los días que lo hemos tenido con nosotros.

ASUS ha lanzado su Zenfone 7 Pro con Android 10 de fábrica, pero lo ha "maquillado" un poquito con Zen UI 7, la nueva versión de su capa de personalización. Decimos "un poquito" porque la estética sigue siendo muy similar a Android Puro en esencia, aunque la firma taiwanesa ha metido algo la mano para añadir funciones adicionales. La idea de ASUS es muy parecida a la de Motorola: una experiencia similar a Android Puro y unos añadidos escondidos en una app o acceso directo en los ajustes que el usuario puede usar o ignorar por completo.

¿Y eso en qué se traduce? En un sistema operativo limpio que funciona perfectamente. Todas las animaciones son fluidas, la transición entre apps no tiene tirones... Evidentemente, no podemos olvidarnos de que bajo el capó del móvil hay un motor de gama alta hecho y derecho, pero hay otros smartphones de gama alta que, incluso teniendo estas características, siguen arrastrándose un poco debido a la personalización agresiva o el bloatware. En el caso del Zenfone 7 Pro la experiencia no podría ser más correcta.

Zen UI 7 se puede personalizar muchísimo a través de los ajustes. Por ejemplo, el software nos deja cambiar el estilo de los iconos, la paleta de color de los accesos rápidos y hasta la tipografía. Por poder, podemos cambiar hasta los botones que aparecen en el menú de apagado. En cuanto a opciones más avanzadas, tenemos un administrador móvil para liberar la memoria RAM o gestionar el almacenamiento, un clonador de apps, el sistema de gestos que mencionábamos anteriormente, grabadora de pantalla y OptiFlex, un sistema que aprende de nuestro uso para saber qué apps usamos más y menos y lanzarlas más rápido o ponerlas en reposo.

Sea como fuere, lo más interesante del Zenfone 7 Pro es la Smart Key, que ya sabemos que está en el botón de inicio a.k.a. el lector de huellas. Cuando analizamos el ASUS Zenfone 6 dijimos lo siguiente: "no podemos configurar la tecla para que al darle dos toques se abra WhatsApp o Twitter, sino que tenemos que elegir entre algunas de las opciones predeterminadas [...] Puestos a añadir una tecla inteligente como esta, habría agradecido poder configurarla a placer, lo que le daría un plus de utilidad". Pues eso es exactamente lo que ha hecho ASUS.

Si en el anterior modelo la tecla estaba demasiado capada, en su nuevo smartphone se puede hacer de todo con ella. La tecla tiene dos gestos: tocar dos veces o pulsar y mantener. Cada gesto se puede personalizar para que inicie Google Assistant o haga una acción personalizada (abrir una app o lanzar una función rápida). Por ejemplo, podemos configurarla para que al dar dos toques lance WhatsApp o, mejor aún, un chat de WhatsApp en concreto. Lo mismo se aplica a Twitter, Instagram y todas las apps con accesos rápidos. Ahora sí que se puede explotar perfectamente y es lo que tendría que haber sido en el ASUS Zenfone 6, así que minipunto para ASUS.

En definitiva: sin ser el software más completo en opciones, sobre todo si comparamos Zen UI 7 con otras capas como MIUI 12, EMUI 10 o ColorOS, la ROM de ASUS es bastante completa, fácil de usar e intuitiva. No tiene grandes alardes (salvo Smart Key), pero tampoco tiene grandes defectos ni problemas de rendimiento. Como todo, esto en última instancia depende del usuario, pero apostar por una estética similar a Android Puro es una apuesta segura y ASUS lo ha entendido perfectamente.

Batería: no destaca en autonomía, pero sí en funciones

Antes de pasar a hablar de la fotografía, vamos a pararnos un momento hablar de la batería. El ASUS Zenfone 7 nos ofrece una batería de 5.000 mAh, que no está nada mal y que explica el grosor del dispositivo. Con ella, el terminal ha sido capaz de ofrecernos unas ocho horas de pantalla activa de media, una cifra que no lo empuja hasta lo más alto del top pero que tampoco lo deja en la parte baja. Sin ser la autonomía más alta del mercado, ha sido más que suficiente para aguantar un día de uso intensivo.

En lo referente a la carga, ASUS se ha olvidado de la carga inalámbrica esgrimiendo que es perjudicial para la batería, aunque desde mi punto de vista lo ideal habría sido implementarla y dejar en manos del usuario la decisión de usarla o no. Más allá de eso, el terminal se carga mediante un puerto USB tipo C y ponerlo de cero a cien toma alrededor de una hora y media, tardando algo menos de una hora en alcanzar el 70%. La carga rápida de 30W se puede aprovechar gracias al cargador incluido en la caja, aunque eso sí, el dispositivo no tarda en calentarse más de la cuenta.

En otro contexto acabaríamos aquí este apartado, pero ASUS ha introducido una serie de mejoras vía software para el proceso de carga. Podremos programar el modo de ahorro de batería para que se active solo cuando alcance baje al 15%, establecer diferentes modos de batería (equilibrio, alto rendimiento, superahorro y dos personalizados) y, sin lugar a dudas, la más llamativa: limitar la carga máxima y programar el tiempo de carga.

El móvil nos permite "capar" la carga máxima al 80% o 90%, de forma que no se carga por completo. Ya sabéis que en Xataka recomendamos mantener la carga entre el 20% y el 80%, así que esta medida es más que bienvenida. Nosotros para el análisis no hemos capado la carga para poder exprimir al máximo la batería, pero sí queremos dejar claro que la opción está disponible. Si optamos por capar la carga máxima al 80%, el icono de la batería nos mostrará que está cargada al 100%, pero realmente está cargada al 80%.

A eso hemos de sumarle la opción "Carga lenta", que reduce la velocidad de carga, y la programación. Podemos configurar el dispositivo para que la batería se cargue de forma dinámica, evitando así que se cargue al 100% a mitad de la noche y se esté cargando y descargando constantemente hasta que lo desenchufemos.

En su lugar, podemos establecer una hora para que el dispositivo sepa que a esa hora, y no antes, tiene que estar al 100% (o menos, según lo hayamos configurado), y adapte la velocidad de carga. Este proceso se puede hacer manual, aunque lo más interesante es integrarlo con la app "Reloj" de ASUS, para que el teléfono sepa que a las 8:30 (o cuando tengamos puesta la alarma) tiene que estar completamente cargado.

Cámara: tres lentes que en realidad son seis

Hasta este punto del análisis habéis leído unas 4.600 palabras. Pues bien, se podrían escribir otras 4.600 hablando solo del mecanismo de la Flip Camera. Es, sin duda, una de las joyas de la corona de ASUS, al menos en el terreno móvil. Lo era en el Zenfone 6 y ahora en Zenfone 7 Pro lo vuelve a ser, pero todavía más. En el ASUS Zenfone 6 nos gustó mucho la idea y para su nuevo terminal ASUS ha refinado la receta y lo ha hecho el doble de resistente (hasta 200.000 rotaciones, equivalente a 200 rotaciones al día durante cinco años, asegura la empresa), un 40% más pequeño y mucho más preciso.

El ASUS Zenfone 6 tenía un mecanismo que permitía rotar la cámara en micropasos de dos milímetros, pero ASUS ha mejorado el engranaje para que el salto en su nuevo modelo sea de 0,5 milímetros. ¿Qué quiere decir eso? Que ahora tenemos más margen de maniobra para poner el módulo en la posición que queramos. Porque no, el módulo no tiene dos posiciones (detrás o mirando de frente), sino que lo podemos angular como nos de la gana desde cualquier app, ya que ASUS ha implementado en el software un controlador que nos permite mover la cámara en cualquier app que use la cámara, como Instagram o WhatsApp.

Por lo demás, la marca taiwanesa no se ha olvidado de la seguridad del módulo. No lo hemos maltratado, pero sí hemos intentado forzarlo un poco para ver su resistencia y nos ha dejado con muy buen sabor de boca. Es una sensación de tranquilidad que es difícil transmitir con palabras, pero el módulo está bien construido y se siente muy robusto. Como en el modelo anterior, si tenemos la cámara abierta y el teléfono se nos cae, el sensor de gravedad y el acelerómetro detectarán la caída y el módulo se cerrará automáticamente para evitar daños mayores.

Ahora que ya conocemos mejor la Flip Camera, vamos a hablar de sensores. ASUS ha preferido usar menos cámaras que otros smartphones, pero darles un sentido a las elegidas. No tenemos la típica configuración 48/64+8+2+2 (principal, gran angular, macro y profundidad), sino que tenemos un sensor principal de 64 megapíxeles Sony IMX686 f/1.8 con OIS, un gran angular de 12 megapíxeles Sony IMX363 y un zoom óptico de 8 megapíxeles con tres aumentos ópticos y 12 aumentos digitales con OIS. No hay macro (aunque el gran angular funciona como tal) ni sensor de profundidad, pero tampoco se echan en falta.

En otro contexto ahora hablaríamos de la cámara delantera, pero en el ASUS Zenfone 7 Pro no tenemos. O mejor dicho, tenemos la trasera, por lo que todas y cada una de las funciones que están disponibles a la hora de tomar un paisaje se pueden usar a la hora de sacarnos un selfie. Eso incluye forzar los 64 megapíxeles, hacernos un selfie gran angular, usar el modo noche o grabar vídeo en 8K a 30 FPS.

App de cámara

La app de cámara es bastante fácil de usar. En la parte inferior tenemos un acceso directo a la galería, el obturador (si lo deslizamos hacia arriba activaremos el temporizador) y el botón para rotar la cámara. Si lo pulsamos, la cámara pivotará 180 grados, pero lo interesante es que si dejamos pulsado el botón podemos mover la cámara libremente y dejarlo en el ángulo que queramos. En la zona inferior también tenemos los diferentes modos, entre los que está la panorámica automática y el modo de vídeo Pro (con controles manuales).

Además, en la pantalla ASUS ha añadido un botón a la derecha que permite acceder a tres angulaciones predeterminadas (45º, 90º y 135º) rápidamente. También tenemos los clásicos botones para alternar entre lentes (gran angular, principal y telefoto), un icono que nos indica, en caso de que sea necesario, que el modo noche está activado y cuánto tiempo va a durar la larga exposición y, cuando hablamos de vídeo, un acceso rápido para activar o desactivar la reducción de ruido de viento y el enfoque del micrófono.

Ya en la parte superior encontramos los ajustes, la opción para activar o desactivar el HDR, el formato de la foto, el flash y Google Lens, que está integrado en la propia app. Como podemos ver, es una bastante completa y sencilla que, por si fuera poco, funciona bastante bien. Solo hemos tenido un error grabando en 8K (la cámara crasheó y se cerró), pero tras recibir una actualización de firmware no hemos vuelto a tener problemas.

Fotografía de día

Foto tomada con el sensor principal en modo 16 megapíxeles.

Cuando la luz acompañada la cámara se comporta como cabría esperar de un dispositivo de gama alta. Por defecto, el sensor de 64 megapíxeles combina cuatro píxeles en uno para sacar fotos efectivas de 16 megapíxeles y, como podemos ver, es más que suficiente para conseguir un nivel de detalle bastante bueno. Si ampliamos perderemos algo de nitidez, pero la foto global es bastante buena. Las líneas están bien conservadas, el HDR consigue recuperar las luces y levantar (menos de lo que nos gustaría) las sombras y el balance de blancos es correcto. No es la mejor cámara de la gama alta, pero desde luego no decepciona.

Foto tomada con el gran angular.

Con el gran angular las imágenes tienden a salir algo más frías. Además, como suele ser normal en todos los smartphones, tener una lente con más campo de visión y menos resolución implica perder detalle en los elementos lejanos, así que lo que ganamos de efecto ¡wow! lo perdemos de detalle. Sea como fuere, la foto sale bien y aprueba, aunque si bien ASUS asegura que su terminal corrige automáticamente la distorsión de lente, si nos fijamos veremos que los bordes más extremos siguen saliendo algo inclinados.

Foto con el telefoto (zoom óptico x3).

Si sacamos a pasear el telefoto veremos que su rendimiento es bastante bueno. Este nos permite hacer hasta tres aumentos ópticos y hasta 12 aumentos digitales y, como podemos comprobar, cuando nos quedamos en los tres aumentos el detalle se conserva, la nitidez es correcta y el balance de blancos es similar al del sensor principal. Es una lente que se disfruta mucho y que nos permitirá fotografiar objetos lejanos sin mucho esfuerzo.

Zoom digital x12.

Al ampliar un poco más y exprimir al máximo el zoom del ASUS Zenfone 7 Pro veremos que las líneas y bhordes empiezan a difuminarse un poco más y que hay cierto efecto glow en las zonas de alto contraste. Con esto no quiero decir que sea una mala foto, nada más lejos de la realidad, pero sí que el resultado es algo inferior al obtenido con el sensor principal o con los tres aumentos ópticos del telefoto.

Foto tomada en 64 megapíxeles.

Como todo smartphone con sensor de 48, 64 y 108 megapíxeles, el ASUS Zenfone 7 Pro nos permite forzar el sensor para obtener una imagen de máxima resolución, en este caso de 64 megapíxeles. Cuando lo hacemos el nivel de detalle es bastante más alto, pero el tiempo que se tarda en tomar las fotos y el sacrificio del HDR (fijémonos en cómo las sombras salen bastante oscuras) no justifica la ganancia en nitidez. Está bien tenerlo a mano para hacer fotos que queramos imprimir, recortar o editar a posteriori, pero los resultados con el sensor principal son tan buenos que el modo de 64 megapíxeles tiende a pasar desapercibido.

Foto macro tomada con el gran angular.

Pasamos así al macro. ¿Al macro? Pero si el Zenfone 7 Pro no tiene sensor macro. No, ni falta que le hace, ya que ASUS ha hecho algo de trampa en su gran angular, que es capaz de enfocar a cuatro centímetros de distancia. ¿Resultado? Una foto correcta, bien enfocada, bien iluminada y con buen nivel de detalle. ¿Útil? Dependerá del tipo de fotografía que le guste a cada uno. Yo, a título personal, nunca he tenido la necesidad de usar un sensor macro, pero si a vosotros os gusta quedaos con la idea que podréis fotografiar hormigas usando el gran angular del Zenfone 7 Pro.

De izquierda a derecha: gran angular, sensor principal, telefoto (zoom x3), zoom x12.

Antes de pasar a hablar de los selfies, una curiosidad del ASUS Zenfone 7 Pro es que, aparte de que podemos tomar fotos desde cualquier ángulo rotando la cámara, podemos tomar una panorámica automática. Para ello, simplemente tenemos que sujetar el móvil y pulsar el botón. La Flip Camera rotará, sacará seis fotos desde diferentes ángulos y las combinará para crear una panorámica en la que podemos llegar a salir nosotros.

Panorámica tomada en modo automático.

Selfie de día

Selfie en 16 megapíxeles.

Siendo estrictos, podríamos copiar y pegar los párrafos anteriores para hablar de los selfies, porque al fin y al cabo estamos usando la misma, exactamente la misma cámara. Los resultados, por lo tanto, son iguales. Con el sensor principal conseguiremos selfies de 16 megapíxeles que, podemos ver, tienen un bien nivel de detalle, buenos colores y buena iluminación. Un selfie de gama alta, dicho en pocas palabras.

Selfie con el gran angular.

Con el gran angular la cosa cambia. La foto gana enteros por el efecto que nos da capturar tantísima escena, pero el nivel de detalle es mucho más bajo y los colores salen demasiado fríos. Está bien tenerlo para sacarse selfies con amigos (cuando no haya que mantener la distancia social, evidentemente) y luego editar la imagen para ponerla algo más cálida, pero en líneas generales el selfie con el gran angular deja un poquito que desear.

Selfie con zoom óptico x3.

Y luego tenemos el telefoto con zoom óptico de tres aumentos, que también podemos usarlo para sacarnos selfies. ¿En qué contexto querríamos sacarnos un plano detalle del entrecejo? Cada uno sabrá, pero si queréis hacerlo, sabed que podréis. Dejando las bromas de lado, el nivel de detalle es muy bueno y la foto sale sorprendentemente bien. El problema es que la utilidad de una lente así es, por decirlo de alguna forma, escasa.

Selfie tomado en 64 megapíxeles.

También es escasa la utilidad del modo de 64 megapíxeles. El ASUS Zenfone 7 Pro es el único smartphone en tener una cámara selfie de 64 megapíxeles y eso, evidentemente, se traduce en unos selfies con una nitidez exquisita, muy por encima de cualquier gama alta Android. Ahora bien, tenemos el mismo problema que antes: la foto tarda demasiado en tomarse y la diferencia de calidad con respecto al modo automático no justifica la espera.

Modo retrato.

Terminamos con el modo retrato, que como podemos ver es bastante bueno. El recorte es preciso, el desenfoque se aplica de forma progresiva y el detalle del sujeto es correcto. Hay algunas imperfecciones en algunas zonas del pelo, pero por norma general el dispositivo consigue separarnos bien del fondo y destacar nuestro rostro. Un buen modo retrato, sin duda.

Fotografía de noche

Foto tomada con el sensor principal en modo 16 megapíxeles.

Si de día la cámara se comportaba bastante bien, de noche quizá no termina de convencer. Cuando usamos el sensor principal, que con buena luz conseguía unos resultados más que decentes, la foto que obtenemos está bien en términos globales, pero el nivel de detalle se resiente muchísimo en los objetos más lejanos. Además, el sensor no gestiona del todo bien las luces altas propias de la noche, como la de las farolas, y la foto tiende a un tener un tinte algo más verde de la cuenta.

Foto tomada con el gran angular.

Con el gran angular tenemos un problema similar a cuando lo usamos de día: la diferencia entre colores. En las imágenes el balance de blancos tiende a ser mucho más cálido que en las conseguidas con el sensor principal, por lo que da la sensación de que estamos fotografiando dos escenas distintas. Además, el nivel de detalle de los objetos lejanos se resiente aún más que de día. No es que la foto esté mal, porque no lo está, pero no tiene nada que ver con la que se consigue de día.

Foto con el telefoto (zoom óptico x3).

Más acentuada es la diferencia cuando usamos el telefoto de tres aumentos ópticos. Aunque el sensor consigue mantener la nitidez de la escena, el ruido no tarda en hacer acto de presencia y los detalles, que de día estaban muy bien definidos, ahora no lo están tanto. De hecho, si ampliamos un poquito podremos apreciar ciertos artefactos e iluminaciones extrañas en las zonas de alto contraste. El telefoto consigue salvar la escena, no hay duda, aunque es de día cuando saca a relucir sus galas.

Zoom digital x12.

Y si ampliamos al máximo, entonces apaga y vámonos. Cuando es de día, incluso estirando al máximo el zoom conseguimos conservar un buen nivel de detalle, pero de noche la escena tiende a salir demasiado empastada y los artefactos (fijémonos en los los reflejos amarillos y morados que hay por toda la foto) son más frecuentes de la cuenta. Por norma general, de noche es mejor no pasar de los tres aumentos.

A la izquierda la foto sin modo noche y a la derecha la foto con modo noche.

Como todo smartphone actual, el ASUS Zenfone 7 Pro tiene un modo noche que resuelve bien las escenas. El resultado sigue siendo algo artificial, pero consigue mejorar bastante la claridad de la foto tomando una larga exposición (cuatro segundos). Algo que me ha gustado de este modo noche es que no intenta que la foto parezca tomada de día, sino que toma una foto de noche y mejora la nitidez y la iluminación. Como podemos ver en las imágenes, podemos usarlo tanto con el gran angular como con el sensor principal, pero no con el telefoto.

De izquierda a derecha: gran angular, sensor principal, telefoto (zoom x3), zoom x12.

Selfie de noche

Selfie en 16 megapíxeles.

Seguimos con el selfie. Como podemos comprobar, lo que el sensor nos ofrece no es una mala foto, pero el nivel de detalle se resiente bastante con respecto a la fotografía diurna. El sujeto tiene más ruido y hay un ligero efecto acuarela en las zonas más oscuras, que también salen más empastadas. La cámara salvará la papeleta y nos permitirá sacarnos un selfie de noche, por supuesto, pero en términos globales no llega al nivel del selfie que conseguimos cuando es de día.

Selfie con el gran angular.

El gran angular, en pocas palabras, es mejor dejarlo tranquilo. Es cierto que se consigue una foto muy resultona, pero también es cierto que no hace falta ampliar demasiado para detectar una caída en el nivel de detalle y unos píxeles más visibles de la cuenta. No es que la foto salga mal, pero los grandes angulares suelen rendir mal de noche en todos los smartphones y el ASUS Zenfone 7 Pro no es una excepción.

Selfie con zoom óptico x3.

Con el telefoto, si es que de verdad nos empeñamos en sacarnos un primerísimo primer plano cual Tarantino en 'Kill Bill', conseguimos unas imágenes con un buen nivel de detalle, aunque tiene trampa: el sujeto a fotografiar está mucho más cerca que antes, así que la pérdida no es tan notable. Evidentemente, sigue habiendo una caída de nitidez porque la luz escasea, pero la imagen final sigue siendo igual de resultona.

Modo retrato.

El modo retrato nocturno sigue siendo interesante, ya que el recorte es preciso incluso en las zonas complicadas (véase el pelo) y el desenfoque se mantiene natural. El sujeto tiene un nivel de detalle correcto a simple vista, quizá porque el HDR es menos agresivo y no nos intenta iluminar la cara de forma artificial. Igualmente, si ampliamos un poquito veremos que, realmente, la nitidez se ha reducido significativamente, aunque no es algo que nos importe demasiado de cara a subir la foto a redes sociales.

A la izquierda la foto sin modo noche y a la derecha la misma foto con el modo noche.

Y terminamos hablando del modo noche, que también lo podemos usar cuando nos hacemos un selfie. Dejando de lado que tardamos cuatro segundos en echarnos una foto (y el móvil no es que pese precisamente poco para sujetarlo con una sola mano durante mucho tiempo), el resultado que conseguimos es igual de bueno que el visto anteriormente. La imagen tienen más claridad, más contraste y una calidad global mucho más alta. Si no nos importa esperar los cuatro segundos, usando el modo noche conseguiremos unos selfies mucho mejores que con el modo automático.

Ver galería completa » Fotos tomadas con el ASUS Zenfone 7 Pro (75 fotos)

Vídeo

Llegamos al final del apartado fotográfico hablando del vídeo. El ASUS Zenfone 7 Pro nos permite grabar con el gran angular y el sensor principal, pero solo con la principal podremos grabar contenido en 8K a 30 fotogramas por segundo. El nivel de detalle en esta resolución es exquisito, pero la estabilización deja un poco que desear, ya que las vibraciones propias de ir andando y grabando al mismo tiempo son más que evidentes. Sea como fuere, la nitidez del clip brilla por sí misma.

También podemos grabar en 4K y en FullHD con resultados bastantes buenos. Con independencia de la resolución, el dispositivo nos permite activar un sistema de cancelación de viento que, para mi sorpresa, funciona bastante bien. No es invencible y de vez en cuando se cuela algún ruido intruso, pero los resultados son bastante llamativos. Para muestra, un botón.

Tanto en 4K como en FullHD la estabilización funciona realmente bien, pero es en FullHD en la que podemos acceder a HyperSteady, una tecnología que estabiliza todavía más los clips. ¿Resultado? Un vídeo mucho, pero que mucho más estable, pero con algo menos de nitidez y colores más apagados. El resultado es curioso, desde luego, pero viendo lo bien estabilizados que están los vídeos en 4K y FullHD, casi que la función queda relegada a una segundo plano. De nuevo, un par de muestras.

También podemos grabar con el gran angular en resolución 4K con buenos resultados. Sin embargo, la cámara no se "echa tanto para atrás" como cuando hacemos fotos, sino que la distancia recuerda más a la que podríamos capturar con el sensor principal. Por otro lado, cabe destacar que no podemos alternar entre lentes, así que no podemos pasar en tiempo real de grabar con el sensor principal a grabar con el gran angular.

Finalmente, no nos gustaría terminar este apartado sin mencionar dos funciones que explotan la cámara rotatoria. La primera es que el dispositivo nos permite pivotar el módulo mientras grabamos, de forma que podemos grabar hacia delante, sacarnos a nosotros en el vídeo, volver a grabar hacia delante y cambiar ángulos. Es una función bastante interesante y que, francamente, me veo usando en el día a día.

La segunda es el seguimiento de objetos. Básicamente, podemos seleccionar un sujeto de una escena (en este caso un árbol) y mover el teléfono. La cámara, automáticamente, rotará o alternará el nivel de zoom para mantener al sujeto siempre en escena. El efecto es bastante curioso, pero sigue teniendo el mismo "problema" que en el ASUS Zenfone 6: espera a que el objeto o persona se vaya a salir de la escena para rotar, por lo que no se queda centrado. Como punto positivo, ASUS ha conseguido que el sonido de la cámara rotando no se escuche en el clip final, algo que antes sí pasaba.

ASUS Zenfone 7 Pro, la opinión de Xataka

El ASUS Zenfone 7 Pro es un dispositivo cuyo planteamiento nos ha gustado mucho. La idea de ASUS de huir del notch o de los agujeros en pantalla mediante una cámara rotatoria motorizada es interesante y, sin duda, diferencial en el terreno de los smartphones. Y lo mejor de todo es que funciona realmente bien. Evidentemente, no es oro todo lo que reluce, ya que crear un dispositivo de esta categoría ha supuesto hacerlo grande, pesado y no precisamente delgado, algo que puede no convencer a los usuarios que gusten de terminales más ligeros y compactos.

Al ASUS Zenfone 7 Pro es difícil encontrarle pegas, al menos hasta que hablamos de la cámara. Tenemos una autonomía correcta (sin ser la más alta del mercado ni de lejos), un rendimiento sobresaliente a la altura de cualquiera de sus rivales y una pantalla que se disfruta mucho. El sonido, sin embargo, nos ha dejado un poco fríos, no solo porque no se escuche demasiado bien, sino porque aún siendo un móvil más ancho que el Zenfone 6, ASUS ha dejado caer el jack de auriculares. Es la prueba palpable de que la perfección, por desgracia, no existe.

La Flip Camera del ASUS Zenfone 7 Pro es la prueba de que lo diferente, incluso siendo arriesgado, algunas veces funciona

Lo más interesante del dispositivo es su Flip Camera. Nos gustó mucho en el ASUS Zenfone 6 y nos vuelve a gustar mucho en el Zenfone 7 Pro. Es una cámara muy interesante para tomar fotos creativas o explorar otros ángulos sin movernos del sitio y es un puntazo que funcione en cualquier app, no solo en la de cámara. ASUS ha refinado la receta y el plato le ha salido casi redondo. Porque aunque la cámara se comporte muy bien de día, y a la vista están los resultados, de noche no nos ha terminado de convencer. Los resultados quedan lejos de ser como los de algunos de sus rivales.

Pero sea como fuere, la sensación que se nos ha quedado después de haber probado en profundidad el Zenfone 7 Pro es que lo diferente, incluso siendo arriesgado, algunas veces funciona. ASUS ha innovado con su Flip Camera y se agradece que así sea, no solo porque es algo que no se ve todos los días, sino porque convence como alternativa para conseguir ese ansiado frontal todo pantalla. No es un smartphone perfecto, ni mucho menos, pero sí único en su especie.

8,8

Diseño 8,75
Pantalla 8,75
Rendimiento 9,5
Cámara 8,5
Software 8,75
Autonomía 8,5

A favor

  • Un rendimiento excelente.
  • El terminal está bien construido y se siente premiume en mano.
  • La Flip Camera ya era buena, pero ahora ha sido mejorada y convence aún más.

En contra

  • El sonido es bastante mejorable.
  • La cámara de noche tiene bastante margen de mejora.
  • No es apto para manos pequeñas o personas que busquen un móvil compacto.

ASUS Zenfone 7 PRO ZS671KS-2A016EU / Qualcomm Snapdragon 865 Plus / 8GB / 256GB / 6,67" - 16,94cm / Aurora Black

El terminal ha sido cedido para la prueba por parte de ASUS. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.

Ver todos los comentarios en https://www.xataka.com

VER 12 Comentarios

Portada de Xataka