«Auriculares inalámbricos para gaming diseñados para durar toda la vida». Si mi memoria no me traiciona hasta ahora nunca he empezado un análisis exponiendo el eslogan del fabricante. La razón por la que en esta ocasión me parece una buena idea hacerlo consiste en que esta frase publicitaria de Bang & Olufsen es una declaración de intenciones muy clara que nos predispone a intuir qué nos prometen estos auriculares más allá de lo evidente.
Y es que estos Beoplay Portal no son unos auriculares para videojuegos más. No lo son por su acabado. Ni por su calidad de sonido. Ni por su vocación. Y, desde luego, mucho menos por su precio. En cierto modo me resulta sorprendente que esta compañía danesa tan afianzada en el mercado de la gama alta y el lujo haya decidido meterse en el segmento de los auriculares para juegos.
Aunque, pensándolo bien, parece una decisión consecuente dada la dilatada experiencia que tiene esta marca en la puesta a punto de auriculares y el indudable potencial del mercado de los accesorios para gaming. Estamos a punto de sumergirnos en el análisis de un producto atípico no por su concepción, pero sí por su vocación.
Y es que estos auriculares tienen por delante el desafío de convencernos de que merece la pena invertir en ellos el mismo dinero que debemos pagar para hacernos con una Xbox Series X. La impronta de producto de lujo asociada tradicionalmente a las propuestas de Bang & Olufsen está presente en estos auriculares, pero no podemos pasar por alto que, más allá de su versatilidad, su propósito central es convivir con una consola Xbox Series X, S o One. Veamos cuáles son las armas con las que aspiran a convencernos.
B&O Beoplay Portal: especificaciones técnicas
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características |
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TIPO DE AURICULARES |
Auriculares circumaurales electrodinámicos con recinto cerrado e inalámbricos |
diafragma |
40 mm |
cancelación activa del ruido |
Sí |
imán |
Neodimio |
respuesta en frecuencia |
20 Hz a 22 kHz |
sensibilidad |
95 dB |
impedancia |
24 ohmios |
códecs soportados |
AAC, SBC y aptX |
sonido envolvente |
Dolby Atmos |
conectividad |
USB-C y jack de 3,5 mm |
conectividad inalámbrica |
Xbox Wireless y Bluetooth 5.1 |
micrófonos |
4 micrófonos MEMS para captura de voz (2 compartidos con ANC) 4 micrófonos MEMS dedicados para ANC (2 por auricular) |
batería |
Iones de litio no sustituible 1200 mAh |
carga |
Por USB de 5 voltios vía USB-C |
autonomía |
Hasta 12 horas con Xbox Wireless, Bluetooth y ANC Hasta 24 horas con Bluetooth y ANC |
tiempo de carga |
3 horas aproximadamente |
dimensiones |
167,3 x 178,7 x 92,6 mm |
peso |
282 g |
precio |
Beoplay Portal Grey Mist (Xbox)
Desde el punto de vista constructivo son unos Bang & Olufsen de pura cepa
Esta marca nos promete que estos auriculares están diseñados para durar toda la vida. Yo no diría tanto, pero no cabe duda de que su solidez es sobresaliente, y su acabado, impecable. Casi, incluso, obsesivo. Esta es una de las señas de identidad de los productos de B&O, y estos auriculares la respetan a pies juntillas.
No puedo asegurar a nadie que le van a durar toda la vida, sobre todo si tenemos presente que difícilmente van a ser inmunes a la obsolescencia tecnológica, pero después de haberlos probado a conciencia durante varios días estoy convencido de que si se les somete a un régimen de uso mínimamente cuidadoso sí pueden depararnos muchos años de servicio libre de problemas. Algo que, por otro lado, cabe esperar de unos auriculares de 500 euros.
La estructura interna de la diadema es flexible y sólida, por lo que intuyo que debe recurrir a una varilla de aluminio o acero. Como podéis ver en la siguiente fotografía de detalle la parte superior está revestida en piel, y la parte inferior, la que queda en contacto con nuestra cabeza, recurre a un acolchado revestido con un tejido de fibra muy suave dotado de cierta capacidad oleofóbica que lo protege de la grasilla que todos tenemos en la piel. Nada que objetar hasta aquí.
Una cualidad de estos auriculares que no debemos pasar por alto es que son razonablemente livianos (pesan 282 g). He analizado modelos más pesados que, además, tienen una construcción menos cuidada porque abusan del policarbonato, por lo que en este terreno estos Beoplay Portal salen victoriosos sin dificultad. Además, la diadema consigue repartir la presión de una forma muy eficaz, lo que unido a la ligereza de estos auriculares nos permite utilizarlos durante sesiones maratonianas sin que apenas notemos fatiga debido al estrés mecánico.
No es fácil apreciarlo en las fotografías, pero las almohadillas tienen un diseño asimétrico que las ayuda a equilibrar la presión en la parte inferior de nuestras orejas, justo encima de la mandíbula. Según B&O en su fabricación ha utilizado una espuma con efecto memoria similar a la que se usa en algunos colchones sofisticados para reducir los puntos de presión y mejorar su ergonomía.
Desde luego las almohadillas de estos auriculares son muy cómodas, y parte de la responsabilidad la tiene la estupenda suavidad de la piel de cordero que las recubre. Utilizar piel en las almohadillas refuerza la vocación de producto de lujo que tienen estos auriculares, pero más allá de esto en la práctica esta decisión tiene una consecuencia muy positiva: la grasilla de nuestra piel se elimina mejor de estas almohadillas que de las que están recubiertas en tejido convencional o poliuretano.
Antes de pasar a la siguiente sección del análisis me parece importante prestar atención a un elemento de estos auriculares que refleja lo mucho que B&O ha mimado su construcción. Como podéis ver en la siguiente fotografía de detalle, las varillas telescópicas que nos permiten ajustarlos al contorno de nuestra cabeza son de aluminio y están impecablemente mecanizadas, por lo que me parece razonable asumir que deberían ofrecernos muchos años de uso libres de desgaste.
Su tecnología no impresiona, pero en las distancias cortas se crecen
Si echamos un vistazo a sus especificaciones (las hemos recogido al completo en la tabla que publicamos un poco más arriba) comprobaremos que estos auriculares no tienen nada que no hayamos visto antes en otros modelos mucho más baratos, como, por ejemplo, los Xbox Wireless Headset que analizamos hace solo unos días.
Al igual que estos últimos implementa tanto el protocolo Xbox Wireless propietario utilizado por las consolas de Microsoft como un enlace Bluetooth 5.1, lo que nos permite conectarlos simultáneamente a una consola y un smartphone o un ordenador. Lo que echo de menos en este terreno, sobre todo dado su precio, es que no incorporen también conectividad NFC para permitirles conectarse de una forma completamente automática y transparente a nuestro teléfono móvil.
Conectarlos a una consola Xbox es pan comido. Estos auriculares pueden convivir con una Xbox Series X (es la consola con la que nosotros los hemos probado), una Xbox Series S o una Xbox One en sus diferentes encarnaciones. Lo único que tenemos que hacer para llevar a cabo la conexión es presionar el botón de sincronización en la consola, e inmediatamente hacer lo mismo en los Beoplay Portal. Eso es todo. Si el proceso va bien los auriculares deberían aparecer inmediatamente en la herramienta 'Accesorios de Xbox'.
No obstante, antes de conectarlos a nuestra consola lo ideal es enlazarlos previamente con nuestro teléfono móvil vía Bluetooth, aunque no sin antes haber instalado en él la app 'Bang & Olufsen', que está disponible tanto para Android como iOS. Desde esta herramienta podemos actualizar el firmware de los auriculares, elegir el modo de escucha que prefiramos (que no es más que una ecualización predefinida) y habilitar el modo de espera automático, entre otras funciones.
En la fotografía de detalle que publicamos debajo de estas líneas podéis ver el conector USB-C y el jack de 3,5 mm alojados en el recinto del auricular derecho. El único botón que incorporan los auriculares junto a ellos es el que nos permite encenderlos y apagarlos, y también activar el modo de sincronización vía Bluetooth. La banda táctil que podéis ver a la izquierda del botón nos permite actuar sobre el volumen. Para subirlo o bajarlo solo tenemos que desplazar la yema de nuestro dedo sobre ella.
El perfil del auricular izquierdo contiene el botón que nos permite activar la sincronización con una consola de Microsoft mediante el protocolo Xbox Wireless, así como una banda táctil similar a la del otro auricular, pero responsable en este caso de permitirnos actuar sobre la cancelación del ruido adaptativa para maximizarla o atenuarla si necesitamos percibir estímulos sonoros procedentes de nuestro entorno (por ejemplo, si caminamos por la calle con los auriculares mientras escuchamos música).
No obstante, nuestra interacción directa con los Beoplay Portal no acaba aquí. Y es que la superficie de aluminio ligeramente cepillado que recubre los dos recintos de estos auriculares es táctil, por lo que un doble toque sobre ella tendrá un efecto u otro dependiendo de la entrada de sonido que tengamos habilitada.
Si los auriculares están vinculados a un dispositivo vía Bluetooth un doble toque sobre la superficie de aluminio detendrá o iniciará la reproducción tal y como lo harían los botones físicos Play y Pause. Sin embargo, cuando están conectados a una consola Xbox ese mismo doble toque actúa silenciando el sonido tal y como lo haría el botón Mute, o bien recuperándolo si lo hemos deshabilitado previamente.
Aquí no acaba la funcionalidad de la superficie táctil. Si recibimos una llamada podremos aceptarla haciendo un doble toque sobre cualquiera de los dos auriculares, y si durante la llamada repetimos esta operación desactivaremos momentáneamente los micrófonos. La función asignada al doble toque varía dependiendo de la fuente de sonido activa, pero B&O lo ha resuelto de una forma intuitiva, por lo que no resulta difícil familiarizarse con esta interfaz.
Un último punto a favor de estos auriculares en este terreno: la sensibilidad de la superficie táctil es alta, lo que le permite recoger con precisión nuestros toques. La razón por la que algunos auriculares con control táctil me han dejado un sabor de boca agridulce consiste en que con frecuencia te obligan a repetir el toque, y esta insistencia obligada degrada la experiencia de uso. Pero esto no sucede con los Beoplay Portal porque responden al toque con una precisión inusual.
Suenan de maravilla, y no solo con videojuegos; también con música
Ahí va la que, en mi opinión, es la mayor virtud de estos auriculares: se sienten tan cómodos con la música como con los videojuegos, y esto no es en absoluto habitual en unos auriculares gaming. Esta polivalencia es un punto a su favor muy contundente que puede provocar que algunos usuarios acepten su precio con menos reticencias. No obstante, merece la pena que indaguemos más para conocer con más precisión sus prestaciones sonoras.
Os propongo que comencemos por su rendimiento con videojuegos porque, al fin y al cabo, ante todo son unos auriculares gaming. Como he mencionado unos párrafos más arriba, para probarlos los conecté a una consola Xbox Series X utilizando el protocolo Xbox Wireless. Estos Beoplay Portal son compatibles con la virtualización de sonido envolvente mediante Dolby Atmos, pero no con las tecnologías DTS Headphone:X y Windows Sonic, algo que se echa de menos en unos auriculares tan ambiciosos. Quién sabe, quizá en el futuro B&O habilite esta prestación a través de una actualización del firmware (crucemos los dedos para que esto suceda).
En cualquier caso, su sonido con videojuegos es espectacular. Su capacidad dinámica no se ve limitada cuando la acción se vuelve frenética en juegos como 'Gears 5', 'Halo 5: Guardians' o 'Crackdown 3'. Además, reproducen el extremo grave con una pegada monumental y un control irreprochable, dos características que demuestran que B&O no ha escatimado en la puesta a punto de los drivers y la amplificación de estos auriculares.
También me ha dejado muy buen sabor de boca su mínima distorsión, algo que es fácil percibir cuando los usas con un nivel de presión sonora considerable durante un periodo prolongado porque la fatiga auditiva que provocan es mínima. Si me ciño a su sonido con juegos estos Beoplay Portal no tienen absolutamente nada que envidiar a los Audeze Mobius que utilizo habitualmente. Eso sí, tienen algo que no está al alcance de estos últimos: con música los auriculares de B&O son claramente superiores.
Aquí tenéis algunos de los cortes que he utilizado para poner a prueba la calidad de sonido de estos auriculares con música. La selección es ecléctica porque nos interesa que estén representados géneros musicales muy diversos. Además, buena parte de estos temas está disponible en forma de archivo digital con calidad de máster de estudio (FLAC con una resolución de 24 bits y una frecuencia de muestreo de 96 kHz) y con calidad de CD (PCM de 16 bits y 44,1 kHz), por lo que los he escuchado en todas las versiones que tengo para poder comparar su sonido. Aquí tenéis los temas más representativos:
- ‘Stir it up’, de Bob Marley
- ‘You make me feel like a natural woman’, de Susan Wong
- ‘Redbud tree’, de Mark Knopfler
- ‘Autumn in Seattle’, de Tsuyoshi Yamamoto Trio
- ‘Spanish Harlem’, de Rebecca Pidgeon
- ‘You’ve got a friend’, de Susan Wong
- ‘Wasted time’, de Eagles
- ‘Vivaldi - Flute concerto in D’, Chesky Records
- ‘Stimela’, de Hugh Masekela
- ‘Lush life’, de Billy Strayhorn
- ‘Afro blue’, de Mongo Santamaria
- ‘April in Paris’, de Duke/Harburg
- ‘No sanctuary here’, de Chris Jones
- ‘Under the boardwalk’, de Mighty Echoes
Si la toma de sonido tiene buena calidad, y la de todos los temas que acabo de listar es impecable, estos auriculares nos entregan un nivel de detalle muy alto, especialmente cuando reproducen el extremo agudo y las frecuencias medias. La voz de Rebecca Pidgeon es suave y cálida, y la de Mark Knopfler, gruesa. Ambas tienen la textura que deben tener, y con los demás intérpretes sucede exactamente lo mismo.
Su extremo grave no es tan detallado como el resto del espectro de frecuencias, pero todo lo que he afirmado cuando hablaba de su rendimiento con videojuegos tanto en el terreno de las bajas frecuencias como en el de la dinámica sigue presente con la música. Incluso reproducen los transitorios (son sonidos intensos y de corta duración que muchos auriculares no consiguen restituir correctamente) con la precisión que cabe esperar de unos auriculares audiófilos que coquetean con la barrera de los 600 euros.
En definitiva, para concretar mi valoración de su calidad de sonido global, con videojuegos no tienen absolutamente nada que envidiar a los mejores auriculares gaming que he probado, entre los que se encuentran los Mobius de Audeze que he mencionado unas líneas más arriba. Y con música se codean de tú a tú con los auriculares audiófilos que se mueven en el intervalo de precio que va desde los 400 hasta los 600 euros. Reunir estas cualidades en un único producto es poco habitual, y es lo que permite a estos auriculares de B&O diferenciarse.
Además, la latencia que introducen con videojuegos es inapreciable. Al menos, honestamente, yo no la percibo por más que me he esforzado para identificarla. Por otro lado, los micrófonos recogen la voz del usuario con precisión incluso en presencia de ruido ambiental de cierta intensidad. En este terreno no tengo nada que objetar, aunque, eso sí, su cancelación del ruido activa, aunque está muy lograda, no iguala el rendimiento de las que nos proponen Sony, Apple o Bose en sus auriculares más avanzados.
Aún nos queda un cabo suelto: su autonomía. Este factor varía sensiblemente en función del volumen al que nos gusta utilizar los auriculares, del contenido que estemos reproduciendo y de la distancia a la que nos encontramos de la consola, entre otros parámetros. Con los enlaces Xbox Wireless y Bluetooth habilitados simultáneamente, la cancelación del ruido activada y un volumen moderado he medido 10 horas y 42 minutos.
Y conectados solo vía Bluetooth y con la cancelación del ruido activada durante mis pruebas han arrojado una autonomía de 22 horas y 56 minutos. Estas cifras no son punteras (los Sony WH-1000XM4, por ejemplo, son superiores en este ámbito), pero son muy competitivas. Por último, para cargar la batería al máximo cuando está completamente descargada debemos esperar aproximadamente tres horas.
B&O Beoplay Portal: la opinión de Xataka
Estos son unos auriculares para videojuegos atípicos. Su sobriedad estética los desmarca con mucha claridad de buena parte de los modelos para gaming, pero esto no tiene que ser necesariamente una desventaja. De hecho, es probable que algunos jugadores prefieran esta estética más discreta y un poco en la línea de la corriente que suelen seguir los auriculares con pedigrí audiófilo.
Las bazas que tienen a su favor estos Beoplay Portal son muy sólidas. Como hemos visto a lo largo del análisis están impecablemente acabados, su ergonomía es sobresaliente, nos proponen una interfaz que nos permite actuar sobre su comportamiento de una forma intuitiva y precisa, y, sobre todo, suenan fabulosamente bien tanto con videojuegos como con música. Incluso en aquellos apartados en los que otros modelos los superan, como son su autonomía y su cancelación del ruido activa, están a muy buen nivel.
No obstante, esto no significa que no tengan apartados mejorables. Como he mencionado unos párrafos más arriba, echo de menos la conectividad NFC y la compatibilidad con las tecnologías de codificación del sonido envolvente DTS Headphone:X y Windows Sonic. Pero su principal hándicap es su precio.
Creo que pocos jugadores se animarán a invertir tanto en sus auriculares como en una Xbox Series X o una PlayStation 5. Eso sí, si tenemos presente que son unos auténticos todoterreno que rinden con música como unos auriculares audiófilos de entre 400 y 600 euros, el panorama cambia. En estas coordenadas se consolidan como una opción que merece la pena tener muy en cuenta. Este es su auténtico as en la manga.
Beoplay Portal Grey Mist (Xbox)
Este producto ha sido cedido para el análisis por Bang & Olufsen. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.
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