'Curfew (Toque de queda)': un locurón de viaje de mil kilómetros en un mundo apocalíptico en la nueva y gamberra serie de Sky

Aunque no tiene el renombre de otras grandes cadenas de prestigio, Sky ha demostrado en más de una ocasión tener un ojo sensacional para sus producciones propias. Su filial italiana es la responsable de 'Gomorra' y en los últimos meses hemos visto propuestas brillantes como 'El milagro' y 'Patrick Melrose' a los que se les une ahora 'Curfew: Toque de queda', su nueva serie original que ha llegado recientemente a España.

La serie, de ocho episodios, está creada por Matthew Read, que aunque como escritor sus créditos son algo parcos ('El martillo de los dioses'), en televisión ha sido productor ejecutivo de un buen grupo de series medianamente interesantes como 'Taboo' o 'McMafia'. Por otra parte, en la dirección de los primeros episodios está Colm McCarthy, habitual de 'Peaky Blinders'.

El comienzo de 'Curfew' nos sitúa en Londres, pocos años después de la irrupción de un virus que convierte a sus afectados en "mooks", unas critaturas letales. Para contrarrestar la infección, el gobierno ha impuesto un toque de queda que comienza al anochecer. Para huir de la situación, unos pocos son elegidos para competir en una gran carrera clandestina cuyo trofeo es entrar en un Santuario.

Los que esperéis acción y adrenalina desde el primer minuto, siento deciros que tendréis que aguardar un poco todavía porque, quitando la escena de presentación de Michael (Malachi Kirby) y Ruby (Aimee-Ffion Edwards), el primer episodio de la serie es bastante tranquilo. Una calma que sirve para que vayamos viendo por qué corren algunos de los personajes.

En esta presentación (que incluye una ambiciosa "escena en 360º" alrededor del circo de salida) nos encontramos con los que parecen tres de los "equipos" más relevantes de 'Curfew'. Por un lado tenemos a Kaye (Phoebe Fox), una joven paramédico cuya madre fue una brillante investigadora médico clave en la enfermedad que asoló el país. Ella formará equipo con Ruby, su hermana, y Michael para llevar su ambulancia en una carrera de mil kilómetros.

Por otro lado nos encontramos con los Donahue, una familia que se ve obligada a participar porque su seguridad se ve comprometida debido a que Roman (Ike Bennett) posee información confidencial que podrían indicar que el virus ha sido creado en un laboratorio gubernamental. Finalmente, tenemos al General (Sean Bean), toda una leyenda que busca comenzar de cero, y su novia Faith (Rose Williams), embarazada en las últimas semanas de gestación.

Aunque el peso parece llevado por estos tres equipos, la serie no se limita a ellos. De hecho el cuarto episodio nos hace la presentación de Joker Jones (Billy Zane), líder del equipo más estrafalario y llamativo de la competición... el más "autos locos" de todos.

Una serie que mezcla diversión y épica de manera acertada

El que este último grupo sea el que mayor vis comica le da a la serie no quiere decir que el resto sea muy dramático. 'Curfew (Toque de queda)' es un drama ligero lleno de momentos de alivios cómicos y un toque de humor gamberro bastante delicioso y oportuno... sin dejar de ser una propuesta madura.

Y, si os asusta la tranquilidad, no os preocupéis porque en cuanto arranca la competición tendremos grandes momentos de choques, giros imposibles, explosiones, criaturas y altercados con las fuerzas de seguridad.

Sin embargo, para mi gusto hay algo que lastra algo el potencial de la serie y es que tiene la necesidad de ser más trascendental de lo que le pide el cuerpo. Parece que cada participante deba tener una gran razón por la que participar que no sea simplemente "huir" de allí. Que no todos son unos psicópatas dispuestos a destruirlo todo con tal de ganar el premio final. La verdad, si el 90% de los personajes, lo fueran, yo no tendría ningún problema.

Ahí yo reconozco que juega en contra mi pequeña manía al uso del flashback como recurso para profundizar en los personajes y dotarles de matices en vez de mostrar en ellos escenas relevantes. Si bien es un modo como otro cualquiera, a menudo queda como una excusa para no trabajar con el presente de los personajes y cómo funcionan sus relaciones y reacciones más a nivel interpretativo.

Creo que, en este sentido, hay más un problema de redundancia que de otra cosa. Unas ganas por parte de Matthew Read y el resto de guionistas de que conozcamos doblemente (más no es mejor) a los personajes. A veces son útiles, otras veces no, pero logran su objetivo y dejan con ganas de más. Al finalizar el tercer episodio, queremos saber todavía más de ellos y de si llegarán, o no, a su destino.

A pesar de que a veces se toma demasiado en serio a sí misma (pide algo de paciencia al principio en este sentido), 'Curfew (Toque de queda)' es una pequeña macarrada frenética que se disfruta bastante bien y queda en un equilibrio perfecto entre los Autos Locos y Mad Max sin dejar de lado a sus protagonistas.

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