Dell Chromebook 11 3189, análisis: demasiado precio para un Chrome OS que aún debe madurar

Los Chromebooks empiezan a madurar y a entrar en una fase interesante desde que su sistema operativo, Chrome OS, se ha hecho compatible con Google Play y las aplicaciones de Android. En este contexto, a principios de año Dell lanzó su nueva horneada de Chromebooks de 11 y 13 pulgadas, entre los que se encuentra el Chromebook 11 3189 que hemos estado probando.

Se trata de un interesante dispositivo con una pantalla táctil con la que tratar de aprovechar la compatibilidad de Chrome OS con Android, 4 GB de RAM y un precio que quizá se va un poco más arriba de lo que nos tienen acostumbrado los Chromebooks. ¿Será suficiente para encontrar un hueco en el mercado?

Dell Chromebook 11 3189, especificaciones

La misión de Dell con este dispositivo es ofrecernos la mejor experiencia posible a un precio no demasiado alocado. Pero antes de entrar a valorar hasta qué punto lo ha conseguido, vamos a pararnos a repasar primero su hoja de especificaciones para ver cuales son las armas con las que quiere asaltar el mercado.

Dell Chromebook 11 3189

Pantalla

LCD 11,6 pulgadas

Resolución

1366 x 768

Procesador

Intel Celeron N3060 a 1.6 GHz

Gráficos

Intel HD Graphics 400

RAM

4 GB

Almacenamiento

eMMC de 16 GB

Sistema Operativo

Chrome OS

Conectividad

WLAN: 802.11 ac/a/b/g/n Bluetooth 4.2

Puertos

1 conector combinado para micrófono y auriculares 1 lector de tarjetas microSD 2 USB 3.1 Gen 1 1 HDMI de tamaño completo

Dimensiones

20,75 x 303,8 x 207,9 mm

Peso

1,46 kg

Batería

42 WHr

Precio

419 euros

Como vemos en la tabla de especificaciones, lo que marca el caracter de este dispositivo es su pantalla LCD de 11,6 pulgadas con resolución HD de 768p. Es una resolución suficiente para apreciar contenidos de alta definición y que cuida bien de la duración de la batería, pero claro, está por ver hasta qué punto acaba jugándole en contra.

El procesador elegido ha sido un Intel Celeron N3060 con frecuencia de 1.6 GHz, que viene acompañado de una modesta gráfica integrada Intel HD Graphics 400. Aunque pueda parecer algo escaso, no nos tiene que sorprender teniendo en cuenta que es un dispositivo pensado para el ámbito estudiantil, y no para jugar ni darle mucha caña a la gráfica.

El Chromebook cuenta con una memoria RAM de 4 GB que debería ser suficiente para alimentar las exigencias de Chrome y tener una buena multifunción. En cuanto al almacenamiento interno nos encontramos con una memoria eMMC de 16 GB ampliable mediante microSD con la que Dell confía casi ciegamente en el aprovechamiento de la nube de Chrome OS.

Y en la sección de puertos y conectividad nos encontramos con casi todo lo que cabría esperar de un dispositivo como este. Nos deja sin embargo un pequeño sabor agridulce, ya que por una parte han tenido el acierto de haber incluído un puerto HDMI de tamaño completo pero no un lector para tarjetas SD grandes.

El dispositivo tiene un tamaño de 20,75 x 303,8 x 207,9 milímetros, y un peso de 1,46 kilogramos. La batería es de 42 WHr, la misma que utiliza en otros portátiles bastante superiores y que debería darnos unas cuantas horas de autonomía. Diez según el fabricante, pero eso está por ver.

Dell Chromebook 11 3189, análisis en vídeo

Diseño poco ambicioso, pero con personalidad

Está acabado en policarbonato con una capa brillante en la tapa

El Chromebook de Dell me ha dejado sensaciones encontradas en cuanto al diseño, puesto que habiendo cosas que me han gustado bastante hay otras que no me han gustado nada. Un ejemplo es su diseño exterior, que es bastante conformista en cuanto a materiales empleados, pero que me ha sorprendido gratamente con unas líneas de diseño que le dan mucha personalidad.

Para empezar tenemos los materiales, en los que no han prestado demasiada atención. Es policarbonato recubierto con una capa brillante en la tapa, y con unos bordes ligeramente gomosos. Esto por una parte le resta del encanto y la sensación de calidad que pueden transmitir los materiales metálicos, pero por otra le da una resistencia y versatilidad más propicia de un dispositivo pensado para el ámbito educacional.

Diseño curvo y redondeado.

No es un portátil fino sino robusto, y es demasiado grande y pesado para ser un once pulgadas. En esto podríamos decir que Dell no ha sabido sacarle el mejor provecho al tamaño, sobre todo teniendo en cuenta su precio, pero por otra parte no puedo dejar de admitir que me ha gustado mucho su estética de esquinas redondeadas. Todo son curvas, y eso le da cierta personalidad frente a otros dispositivos.

Marcos excesivos en la pantalla, da la sensación de que podría haber sido un poco más pequeño

Pero lo que menos me ha gustado me lo he encontrado cuando lo he abierto, y son los unos marcos muy excesivos en la pantalla. Es como si estuviera diseñado para una pantalla de 13 pulgadas, y ver tanto borde negro alrededor hace parecer a la que tiene aún más pequeña de lo que ya es.

Entiendo que todo este espacio de sobra de la pantalla ha sido un sacrificio que han tenido que hacer a cambio de meter un mayor teclado para ofrecer una mejor experiencia de escritura, pero ahí también podrían haber ajustado un poco. Se han permitido el lujo de espaciar bastante las teclas, y eso hace que te de la sensación de que podrían haber hecho un poco más por el tamaño total.

El marco de la pantalla de hecho no tiene más que el logo del fabricante en la parte inferior y la webcam y el micrófono en la superior. Esta webcam cumple con su cometido sin volvernos demasiado locos, y en cuanto a las teclas, aquí sí que hay que decir que el acabado en policarbonato les da un tacto muy agradable.

El touchpad tampoco es uno de sus puntos fuertes. Lo he encontrado bastante pequeño, lo cual siempre te limita, y me parece que Dell podría haberlo hecho un poco mejor en cuanto a su sensibilidad. Esto de poco le va a importar a quienes vayan a utilizar un ratón, pero de no ser así te encontrarás teniendo que ir un poco más despacio de lo que te gustaría para poder hacer todos los gestos correctamente.

Por último, teclado y pantalla están diseñados en dos piezas diferentes, que están unidos con unas bisagras para poder girar la pantalla 360 grados y convertir el dispositivo en tableta. La bisagra cumple perfectamente su función y no me ha dado ningún problema. También han acertado en mantener el mismo color gris y el material de policarbonato para conseguir un diseño uniforme.

Una pantalla de aprobado raspado

La pantalla que Dell ha decidido ponerle a este Chromebook cumple con un aprobado raspado. Sí, es táctil y ofrece una resolución HD, pero bastante ajustada. Particularmente las once pulgadas también se me quedan pequeñas, sobre todo sobrando tanto espacio como demuestran sus marcos, aunque entiendo que haya frente que prefiera equipos más pequeños.

Su acabado es brillante, tiene una temperatura bien ajustada y un control de brillo que hace que no se cansen demasiado los ojos. Pero uno de sus mayores problemas son las huellas, que se marcan y mucho, y eso es algo que a mi parecer le pasa factura a un dispositivo cuyo sistema operativo permite utilizar aplicaciones que tendremos que manejar tocándola.

Si te fijas bien, en la pantalla enseguida se quedan marcadas muchas huellas

En cuanto a la resolución, esta es exactamente de 768p. No llega por lo tanto ni siquiera al FullHD, y eso es un problema en cuanto a se la compare con la de otros ordenadores. Sin embargo, yo soy de los que piensa que en once pulgadas tampoco se nota demasiado la diferencia, por lo que me parece un sacrificio asumible a cambio de una mayor autonomía.

Sus ángulos de visión no son los mejores que te encontrarás en un portátil, ya que a partir de los 30 grados se empieza a ver considerablemente peor. Esto, unido a que es una pantalla con acabado brillante, te obliga a que necesariamente tengas que mirar de frente el Chromebook, y puede llegar a suponer un problema en ambientes con mucha luz cuando le quieres enseñar algo a alguien.

Chrome OS sin Android de serie

Uno de los grandes atractivos de este equipo es su sistema operativo, Chrome OS. Está desarrollado por Google a partir del navegador Chrome y sobre un núcleo Linux, y su principal virtud es que promete ser lo suficientemente ligero como para hacer funcionar correctamente equipos con hardware limitado como el de este portátil.

Tenía muchas ganas de volver a probarlo, y lamentablemente no lo he visto tan maduro como me hubiera gustado. Su gran atractivo es la integración de Google Play y las aplicaciones de Android, pero el Chromebook 11 de Dell no tiene esta característica activada todavía. He podido activarla después, pero para ello he tenido que enredar en la configuración más de lo que a cualquier usuario de a pie le gustaría tener que hacer.

Sin Android, lo que tenemos básicamente es Chrome disfrazado de sistema operativo

Sin Android, lo que tenemos básicamente es Chrome disfrazado de sistema operativo. Casi todas las aplicaciones que se instalan son webapps que se abren en ventanas del navegador, y la única diferencia es que hay un gestor de archivos y un menú más extenso de opciones con alguna que otra característica más.

Teniendo en cuenta que estos son equipos planteados para sacar partido de la nube y sin casi almacenamiento interno está bien pensado, ya que cubrirá nuestras necesidades el 90% de las ocasiones. Pero claro, cuando estamos en una zona en la que no tenemos conexión a Internet el sistema operativo queda mutilado.

La sección de aplicaciones offline de la tienda de Chrome no nos da muchas alegrías.

Google ha trabajado intentar solucionar este problema dándole características offline a la mayoría de sus aplicaciones, como por ejemplo su suite ofimática de Google Drive. Pero el resto de desarrolladores no se han esforzado tanto, y siguen conformándose con ofrecer las mismas aplicaciones que te encuentras en el navegador.

La solución de Google a este problema ha sido la de crear en esta tienda de apps una opción para mostrar únicamente las aplicaciones que funcionan offline. Es una buena idea, pero hace destacar el gran problema del sistema operativo: la falta de aplicaciones oficiales o clientes específico de servicios de primer nivel.

Y es aquí donde viene al rescate la compatibilidad con Google Play, esa gran olvidada por Dell. Con las aplicaciones para Android la cosa cambia bastante. Hay que tener en cuenta que a día de hoy es prácticamente el sistema operativo más utilizado del mundo por encima de Windows, por lo que su repertorio de apps le dan a Chrome OS casi todo lo que puedes necesitar.

Aún así la experiencia no es heterogenea. Hay algunas aplicaciones de Android que, como Spotify, te permiten pasar del modo móvil al tableta para poder aprovechar toda la pantalla del Chromebook. Pero hay otras que sólo se ven en modo móvil, por lo que ocupan un espacio vertical que no aprovecha la pantalla y la experiencia al utilizarlas no termina de ser tan buena como podría.

Pese a todo, gracias a las aplicaciones de Android podemos considerar a Chrome OS un sistema operativo mucho más maduro y con un muy buen repertorio de software para hacer todo lo que necesites. Quizá falta alguna que otra herramienta de edición avanzada, esto ya es cuestión de gustos y necesidades, pero todo llegará. Ya sólo falta que estas aplicaciones con Android vengan habilitadas por defecto para que no haya nada que reprocharle al dispositivo.

Mal rendimiento si nos ponemos exigentes

Medir el rendimiento con un dispositivo con un sistema operativo tan particular como un Chromebook es siempre algo complicado. Es un portátil con un sistema operativo "de sobremesa", pero hemos tenido que pasarle bancos de prueba de Android para poder echarle una ojeada al rendimiento que nos ofrece sobre el papel.

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AnTuTu por ejemplo le da una nota general de 62408 puntos, lejos un Top50 de la aplicación en la que en último lugar nos encontramos con los Sony Xperia Z5 y Meizu PRO 5 con 83957 y 83857 puntos respectivamente. Mientras, Geekbanch le otorga una puntuación de 1133 que le pone en su ranking entre dispositivos como el LG G4 o el Motorola Moto X Style.

Pero pese a que no son números demasiado impresionantes, hay que decir que el Chromebook de Dell cumple de forma bastante eficiente su cometido principal. La experiencia a la hora de utilizar el sistema operativo y navegar por webs convencionales es sobresaliente, y con la mayoría de aplicaciones de Android pues también he tenido muy gratos resultados.

Ni siquiera el Candy Crush funciona con fluidez. Olvídate de jugar.

Sin embargo, a la hora de exigirle un poco más la cosa cambia. Por ejemplo, he notado que en ocasiones se ralentiza con contenidos multimedia como los vídeos de YouTube, sobre todo cuando tienes varias pestañas abiertas en el navegador.

A la hora de utilizar Android para jugar volvemos a notar que el dispositivo no se ha hecho pensando en el rendimiento gráfico. Esto quiere decir que muchos juegos funcionarán lento y mal, tanto los títulos más exigentes del catálogo de Android como otros más casuales como un Candy Crush que, por cierto, funciona incluso peor a través de la web.

En cuanto a la batería, este es sin duda uno de los puntos más fuertes del dispositivo. No nos ha llegado a las 10 horas que promete el fabricante, pero con las pruebas de rendimiento de batería de PCMark nos ha llegado a dar nueve horazas de funcionamiento ininterrumpido. Sin duda una muy buena autonomía que tenemos que entender que será menor si empezamos a utilizar aplicaciones Android más exigentes.

Otro aspecto a tener en cuenta y sin el que no queremos acabar este apartado de rendimiento es el de sus puertos. Estamos ante un dispositivo con únicamente 16 GB de almacenamiento interno, a todas luces insuficiente, pero por lo menos podemos ampliarlo mediante tarjetas microSD.

Los dos puertos USB también son bastante útiles, ya no sólo porque permiten conectar periféricos como ratones, sino porque también podemos utilizarlo para reproducir contenidos multimedia que de otra manera llenarían enseguida la memoria interna. En este aspecto, el incluir un HDMI completo se me antoja una grandísima decisión. Eso sí, para ser el compañero de viajes perfecto hubiera necesitado una ranura de tarjetas SD completas para editar, por ejemplo, las fotos de tu cámara.

Dell Chromebook 11 3189, la opinión de Xataka

Este nuevo Chromebook 11 de Dell representa un paso más en la evolución de los equipos con Chrome OS. Hasta ahora eran dispositivos extremadamente básicos que únicamente nos permitían utilizar aplicaciones web, y eso los limitaba, pero con la integración de Android el catálogo de posibilidades ha aumentado exponencialmente.

Android prácticamente ya tiene más usuarios que Windows, y eso se traduce en más y a veces mejores aplicaciones y clientes de diferentes servicios. Por lo tanto, hemos podido comprobar que el de Google empieza a ser por fin un sistema operativo mucho más maduro y con más finalidades. Pero claro, de nada sirve esto si haces como Dell y dejas todas esas cosas fuera por defecto.

En cuanto al ordenador en sí, sus materiales no deslumbran visualmente pero transmiten dureza y durabilidad, y su diseño redondeado le da personalidad y le hace destacar. La pantalla se queda bastante atrás, pero a cambio tenemos una enorme autonomía y casi todos los puertos que podamos necesitar.

El gran handicap al que se va a enfrentar este dispositivo es su precio. Por materiales, su pantalla y el bajo rendimiento que ofrece cuando utilizamos aplicaciones exigentes no debería haber llegado hasta los 419 euros que cuesta. Por ese dinero puedes encontrarte un portatil con Windows que seguro te ofrece un rendimiento parecido y no tendrá la curva de aprendizaje de Chrome OS.

6,5

Diseño 6
Pantalla 6
Rendimiento 5
Teclado y trackpad 7
Software 6
Autonomia 9

A favor

  • Compatible con Android
  • Autonomía sobresaliente
  • Buena colección de puertos

En contra

  • Precio excesivo
  • Rendimiento con apps exigentes
  • Google Play no viene configurado de serie

El ordenador ha sido cedido para la prueba por parte de DELL. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas

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