El DJI Mini 3 llega para seguir acrecentando el mercado de drones más accesibles para el gran público, no solo por su facilidad a la hora de utilizarlos, sino también por ser algo más económico que el resto de drones de la compañía. Este nuevo dron ocupa el lugar del DJI Mini 2, y lo hace con algunas mejoras y nuevas funciones que prometen hacerlo más interesante para la creación de contenido.
He tenido la ocasión de probarlo para hacer este análisis y voy a mostraros por qué pienso que es un dron perfecto para iniciarse, aunque su relación calidad-precio no esté en el punto más óptimo.
Ficha técnica del DJI Mini 3
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DJI MINI 3 |
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DIMENSIONES Y PESO |
Plegado (sin hélices): 148 × 90 × 62 mm Desplegada (con hélices): 251 × 362 × 72 mm 248 g |
FRECUENCIA DE FUNCIONAMIENTO |
2.400-2.4835 GHz |
DISTANCIA DE TRANSMISIÓN |
FCC: 10 km |
SENSOR |
CMOS 1/1.3" |
OBJETIVO |
Campo de visión: 82.1° |
TAMAÑO DE IMAGEN |
Disparo único: 12 MP |
TAMAÑO DEL VÍDEO |
4K: 3840×2160 a 24/25/30 fps |
batería |
2453 mAh |
APP |
DJI Fly |
PRECIO |
Desde 489 euros |
Un diseño que nos suena y un tamaño reducido
El DJI Mini 3 bebe muchísimo del diseño del DJI Mini 2. Tenemos un dispositivo que pesa menos de 250 gramos incluso con la batería integrada, lo cual facilita mucho su vuelo ya que se le aplican menos restricciones. Los drones que superan este peso sí que tienen muchas más regulaciones, restricciones y permisos, al menos en España. Por este motivo la ventaja que tienen los modelos Mini es que son mucho más accesibles que el resto de modelos del catálogo.
A nivel de construcción, el DJI Mini 3 vuelve a repetir con un cuerpo de plástico y tiene un tamaño bastante reducido. Como su antecesor, las alas se pueden plegar para reducir aún más su tamaño para poder guardarlo en cualquier bolsa o mochila sin mayor problema. Para que os hagáis una idea, su tamaño es prácticamente similar al de cualquier teléfono grande que tenemos hoy en día en el mercado.
Lo único que no me ha gustado es que, esta generación tampoco cuenta con sensores frontales y laterales que hagan que el vuelo sea mucho más seguro de cara a detectar obstáculos. Únicamente tenemos dos sensores inferiores que permiten medir la altura a la que se encuentra la aeronave, algo que ya teníamos en la pasada generación. Donde sí tenemos más sensores, es en el DJI Mini 3 Pro, un modelo que la compañía lanzó al mercado antes que el DJI Mini 3 y del que os hablaré en alguna ocasión a lo largo del análisis, para que podáis conocer algunas diferencias entre un modelo y el otro.
Sea como sea el DJI Mini 3 es un producto de calidad y no se siente frágil al tacto. Es cierto que en mi experiencia con él no he tenido ningún percance ni ningún choque con él, por lo que no puedo confirmar la dureza del dispositivo frente a un accidente. Por lo general, los drones de la compañía suelen aguantar bastante bien los impactos, y su diseño está pensado para que no afecten a ningún componente importante del mismo.
Hablemos de la cámara
Voy a hablar ahora de la nueva cámara integrada en este DJI Mini 3 para que veamos el salto entre esta nueva generación y la anterior. Para empezar, viajamos al pasado para recordar que el DJI Mini 2 contaba con un sensor CMOS de 1/2.3" CMOS. Con él, podíamos grabar vídeo con una resolución 4K a un máximo de 30 fotogramas por segundo y hacer fotografía con una resolución máxima de 12MP.
En esta nueva generación, DJI ha implementado ciertas mejoras con un nuevo sensor CMOS más grande de 1/1.3" y con un sensor de 48MP. Esto, añadido a la lente con apertura fija f/1.7, a un nuevo sistema de ISO Dual, y a un sistema de grabación nativa con HDR, supone que el sensor sea capaz de mejorar la captura de detalles, además de mejorar bastante el rango dinámico de las tomas, algo que se nota sobre todo cuando grabamos a contraluz.
Como veis, tenemos mejoras a nivel de resolución y tamaño del sensor, pero la mala noticia es que el DJI Mini 3 no las aprovecha todo lo que debería. Es un dispositivo que, a pesar de tener la misma cámara y estabilizador que el DJI Mini 3 Pro, no cambia mucho con respecto a la generación anterior porque llega limitado en algunas funciones y parámetros. Las últimas mejoras y avances se las queda de forma total el DJI Mini 3 Pro del que os hablaba antes, algo que tiene cierto sentido existiendo un modelo normal y uno pro.
De esta manera, la cámara del DJI Mini 3 únicamente nos dejará grabar hasta un máximo de 4K de resolución a 30 fotogramas por segundo, algo que ya alcanzamos en la pasada generación. Si queremos grabar a 60fps, tendremos que bajar la resolución a 2’7K o a 1080p. Y por otro lado, a pesar de tener un sensor de 48MP, únicamente podremos capturar fotografías a 12MP. Lo bueno es que en modo foto podemos elegir el formato, tanto JPG como RAW.
Y luego, otras funciones que no podremos modificar con este DJI Mini 3, y que es interesante que sepáis, son las del formato de grabación, que está limitado a MP4, el modo de color que se queda limitado en normal y el códec de vídeo, que en este caso es de H.264.
¿Esto es un problema? No. Ya podéis comprobar la buena calidad que nos ofrece este dispositivo en los clips de vídeo que he grabado y que hay repartidos a lo largo del análisis. Con estos ajustes predeterminados, aunque no tengamos mucha libertad de configuración, podemos tener una calidad buenísima que va a ser más que suficiente para capturar vídeos y fotos con el DJI Mini 3 sin ningún tipo de problema.
Con estos recortes, DJI deja claro que este DJI Mini 3 está más enfocado para todos aquellos usuarios que quieran iniciarse en el mundo de los drones y que no se quieran complicar mucho a la hora de configurar la cámara, o a la hora de grabar. Es decir, no hay que tener muchísimos conocimientos de vídeo para poder conseguir tomas espectaculares con este dron.
En cambio, el DJI Mini 3 Pro sí que tiene mucho más margen a la hora de configurar parámetros, sus ajustes nos dan más opciones para poder editar algo que, sin duda, podrán aprovechar otros usuarios más de cara a su trabajo profesional.
Algo importante que debemos saber es que la cámara del DJI Mini 3 viene muy bien acompañada por un estabilizador mecánico de tres ejes, que, aunque puede parecer similar al que tuvimos en el DJI Mini 2, se ha mejorado para tener un mayor rango de acción, tanto en la inclinación (de −135° a 80°) , en la rotación ( de −135° a 45°) y en el paneo de −30° a 30°.
Como podía esperar, su funcionamiento es muy sólido y fluido otorgando una estabilidad perfecta mientras tenemos la aeronave en el cielo. En todas las pruebas y grabaciones que he hecho no he tenido ni un solo plano movido o con vibraciones extrañas, así que muy buen trabajo aquí.
DJI ha sabido cómo adaptarse al máximo a los tiempos que corren en torno a la creación de contenido y un añadido que me ha gustado especialmente es que, con esta nueva generación, tenemos la posibilidad de rotar el sensor de la cámara un total de 90º, con tan solo tocar un botón del mando.
De esta manera, podremos grabar tomas en vertical con el DJI Mini 3 para que estén totalmente adaptadas para las redes sociales que aprovechan este formato como TikTok, los reels de Instagram, o los shorts de Youtube. Es una función muy chula, cómoda y que podremos cambiar en un segundo, durante el vuelo, con tan solo pulsar un botón.
Después de las pruebas que he realizado de grabación, las mejoras del sensor ayudan a esta nueva generación a mejorar las imágenes obtenidas, sobre todo a nivel de rango dinámico. La calidad está presente en todo momento y, a pesar de no aprovechar al máximo este sensor como sí que hace el modelo pro, nos va a sobrar para crear contenido espectacular, incluso teniendo activados los parámetros predeterminados.
DJI RC, el complemento ideal para este dron
Lo que no había probado hasta el momento es el DJI RC, el nuevo mando que esta compañía lanzó al mercado junto al DJI Mini 3 Pro y que, como veis, también es compatible con el DJI Mini 3, además de con otros drones de la compañía. Por desgracia no es compatible con la generación anterior, así que no podremos aprovecharlo para el DJI Mini 2. Hubiera sido un puntazo, la verdad.
Lo más característico de este nuevo controlador es que ahora integra una pantalla táctil de 5’5 pulgadas con una resolución Full HD de 1920x1080. Me ha encantado, porque así no tienes que utilizar tu teléfono para utilizarlo como visor, como ocurría con el DJI Mini 2. Sobre el panel me ha sorprendido la buena respuesta táctil que ofrece, además de la buena capacidad de brillo que tiene. Por tanto, no tendremos ningún problema de visibilidad cuando el día esté muy soleado y la luz incida directamente sobre la pantalla.
También me ha gustado mucho su ergonomía. A pesar de ser un mando bastante grande, creo que es un dispositivo muy cómodo de usar con las dos manos. Además, en este nuevo modelo se han introducido dos botones en la parte trasera, de muy fácil acceso, que podremos configurar como accesos directos para que el dron realice la función que queramos. La idea es tener un control total del dron durante el vuelo, y con este mando esa tarea se consigue sin problema.
A nivel de autonomía, el mando ha sido capaz de sobrevivir sin recargas a siete vuelos de una media hora cada uno. En una jornada normal de vuelo, podemos salir sin miedo a que la autonomía se agote. Punto positivo.
Y hablando de control de vuelo, el DJI Mini 3 se maneja de forma muy fácil, intuitiva, y precisa. Este modelo cuenta con el sistema de transmisión DJI O2 que, básicamente, tiene las mismas características que el OcuSync 2.0 que tenía la anterior generación.
En este apartado el modelo Pro también tiene más atractivo, ya que su sistema de transmisión es el DJI O3, que mejora algunos parámetros como la latencia, o la conectividad del dron con el mando.
Pero vamos, puedo decir que el DJI O2 funciona perfectamente, y durante mi experiencia con este DJI Mini 3 no he tenido ni un solo problema a la hora de volar el dron, ni tampoco a la hora de poder ver el contenido que está capturando con la cámara.
Un vuelo bajo control y de calidad
Hablando del control y si ya habéis probado un dron similar de DJI en el pasado no vais a tener ningún problema porque el control es exactamente el mismo, y recuerda mucho al de un videojuego de naves. Si por el contrario, es la primera vez que os enfrentáis a los mandos de un dron, el control es muy sencillo e intuitivo y no os costará mucho acostumbraros a él. Eso sí, os aconsejo que los primeros vuelos que hagáis sean en entornos espaciosos y seguros para que os familiariceis con todos los controles.
Tal y como la marca nos tiene acostumbrados, el vuelo manual que podemos controlar con el mando se distribuye en tres modos: Cine, Normal y Sport. Estas modalidades permiten modificar la velocidad a la que vuela el dron para poder tener tomas más cinemáticas, o más dinámicas, variando la velocidad de la aeronave. Con el modo cine la velocidad máxima del dron será de 6m/s, el modo normal aumenta la velocidad a 10m/s y el modo sport lleva la velocidad a su máximo con 16m/s.
Al igual que ocurría con el DJI Mini 2, en esta nueva generación también podemos aprovechar los modos de vuelo rápidos, o Quick Shots, los cuales son exactamente los mismos: Dronie, Espiral, Cohete, Órbita y Boomerang.
Otro punto fundamental a tener en cuenta si estáis leyendo este análisis y es la primera vez que vas a comprar un dron, o vas a probarlo durante un tiempo, es que tengas en cuenta las restricciones que impongan los decretos del país donde residas. En España, la legislación que se aplica a los drones va cambiando conforme pasan los años y sus regulaciones suelen ser muy estrictas.
Por tanto, mi consejo aquí es que os informéis bastante bien en las páginas oficiales de los diferentes organismos. En el caso de España yo siempre consulto el mapa recreativo de ENAIRE, que es un organismo oficial que te informa en todo momento de todas las restricciones que hay a la hora de volar un dron, en cualquier localidad de nuestro país.
Como añadido en España, para poder volar cualquier aeronave de cualquier tipo, también es obligatorio registrarse como operador de drones/UAS. Es un trámite sencillo, gratuito y en el caso de los drones de menos de 250 gramos no es necesario tener ningún curso de pilotos para poder tramitarlo. La actividad de volar drones y de crear contenido con ellos es divertidísima, pero hay que tener en cuenta muchas cosas antes de poder hacerla, en favor de la seguridad de todos.
Una autonomía que mejora
Uno de los apartados que más margen de mejoría tenía el DJI Mini 2 era la autonomía de las baterías. Y tengo buenas noticias, porque en esta generación se ha mejorado. Para empezar, la capacidad ha subido de 2.250 a 2.450 mAh, y todo ello sin subir el peso, aunque el formato de la batería haya cambiado. Sobre el papel, no es un cambio muy significativo pero, después de mi experiencia, puedo decir que las baterías están mucho mejor optimizadas. Gracias a esto, los vuelos del DJI Mini 3 son más duraderos que los de la pasada generación, lo cual es muy positivo.
De unos 20 o 25 minutos de vuelo en el DJI Mini 2, hemos pasado a unos 35 minutos de media, aproximadamente en el DJI Mini 3. Esto dependerá de varios factores, como el modo de vuelo que usemos, el tipo de resolución que elijamos a la hora de grabar, o las condiciones meteorológicas, sobre todo del viento. Los datos que yo he recogido, hay que tener en cuenta que son con vuelos y pruebas exigentes, ya que en todo momento he hecho vuelos continuos, sin paradas, con el modo de vuelo normal, y grabando en 4K.
Así que creo que la compañía ha hecho un buen trabajo en este apartado, ya que ganamos 10 o 15 minutos más de autonomía, por cada batería cargada al máximo, lo cual, parece que no, pero se nota mucho.
Dentro de este apartado, DJI también ha mejorado las cifras de recarga de sus baterías. Yo he tenido la oportunidad de probar el centro de carga bidireccional, que nos permite cargar hasta tres baterías del DJI Mini 3, y cada una de ellas tardó cerca de una hora en recargarse, por lo que, si usamos 3 baterías, tardaremos unas 3 horas en total. Son tiempos bastante mejores que los que tuve con la pasada generación.
Para ir aterrizando este análisis voy a hablaros del precio y de las alternativas que tenemos en comparación a este DJI Mini 3. Como os he contado ya, la gama Mini de DJI es una opción de lo más interesante para todos aquellos usuarios que quieran iniciarse en el mundo de los drones, enfocado sobre todo a la creación de contenido. Pero esto no quiere decir que vaya a ser barato. De hecho, los precios han subido mucho en comparación a la pasada generación, y esto es lo que menos me ha gustado de todo el análisis.
Es cierto que hay propuestas más económicas de la propia compañía, como los modelos SE, pero si tienes ganas y dinero, creo que la opción del modelo Mini puede compensar. Con el DJI Mini 3, la compañía da un salto de calidad, con un nuevo sensor de cámara que mejora en cierta medida la calidad que teníamos en la anterior generación, así como con unas mejores cifras de autonomía real. Por no hablar de la posibilidad de hacer vídeos en vertical de forma nativa, que personalmente, me parece un puntazo. Además, el control sigue siendo tan fácil y tan intuitivo como siempre, algo que ayuda a los usuarios más novatos.
Con todo esto en mente, el DJI Mini 3 llega al mercado con un precio base de 489 euros, sin mando, con una batería y con un pack de helices de repuesto. Esta puede ser una opción interesante para los que ya tengan un mando de la compañía compatible, u otros accesorios.
En cambio, si necesitamos un mando, el precio se incrementa, y no poco. Si queremos el dron y el mando tradicional, sin pantalla, es decir el DJI RC-N1, el precio aumenta a los 579 euros. Y si queremos el dron acompañado del nuevo DJI RC con pantalla, la cosa ya asciende a los 749 euros. Es un precio que se aleja de esa gama de iniciación. Y la cosa no acaba aquí.
De cara a este tipo de dispositivos, yo siempre he recomendado los packs ‘Vuela Más’ o ‘Fly More Combo’ que ofrece DJI, ya que incluye dos batería extra, y un centro de carga para cargarlas. Esto me parece obligatorio, independientemente del tipo de dron que queramos comprar.
Organizar un viaje para volar un dron y grabar vídeos, teniendo una sola batería que nos de una autonomía de 30 minutos no merece la pena para nada. En ningún escenario. Por tanto, si queremos el DJI Mini 3 con su pack ‘Vuela Más’, el precio asciende hasta los 938 euros. Y claro, una vez más, esta cifra se aleja de la gama de iniciación, y más teniendo en cuenta que el mismo pack del DJI Mini 2 sale por 599 euros.
¿Si lo puedes pagar? Perfecto. Me parece un dispositivo genial, de muy buena calidad, y que podremos aprovechar durante muchos años. Pero su precio de salida para poder aprovechar al máximo la experiencia, me parece algo elevado como para poder recomendarlo a alguien en un primer momento. Hay alternativas más económicas, de la propia compañía o de otras.
De hecho, si este es nuestro caso, me iría a por los modelos SE. Por ejemplo, el DJI Mini 2 SE con el pack vuela más tiene un precio de 489 euros, prácticamente la mitad que el DJI Mini 3 con el mismo pack. Eso sí, hay que tener en cuenta que las prestaciones son mucho menores en todos los sentidos. Si estamos dispuestos a hacer concesiones, entrar en el mundo de los drones no tiene por qué ser tan caro.
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