El entusiasmo con que recibimos al mando Elite de Xbox One fue directamente proporcional al jarro de agua fría que muchos se llevaron al ver el precio: 150 dólares. ¿Caro para un mando? Depende, porque los accesorios de esta categoría andan ahí y tan solo hay que fijarse en los mastodónticos (y también personalizables) sticks de recreativa para consolas y PC. Nosotros lo hemos podido probarlo en el E3 para sacaros de dudas.
Como ya sabéis, Microsoft quiere ir a por el público competitivo, a los que buscan la mejor calidad posible en un mando y aunque el que viene por defecto es bueno, no es suficiente y ellos buscan algo más. Puede parecer una exquisitez y un capricho para cuatro personas pero tras probarlo solo puedo decir que seguramente querréis haceros con él.
Un mando atractivo y destinado a unos pocos
Llegamos al espacio que ha habilitado Microsoft para enseñar su mando Elite. Físicamente a simple vista hay poco detalles que han cambiado pero al echar un vistazo rápido observamos que hay algunas piezas que no están en la configuración original. Como ya sabéis, los sticks, las palas traseras y la cruceta son desmontables.
Sorprende lo fáciles que son de quitar, tan solo tenemos que tirar un poco y la pieza sale sola. No hay que forzar ni hacer movimientos extraños, y lo mejor es que a pesar de ser un proceso tan sencillo, luego cuando la pieza está acoplada tiene robustez, aguanta bien las pulsaciones y en ningún momento da la sensación de que cambie o se mueva.
Probamos a cambiar algunas piezas y empezamos a ver algunas diferencias respecto al mando de One: los botones tienen algo más de recorrido, la distribución de las palas metálicas atrás puede inquietar pero a la hora de la verdad están muy bien posicionadas y hacen que las pulsaciones sean cómodas... De hecho, en los gatillos sorprende mucho cómo ahora es más fácil ajustar el movimiento y no quedarnos cortos al hacerlo.
El tiempo de respuesta, en el modelo inalámbrico, es prácticamente inapreciable. Nos hemos quedado de probarlo con algún juego de lucha ya que ahí se aprecia más este detalle.
Por desgracia no había demasiadas piezas para cambiar y lo más interesante ha sido probar las diferentes crucetas y cómo cambia la sensación y la pulsación cuando usamos una u otra. Ahora bien, con un precio que hará que muchos se lo piensen e incluso no se lo planteen la pregunta es clara ¿es un mando para mí? Según como juegues.
Tras haberlo probado sí que hay una diferencia respecto al convencional de One. Algunos movimientos se notan más cómodos y, especialmente con los sticks, tengo mejor sensación de control y recorrido. Si vamos a jugar en serio y queremos algo personalizable la respuesta es clara: sí. Los diseños modulares en mando no son ninguna novedad, ya lo vimos líneas más arriba con los sticks de arcade y lo habitual que era cambiar piezas para ponerlo nuestro gusto.
Si no tenemos especiales pretensiones, podemos ir bien con el mando clásico. Elite es un producto interesante con detalles que sorprenden, pero solo a los más jugones. Hablar de la posibilidad de remapear los cuatro botones o ajustar la curva de sensibilidad de los sticks analógicos no es algo para todo el mundo pero su público, visto el auge de los juegos competitivos, lo tendrá.
Acabamos esta toma de contacto con un par dudas para el futuro: ¿qué tal será la duración de las piezas? Al tocarlas daba la sensación de ser algo más robustas que las normales pero el tiempo dirá. La otra pregunta va alrededor de la batería y los tiempos de carga. Otro aspecto que hasta que no llegue la unidad para análisis no podremos resolver.
Ver todos los comentarios en https://www.xataka.com
VER 51 Comentarios