Fitbit tardó en dar el salto desde los cuantificadores hasta los smartwatches y lo hizo en 2016 con sus Fitbit Surge y Fitbit Blaze. Tiempo después, siguió lanzando modelos más avanzados de cuantificadores, pero repitió en esto de los relojes inteligentes con su Fitbit Ionic.
Ahora la compañía vuelve a la carga con Fitbit Versa, una versión menos deportiva en diseño (que no en prestaciones) y más económica del modelo Ionic y que además, llega al mercado por un precio inferior a 200 euros. Hemos tenido la oportunidad de probarla y vamos a contaros qué resultado nos ha dado este nuevo smartwatch de la compañía californiana.
Especificaciones técnicas
PANTALLA | LCD táctil en color Gorilla Glass 3 de 1,42 pulgadas |
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DIMENSIONES | 24,075 x 24,075 mm diagonal 34 mm |
SENSORES Y COMPONENTES | Acelerómetro de tres ejes Giroscopio de tres ejes
Monitor óptico del ritmo cardiaco
Altímetro Sensor de luz ambiental Motor de vibración Antena wifi (802.11 b/g/n) Sensor SpO2 Near field communication (NFC) |
MEMORIA | Guarda todos los datos de los movimientos durante siete días, minuto a minuto Guarda el total diario durante los últimos 30 días Almacena datos sobre el ritmo cardiaco en intervalos de un segundo durante la monitorización del ejercicio y de cinco segundos el resto del tiempo |
CONECTIVIDAD | Antena wifi (802.11 b/g/n); GPS- Glonass; Bluetooth 4.0; Tecnología NFC |
RESISTENCIA AL AGUA | Sumergible hasta 50 metros |
AUTONOMÍA | Hasta cuatro días sin carga |
PRECIO |
Diseño: me recuerdas a alguien
Como comentábamos al comienzo, con la Fitbit Versa la compañía ha mantenido las especificaciones que teníamos en el modelo Ionic, pero dándole una vuelta al diseño, sacándolo de la línea deportiva y haciéndolo más urbano, más "Apple Watch". Y es que las comparaciones son inevitables, ya que tanto en diseño como en dimensiones la Fitbit Versa tiene mucho parecido con el smartwatch de Apple.
Pero comparaciones aparte, en términos de diseño es un dispositivo impecable, con unas dimensiones y peso que hacen que llevarla sea agradable y sobre todo, nos permiten lucirla fuera del contexto deportivo, una buena estrategia de cara a competir en el mercado y salirse de lo que han hecho hasta la fecha.
El "cuerpo" del reloj cuenta con una pantalla LCD táctil con un tamaño lo suficientemente adecuado para manipularla y con una respuesta táctil muy buena. La pantalla cuenta con un recubrimiento de Corning Gorila Glass 3 para hacerla resistente a los arañazos y los golpes. En cuando al nivel de brillo, éste es bastante bueno, lo que nos ha facilitado la visibilidad en prácticamente cualquier condición lumínica. Lo mismo podemos decir del ajuste de brillo automático, rápido y acertado en todas las circunstancias.
Además de la pantalla táctil, el reloj cuenta de tres botones físicos, dos de ellos ubicados en el lado derecho y uno de mayor tamaño para iniciar los menús en el lado izquierdo. Los tres botones son del mismo color que el resto de la esfera y con acabados curvos, por lo que se mimetizan perfectamente sin sobresalir demasiado.
Puesta en marcha
La Fitbit Versa funciona bajo el sistema operativo propio de Fitbit, Fitbit OS. Este sistema registra todos nuestros datos a través de la aplicación oficial gratuita de Fitbit, que es compatible tanto con Android, como iOS. Como en modelos anteriores, desde la aplicación podemos configurar el reloj, las notificaciones y también los objetivos de pasos o ejercicio que queramos marcarnos diariamente.
Quizás la aplicación no es todo lo rápida que nos gustaría y en ocasiones tarda en volcar los datos registrados por la pulsera, pero sí que nos muestra de manera muy detallada los datos diarios, con comparativas respecto a la media de la población de nuestro rango de edad y sexo.
Podemos instalar (aunque aún son pocas) aplicaciones de terceros en Fitbit OS. Una vieja conocida es Strava, una aplicación estrella en el mundo del deporte, pero también encontramos otro tipo de aplicaciones como Flipboard o New York Times para leer noticias, aunque es algo que no recomendamos para nada por su poca comodidad y practicidad.
La pulsera viene acompañada de un cargador en forma de base con una pinza retráctil que a través de tres pines magnéticos, completa la carga. El proceso de carga es bastante rápido, ya que partiendo de cero obtuvimos el 100% de autonomía en poco más de una hora.
Por último mencionar que es posible cambiar las correas al reloj, pero que el sistema, con unas varillas retráctiles, es cuanto menos fácil. Cuando lo has intentado varias veces al final tardas menos tiempo en conseguirlo, pero los primeros intentos son realmente tediosos.
Utilizando la Fitbit Versa para el deporte
A diferencia de la Fitbit Ionic, este reloj no está tan enfocado en usuario deportista, sino más bien al usuario medio que quiere mejorar sus hábitos. A pesar de esto, el reloj monitoriza todos nuestros datos, incluido el ritmo cardíaco durante las 24 horas, gracias su lector Pure Pulse integrado en la muñeca.
Por supuesto tenemos la monitorización de los pasos diarios, kilómetros recorridos, las calorías gastadas, los pisos que hemos subido y cuántos minutos de actividad física hemos realizado durante toda la jornada.
Pero además de visualizar los datos registrados, podemos también establecer alarmas por vibración y visuales que nos avisan si hemos registrado un largo período de inactividad y nos incitan a movernos como mínimo, 250 pasos.
El reloj cuenta también con las opciones de gamificación, que nos facilitan el alcanzar objetivos a través de los retos y de las competiciones con otros usuarios de la comunidad Fitbit. Además incluye una opción "coach" (heredada también de la Ionic) en la que podemos visualizar varios ejercicios en vídeo y realizarlos a la vez que nos indican los pasos.
Monitorizando el sueño y relajándonos
Fitbit lleva tiempo incluyendo su herramienta de monitorización del sueño en sus dispositivos wearables y la Fitbit Versa no iba a ser menos. Es capaz de controlar las horas que permanecemos descansando, y también cuánto tiempo pasamos en las diferentes fases del sueño.
Estos datos nos sirven para tener una mejor higiene del sueño, para ver (esto sorprende mucho) lo poco o mucho que dormimos, y compararlo con lo que deberíamos hacer dentro de unos parámetros saludables.
También incluye la función de relajación que la compañía aplicó hace tiempo en sus pulseras cuantificadoras, y que durante un par de minutos nos controlan la respiración para bajar las pulsaciones y deshacernos del stress. Como vemos, la Fitbit Versa lleva buenos genes de cuantificadora y como tal nos ha dado una experiencia perfecta en este sentido pero, ¿habrá estado a la altura como smartwartch?
Utilizando la Fitbit Versa para el día a día
Si Fitbit quiere competir en el mundo de los smartwatches y "desvincularse" en parte del mundo deportivo para llegar a más público, tiene que demostrar que puede. Uno de los puntos importantes para esto es integrar un buen sistema de pagos. La Fitbit Versa cuenta con un chip NFC integrado que nos permite realizar pagos desde la plataforma Fitbit Pay, pero de momento (y lleva así desde hace meses) solo está disponible para Carrefour Pass y Banco Santander.
La hemos probado, hemos realizado pagos con ella y tanto añadir la tarjeta en la aplicación, como ejecutar todo el proceso de compra es muy sencillo, la pena es que no hayan ampliado aún el ecosistema de bancos disponibles.
El agujero negro de las notificaciones
Todo buen smartwatch que se precie nos tiene que dar un sistema de notificaciones que nos permita olvidarnos de sacar el teléfono móvil. ¿Lo hace la Fitbit Versa? Rotundamente no. Por un lado, no es más que un centro de notificaciones, es decir, las recibimos pero no podemos interactuar desde él con ellas.
Por otro lado, la configuración se desestabiliza completamente. Por ejemplo, cuando las activábamos nos comenzaban a llegar al reloj todas las de las aplicaciones seleccionadas, pero si poníamos el teléfono en silencio y volvíamos a activar el sonido, éstas ya no llegaban y la única opción posible era reiniciar el móvil, algo completamente inaceptable en este tipo de dispositivos.
Fitbit Versa, la opinión de Xataka
Tras este tiempo probando la Fitbit Versa la conclusión que saco es clara: querer no siempre es poder. Fitbit sabe hacer las cosas muy bien en el terreno deportivo y prueba de ello son los buenos dispositivos que nos deja en el mercado, pero ha querido meterse en un terreno que no domina para competir con los más grandes a base de ajustar el precio y con un producto aún a medio cocer.
Si bien es cierto que el diseño me parece muy interesante teniendo en cuenta que hablamos de menos 200 euros, otros detalles importantes en este aspecto como son las Watchfaces disponibles, son escasas y de dudosa calidad, por no hablar de que muchas de ellas al ser de terceros, son de pago.
Pero la peor parte de la experiencia me la ha dado el sistema de notificaciones, el cual ante la desesperanza decidí dejar de utilizar, porque reiniciar el teléfono cada vez que lo pusiera en silencio para poder recibirlas no era una opción viable.
Por otro lado, la experiencia con la monitorización de datos ha sido como casi siempre, impecable, y lo mismo con el sistema de pagos, a pesar de que Fitbit necesita añadir más bancos compatibles. En conclusión, con este primer acercamiento al mundo de los smartwatches no deportivos, Fitibit lo ha intentado pero aún le queda mucho por pulir.
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