Google ha renovado su altavoz inteligente con pantalla con una nueva generación con tan pocos cambios para la vista y el oído que quizás la apuesta te resulte soporífera (con perdón). Mejor que mejor, porque así experimentarás su principal novedad, un sensor capaz de detectar cómo, cuánto y cuándo dormimos. Hemos probado a fondo el Google Nest Hub (2 gen), tanto que nos hemos dormido en el intento.
Ficha técnica del Google Nest Hub (2ª gen)
Google Nest Hub (2ªgen) | |
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PANTALLA | 7 pulgadas, 1.024 x 600 píxeles |
PROCESADOR | ARM Quad Core a 1,9 GHz |
ALTAVOZ | Altavoz con driver de 1,7 pulgadas |
SENSORES | Soli con Motion Sense
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MICRÓFONOS | 3 micrófonos de largo alcance
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PUERTOS | Puerto de alimentación
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CONECTIVIDAD | WiFi 802.11ac
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PRECIO |
Pantalla inteligente con Asistente de Google - Google Nest Hub (2 Gen), 7", Micrófono, WiFi, Bluetooth, Tiza
Un Déjà vu en diseño
El Google Nest Hub (2ª gen), por sus nuevas funciones, nace con la predisposición para sustituir al despertador de toda la vida. Y la verdad es que cabe muy bien en la mesita de noche.
La absoluta protagonista del dispositivo es la pantalla, con un tamaño cómodo para ver estadísticas, rutinas, el tiempo o la agenda, pero más bien escasa en diagonal y resolución si nuestra idea es usarlo para ver series (aquí las características de las tablets brillan como dispositivo para llevarnos a la cama y ver algo). Eso sí, vídeos de vez en cuando podemos ver sin problema.
El gran "pero" de su diseño está en los marcos del frontal: con unos bordes más finos podría ganar un par de centímetros más de pantalla sin crecer en dimensiones.
Donde sí que hay un gran trabajo de compactación es en su trasera, aunque ya os anticipo que este espacio tan agosto pasa factura al sonido. En conclusión, el Google Nest Hub (2ª gen) ocupa lo suficientemente poco espacio como para compartir espacio con el libro que os estéis leyendo y la lámpara de noche.
La palabra para definirlo estéticamente es funcional. Combina plástico, goma para apoyarlo en la mesa y no dañar las superficies y tejido de malla para la base. En estancias decoradas de forma juvenil, geek o con el habitual mobiliario de IKEA encaja, pero en habitaciones donde haya una decoración más chic, encajarían mejor líneas y materiales más premium.
Sonido: una calidad justa y suficiente
Como hemos visto en el apartado de diseño, el espacio destinado a albergar los drivers es reducido y la ficha técnica así lo evidencia: integra un transductor de 40 milímetros, al igual que el hermano más pequeño de la familia, el Google Nest Mini, lejos del ambicioso (acústicamente hablando) Google Nest Audio e incluso del veterano y descatalogado Google Home. ¿Y respecto a su predecesor? Pues según Google el modelo nuevo ofrece hasta un 50% más de graves que el Hub original, también con un driver de 1,7 pulgadas. Pero no se esperan grandes cambios en el oído.
Este contexto sirve para adelantar algo: no es un dispositivo para quien busca disfrutar de la música, al menos no para los oídos exigentes. Y es que el tamaño de los drivers tiene su incidencia en la calidad de sonido.
No es que con su configuración acústica no podamos ambientar una toda una estancia como mi dormitorio principal y, si subimos el volumen, a media casa (de 70 metros cuadrados), pero nuestra recomendación es no llevarlo por encima del 5 - 6, ya que la distorsión cuando el volumen es alto es notable.
Ofrece un sonido bastante plano, sufriendo especialmente con los graves, descafeinados y poco nítidos si son pronunciados, de ahí que la música suave ambiental o el pop ligero sea donde mejor se desenvuelva. No he tenido la oportunidad de probar el Hub original, pero la distorsión es notable.
Su tres micrófonos cumplen la labor de escucharnos cuando estamos en la cama o en la habitación, pero ojo con subir a volúmenes medios y altos y/o salir de la habitación, porque tendremos que forzar nuestra orden de voz.
No obstante, en el escenario de uso para el que ha sido diseñado – esto es, en la mesita de noche a nuestro lado–, cumple para empezar el día con alegría y despertarnos (o dormirnos).
Funcionalidad: el músculo de Google es solo el principio
Hace aproximadamente tres años que los altavoces inteligentes llegaron a España y en este tiempo mi experiencia de uso no ha cambiado demasiado salvo por un "pequeño" e importante detalle: la pantalla. Dar órdenes con la voz es cómodo, pero visualizar resultados de forma gráfica ayuda al entendimiento y agiliza la tarea.
La pantalla del Google Nest Hub (2 gen) tiene un tamaño similar al de algunas libretas y agendas y no es casual: viene como anillo al dedo para ver nuestros eventos, el tiempo, calendario, recordatorios y similares. Ya he explicado anteriormente que por calidad y diagonal no es lo mejor para ver series (es compatible con plataformas como Netflix o Disney+, además de contar con Chromecast), pero sí que es cómoda (más que el móvil por el factor de forma) para ver vídeos de YouTube.
Este modelo además cuenta con un conjunto de sensores que potencia su uso en el dormitorio controlando cómo es nuestro sueño mediante un conjunto de sensores que detectan cuánto y cómo dormimos en base al movimiento, la respiración, la luz y la temperatura.
Esta promesa me ha generado mucha curiosidad desde el principio y la verdad, lo he puesto a prueba mucho, durmiendo en pareja incluso para buscarle las cosquillas (spoiler: no sale bien). Y sí, es capaz de atinar las horas en las que estoy en la cama, pero no es muy preciso acertando con lo que duermo: basta con estar relajada y tumbada para confundirle. En general falla cuando te despiertas de forma puntual o cuando haces una escapadita rápida al baño. En cualquier caso, me lo tomo como una aproximación que me sirve para saber que no duermo lo suficiente. Y eso siempre es un aliciente para tomar nota y tratar de cuidar más mis rutinas de sueño.
No he podido comprobar los ronquidos de forma medianamente seria, pero tengo algunos testimonios que confirman que de vez en cuando puedo roncar un corto lapso de tiempo, especialmente si he salido la noche anterior o si estoy resfriada. Sorprendentemente, los datos ofrecidos parecen ajustarse. Que Google te diga que roncas es un what a time to be alive de libro. Quiero terminar este apartado con un extra que he agradecido un montón para dormir: su acceso directo a sonidos relajantes con temporizador.
Hablar de la utilidad Nest Hub (2 gen) es en gran parte hacerlo de lo que hay detrás: la gran G, o lo que es lo mismo, el amplísimo ecosistema de Google y de su músculo e inteligencia. Tener a tu alcance el motor de búsqueda para resolver dudas o controlar la domótica de los dispositivos compatibles justifica para muchos usuarios la compra de un altavoz pantalla inteligente.
Así, descubrir en pocos segundos lo que hay en la cartelera, preguntarle si está abierto el Goiko's, conocer el tiempo del fin de semana o en qué año gano Celine Dion Eurovision está chupado. Del mismo modo, mandar a limpiar a mi robot aspirador o apagar la luz del salón está a una frase de distancia.
Pero a estas alturas de la película, nos gustaría pedirle más a los asistentes. En base a mi experiencia Google es el que mejor se apaña con Spotify, pero sigue sufriendo cuando le pido algo un poco rebuscado de Spotify. O cuando pronuncio el título de una canción de forma regulera. Y en general, cuando le formulo órdenes largas. Déjà vu, a otros momentos, otros modelos e incluso otros ecosistemas. Quiero poderle hablar como si fuera una persona y que me entienda. Y no solo eso, quiero que otras personas menos techies puedan también hacerlo.
Google Nest Hub (2ª gen), la opinión de Xataka
Como anticipábamos en la intro, la segunda generación del Google Nest Hub es una versión conservadora a nivel estético y sonoro, lo que no es necesariamente una mala noticia. Es cierto que Google podría aumentar su base para albergar una configuración acústica más ambiciosa o aprovechar mejor los bordes para lograr una pantalla más grande. Y esta podría ser de más calidad.
...pero probablemente esto implicaría subir el precio y aquí entra en juego el equilibrio entre la funcionalidad, coste y la competencia. Los 100 euros que cuesta el Google Nest Hub (2ª gen) lo colocan por precio justo entre el Echo Show 5 y el Echo Show 8, sus principales rivales del que es también su principal competidor en dispositivos y ecosistema.
Incluso las 7 pulgadas de su diagonal se ubica entre las 5,5" y las 8" de los modelos de Amazon. No son pantallas para visionado de contenido de altos vuelos, pero cumplen. Y Google tiene un as en la manga en este terreno: el Chromecast integrado. Y también simplemente "cumple" a nivel sonoro, sirviéndonos para escuchar la radio, música en streaming o podcast sin grandes alardes. Pero es que tampoco esperamos una gran calidad de sonido de un radio reloj despertador.
Y aunque el Google Nest Hub (2 gen) es mucho más que eso, su monitorización del sueño lo abocan irremediablemente a la mesita de noche. Quizás no sea el summum de la precisión, pero junto a otros gadgets como pulseras o relojes inteligentes nos sirven para ser más conscientes de nuestra actividad y estilo de vida.
Especificaciones del dispositivo al margen, Google sigue siendo mucho Google y eso se nota en la gran cantidad de domótica compatible, en sus servicios propios y alianzas con terceros y por supuesto, en el músculo de su buscador. Un conjunto que es todo un aval a la hora de elegir un altavoz/pantalla inteligente.
El Google Nest Hub (2 gen) no sobresale en nada, pero el conjunto convence: por su espíritu cumplidor en todas las facetas, detalles como el Chromecast o el sensor Soli y su precio, bastante ajustado para el mercado.
Pantalla inteligente con Asistente de Google - Google Nest Hub (2 Gen), 7", Micrófono, WiFi, Bluetooth, Tiza
El dispositivo ha sido cedido para la prueba por parte de Google. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.
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