Un móvil que me ha sorprendido, y mucho, para bien
Tiene (casi) todo lo bueno del Pixel 8 y el potencial de ser mucho más económico
Cuento con los dedos de las manos los teléfonos que me hacen sentir mariposas en el estómago. Esos teléfonos que tendría sin duda como dispositivo personal y a los que tan solo logro encontrarles peros siendo muy, pero que muy quisquilloso. El Google Pixel 8a es uno de ellos. De hecho, es una de las propuestas que más me ha sorprendido en lo que llevamos de año. Alejado del Pixel 8 Pro, cerca del Pixel 8, teórico sucesor del Pixel 7a.
No es oro todo lo que reluce: hay un punto clave que determinará si recomiendo o no este teléfono (o, pequeña pista, si lo recomiendo para comprarlo ahora o en unos meses). Sea como fuere, el Pixel 8a es un teléfono que me ha enamorado. Pocos lo logran, así que voy a contarte en mi análisis en profundidad por qué este es un teléfono que, con gusto, añadiría a mi colección.
Índice de Contenidos (14)
- Ficha técnica del Google Pixel 8a
- Diseño: me vas a llamar loco, pero...
- Pantalla: que se hagan los nits
- Sonido: los deberes bien hechos
- Potencia: en un modelo Pro no me servía del todo. Aquí sí
- Biometría
- Software: el valor de este teléfono está en su ROM
- Autonomía: sin demasiadas fiestas a la vista
- Cámara: un Pixel muy Pixel
- Fotografía con la cámara principal
- Fotografía ultra gran angular
- Selfie
- Vídeo
- Google Pixel 8a, la opinión de Xataka
Ficha técnica del Google Pixel 8a
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Google Pixel 8a |
---|---|
DIMENSIONES Y PESO |
152,1 x 72,7 x 8,9 mm 188 g |
PANTALLA |
Actua Display, 6.1 pulgadas Resolución Full HD+ (2400 x 1080) 430ppp 120 Hz Corning Gorilla Glass 3 Brillo máximo de 1.400 nits (HDR) Pico de brillo 2.000 nits HDR 24 Bits |
PROCESADOR |
Google Tensor G3 Coprocesador de seguridad Titan M2 |
MEMORIA RAM |
8 GB LPDDR5X |
ALMACENAMIENTO |
128 o 256 GB UFS 3.1 |
BATERÍA |
4.492mAh Carga rápida de 18W |
CÁMARAS TRASERAS |
Principal de 64 megapíxeles, f/1.89, OIS Ultra gran angular de 13 megapíxeles, apertura f/2.2 |
CÁMARA FRONTAL |
13 megapíxeles, f/2,2 |
SISTEMA OPERATIVO |
Android 14 Siete años de actualizaciones de sistema |
SONIDO |
Grabación estéreo Reducción de ruido Borrador Mágico para Audio |
CONECTIVIDAD |
Wi‐Fi 6E (802.11ax) con 2,4 GHz + 5 GHz + 6 GHz, HE80 y MIMO 5G SA/NSA Bluetooth 5.3 |
OTROS |
Desbloqueo mediante lector de huellas bajo la pantalla Desbloqueo facial VPN de Google gratuita |
PRECIO |
Google Pixel 8a - Smartphone Android Libre con Cámara Pixel Avanzada, batería de 24 Horas de duración y potentes Funciones de Seguridad - Porcelana, 128GB
Diseño: me vas a llamar loco, pero...
Un móvil rematado en plástico por su parte trasera y con unos marcos enormes. Una combinación que lo tiene todo, sobre el papel, para decepcionarme. Pero no ha sido así. El Pixel 8a es la muestra de que no todo es hoja técnica: las sensaciones son mucho más importantes. Cuando sostuve este teléfono por primera vez en mano pensé: qué móvil más cómodo y bien acabado.
Tiene prácticamente el mismo peso del Pixel 8, su trasera es de un plástico negro casi mate, pero los laterales son de aluminio. Una combinación muy poco habitual que logra dar un toque un poco más premium. En lo personal, creo que esta unidad en color negro tiene un remate espectacular, aunque sea el color menos llamativo.
¿Por qué me ha gustado tanto? Porque estoy acostumbrado a dos extremos: móviles de cristal que da miedo mirarlos para que no se arañen o móviles de plástico con acabados cuestionables. Este Pixel mezcla lo mejor de los dos mundos. Es un móvil que llevaría sin miedo y sin funda (algo que con pocos me atrevo), que parece resistente a los golpes por ser algo grueso, y muy fácil de sostener con una mano.
Además, el plástico trasero está muy bien tratado: la pintura tiene una textura muy suave y, aunque no repele del todo las huellas, luce bastante bien. De nuevo, aquí la clave es la sensación, no el propio material. El módulo de cámaras, compuesto por una franja horizontal, también está perfectamente integrado. Aquí juega a su favor que los sensores son muy pequeños y ocupan poco volumen físico. Aún así, se agradece algo de contención en tiempos de módulos gigantes.
Es cierto que, si le damos la vuelta, los biseles no tienen justificación en este tipo de producto: son a todas luces excesivos. Pese a ello, puedo garantizar que tras unos cuantos días de uso me ha importado poco. He sentido este móvil como una propuesta general para el público más mainstream, ese que quiere un teléfono de batalla, sin andar preocupándose de fundas, caídas, golpes, etc. Este es un móvil con algunas specs de primera línea, pero con un diseño sencillo.
Respecto a la botonera, me hubiera gustado que estuviese un poco más baja. Siendo un móvil compacto y teniendo yo una mano grande, no me ha sido nada fácil alcanzar el botón de desbloqueo. El pulgar recae sobre los botones de volumen, y hay que forzar la mano si queremos llegar más arriba.
En resumidas cuentas, el diseño del Google Pixel 8a no es perfecto, los biseles frontales desentonan y la parte trasera es de plástico. Pese a ello, Google ha conseguido crear un móvil especialmente cómodo, con un tamaño relativamente compacto y, bajo mi criterio, bonito y con personalidad.
Pantalla: que se hagan los nits
En la batalla por ver quién tiene más nits, hay algunos fabricantes que cuentan medias verdades. Algunos prometen picos de más de 2.000 nits, pero a la hora de la verdad (uso real, fuera de puntos específicos de la pantalla en reproducción HDR), apenas pasan de 1.000 nits.
En este caso, me gusta la transparencia que tiene Google. El dato es exactamente el mismo que vimos en el Google Pixel 8: hasta 1.400 nits para contenidos HDR (en el 100% del panel) y 2.000 nits en un un 5% del panel cuando el brillo está al máximo. Un pico real de 1.400 nits para el 100% del panel es mucho brillo para un móvil de este tipo, y el pico de 2.000 nits está en la línea de lo visto en móviles de gama alta.
Más allá de los números, te puedo asegurar que la pantalla del Google Pixel 8a se ve de auténtico escándalo al sol, al nivel de un móvil que ronde las cuatro cifras en su PVP.
Es, sin duda, el punto más fuerte del panel. Aquí hablamos de 6,1 pulgadas, con tecnología OLED y tasa de refresco de entre 60 y 120 Hz, sin LTPO. Está protegida por Corning Gorilla Glass 3 (tecnología antigua, pero una de las mejores para proteger ante arañazos) y, en estos días de uso intenso, no se ha arañado lo más mínimo.
Hay móviles de la gama más alta que quedan rozados prácticamente en cuanto los meto en el bolsillo. Pese a ello, este móvil no viene con ningún tipo de recubrimiento plástico como medida adicional de protección, por lo que es más que recomendable hacerse con un buen cristal templado para cubrirnos las espaldas.
No hay grandes opciones para ajustar el panel: podemos escoger entre colores Naturales o Adaptativos, tema oscuro, protección de la vista con luz nocturna y poco más. La configuración podría ser algo más extensa, pero la calibración de los Pixel siempre me resulta bastante agradable y dudo que el target principal de este teléfono se plantee hacerle ajustes profundos.
El único pero que le pongo, y que denota que es un panel con una calidad inferior a los móviles de gamas más altas, es que el efecto arcoíris es bastante apreciable a la mínima que inclinamos la pantalla. Es algo que no debe preocuparnos en absoluto en uso habitual, pero es un test que nos chiva cuándo estamos ante un panel de categoría y cuándo se ha ahorrado un poco con una pantalla algo más económica.
Pese a esto, siendo un panel OLED, con 120 Hz y 2.000 nits de brillo pico, no puedo más que aplaudir a Google por no haber recortado apenas especificaciones respecto al Google Pixel 8.
Sonido: los deberes bien hechos
Uno de los puntos en los que más suele flaquear la gama que compite en calidad-precio es el sonido. No es este el caso del Pixel 8a. No es el mejor exponente del mercado, pero estoy más que satisfecho tanto con el volumen máximo como con la respuesta de ecualización. Hay cierta presencia (discreta) de graves, y reproducir contenidos multimedia escuchando directamente con el altavoz es una experiencia más que satisfactoria.
Google tiene una curiosa opción bajo el nombre de "sonido adaptable", encargada de mejorar la calidad de sonido analizando la acústica del entorno en el que nos ubicamos. Básicamente, ajusta los parámetros de reproducción según la propia información que le entra por el micrófono.
También es importante destacar que este teléfono mejora la calidad del audio en llamadas mediante WiFi (haciendo que la voz sea algo más nítida) y que tiene detalles como el poder identificar las canciones que hay sonando a nuestro alrededor de forma automática y sin apenas consumir energía.
El audio espacial funciona tanto con auriculares Bluetooth compatibles como con propuestas con cable. Si tienes unos Pixel Buds Pro, contarás con la pareja ideal para reproducir multimedia en Android.
Potencia: en un modelo Pro no me servía del todo. Aquí sí
Siempre es importante analizar las especificaciones ateniendo al propio concepto y gama con la que quiere competir el terminal. En un modelo de más de 1.000 euros de partida, creo lógico exigir el mejor procesador del mercado. En uno que cuesta la mitad (antes de ofertas) y, como ya nos pasó con el Pixel 8, la exigencia con el rendimiento es menor. Este Pixel 8a cuenta con el mismo procesador de los Google Pixel 8 y Pixel 8a: el Tensor G3.
Este es un SoC fabricado por Samsung y derivado de las plataformas Exynos: rápido, fluido, pero bastante por debajo en números respecto a un Snapdragon 8 Gen 2 o un Exynos 2400. De hecho, basta con mirar la tabla de benchmarks para comprobar que es un SoC con cifras cercanas a las de la gama media-alta de Qualcomm. Su rival directo sería el Snapdragon 7+ Gen 2.
|
Google pixel 8a |
SAMSUNG GALAXY A55 |
POCO F5 pro |
REALME 12 PRO+ |
MOTOROLA EDGE 50 PRO |
---|---|---|---|---|---|
PROCESADOR |
Google Tensor G3 |
Exynos 1480 |
Snapdragon 7+ Gen 2 |
Snapdragon 7S Gen 2 |
Snapdragon 7 Gen 3 |
RAM |
8 GB |
8 GB |
12 GB |
12 GB |
12 GB |
GEEKBENCH 6 (SINGLE/MULTI) |
1.324 / 3.345 (6) |
1.098 / 3.470 (6) |
1.643 / 4.350 (6) |
953 / 2.624 (6) |
1.138 / 3.106 (6) |
3D MARK Wild Life Unlimited |
8.421 |
3.892 |
7.594 |
3.049 |
5.520 |
PCMARK WORK |
10.920 |
12.345 |
14.090 |
11.604 |
14.605 |
Pero, en el mundo real, ¿cómo se ha comportado el Tensor? Bastante bien. El Pixel 8a es un móvil rápido, fluido, con el que podemos jugar durante largas jornadas siempre y cuando no seamos muy exigentes con la configuración gráfica. El punto débil de este procesador es el throttling: en cuanto coge temperatura empieza a bajar su rendimiento de forma más alta de lo habitual. De hecho, en el test de rendimiento de 3Dmark llega a caer casi un 50%.
Es una bajada de FPS que solo notaremos en entregas de máxima carga gráfica, como Genshin Impact. En uso de multitarea (los 8 GB de RAM ayudan), aplicaciones de edición fotográfica como Lightroom, CapCut y demás... el móvil vuela.
La configuración de memoria interna queda en UFS 3.1. En su rango de precio no es absurdo pedir UFS 4.0, pero lo cierto es que no he tenido menor problema con las velocidades de lectura y escritura.
Biometría
Respecto a la biometría, contamos con un lector de huellas que está ubicado especialmente arriba de la pantalla. Gracias, Google. Estoy acostumbrado a tener que doblar bastante el pulgar para llegar bien, cuando su posición natural es la de caer casi en la mitad de la pantalla. Además de estar bien ubicado, es preciso (aunque no de los más rápidos).
Se complementa con un sistema de reconocimiento facial 2D mediante la cámara del teléfono, un método que no es de lo más seguro, pero que funciona bastante rápido. Google ha ido puliendo esta tecnología con el paso del tiempo en sus Pixel, y es una genial alternativa para cuando el dedo está sucio o no queremos utilizarlo por la razón que fuere.
Software: el valor de este teléfono está en su ROM
Qué bonito es Android Stock. Y cómo lo echo en falta cada vez que pruebo un teléfono que se aleja de él. La magia de este Pixel 8a está en su software: tenemos Pixel Experience con siete años de actualizaciones, todo un acierto. Este Pixel se va a actualizar hasta Android 21 (si es que se llama así), una cifra bárbara.
La ROM es la que ya conocemos en los Pixel: Android sin más añadidos que las aplicaciones de Google y, en esta generación, con muchos toques de inteligencia artificial. Rodea para Buscar, generación de fondos de pantalla mediante IA, una aplicación de galería (Google Fotos) que permite modificar elementos como el cielo, borrado de personas u otros elementos de las fotografías.
Sigo destacando, a nivel estético, la brutal integración de los temas automáticos de Material You. Las apps nativas del sistema (casi todas las de Google), menú de ajustes, acentos del sistema y demás se adaptan a la misma maleta de colores de nuestro fondo de pantalla. Un añadido que pocos fabricantes están respetando y que supone uno de los mayores hitos en diseño de interfaz que ha sufrido Android es los últimos años.
Bajo mi punto de vista personal y experiencia, no hay ROM que funcione de forma más fluida, que tenga unas animaciones tan fluidas y en la que se logre que cada uno de los añadidos realmente aporte valor, más allá del capricho del fabricante por que usemos su servicio.
Autonomía: sin demasiadas fiestas a la vista
La autonomía es uno de esos puntos de este Pixel 8a que puede llegar a preocuparme pensando en su futuro envejecimiento. Hablamos de 4.492mAh con una carga rápida de 18W, una cifra que no termino de entender en un móvil de este calado. Incluso terminales de entrada juguetean ya con los 33W, mientras que la carga acaba demorando algo más de una hora y media en completarse.
El teléfono no viene con cargador, solo con cable, aunque es compatible con cualquier cargador Power Delivery que tengamos en casa.
Respecto a las cifras de pantalla, es difícil llegar a seis horas en uso mixto. Un dato algo pobre, teniendo en cuenta que he usado el teléfono con bastante red WiFi. Para usuarios que no den mucha caña al terminal (como yo en un día habitual sin mucho uso de cámara), se puede llegar al final del día con unas 4h de pantalla y algo más de un 20% de batería. Cifras justas para pasar la jornada.
Un dato relevante es que contamos con carga inalámbrica, con 7.5W de potencia. Es un añadido de valor si dejamos el teléfono cargando por la noche.
Cámara: un Pixel muy Pixel
Uno de los puntos que más me gusta de Google es que no se deja llevar por las tendencias. Aquí no encontramos sensores de 200 megapíxeles, un pack de cuatro cámaras en el que solo dos son útiles ni demasiados aspavientos: hay dos pequeños sensores de 64 y 12 megapíxeles, nada más. Que no te engañe la resolución: aunque este teléfono tenga más megapíxeles que los Pixel 8 y 8 Pro, su sensor es mucho más pequeño.
- Sensor principal: 64 MP, f/1.9, 26mm, 1/1.73", 0.8µm, dual pixel PDAF, OIS.
- Sensor ultra gran angular: 13 MP, f/2.2, 120˚, 1.12µm.
- Sensor selfie: 13 MP, f/2.2, 1.12µm.
Antes de hablar de los resultados, repasemos brevemente la app de cámara. Los Pixel cuentan con una de las mejores aplicaciones de cámara del mercado, ya que es muy sencilla de usar y casi todo se hace de forma automática. Tenemos el modo de fotografía, retrato, modo noche automático y larga exposición.
Este teléfono no cuenta con controles manuales ni modo profesional, aunque sí es capaz de disparar en modo RAW (no muy recomendable con un sensor tan pequeño). También podemos ajustar brillo, sombras y balance de blancos antes de hacer la foto.
Me ha gustado bastante la velocidad de disparo y la principal pega que le pongo es la de siempre: no entiendo cómo el Pixel no tiene vista previa del modo retrato. Tenemos que confiar en él, hacer la foto y cruzar los dedos para que en la galería acabemos sabiendo si se ha aplicado o no.
Fotografía con la cámara principal
Analizar la cámara de los Google Pixel suele ser bastante fácil: todos los años cuentan con las mismas ventajas e inconvenientes. Incluso el ojo menos entrenado puede distinguir que la foto de un Pixel es la foto de un Pixel. Sus peculiaridades no varían: fotografías ricas en color, con un toque de contraste y claridad más alto de lo que el ojo realmente percibe, un HDR bastante intenso y un balance de blancos plenamente neutro.
Es un look que gusta, un aspecto que funciona, y un estilo de fotografía con un toque artístico que, aún habiendo pasado los años, sigue generando ese efecto "wow". Como amante de la fotografía más natural, agradecería que Google bajase un par de marchas (al igual que están haciendo el resto de los fabricantes) en contraste, nitidez artificial y balance de blancos. Pero claro, esto nos daría una fotografía realista, no una fotografía con alma de Pixel.
Uno de los puntos que más valoro de esta cámara es que, para bien o para mal, sé lo que va a hacer en todo momento. Esto es un punto especialmente conflictivo en móviles Android: las cámaras suelen ser muy inconsistentes. No le sucede esto al Pixel. Guste más o guste menos, siempre procesa igual. Ya sabemos lo que nos vamos a encontrar cuando hagamos la foto.
En este rango de precios, no puedo decir más que cosas buenas de la cámara. Ni siquiera buscando la distorsión y el ruido sucio en las esquinas encuentro grandes pegas. Como punto algo "molesto", encuentro que la corrección de balance de blancos es demasiado agresiva. Si estás en una habitación con luz cálida, querrá sacarla fría sí o sí para tender al neutro. Es algo que podemos configurar antes de hacer la foto, pero bastaría con no ser tan agresivo corrigiendo.
Pese a no tener un sensor de gran tamaño, el pequeño apoyo nocturno que tiene la cámara exponiendo algún que otro segundo más (si no queremos que tarde un par de segundos, podemos desactivar esta opción) hace que los resultados estén bastante por encima de sus rivales. El procesado salva las costuras del hardware, y me atrevo a decir que estamos ante uno de los mejores exponentes nocturnos en su rango de precio. No es perfecto ni lo pretende, pero es una cámara en la que confiar cuando no hay tanta luz.
Respecto al modo retrato, sí que me ha decepcionado, como me decepcionó en el Pixel 8 Pro. De hecho, lanzo aquí la misma reflexión. Google es, con diferencia, la compañía que más bagaje tiene en lo referente a creación de mapas de profundidad. Tal es su capacidad, que es incluso capaz de convertir imágenes que no se han capturado en modo retrato en fotografías con profundidad de campo.
Sin embargo, en el día a día, los resultados no son buenos. Zonas mal recortadas, profundidad mal aplicada por zonas, separación sujeto-fondo muy artificial... Mientras el resto de los fabricantes ha avanzado en modo retrato de una forma brutal, Google se ha quedado algo dormida en este aspecto.
Fotografía ultra gran angular
El ultra gran angular está bastante bien resuelto. Es un sensor menos musculoso, pero las fotografías quedan con el mismo look y equilibrio de la cámara principal. Si ampliamos notaremos las costuras del sensor más pequeño (como curiosidad, es el mismo sensor que utiliza la cámara selfie).
Cuando cae algo la luz, el procesado se encarga de que las fotografías sean rescatables. Aquí notaremos que la cantidad de detalle cae y el ruido aparece sobre todo en zonas de sombra. Pese a ello, muy buenos resultados.
Selfie
Respecto al selfie, también estoy contento. Sigue habiendo sharpening, pero si no ampliamos al extremo nos encontraremos con una fotografía muy detallada. El modo retrato tiene los mismos problemas que la cámara principal, con algunos problemas para hacer correctamente el recorte.
Pese a ello, este teléfono tiene probablemente la mejor cámara delantera en su rango de precio (e incluso mejor cámara delantera que teléfonos aún más caros).
Vídeo
El apartado del vídeo es el que menos me ha convenido en este Pixel. A pesar de tener OIS, el teléfono intenta estabilizar también de forma electrónica (EIS). Bien por un mal trabajo de este último intentando compensar la trepidación o bien porque el OIS no es suficiente, hay bastantes micromovimientos que no se compensan.
Incluso en circunstancias en las que estamos andando despacio, la cámara tiene ese pequeño temblor, que acaba haciendo que la imagen no quede completamente estable. Respecto a la calidad final del vídeo, es aceptable, pero tendremos que tener especial cuidado con la estabilización.
Google Pixel 8a, la opinión de Xataka
Llevo años analizando móviles de gama alta y usándolos como móvil personal. Este es el primer teléfono fuera de dicha gama que me ha hecho replantearme bastantes cosas. Tanto la "gama media" como "gama media-premium" (entrecomillo porque la definición es cada vez más difusa), suele pecar en apartados clave para mi: poco brillo del panel, rendimiento insuficiente para uso extremo y cámaras justas.
Este Pixel 8a, precisamente, se diferencia en cada uno de esos puntos. Es un teléfono que no cuesta demasiado dinero, con una pantalla de 2.000 nits, una señora cámara (aunque, por pedir, por este precio no estaría mal un teleobjetivo, aunque fuera 2x), y un rendimiento excepcional teniendo en cuenta su segmento.
¿El mayor punto de fricción? El precio del Pixel 8 en oferta. Este es un teléfono que, por menos de 400 euros, recomendaría a cualquier persona (yo incluido). Por el momento, tenemos un jugoso trade-in de Google con 150 euros de bonificación. ¿Una noticia aún mejor? Estoy convencido de que cuando acabe este programa (junio), el precio de este teléfono empezará a bajar. Y, en ese momento, será prácticamente imbatible.
8,5
A favor
- No es un diseño premium, pero es un móvil "batallero" muy agradable en mano.
- El software es una delicia.
- La cámara es muy buena y agradará a la mayoría de usuarios.
En contra
- La relación batería-carga rápida es poco favorable.
- No tiene todas las funciones de cámara del Pixel 8 Pro.
- Los biseles frontales no son propios de un móvil de 2024, ni siquiera de un gama media premium.
Google Pixel 8a - Smartphone Android Libre con Cámara Pixel Avanzada, batería de 24 Horas de duración y potentes Funciones de Seguridad - Porcelana, 128GB
El dispositivo ha sido cedido para la prueba por parte de Google. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.
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