A principios de mes asistíamos a la presentación mundial de su nuevo dron, el GoPro Karma, y unas semanas después conocíamos las iteraciones de su producto estrella y genuino, las cámaras de acción. Cogiendo al vuelo a sus rivales (nunca mejor dicho), la compañía estadounidense lanza al mercado las cámaras GoPro Hero 5 Session y GoPro Hero 5 Black, las cuales hemos podido probar a fondo.
Tras el fugaz contacto que permite la IFA en algunas ocasiones, esta vez hemos ido más allá de la toma de contacto sobre todo en las cámaras (aunque también pudimos probar el dron). Una triple apuesta que parece enfatizar la parte "Pro", con cierto halo de especialización en cuanto a público pero que a su vez busca tener un target amplio. ¿Son sencillos y, sobre todo, funcionan bien los nuevos dispositivos de GoPro? Te lo contamos a continuación.
Gopro Hero5 Session y Hero5 Black, review en vídeo y especificaciones técnicas
GoPro Hero5 Session | GoPro Hero5 Black | |
---|---|---|
Pantalla | LCD monocromo retroiluminado no táctil | LCD monocromo no retroiluminado + pantalla táctil de 2 pulgadas a color |
Cámara | 12 megapíxeles, grabación 4K | 10 megapíxeles, grabación 4K |
Estabilización de imagen | Electrónica | Electrónica |
Modos de disparo | Foto, vídeo, ráfaga, búcle | Foto, vídeo, ráfaga, búcle |
Resistencia al agua | Sí, hasta 10 metros sin carcasa | Sí, hasta 10 metros sin carcasa |
Batería | 1.220 mAh | |
Micrófonos | 3 | 3 |
Cancelación de ruido | Sí | Sí |
Control por voz | Sí | Sí |
Conectividad | Wifi, USB tipo-C | Wifi, USB tipo-C, HDMI |
Almacenamiento | microSD | microSD |
Grabación en RAW | No | Sí |
Precio | 329 euros | 429 euros |
Con aires a diseños anteriores, pero que no falten micrófonos
Una de las características que más destaca en esta nueva hornada de cámaras de acción es su resistencia al agua sin necesidad de montar una caja accesoria (según los metros que vayamos a sumergirnos). Esto es un aliciente en cuanto al aspecto junto con el diseño de los dispositivos, con bordes curvos y bastante compactos, especialmente el modelo Session.
Como decíamos, la simplicidad sigue siendo una prioridad para la empresa y ambas cámaras funcionan con la combinación de dos botones y distintos tipos de pulsación. En el caso de la Black, que sería el buque insignia, tenemos una pantalla de 2 pulgadas táctil en la parte trasera y en el de la Session se trata de un pequeño LCD monocromo con un menú muy simplificado, por el cual se navega con los botones (al estilo de los relojes o despertadores básicos).
Ambas poseen tres micrófonos, ubicados según se trate de una cámara u otra: la Session los tiene en la parte frontal y la Black en los laterales (que además tiene altavoz). Del alcance de éstos hablaremos más adelante, tanto en lo referente a la calidad del audio obtenida como a la captación de las órdenes de voz, pero además la Hero5 Black incorpora cancelación de sonido, de modo que el dispositivo selecciona el mejor micrófono para capturar el audio según la situación durante la grabación.
Los LEDs nos servirán para verificar que la cámara nos ha oído ante una orden de voz
Otro elemento a mencionar son los LEDs indicadores de actividad (en rojo, acompañados en muchos casos de señales acústicas), que se encuentran tanto en el frontal como en la parte trasera de ambas. Antes de ponernos en acción conviene ubicarlos, sobre todo de cara a tener las cámaras instaladas en alguno de los accesorios o enganchadas en nuestras prendas, dado que al iniciar la toma de imágenes con un comando por voz nos servirán para verificar que nos ha oído (algo que como veremos es bastante importante y que en la práctica falta afinar).
Accesorios, cámaras y sobre todo acción: ¿cómo se portan las Hero5?
Desde la pasada generación en GoPro tuvieron a bien crear varias líneas de cámaras de acción para llegar a más públicos, sobre todo aquel que no tiene la compra tan clara y en un primer momento se plantea algo que no sea lo más potente del mercado y que sea asequible, principalmente. Eso se ha mantenido en esta nueva ronda y de nuevo tenemos dos modelos que difieren tanto en precio como prestaciones.
Así, como la Hero4 Session en su momento, con la Hero5 Session han sido conservadores en el diseño y se plantea una vez más como la opción más básica de la dupla de cámaras de acción, montando un sensor de 10 megapíxeles. Difiere en diseño y dimensiones con respecto a su hermana mayor, siendo muy compacta, tanto que la diagonal de la caja es casi el diámetro de la lente.
No cuenta con el GPS y con batería extraíble como la Hero5 Black, la cual monta un sensor de 12 megapíxeles y se diferencia algo más de su predecesora la Hero4 que en el caso anterior. Eso sí, ambas tienen USB tipo-C (la Black tiene además HDMI) y comparten algunas otras características como los comandos de voz, pero veamos qué tal se porta cada una.
La acción según GoPro Hero5 Session: la simplicidad por bandera
Como decíamos, en este caso tenemos un pequeño LCD en el que podemos configurar qué tipo de toma queremos hacer: fotografía normal, ráfaga, nocturna, vídeo, vídeo+foto y bucle. También las características de la misma y si queremos activar el control por voz, para el cual de momento hay disponibles siete idiomas (siendo algunos variedades del mismo, como el caso del español).
Este pequeño LCD nos indica pues el modo que hayamos preconfigurado (vídeo, foto o secuencias), el espacio disponible en la tarjeta (que variará según qué configuremos), la resolución, los fotogramas o frames por segundo (fps), el campo de visión, si está disponible para conectar de manera inalámbrica y la batería sin porcentaje, lo cual se echa en falta. También veremos el estado de la conexión inalámbrica, de modo que si está activada aparecerá el símbolo de la antena y las ondas.
Así, la pequeña de las dos nuevas cámaras puede también puede grabar en 4K, teniendo a disposición además las resoluciones 2,7K, 2,7K 4:3, 1440, 1080, 960 y 720p. Según cuál elijamos la cámara dispondrá de manera automática los fps posibles, siendo siempre entre 24, 30, 60, 90 y 120 fps. Tanto esto como los intervalos de disparos (si elegimos secuencia) así como el campo de visión se establece en el apartado de configuración de la cámara, siendo el botón de encendido el seleccionador y el de disparo el "ok".
Dado que no tenemos una pantalla táctil y se trata de un manejo con dos botones, tendremos que ir siempre con algo de antelación si tenemos pensado hacer distintos tipos de toma, o más bien con distintas configuraciones, si bien a esto se le va cogiendo práctica. Así, la toma de imágenes siempre tardará un poco más si lo iniciamos en apagado con el botón de grabación, unos 3-4 segundos, a diferencia de si lo hacemos con la cámara encendida (un segundo o algo menos).
Hemos podido probar todos los modos y no ha habido ningún problema en las tomas, si bien lo que en ocasiones no acaba de ir bien es el inicio de la grabación por voz. En primer lugar los micrófonos deberán recibir la orden con una intensidad moderada, requiriendo un ambiente sin demasiada contaminación acústica y/o que elevemos la voz. Aun así, se da en ocasiones que la cámara "nos oye" pero no inicia el vídeo (es decir, suena un bip de recepción y el LED parpadea una vez, pero no empieza la grabación. Algo que también ocurre con la Hero5 Black.
La hemos podido probar en ocasiones de luz media (nublado), observando una falta de viveza en los colores y de nitidez, aunque no es algo llamativo tratándose de estas cámaras y las condiciones. Hay un modo nocturno que sólo existe para las fotografías, el cual aparentemente reduce la velocidad de obturación, por lo que si lo usamos tendremos que tener mucho pulso o algún trípode. Las fotos de la siguiente muestra están tomadas en disparo individual (las tres primeras) o forman parte de una ráfaga de 10 fotografías (el resto).
A parte de la calidad de imagen, la captación de sonido es bastante buena, teniendo en cuenta que tanto al ir en moto como con algo de ruido alrededor la pequeña unidad lograba captar nuestra voz cuando no siempre la teníamos cerca. A este respecto lo ideal es tenerla en el tirante de la mochila o en el arnés para el torso o el de la cabeza, al igual que para que funcione el reconocimiento de voz.
Y justo aquí es donde podemos hablar de otras posibles mejoras. Aunque la sensibilidad sea más que aceptable en los vídeos, sí le faltaría algo de mejora al reconocimiento de voz para las órdenes, que a veces no nos reconoce a poca distancia y en un ambiente con poco ruido. Esto no ocurre siempre, y de hecho algo gracioso que nos ha ocurrido es que la cámara se activaba al escuchar nuestra voz viendo su propio vídeo.
Obviamente nos olvidamos de previsualizaciones, así como de navegar para ver el contenido al no haber una pantalla como en el caso de la Black. El único indicador que tenemos es el número de tomas hechas que hemos comentado al hablar de la interfaz, pero tampoco podremos borrar nada desde ahí, sino que habrá que esperar a visualizar el contenido desde la microSD en algún otro dispositivo o recurrir a Capture, la nueva app de la cual hablaremos más adelante.
La acción según GoPro Hero5 Black: el usuario pro propone, y GoPro dispone
La que es ahora la tope de gama de las cámaras de acción de la marca incorpora, a diferencia de la pequeña, GPS (pudiendo etiquetar las tomas con la localización), modo ProTune (aún en pruebas) y la pantalla táctil que comentábamos. En esta ocasión podemos elegir entre las resoluciones 4K,2,7K, 2,7K 4:3, 1440, 1080, 960, 720 y 480p, disponiendo según caso los fps posibles entre 24, 30, 48, 60, 80, 90, 100, 120 y 240 fps.
Éstos y otros elementos se muestran en la interfaz de la pantalla principal, que nos indica el estado de la conexión inalámbrica (si está activada para sincronizar o no), si está o no activada la ubicación, el espacio disponible en la microSD (según el modo que elijamos), la batería (esta vez sí hay un porcentaje), el estado del modo Protune y del modo Baja luz, y en la parte de abajo el modo seleccionado, la resolución, los fps y el campo de visión (superview, estrecho, lineal, medio o gran angular), cuya disposición variará automáticamente según qué parámetros seleccionemos.
Así, como en el modelo anterior también tenemos una pantalla monocromática en el frontal, al lado del objetivo. Aquí veremos según esté en reposo o capturando una información; en el primer caso mostrará el modo y los parámetros elegidos, el número de tomas que llevamos de ese tipo, el número de minutos que nos quedan en la microSD (según configuración de la toma) y un indicador de la batería (sin porcentaje).
Veremos también a qué modo cambiamos (al pulsar el botón lateral de Mode, que salta entre vídeo, foto, bucle y ráfaga) y según grabemos o fotografiemos mostrará el el tiempo de grabación o el contaje de fotografías (de modo que en el caso de tomas subjetivas es un indicador de si se ha hecho ante una petición de voz). Eso sí, este LCD no tiene retroiluminación y no veremos nada si es de noche o estamos en una estancia oscura.
Así, como en el caso de la Session tenemos cuatro maneras de capturar imágenes: con la cámara apagada (y el botón de capturar), con la cámara encendida recurriendo a los botones y/o a la pantalla, desde un dispositivo móvil con la app Capture o el Remo y con las órdenes de voz (también ha de estar encendida). Con esto último se repite la historia de la Session: nos tocará elevar la voz en muchos casos, incluso teniéndola en el tirante de la mochila, con el fallo puntual que se da al ordenar vídeo (recibiendo la orden pero no ejecutándola).
La navegación por la pantalla táctil es bastante intuitiva, teniendo la pantalla inicial como centro y accediendo a distintas configuraciones al deslizar de los bordes hacia dentro. Podemos visualizar el contenido de la microSD deslizando de izquierda a derecha, pudiendo reproducir y borrar, ajustar todo lo relativo al disparo (ISO, obturación, resolución, etc.) deslizando en sentido contrario y acceder a las opciones de conexión y activación de órdenes de voz deslizando de arriba hacia abajo.
Quizás echemos en falta algo más de sensibilidad, dado que cuesta un poco sacar estos menús y el tap en general a veces es algo exigente. Veremos también que cuando se trata de un menú lateral en scroll o rueda (como el de elegir campo de visión) hay algo de lag, y tendremos que ser pacientes para elegir la opción que deseamos.
Aunque siga con estabilizador de imágenes digital, éste se nota y es un punto positivo en cualquiera de las tomas. Sí se aprecia la mayor calidad de las tomas que en el modelo menor, sobre todo cuando son a contraluz o en cielos nublados, aunque tampoco vendría nada mal algo de viveza en los colores. En la selección de imágenes que os mostramos, las cinco primeras están hechas con disparo simple y el resto con ráfagas (os incluimos una ráfaga entera)
Lo único que nos ha ocurrido en algunas ocasiones es un aviso de error de la tarjeta microSD a los 13-14 segundos de la toma de vídeo (en distintas configuraciones), repitiéndose entre tres y cuatro veces cuando aparece. Afortunadamente ha sido de manera puntual y sin determinar un porcentaje exacto han sido unas cuatro veces de unos cien vídeos.
Batería: el talón de Aquiles de la industria del que tampoco escapan las Hero5
Parece que la industria tiende a lo sin cable o wireless cada vez de manera más notable, con dispositivos que van obligando a olvidarnos de ellos como los últimos iPhones o algunos ordenadores que disponen de muy pocos puertos. Eso implica que la batería sea un punto vital, pero parece que no se logra dar con las mejoras suficientes para que nos volvamos a olvidar de esas baterías externas con las que nos hemos acostumbrado a convivir.
Algo así ocurre con las nuevas GoPro, y no sólo en el aspecto de que por cuestión de espacio la batería no pueda ser grande en exceso. En el caso de la Hero5 Black sí tenemos el dato de la batería, con 1.220 mAh (unos pocos más que su antecesora, con 1.660 mAh), pero más allá de que la mejora sea más o menos notable en cuanto a miliamperaje en la práctica no da para una larga jornada, siendo recomendable llevar siempre el cable y la batería externa.
La media de batería (calculada con grabación a 1080p a 30 fps) es de unas dos horas para la GoPro Hero5 Black. En nuestra experiencia la hemos prolongado un poco más al hacer tomas cortas o fotografías durante más rato con periodos de reposo o apagado, aunque si nos ponemos a sincronizar fotos de manera inalámbrica ésta disminuye con bastante velocidad, aunque no sólo es éste el problema.
Así, aquí hay que puntualizar algo: no se trata sólo del uso que hagamos, sino también de una posible mejora en el reposo. Está claro que la autonomía va a depender de las tomas que hagamos, pero lo que se hecha en falta es un reposo real, dado que en los casos en los que no recordamos apagarla el descenso de la batería es bastante notable sólo ya teniéndola unos 10 minutos sin usar. De hecho, algo que hace sospechar que puede mejorarse el modo reposo es que en muchas ocasiones nos las encontramos muy calientes al volver a activarlas.
Perpetrando lo todoterreno
Como decíamos, una de las principales novedades de las cámaras fue el hecho de incorporar la resistencia al agua sin necesidad de encajarlas en una caja de protección, si bien según la profundidad a la que vayamos a sumergirnos sí necesitaremos una (a partir de 10 metros deberemos ponerla, y la que dispone GoPro, por 54,99 euros, permite inmersiones de hasta 60 metros). En nuestras pruebas no hemos llegado a tanto, algo más de 2 metros, pero ambas cámaras se han portado bien en este aspecto aguantando bajo el agua sin problemas.
Para ello hemos recurrido a algunos de los accesorios que dispone GoPro, desde cintas para mano, muñeca, brazo, pierna y cabeza hasta los mangos habituales. En general son cómodos y aguantan bien tanto las inmersiones como al colocarlos en alguna superficie que tenga que afrontar vientos y resistencias fuertes como al ir en moto. De hecho, aunque lo habitual y recomendable al pegar un soporte a una superficie como el casco o el manillar de la moto es esperar 24 horas a que el adhesivo pegue, bastaron unos minutos para que se fijase y aguantase sin problemas en el casco (probamos ahí la Session, más ligera y compacta).
En estas pruebas comprobamos que la captación de sonido es muy buena y que, probablemente debido al sistema que comentábamos en el que se va alternando el micrófono según se necesita, las cámaras han sido capaces de capturar nuestra voz aunque el ambiente no acompañase acústicamente, como veíamos en el vídeo de la Black. En las tomas se ha capturado bien nuestra voz cuando grabábamos en la moto (con el viento y el motor) y en las pruebas de piscina se oía la música que llevábamos en los auriculares teniendo la cámara en el soporte de la mano.
Aquí quizás lo que pueda mejorarse de alguna manera es el tradicional acople de la caja protectora de las GoPro (la básica, que se incluye en la compra) de tornillo de rosca. Probablemente sea una de las mejores opciones a la hora de aguantar y también por el cambio de inclinación que permite para la toma, pero hace que tengamos que pararnos unos minutos cada vez que queremos cambiar la cámara de lugar, salvo que el sitio de destino no requiera la rosca, sino la base en pinza.
A parte, están las que apuntan a ser las joyas de la corona en cuanto a accesorios por su función y por ser probablemente los más pequeños. Por una parte tenemos el Quik Adapter, una solución para quien prefiera la conexión física y no la inalámbrica para pasar el contenido de la microSD al móvil, habiendo versiones para Lightning por 34,99 euros, USB tipo-C y USB 2.0, y por otra está Remo, un pequeño control remoto sumergible hasta 10 metros para activar la captura por voz o por presión, aunque no es precisamente barato (por 89,99 euros).
Capture: There's an app for fun
Más allá de los nuevos dispositivos, GoPro se halla en vías de ampliar sus servicios en software. Además de Quik, la app de creación de vídeos animados que ya se encuentra disponible en la App Store y Google Play, dentro de aproximadamente un mes pondrán en funcionamiento Plus, un servicio de almacenamiento en la nube, y Capture, la app que hemos mencionado ya para poder controlar remotamente las cámaras con conectividad y poder gestionar y compartir el contenido.
De momento Capture está en fase beta en ambas plataformas, pero hemos podido probar dicha versión en sus versiones para cada sistema. Sin centrarnos en exceso en la estabilidad al tratarse de una versión preliminar (aunque, pese a esto, tampoco sale malparada), lo que hemos podido hacer con ella es descargar el contenido en nuestros dispositivos móviles para visualizarlos, compartirlos o tirar posteriormente de la app Quik para montar los vídeos.
Aquí hay algunas salvedades: las apps funcionan bien (pese a su condición de beta) y prometen ser una solución rápida y versátil para disfrutar del contenido en el momento y sin depender de un ordenador, además de que el control remoto resulta útil. Pero hay algunos aspectos que solventar como el hecho de que en iOS no haya soporte de archivos *.mp4 y sea éste el formato en el que se descargan (de modo que la experiencia empeora bastante dado que deja poco que hacer con Quik).
La sincronización de las cámaras con el móvil se produce sin problemas una vez las vinculamos con él. Aquí también ha habido mejor experiencia con Android, dado que en iOS 10 no nos dejaba en ocasiones finalizar el vínculo con la cámara al tratarse de una conexión wifi sin internet. De hecho, pese a que Capture tiene una explicación de cómo realizar la conexión en el caso de cada modelo de cámara, resulta un poco difícil de entender al inicio para el usuario novel o si no se está familiarizado con las vinculaciones vía wifi.
El vídeo que ponemos a continuación está hecho desde un móvil Android con las dos apps. Con Capture hemos descargado los vídeos que nos interesaban y con Quik los hemos unido, recortanto o dividiendo algunos y añadiendo la música y uno de los packs de efectos predefinidos. En esencia es bastante sencillo, aunque la gestión de vídeos en cuanto a orden o recortes a veces va un poco lenta y no permite eliminar clips una vez los hemos añadido.
GoPro Hero5 Session y Black: la opinión de Xataka
El mercado de las cámaras de acción está explotando actualmente, de hecho hace unas semanas publicamos aquí una comparativa de hasta siete modelos distintos de cámaras de acción de bajo coste. Otro motivo de más para no olvidar al cliente potencial aún estando entre los fabricantes más potentes del sector, y no dejar de incorporar funciones que mejoren la experiencia de un usuario que va a usar el producto en las condiciones más imposibles.
Una vez alcanzada la cima en cuanto a la actual carrera de las resoluciones monstruosas con el 4K, faltaba llegar a la de los fotogramas por segundo incorporando la captura a 240 fps, sin dejar de lado la resistencia al agua y a la profundidad per se y sin recurrir a accesorios. Algo que cada vez está más extendido incluso en dispositivos más habituales como teléfonos móviles (salvando las distancias en cuanto a resistencia).
De este modo, la experiencia con ellas es satisfactoria, bastante más en el caso de la Black al tener la pantalla táctil y poder realizar una primera gestión (aunque no demasiado fluida debido al panel en sí) del contenido. Puliendo un poco más el software para evitar errores como el de la SD y con un mantenimiento del software en el futuro la experiencia puede mejorar bastante.
En cuanto a los dispositivos, los puntos a mejorar son precisamente esta sensibilidad del panel táctil y la autonomía, si bien hablando de estos volúmenes tan pequeños esto es algo bastante difícil de mejorar al menos conforme está planteado ahora esto en la industria. Algo de mejora sobre el papel ha habido de la Hero4 a la Hero5 como decíamos, pasando de una batería de 1.160 a 1.220 mAh, pero en la práctica no es muy perceptible, pudiendo mejorar quizás el consumo en reposo (sobre todo teniendo en cuenta que se nos puede olvidar apagarla).
Los añadidos como el control por voz siguen un camino de sencillez que puede tener buena acogida en los usuarios que busquen algo más práctico que completo, aunque ya hemos visto que aquí también puede haber mejora. Y la posibilidad de realizar tomas teniendo la cámara apagada con sólo pulsar (o pulsar y mantener) el botón de captura es un punto a favor en las situaciones en las que llevamos guantes o queremos una toma rápida.
La GoPro Hero5 Session está disponible a la venta por 329 euros en Europa y la GoPro Hero5 Black por 429 euros a partir del 2 de octubre. Por su parte, los precios para México serán de 299 dólares y 399 dólares respectivamente, con la misma fecha de llegada para la Session. En cuanto al Karma, saldrá por 799 dólares (por mochila, Karma Grip y bastón), 999 ó 1.099 dólares si queremos además la Hero5 Sessión o la Black.
Los dispositivos han sido cedidos para la prueba por parte de GoPro. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.
En la realización del vídeo tenemos a Pedro Santamaría.
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