Este televisor con panel LCD ADS y tecnología QLED es un auténtico todoterreno
Puede reproducir contenidos Dolby Vision IQ, HDR10+, HDR10 y HLG, y tiene dos entradas HDMI 2.1
Los últimos televisores de Hisense que he tenido la oportunidad de analizar son modelos ambiciosos diseñados para competir en la gama alta. El OLED 4K A85H, por ejemplo, es un televisor prémium ideado para pelear de tú a tú con muchos de los modelos con panel orgánico de LG, Samsung, Panasonic o Sony. Y el O8B me demostró en el ya algo lejano enero de 2020 que esta marca es capaz de colocar en las tiendas televisores OLED con una relación precio/prestaciones a la que es difícil resistirse.
El televisor que estamos a punto de poner a prueba comparte las señas de identidad de aquellos dos modelos, pero juega en otra liga. En una liga más accesible. De hecho, si nos ceñimos a sus especificaciones y su precio nos daremos cuenta de que estamos ante una propuesta de gama media. Sin embargo, y aquí llega un giro inesperado a modo de espóiler, sus prestaciones en algunas de nuestras pruebas lo colocan casi al nivel de algunos televisores de gama alta. Sea como sea este QLED E7NQ Pro nos recuerda que no debemos juzgar un televisor solo por sus características. Corremos el riesgo de infravalorarlo.
Hisense QLED E7NQ Pro: especificaciones técnicas
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hisense qled 65e7nq pro |
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panel |
LCD ADS QLED 4K UHD de 8 bits + FRC, 65 pulgadas, 120 Hz (hasta 144 Hz) y relación de aspecto 16:9 |
resolución |
3.840 x 2.160 puntos |
retroiluminación |
Direct LED con 32 zonas de atenuación local independientes |
hdr |
Dolby Vision IQ, HDR10+, HDR10 y HLG |
contraste |
1.200:1 |
brillo típico |
400 nits |
brillo máximo |
450 nits |
luminancia mínima |
0,2 nits |
tiempo de respuesta |
8 ms |
latencia de entrada |
11 ms (en modo juego) |
ángulo de visión |
178º |
procesador |
MediaTek MT9618 de cuatro núcleos |
sistema operativo |
VIDAA U7.6 |
sonido |
2 x 10 vatios + 20 vatios Dolby Atmos |
conectividad |
2 x HDMI 2.1 (entradas 3 y 4), 2 x HDMI 2.0, 1 x CI+, 1 x USB 2.0, 1 x USB 3.0, 1 x S/PDIF, 1 x entrada audio, 1 x salida auriculares, 2 x sintonizador RF, 1 x entrada AV (mini) y 1 x RJ45 |
conectividad inalámbrica |
Wi-Fi 5 Bluetooth 5.0 |
consumo en uso |
240 vatios |
etiqueta energética |
Clase E |
dimensiones |
1.451 × 300 × 894 mm (con peana) |
peso |
19,2 kg (con peana) |
precio |
Hisense 65E7NQ Pro - QLED Gaming TV, 65 Pulgadas Televisor, VRR 144Hz HSR 240 fps, AMD Freesync Premium Pro, Barra de Juegos, Solución HDR Total, Dolby Vision IQ & Dolby Atmos (Nuevo 2024)
El panel LCD ADS de este televisor es menos modesto de lo que parece
Sobre el papel la matriz inorgánica de este televisor no parece gran cosa. Hisense nos propone un panel LCD de tipo ADS con resolución 4K UHD, 8 bits + FRC y 120 Hz nativos. El hecho de que se trate de una solución de 8 bits, y no de una de 10 bits, a priori desanima un poco, es verdad, pero varios televisores con panel de 8 bits + FRC que he analizado durante los últimos años me han sorprendido por su excelente colorimetría. Y este E7NQ Pro, además, se apoya en una matriz de nanocristales de última generación. En la siguiente sección de este artículo comprobaremos si está o no a la altura.
Un inciso antes de seguir adelante por si no conocéis los paneles LCD ADS (Advanced Super Dimension Switch) y la tecnología FRC (Frame Rate Control). Los primeros utilizan una técnica muy similar a la de los paneles IPS (In-Plane Switching) con los que estamos familiarizados, pero suelen tener un tiempo de respuesta un poco más bajo y resisten mejor la presión física.
Por otro lado, la tecnología FRC permite a la matriz generar un espacio de color más amplio utilizando píxeles adyacentes de colores diferentes que nos brindan la sensación de que estamos contemplando un tercer color que, en realidad, no forma parte del espacio de color del panel de 8 bits. Parece una estrategia rebuscada, pero funciona.
En televisores de 65 pulgadas o más prefiero los pies laterales a las peanas centrales porque normalmente resuelven mejor la estabilidad del panel. Hay peanas muy bien diseñadas que son capaces de garantizar la estabilidad de matrices de más de 65 pulgadas, pero si he de elegir me quedo con unos pies como los que Hisense ha puesto a punto en este televisor. Además, como podemos ver en la siguiente fotografía de detalle, son estilizados. Eso sí, tienen una pega: están bastante próximos a los laterales del televisor, lo que nos obliga a colocarlo sobre una superficie amplia que tenga casi la misma anchura que este televisor QLED.
Por otro lado, VIDAA U7.6 es un sistema operativo resultón. En mi opinión se parece más a Google TV que a webOS o Tizen, pero más allá de los parecidos lo realmente importante es que me sentí cómodo con él en apenas unos minutos. Eso sí, no es tan rápido a la hora de desplazarnos a través de la interfaz o de iniciar aplicaciones como las últimas revisiones de Google TV. Y eso que el procesador de MediaTek, el MT9618, que los ingenieros de Hisense han integrado en este televisor sobre el papel no está pero que nada mal. Me parece que en estas circunstancias a VIDAA U7.6 le falta un punto de optimización, pero no es nada grave. La experiencia que nos entrega es satisfactoria desde un punto de vista global.
En el ámbito en el que no tengo nada que objetar al sistema operativo que nos propone Hisense junto a este televisor es el de la configuración avanzada de los parámetros de imagen. Este modelo QLED sale bien calibrado de fábrica, pero tiene margen de mejora. Lo ideal es afinarlo utilizando una sonda y software profesional, pero soy consciente de que estos recursos no están al alcance de todos los usuarios. Por esta razón os sugiero dedicar unos minutos a su calibración utilizando, por ejemplo, el tutorial que os proponemos nosotros. Cualquier usuario puede seguir sus pasos y con toda probabilidad conseguiréis sacar más partido al panel LCD de este televisor.
En la siguiente fotografía de detalle podemos ver que el mando a distancia que nos entrega Hisense junto a este televisor es muy completo. Está fabricado en un policarbonato de bastante buena calidad, pero lo que a mí me ha convencido es que incorpora más accesos directos de lo que es habitual. Y yo lo agradezco. Todas las medidas que nos permitan acceder con más rapidez a las apps que más utilizamos me parecen muy bien traídas, y este mando a distancia nos entrega accesos directos a Netflix, Prime Video, Disney+, YouTube, Rakuten, DAZN... Bien por Hisense.
Este televisor Direct LED parece un FALD de los buenos. Prometido
Para poner a prueba la calidad de imagen de este televisor recurrí a algunas de las películas en Blu-ray Disc y Blu-ray 4K que suelo utilizar, entre las que merece la pena destacar 'Oppenheimer', 'Dune', 'El renacido', 'La llegada', 'Interstellar', 'Blade Runner 2049' o 'Spider-Man: Lejos de casa', entre otras. También utilicé contenido de Netflix y YouTube que conozco muy bien.
En mi opinión su punto más débil es su capacidad de entrega de brillo. Según Hisense su brillo típico es 400 nits, pero es capaz de entregar picos de 450 nits (supongo que en una región que ocupa el 10% de la superficie del panel). Este brillo es modesto, y se percibe con cierta claridad cuando entregamos al televisor contenidos HDR. En un espacio poco iluminado o sin luz no hay problema, pero en habitaciones con mucha luz ambiental le vendría muy bien una mayor capacidad de entrega de brillo. Eso sí, es capaz de lidiar con todos los formatos HDR que se utilizan actualmente: Dolby Vision IQ, HDR10+, HDR10 y HLG.
Por otro lado, el sistema de retroiluminación que han puesto a punto los técnicos de Hisense en este televisor es relativamente modesto. Al menos sobre el papel. Y es que se apoya en una matriz de tipo Direct LED con tan solo 32 zonas de atenuación local independientes. Es evidente que queda muy lejos de los televisores FALD o mini-LED más avanzados, que pueden llegar a tener varios miles de zonas de atenuación local independientes. Sin embargo, como podéis intuir en la siguiente fotografía, su negro absoluto es profundo y su nivel de detalle en regiones en sombra es alto. En este escenario su luminancia mínima de tan solo 0,2 nits juega a su favor.
Otra de sus bazas, quizá la más atractiva, es su reproducción del color. Nada más sacarlo de la caja resuelve la colorimetría de una manera convincente, pero, como he mencionado unas líneas más arriba, merece la pena dedicarle unos minutos y calibrarlo con un poco de minuciosidad. Después de hacerlo comprobaremos lo bien que resuelven los nanocristales el color más allá de las limitaciones que en teoría introduce un panel de 8 bits + FRC. Honestamente, una vez calibrado rivaliza con un buen televisor LCD LED equipado con una matriz de 10 bits.
La prueba que podéis ver en la siguiente imagen es muy puñetera para los televisores con panel LCD, especialmente para aquellos que tienen una retroiluminación relativamente modesta. Este QLED E7NQ Pro, como hemos visto, tiene tan solo 32 zonas de atenuación local independientes, pero los ingenieros de Hisense han hecho una proeza con el algoritmo que las administra.
No es inmune al blooming (es ese defecto que se manifiesta bajo la forma de un halo que rodea las zonas más iluminadas de cada fotograma), pero ningún modelo LCD lo es en circunstancias comprometidas. Lo más certero que puedo decir de este televisor en esta área es que no parece un Direct LED de tan solo 32 zonas; parece un modelo FALD con muchas más zonas de atenuación local independientes.
No puedo concluir esta sección del análisis sin hablaros del sonido de este televisor. Incorpora dos altavoces excitados por otros tantos amplificadores de 10 vatios que trabajan en clase D y un subwoofer atacado por un amplificador de 20 vatios. A su favor tengo que destacar que es capaz de alcanzar un nivel de presión sonora notable sin que la distorsión se desmande, pero no reproduce las voces con la resolución idónea cuando disfrutamos contenido cinematográfico ni tiene la pegada en graves ideal, a pesar de la presencia del subwoofer. Merece la pena respaldarlo por una buena barra de sonido, o, mejor aún, por un equipo de sonido multicanal dedicado. Un último apunte: procesa audio Dolby Atmos.
Sí, es un televisor todoterreno, pero se luce sobre todo con los videojuegos
Para evaluar el rendimiento de este televisor con videojuegos recurrí a nuestra adorada consola Xbox Series X y a varios títulos que son muy sensibles a la latencia, como ‘Mortal Kombat X’, ‘Forza Horizon 4’, ‘Gears 5’ y ‘Ori and the Will of the Wisps’.
Como he mencionado unos párrafos más arriba, los paneles ADS suelen tener un tiempo de respuesta un poco más bajo que los IPS, aunque no rivalizan en este parámetro con las matrices OLED, que suelen tener menos de 1 ms. El panel que incorpora este televisor tiene según Hisense un tiempo de respuesta de 8 ms. No es un valor impactante, pero es una cifra muy correcta si lo queremos utilizar para jugar o reproducir contenido deportivo.
El otro valor crítico con los juegos es la latencia de entrada. Hisense nos promete que este televisor nos entrega al activar el modo para juegos una latencia de 11 ms. He medido entre 11 y 13 ms a 1080p y 2160p a 120 Hz, lo que lo coloca como un televisor LCD muy atractivo en este escenario de uso. He probado modelos con una latencia más baja, como, por ejemplo, el OLED S95D de Samsung y sus 5 ms, pero es mucho más caro que este QLED E7NQ Pro. Un último apunte importante: las entradas HDMI 3 y 4 implementan la norma 2.1 completa.
Hisense QLED E7NQ Pro: la opinión y nota de Xataka
Este televisor es una grata sorpresa. Reconozco que cuando me enfrento al análisis de un modelo equipado con un panel de 8 bits + FRC modero inmediatamente mis expectativas, pero este QLED E7NQ Pro me ha demostrado lo bien que puede resolver el color cuando la matriz está respaldada por una capa de nanocristales de última generación. El protagonista de la otra gran sorpresa que me he llevado ha sido su algoritmo de gestión de la retroiluminación. De hecho, está tan bien resuelto que consigue exprimir todo el potencial de la relativamente modesta matriz Direct LED con 32 zonas de atenuación local independientes.
Más puntos a su favor: es capaz de lidiar con todos los formatos HDR utilizados actualmente, tiene una latencia con videojuegos competitiva y las entradas HDMI 3 y 4 implementan la norma 2.1 completa. Sus puntos débiles, que los tiene, son una capacidad de entrega de brillo muy modesta que impide que los contenidos HDR luzcan como deberían, una calibración de fábrica mejorable y un audio que nos invita a recurrir a una barra de sonido, o, mejor aún, a un equipo multicanal dedicado. Este televisor no es perfecto, pero es un auténtico todoterreno que rinde bien con contenido cinematográfico y se luce con los videojuegos. En su segmento de precio merece la pena tenerlo en cuenta.
7,6
A favor
- Su reproducción del color es muy convincente, sobre todo después de calibrarlo
- El algoritmo de gestión de la retroiluminación es muy eficaz
- Es capaz de lidiar con todos los formatos HDR actuales
- Su latencia con videojuegos es muy competitiva
- Las entradas HDMI 3 y 4 implementan la norma 2.1 completa
En contra
- Su capacidad máxima de entrega de brillo es muy limitada
- La calibración de fábrica es mejorable
- Su sonido no está a la altura de su calidad de imagen
Hisense 65E7NQ Pro - QLED Gaming TV, 65 Pulgadas Televisor, VRR 144Hz HSR 240 fps, AMD Freesync Premium Pro, Barra de Juegos, Solución HDR Total, Dolby Vision IQ & Dolby Atmos (Nuevo 2024)
Este televisor ha sido cedido para este análisis por Hisense. Puedes consultar cómo hacemos las reviews en Xataka y nuestra política de relaciones con las empresas.
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