La cancelación de ruido activa en los auriculares True Wireles está de moda. Cada vez más fabricantes se animan a lanzar auriculares con esta tecnología, siendo dos los de los más populares los AirPods Pro de Apple o los WF-1000XM3 de Sony. Estos dos productos tienen algo común: valen más de 200 euros. Son caros, pero eso no quiere decir que no haya alternativas más asequibles de otras marcas, y un ejemplo claro son los Honor Magic Earbuds, cuyo análisis es el que hoy nos ocupa.
Los Honor Magic Earbuds cuestan menos de la mitad que las dos alternativas mencionadas anteriormente. Su apuesta es sencilla: un diseño conocido y familiar (salta a la vista), un rendimiento correcto (con algunos matices que conoceremos más adelante) y un precio de 99,90 euros. ¿Cómo se comportan? ¿Qué experiencia ofrecen? Vamos a verlo.
Ficha técnica de los Honor Magic Earbuds
HONOR MAGIC EABUDS | |
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DIMENSIONES Y PESO | Auricular: 41,8 x 23,7 x 19,8 mm; 5,4 gramos |
UNIDAD DE DIAFRAGMA | 10 mm |
TIPO | In-ear inalámbricos |
CONEXIÓN | Bluetooth 5.0 |
COMPATIBILIDAD | iOS y Android |
TIEMPO DE CARGA | Auriculares: una hora |
AUTONOMÍA | Auriculares: 37 mAh |
CARGA DEL ESTUCHE | USB tipo C |
EXTRAS | Cancelación de ruido activa híbrida |
PRECIO |
Honor Magic Earbuds (Pearl White)
Diseño: resulta familiar, y eso es bueno
Es innegable que los Honor Magic Earbuds tienen cierto parecido a los AirPods Pro, y eso no es necesariamente malo. La parte superior, donde se ubica el altavoz, tiene un acabado trapezoidal que se adapta a la oreja, y en la parte inferior tenemos el respectivo mastil que quedará colgando cuando llevemos los auriculares puestos. Es un diseño conocido, similar al de otras propuestas del mercado, y que si bien no destaca por ser novedoso, sienta muy bien.
Están acabados en policarbonato, pero transmiten una buena sensación. Se notan robustos y resistentes, o al menos todo lo robustos y resistentes que se pueden sentir unos dispositivos tan pequeños. Esta sensación, sin embargo, no se transmite en la caja, que se nota algo peor, sobre todo en el bisagra de la tapa. Tampoco es un problema demasiado grande, puesto que la caja pasará más tiempo en el bolsillo que en nuestras manos. Ahora hablaremos de ella más detenidamente.
En cuanto al peso, cada auricular pesa 5,4 gramos, lo mismo que los AirPods Pro y algo menos que los Mi True Wireless de Xiaomi. Dicho de otra forma, son bastante ligeros, y eso se nota cuando lo llevamos puestos. Pasan desapercibidos y no molestan durante largas sesiones de uso. Ahora bien, es importante saber que cada oreja es diferente y requiere una almohadilla más o menos grande, por lo que Honor ha metido en la caja una bolsita con almohadillas de diferentes tamaños.
A mí me ha valido con las que vienen de serie, pero recomiendo probarlas todas para encontrar la que mejor se adapte. Esto no solo es importante de cara a la comodidad, sino también para la cancelación de ruido. En este tipo de auriculares, la cancelación de ruido pasiva, es decir, la que depende de cuánto hayamos tapado el pabellón de la oreja, queda reducida casi al mínimo, por lo que tener unas almohadillas de un tamaño correcto es fundamental.
Hablando de las almohadillas, son de silicona y su tacto es bueno. Agarran bien y durante el tiempo que los he estado usando no he tenido problemas. Nunca se me han caído, incluso haciendo deporte, y lo cierto es que la sensación final ha sido bastante buena. Son unos auriculares realmente cómodos y, para el precio que tienen, poco más se puede pedir. No se le pueden poner pegas a su construcción, salvo que no tienen resistencia al agua. Este es un punto a valorar y a tener muy en cuenta a la hora de hacer deporte.
En lo referente a la caja, es bastante ancha debido a que los auriculares los guardamos en horizontal. Con esto no quiero decir que no se pueda llevar tranquilamente en el bolsillo, pero es cierto que abulta bastante. Pesa 54 gramos, nueve gramos más que la de los AirPods Pro, y eso también se nota. El acabado de la caja es algo peor que el de los auriculares y se siente más plástico al tacto, pero insisto en que no es algo que haya molestado en el día a día porque siempre ha estado guardada en el bolsillo.
En la parte trasera encontramos el botón para forzar el Bluetooth e iniciar la sincronización con un dispositivo nuevo, así como el puerto de carga USB tipo C. Porque sí, los auriculares se cargan con un cable, ya que no cuentan con carga inalámbrica. En la parte delantera tenemos un LED que se iluminará en blanco para indicarnos que el estuche está rastreando dispositivos y en rojo cuando a este le queda poca batería.
Experiencia: luces y sombras
Pasamos así a hablar de la experiencia, que no de la calidad de audio, ya que eso merece su propio apartado. Para sincronizar los auriculares tenemos dos opciones: la de toda la vida y la interesante si tenemos un móvil Android. La de toda la vida consiste en abrir el estuche, presionar el botón trasero dos segundos, acceder a los ajustes de Bluetooth en el móvil y seleccionar los auriculares. Listo, auriculares sincronizados y preparados para reproducir música.
La interesante es con la app Huawei AI Life, que solo está disponible en Android. ¿Qué nos permite hacer esta aplicación? Además de sincronizarlos, nos muestra la batería de cada auricular y del estuche y nos permite modificar los controles táctiles. No tiene más, es una app bastante básica, pero cumple perfectamente con su cometido. Yo soy muy contrario a instalar aplicaciones que "no necesito" en el móvil y AI Life ha conseguido hacerse un hueco en mi pantalla de inicio durante el análisis.
Por otro lado, si tienes un móvil Huawei u Honor con EMUI 10 o superior, podrás acceder a HiPair. ¿Qué es esto? El sistema de sincronización rápida de Huawei, que es similar al de Apple con los iPhone y los AirPods. Este consiste en acercar el estuche y el móvil, abrir el estuche y presionar el botón trasero durante dos segundos. Automáticamente, aparecerá una pantalla pop-up que nos permitirá proceder con la conexión. Muy útil, pero requiere de un móvil de la marca.
Hablábamos antes de los gestos, así que vamos con ellos. La "cabeza" del auricular es táctil y reconoce nuestros gestos. En concreto, pulsar dos veces y mantener pulsado. Podemos configurar cada auricular con diferentes gestos, de forma que dos toques en el auricular izquierdo paren la música y dos toques en el derecho activen el asistente. El gesto de mantener pulsado queda reservado para activar o desactivar la cancelación de ruido y no se puede modificar en ninguno de los dos auriculares.
Por otro lado, una función bastante útil es la detección automática. Los auriculares detectan cuándo nos los hemos quitado y paran la música. Teóricamente, también deberían volver a reproducirla cuando nos los ponemos, pero durante nuestras pruebas esto no ha funcionado. La música se para cuando nos los quitamos, pero no vuelve a reproducirse cuando nos los ponemos. Cuestión de que Honor actualice el software (vía AI Life, por cierto).
Puestos a hablar de puntos negativos, toca hablar de la latencia. En pocas palabras, es demasiado alta, hasta el punto de que es imposible ver un vídeo o una película con los auriculares puestos. Tiene un retardo cercano al segundo, suficiente para que notemos que la locución del vídeo no está sincronizada con la boca del locutor o la imagen. No ha sido la mejor experiencia, desde luego. En la música también se nota, pero no en la calidad, sino en el tiempo que pasa entre que tocas dos veces el auricular para parar la música y esta se para.
Calidad de sonido: una grata sorpresa
Sobra decir que no estamos ante unos auriculares de estudio, sino ante unos dispositivos sencillos que buscan que podamos escuchar música correctamente, y en ese sentido cumplen con lo esperado. La experiencia con el sonido es buena, sin llegar a ser sobresaliente, pero más que suficiente para que sea agradable.
He escuchado música en iOS, Android, en local y en streaming, siempre con un bitrate de 320 Kbps y de varios géneros. La sensación final es bastante positiva. El sonido es nítido y estable, no hemos notado problemas de desconexión ni ruido intruso y lo cierto es que hay cierto efecto ¡wow! cuando los usas por primera vez.
Eso es debido a los graves, que están sorprendentemente bien conseguidos, más aun si tenemos en cuenta que los drivers son de diez milímetros. Es cierto que en algunas ocasiones pueden llegar a ser exagerados, pero dependerá en última instancia de los gustos. Si buscas la mayor fidelidad, hay otras alternativas a contemplar. Si solamente quieres escuchar música y disfrutar de las canciones, los Magic Earbuds se comportan muy bien.
Los auriculares mantienen el tipo cuando los usamos al máximo volumen, conservando los agudos y potenciando los graves. Una canción muy buena para poner a prueba los auriculares es 'Bohemian Rhapsody', de Queen, ya que tiene diferentes estilos y va variando. Otra opción un poco más escandalosa es 'Going Gorillas', de Doctor P. En ambas canciones se puede apreciar que la música se oye bien y que es nítida. Evidentemente, no vamos a conseguir los mismos matices que con unos auriculares de 250 o 300 euros, pero insisto: la experiencia es muy positiva.
Algo que quizá no guste a los más sibaritas del audio es que los Magic Earbuds no tienen una app con ecualizador. Es cierto que apps como Spotify o PowerAmp (en Android), e incluso algunas capas de personalización, nos permiten toquetear algunos parámetros, pero habría sido de agradecer que Honor diese al usuario un poquito más avanzado la posibilidad de ecualizar el sonido.
Dicho lo cual, hablemos de la cancelación de ruido activa híbrida ¿Cómo funciona? Básicamente, combinando la cancelación de ruido pasiva de los propios auriculares y la cancelación activa que se consigue con los micrófonos que hay repartidos por el cuerpo de los auriculares. Estos emiten ondas para cancelar el ruido ambiente hasta un máximo de 32 dB, o al menos así debería funcionar sobre el papel.
En realidad, la cancelación de ruido es suficiente para anular ligeramente el típico ruido del motor de un autobús, el que hace la torre del ordenador o el sonido ambiente de la calle cuando hay no ajetreo, pero seguiremos escuchando a alguien que nos hable desde una distancia cercana, los coches pasando por nuestro lado y de forma muy sutil las conversaciones que se estén teniendo a media distancia. ¿Se nota que está activada? Sí, sin duda, pero no es completamente aislante.
En cuanto a la calidad de las llamadas, sin problema ninguno. La voz de nuestro interlocutor se oye nítida y la nuestra también. Los auriculares usan los dos micrófonos externos para anular el ruido ambiente y capturar nuestra propia voz, y si bien no van a evitar el típico sonido intruso de una corriente de aire fuerte, sí es cierto que la voz se nota más clara cuando está activada. No es la panacea, pero al menos aporta algo de mejora.
Autonomía: música con algunos límites
Uno de los problemas inherentes a los auriculares inalámbricos de este tipo es la batería. Al ser pequeños hemos de ser conscientes de que no vamos a poder usarlos durante mucho tiempo sin recargarlos en el estuche, y en los Honor Magic Earbuds es exactamente así. Por norma general, con la cancelación de ruido activa activada hemos conseguido poco más de dos horas de reproducción musical continua. Con la cancelación de ruido desactivada es posible rascar media hora más.
Es una autonomía un poquito baja, pero suficiente para una sesión de running o un viaje en autobús o metro. Para que nos hagamos una idea, es parecida a la de los Mi True Wireless de Xiaomi, la mitad que los AirPods Pro y algo menos de un tercio que los Sony WH-1000XM3. Por fortuna, se cargan bastante rápido, en más o menos una hora, dentro de su estuche.
El estuche, por cierto, permite cargar los auriculares por completo tres veces y se carga en una hora y media. No está mal, pero no deja de ser cierto que la autonomía no es su mayor punto a favor. En pocas palabras, no vamos a poder llegar a completar media jornada de trabajo sin cargar los auriculares. Algo a lo que tocará acostumbrarse es a cargarlos más a menudo de la cuenta.
Honor Magic Earbuds: la opinión de Xataka
Tras haber probado los Honor Magic Earbuds, el sabor de boca resultante es bueno. Son bonitos, se sienten bien y son muy ergonómicos, sobre todo cuando damos con la almohadilla de silicona correcta. Lo único negativo del apartado del diseño es que no tienen ningún tipo de resistencia al agua y que la caja es bastante grande.
En cuanto a la calidad del sonido, los auriculares se comportan bien si no somos demasiado exigentes y simplemente queremos escuchar música de forma inalámbrica. Los más expertos en sonido seguramente noten que faltan ciertos matices o que los graves pueden ser más fuertes de la cuenta, pero tampoco es que estemos hablando de unos auriculares de estudio. Lo que sí es un problema grave es la latencia, que hace que sea imposible ver un vídeo o jugar a un videojuego.
La latencia, junto a la autonomía, son sus dos principales puntos negativos. Los auriculares ofrecen una duración algo escasa en comparación con sus rivales y eso es algo que afecta en la experiencia diaria. La cancelación de ruido tampoco es la mejor ni la más aislante, pero servirá para usar lo auriculares en ambientes medianamente tranquilos. Volvemos así a lo que decíamos anteriormente: por 100 euros, poco más se puede pedir.
Honor Magic Earbuds (Pearl White)
El accesorio ha sido cedido para la prueba por parte de Honor. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.
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