Honor View 10, toma de contacto: aires de alta gama en diseño y manejo, pero aún más "natural" que artificial

La siempre concurrida Londres fue el escenario elegido por Honor para ampliar el mercado de sus dos últimos terminales. Sólo el Honor 7x está ya disponible a la venta por ahora, pero hemos tenido la oportunidad de hacer una toma de contacto del Honor View 10, que se añadirá al catálogo en aproximadamente un mes.

Despidiéndose de un estilo que vimos en el Honor 9, los nuevos terminales toman algo más de la genética de sus primos lejanos los Huawei P10 y que ya vimos en el Honor 8 Pro, con cuerpo de metal y bordes curvos. Pero destacan ambos por haber mejorado el aprovechamiento del frontal, si bien el View 10 saca pecho también a nivel de hardware e inteligencia artificial.

Ficha técnica del Honor View 10

Toma de contacto en vídeo

Diseño: que se note el linaje (de la familia política)

Así como en el caso del Honor 7x el lector de huellas se ha trasladado a la parte trasera dejando hueco a la pantalla, en el del View 10 se ha mantenido en el frontal, aunque bastante discreto y sin perjudicar aparentemente en cuestión de aprovechamiento del mismo. Así, las casi 6 pulgadas del panel quedan bien integradas en un frontal con marcos bastante reducidos (probablemente la pantalla ocupe en torno al 78%).

En mano no se siente pesado o demasiado grande, sobre todo teniendo en cuenta la diagonal de pantalla que abraza. Muy buenas sensaciones con los acabados y los materiales; más allá de lo que lo pudiesen lanzar al suelo en la presentación (nosotros no lo hicimos), aparenta ser resistente sin ser tampoco demasiado robusto.

Muy fino, tanto que aunque el agarre es cómodo quizás no sea del todo ergonómico. Aunque la consecuencia objetiva de esto es que las cámaras, a diferencia del Honor 9, son protuberantes y por tanto nada discretas (y hay a quien le molesta que sobresalga al apoyarlo sobre una superficie).

La pantalla: una protagonista a la que le toca compartir escenario

Parece que la evolución a un mayor aprovechamiento del frontal sea un hecho más allá de la alta gama, y Honor (que coquetea siempre con ésta con sus buques insignia) se ha puesto las pilas en estos últimos terminales, como hemos comentado. De este modo, el Honor View 10 integra un panel IPS de 5,99 pulgadas con resolución de 2.160 x 1.080 píxeles y ratio de 18:9.

A falta de tener cifra oficial de este aprovechamiento, el terminal goza de un aspecto algo más actualizado en el frontal si hablamos del mercado en general. Como decíamos, no han llevado atrás el lector de huellas, aunque han escatimado hasta el último milímetro y el marco inferior da lo justo para cubrir la superficie del sensor (que es alargado y estrecho). Y en este sentido lo que se agradece es que (al contrario que el 7x) el logo quede en la parte de atrás.

Aunque en una primera toma de contacto siempre echaremos en falta poder probar la pantalla en exteriores, esto ya nos sirve para poder valorarla dos niveles: experiencia y posibilidades. En cuanto a lo primero tenemos detalle de sobra, con un ajuste de brillo automático que se ha comportado bien en los cambios de iluminación que pudimos realizar y contraste adecuado (quizás nos sobre algo de saturación de fábrica pero puede ajustarse).

Las posibilidades las da a nivel de ajuste personalizado del tono y la temperatura de los blancos, como es habitual en EMUI (la capa de software propia del fabricante). También podemos elegir la resolución, el modo de color y algunos aspectos del diseño y la visualización de aplicaciones, lo cual siempre se agradece ya que podemos compensar lo que no nos guste y venga por defecto (como la temperatura, algo fría).

Sin problemas en cuanto a la sensibilidad táctil y con buenos ángulos de visión, nos quedamos con buenas sensaciones hasta que podamos probarlo con más calma y a plena luz del día en la calle. Sobre todo en cuanto a la influencia del panel en el consumo energético, ya que la marca aseguró que éste permitía cierto ahorro al poder ajustar la resolución.

Y si decidimos olvidarnos de la barra para los botones virtuales y trasladar la experiencia al lector de huellas, esta alternativa sigue siendo posible en este nuevo Honor. Lo activamos durante parte de la prueba y nos pareció que funciona bastante bien, aunque como pasaba con el Moto Z2 Force a veces le cuesta discernir entre los deslizamientos o swipes.

Unas prestaciones estrella que se hacen esperar

Si tenemos déjà vu con las características y especificaciones es bastante comprensible porque, como el Huawei Mate 10, el View 10 viene con el Kirin 970 y su NPU. Por tanto, también ofrece disfrutar de la inteligencia artificial casi ya manida que parece estar ya a la orden del día en los productos electrónicos nuevos.

Y precisamente esto nos quedamos con las ganas de poder probarlo, junto con el reconocimiento facial que no estaba activado en los dispositivos (de hecho muchas de las características de los móviles presentados llegarán progresivamente vía OTA). De momento queda todo mucho en la novedad más que en la experiencia; si en el análisis en profundidad del Mate 10 apenas podíamos diferenciar el uso de un móvil con AI de otro sin ella, en el rato de uso del View 10 tampoco íbamos a poder ver mucho más.

Las tareas que promete era las que hemos ido viendo en anteriores presentaciones en relación a este reclamo, o mejor dicho las que deberíamos notar en la práctica. Entre ellas la optimización en el uso, la autonomía y las funciones de cámara, pero por ahora o bien aún han de llegar o directamente no se nota nada con respecto a un móvil sin AI en estos tres aspectos al menos en el primer contacto (que tampoco le estamos dando tiempo a "aprender").

Dejando a un lado esto, la navegación y el uso son muy fluidas y no experimentamos lag, cierres repentinos o calentamiento. Por suerte había bastantes juegos instalados, entre ellos alguno más exigente como el Asphalt 8, y éstos también se ejecutaban sin problemas.

Por la parte de hardware era de esperar esa buena experiencia, montando lo más potente que ha sacado el horno de Huawei y con los 6 GB de RAM que integra. Faltará ver si la temperatura sube algo más a mayor nivel de exigencia, con tareas pesadas simultáneas o durante sesiones de fotos, pero por el momento tiene buena pinta en este sentido.

Doble bombo y mitad de satisfacción

La doble cámara no es nueva en la industria ni en la marca, y sin embargo fue una de las características más destacadas durante la presentación del terminal. Bien es cierto que sigue siendo una tendencia y un reclamo importante, pero sobre todo centrándose en una función que Honor tampoco dispone recurriendo al hardware: el modo retrato.

Lo tenemos aquí también, como lo teníamos en anteriores teléfonos y por fin (desde hace algún tiempo) tanto Huawei como Honor lo llaman modo retrato. Y la apuesta se mantiene en este sentido también con el ofrecer el modo de apertura forzada, pero una vez más el resultado es cuestión de programación más que de óptica.

En la toma de contacto lo que se hace con la cámara es un coqueteo, algo que da para evaluar de manera temprana esa declaración de intenciones, y lo que nos ha parecido es que se mantiene en un plano discreto y sin sorpresas. En automático y en un ambiente con iluminación abundante pero llena de contrastes el resultado es aceptable, definiendo los primeros planos y con colores bastante realistas.

En los segundos planos, tratándose de estos interiores contrastados, las acuarelas no se hacen de rogar si hablamos sobre todo de zonas con más sombra. La falta de detalle se acentúa bastante en el vídeo, donde se echa mucho de menos la estabilización óptica (en lo cual de hecho se diferencia con el Huawei Mate 10).

En cuanto a los modos que hemos comentado parece que hay aún mucho trabajo que hacer. Aquí la exigencia es mayor por dos motivos: la gran apuesta que se lleva haciendo desde hace ya casi un año a nivel de tener un modo retrato conveniente y el resultado que ya llegan a tener móviles como el Xiaomi Mi A1.

¿Se defiende el View 10 en desenfoque? Haciendo una valoración muy acotada por tiempo y condiciones, poco. Los borrones e inconsistencias aparecen en todas las instantáneas si tirábamos del modo apertura, sin tampoco abrir a f/1,7 o más y quedándonos en f/4, y el resultado del modo retrato en ocasiones no está mal a nivel de bordes (ayudado por un enfoque que responde muy bien), pero sigue viéndose forzado.

Sin sorpresas tampoco en la cámara frontal para bien. Instantáneas bien defendidas en interiores donde otras cámaras podrían ya mostrar una falta de nitidez mayor o sobreexposición.

La sorpresa ha sido no encontrarla

No solemos comentar nada de la autonomía por motivos obvios y ésta no va a ser una excepción, pero el entorno tampoco favorecía un primer análisis del audio que permitiese sacar unas conclusiones de peso. Aún así, la sensación es que el sonido por el altavoz (en la base) es mediocre sobre todo si se eleva el volumen a partir del 65%, pero matizamos que habrá que probarlo en mejores condiciones y que queda sólo en una sensación prematura.

En resumen, el Honor View 10 nos ha gustado y hemos tenido una buena experiencia con él a nivel general. Un móvil para quien busque una buena pantalla muy apta para la reproducción multimedia y juegos acorazada de unos materiales con buenos acabados y protección ante agua y polvo, con la experiencia EMUI movido por lo último en hardware de la casa sin tener que subirse a las cifras de un Mate.

Por el momento no nos han cautivado los que parecían ser los reclamos potenciales, la doble cámara y la inteligencia artificial, una por aparentemente inmadura y la otra por poco presente. Pero sí lo han hecho el diseño, el rendimiento y la pantalla, aspectos en los que sí habría cogido bien el testigo del Honor 9, que nos gustó bastante.

En la edición del vídeo tenemos a Pedro Santamaría.

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