No es el más fino del mercado. Y tampoco el más ligero. Aun así, las cifras de este Spectre x360 son lo suficientemente atractivas para llamar la atención de aquellos usuarios que buscan un convertible estilizado de los que no da pereza llevar encima durante buena parte del día, cuando es necesario. Y es que tiene un grosor de 1,36 cm en el extremo más fino y pesa 1,26 Kg. Como veis, son cifras muy interesantes para aquellos usuarios que dan mucha importancia a la portabilidad.
He decidido comenzar el análisis destacando estas características de este ordenador portátil porque son, sin duda alguna, sus credenciales más llamativas. Hace exactamente tres años pasó por nuestro laboratorio uno de sus precursores, el Spectre x360 con pantalla de 13,3 pulgadas que HP lanzó en 2015, y ya aquel equipo nos gustó mucho. Sin embargo, el convertible que protagoniza este análisis es muy diferente a aquel Spectre, a pesar de que ambos comparten la misma filosofía de diseño. Veamos qué nos ofrece y a qué usuarios podría interesarles tenerlo en el «punto de mira».
HP Spectre x360: especificaciones técnicas
El corazón de este convertible es un microprocesador Intel Core i7-8550U de octava generación con unas características muy interesantes. Su frecuencia de reloj base es de unos comedidos 1,8 GHz, pero cuando la carga de trabajo lo exige puede incrementarse hasta alcanzar unos mucho más interesantes 4 GHz. Esta velocidad de trabajo, unida a la capacidad de procesar simultáneamente un máximo de ocho hilos de ejecución gracias a la tecnología Hyper-Threading, debería permitir a esta CPU arrojar un rendimiento notable tanto en aplicaciones que no aprovechan un alto grado de paralelismo como en aquellas que sí lo hacen.
La lógica gráfica integrada en este chip es la responsable de resolver los gráficos del equipo, que no cuenta con una GPU dedicada de NVIDIA o AMD. Esta característica, unida al chasis tan compacto y ligero con el que cuenta este portátil, delata su vocación profesional. Pero aún tenemos una prestación más que apunta en esta misma dirección: el TDP (Thermal Design Power) de este procesador de Intel es de unos muy comedidos 15 vatios. Este parámetro refleja cuánta energía disipa la CPU en forma de calor cuando se encuentran activos todos los núcleos y trabajando a la frecuencia de reloj base.
Otro componente de este equipo al que merece la pena que prestemos atención, y del que hablaremos con más detalle un poco más adelante, es su pantalla. El modelo que hemos tenido la ocasión de analizar cuenta con un panel LCD IPS con retroiluminación WLED y resolución Full HD (1.920 x 1.080 puntos), pero HP también ha incorporado a su porfolio una versión de este mismo convertible que integra un panel con resolución 4K UHD (3.840 x 2.160 puntos). Eso sí, ambas pantallas tienen algo importante en común: son multitáctiles y admiten un máximo de 10 puntos simultáneos de contacto.
Dos características más de esta propuesta que me parece interesante mencionar para ir «calentando motores» son su lector biométrico de huellas dactilares, un componente que me parece apropiado dado el carácter profesional de este portátil (aunque, como veremos más adelante, su ubicación es cuando menos peculiar), y su muy limitada conectividad. Afortunadamente, sus carencias en materia de conectividad tienen solución. Indagaremos en ella a lo largo del artículo. Mientras tanto, aquí tenéis la tabla que recoge sus especificaciones con todo detalle.
HP Spectre x360 | |
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Pantalla | LCD IPS WLED Full HD de 13,3 pulgadas multitáctil (10 puntos) con cobertura Gorilla Glass NBT |
Resolución | 1.920 x 1.080 puntos |
Procesador | Intel Core i7-8550U a 1,8 GHz (hasta 4 GHz, 14 nm, 4 núcleos / 8 hilos y 8 MB caché L3) |
Gráficos | Intel UHD Graphics 620 (Kaby Lake) 1 GB |
RAM | 8 GB LPDDR3-2133 |
SSD | Toshiba 512 GB NVMe M.2 |
Sonido | Cuatro altavoces y audio calibrado por Bang & Olufsen |
Versión S.O. | Windows 10 Home |
Conectividad | WiFi 802.11ac Dual Band / Bluetooth 4.2 2 x USB 3.1 Gen 2 Tipo C, 1 x USB 3.1 Gen 1, 1 x ranura para tarjetas micro-SD y 1 x jack auriculares/micrófono |
Dimensiones mínimas | 30,6 x 21,8 x 1,36 cm |
Peso | 1,26 kg |
Batería | Ion-litio de 3 celdas y 60 Wh |
Precio | 1.484,31 euros (con SSD de 256 GB) |
Acabado y diseño: con la portabilidad por bandera
El chasis de este ordenador convertible ha sido mecanizado a partir de un único bloque de aluminio, por lo que los únicos tornillos a los que recurre son los dos que mantienen fijado el panel inferior a la base del chasis. El mínimo diámetro de los orificios de ventilación que HP ha practicado en el panel inferior refleja que en su puesta a punto se han utilizado técnicas avanzadas de mecanización. No me cabe ninguna duda de que en el chasis HP ha utilizado maquinaria de corte por control numérico, y también sospecho que los orificios de ventilación, al menos los de menor diámetro, han sido practicados utilizando mecanizado con láser.
Además, la utilización de aluminio en el chasis (en este componente no hay una sola pieza de plástico) conlleva una ventaja adicional. Este material tiene un índice de termoconductividad muy superior al del plástico utilizado en el chasis de otros ordenadores portátiles menos opulentos, lo que contribuye a disipar con más eficacia el calor generado por la CPU, que en este equipo es, sin duda, el componente que disipa más energía en forma de calor.
En la imagen que tenéis debajo de este párrafo podéis ver las dos bisagras que permiten pasar del modo de trabajo como portátil convencional a la modalidad de uso como tableta. Estos elementos no son tan robustos como la bisagra utilizada por Lenovo en su Yoga 920, un convertible que tuve la oportunidad de analizar hace pocas semanas, pero, dada la ligereza del chasis de este Spectre x360, no creo que a largo plazo el hecho de que su tamaño sea comedido pueda representar un problema.
En lo que concierne al diseño de este ordenador portátil las fotografías que ilustran este artículo, y, sobre todo, las cifras que reflejan los campos «dimensiones mínimas» y «peso» de la tabla, hablan por sí mismas. El grosor de este convertible en el extremo más fino del chasis es de solo 1,36 cm, por lo que abulta más o menos lo mismo que una carpeta de las que solemos utilizar para transportar documentos. Además, pesa solo 1,26 Kg, lo que hace posible sostenerlo con una mano sin dificultad, y, sobre todo, transportarlo sin esfuerzo.
Estas características no dejan lugar a dudas acerca de una de las principales señas de identidad de esta propuesta: su interesante portabilidad. Eso sí, en este contexto es imprescindible que su autonomía esté a la altura porque, de no estarlo, su disponibilidad se vería comprometida. Lo comprobaremos un poco más adelante.
Una pantalla a la altura de las circunstancias
Como os anticipé al principio del análisis, la versión de este equipo que hemos tenido la oportunidad de analizar incorpora un panel LCD IPS con retroiluminación WLED y resolución Full HD (1.920 x 1.080 puntos), pero también está disponible un modelo equipado con un panel con resolución 4K UHD (3.840 x 2.160 puntos). Para poner a prueba su calidad utilicé las herramientas de análisis que nos ofrecen en WhiteDisplay.com, y, sobre todo, la utilidad Lagom LCD Monitor Test. Y el panel IPS de este equipo ha demostrado rendir a buen nivel.
El modelo que hemos analizado incorpora una pantalla con panel LCD IPS Full HD, pero también está disponible una versión equipada con un panel con resolución 4K UHD
La retroiluminación es homogénea en toda la superficie del panel y el control de la atenuación es bastante preciso, por lo que en las pruebas de nivel de negro y gradiente (banding) ha arrojado un resultado satisfactorio. En lo que concierne al color no tengo nada que objetar porque este panel restituye los colores primarios con un nivel de saturación y homogeneidad propios de un monitor de bastante calidad. Y su ángulo de visualización se acerca a los 180 grados, como cabe esperar de un panel de tipo IPS (en este ámbito son los paneles VA los que habitualmente salen peor parados).
La única característica que no me ha gustado de la pantalla de este Spectre x360 es la facilidad con que genera reflejos bastante molestos. Los ingenieros de HP no se han decantado por utilizar una cobertura antirreflejos, y esta decisión en exteriores tiene consecuencias. Si la luz ambiental abunda, o, sobre todo, si hay una fuente de luz que incide de una forma directa sobre la pantalla, aparecen reflejos que en ocasiones pueden ser molestos, obligándonos a cambiar nuestra ubicación. Me ha sucedido en varias ocasiones durante las pruebas; de hecho, en la fotografía que tenéis debajo de estas líneas podéis ver que los reflejos están claramente presentes.
Un apunte más derivado del diseño de este equipo: como podéis ver en las fotografías, los marcos laterales de la pantalla son bastante finos (miden 6 mm), algo que desde un punto de vista estético se agradece. El marco inferior es bastante más ancho, una característica que también he observado en los convertibles de otras marcas. Pero, aun así, el impacto visual de este equipo cuando la pantalla queda expuesta es positivo.
Cambiando de tercio, el lápiz digital que HP ofrece como un accesorio para este equipo me gusta. Es un poco más fino que los lápices con los que cuentan los convertibles de otros fabricantes, y esta mayor esbeltez, en mi opinión, le da un plus de ergonomía que se agradece. Además, es muy preciso, por lo que es posible utilizarlo en aplicaciones como OneNote o PowerPoint con mucha comodidad. La integración con Windows 10 de este elemento está muy lograda, lo que permite usarlo también en los mapas de Windows, en el bloc, e, incluso, directamente sobre nuestras fotografías.
Eso sí, como hemos visto antes, el chasis del convertible es tan fino que no puede recoger en su interior el lápiz digital, lo que nos obliga a tener cuidado con él para no perderlo. La lástima es que es un accesorio bastante caro (está disponible por 59,90 euros en Amazon), lo que probablemente provocará que algunos usuarios decidan no hacerse con él.
Sonido afinado por Bang & Olufsen
Buena parte de los fabricantes de ordenadores portátiles confía la puesta a punto del sonido de sus equipos de gama más alta a marcas especializadas en audio, como Harman Kardon o Dynaudio. HP ha recurrido a Bang & Olufsen para afinar el sonido de este convertible, y el resultado es bastante satisfactorio. El audio de los vídeos, y, sobre todo, la música, suenan con claridad, tienen un detalle convincente y alcanzan un nivel de presión sonora bastante alto (de hasta 83 dB). Eso sí, por encima de los 70 dB la distorsión hace acto de presencia y las frecuencias más altas suenan metálicas, por lo que el sonido puede llegar a molestar.
Este equipo no suena mal, y si no tenemos unos buenos auriculares la experiencia que nos ofrecen los cuatro altavoces integrados en el chasis es bastante satisfactoria, siempre que, eso sí, no se nos vaya la mano con el control de volumen. Es evidente que el reducido grosor del chasis de este ordenador no permite hacer milagros con el sonido, lo que deja al trabajo que han realizado Bang & Olufsen y HP en esta materia en buen lugar. Pero si queremos disfrutar la mejor calidad de sonido posible la mejor opción es apostar por unos buenos auriculares.
Teclado y touchpad: el precio a pagar por un chasis tan fino
El teclado de este convertible me ha dejado un sabor de boca agridulce. No tiene mala calidad en absoluto, y estoy seguro de que, de haberlo analizado hace dos o tres años, me habría gustado más de lo que lo ha hecho ahora. El «problema» es que muchos fabricantes se «han puesto las pilas» con la calidad de los teclados de sus ordenadores portátiles desde entonces, afortunadamente, y durante las últimas semanas he tenido la oportunidad de probar teclados de tanta calidad como los integrados en el Aero 15 de Gigabyte o el Yoga 920 de Lenovo. Este último, además, es un convertible que compite en el mismo segmento de mercado que este Spectre x360, por lo que la comparación es inevitable.
Como cabía esperar, dado el reducido grosor de este equipo, HP ha integrado en él un teclado de tipo chiclet. La oscilación transversal de las teclas es mínima, aunque no inexistente, pero lo que no me convence demasiado son su tacto y su recorrido. Con las horas de uso te acabas acostumbrando, pero yo habría agradecido que el recorrido de las teclas fuese ligeramente más largo y el tacto más suave. De ahí la sensación agridulce de la que os he hablado antes. Probablemente el hecho de reducir tanto el grosor del chasis ha ejercido un papel crucial a la hora de acortar el recorrido de las teclas, por lo que esta es una consecuencia inevitable de una decisión de diseño positiva, pero con implicaciones que van más allá de lo evidente.
En lo que concierne al touchpad de este convertible no tengo casi nada que objetar. Su superficie es bastante generosa, aunque habría agradecido que fuese un poco más alto, y su precisión y respuesta cumplen sin problema, así que la experiencia que nos ofrece es satisfactoria.
Conectividad: limitada, pero subsanable con un accesorio
De nuevo nos topamos con una limitación impuesta por el reducido grosor de este equipo. Y es que el abanico de conectores que incorpora es mucho menos amplio de lo que cabe esperar de un ordenador portátil hoy en día. Carece de puerto RJ-45 y salida HDMI, dos enlaces que en muchos escenarios de uso ejercen un rol importante. Y solo tiene tres puertos USB, una cantidad que para algunos usuarios puede resultar escasa.
El perfil lateral derecho del chasis recoge dos puertos USB 3.1 Gen 2 de tipo C, un botón para manipular el volumen del sonido (que, por cierto, no me parece nada cómodo), y también el lector de huellas dactilares. Este último componente podéis verlo en la siguiente fotografía, alojado justo entre los puertos USB 3.1 de tipo C y el botón de volumen. La ubicación que han elegido los ingenieros de HP para este sensor biométrico no me convence. Y no lo hace porque no queda a la vista, y tampoco se percibe con claridad al tacto, por lo que con frecuencia nos veremos obligados a mover el convertible para colocar nuestro dedo con precisión sobre el lector, si decidimos utilizarlo para identificarnos frente a Windows.
En el perfil lateral izquierdo tenemos un puerto USB 3.1 Gen 1 adicional, un minijack que nos permite conectar tanto un micrófono como unos auriculares, y, por último, una ranura para tarjetas micro-SD. Esto es todo.
Es muy probable que a buena parte de los usuarios que van a poner sus ojos sobre este convertible la conectividad que ofrece les parezca demasiado reducida. En este escenario la única opción pasa por adquirir el accesorio con interfaz USB-C que podéis ver en la siguiente imagen. Con él la conectividad de este ordenador portátil sí queda bien resuelta porque incorpora un puerto USB 3.1 Gen 2 de tipo C adicional, una salida HDMI, un enlace D-Sub 15, una toma de red RJ-45 y dos puertos USB 3.1 Gen 1 que, dadas las circunstancias, vienen de maravilla.
El modelo que nos ha hecho llegar HP junto al convertible, que es el HP Spectre USB-C Travel Dock, cuesta 154,88 euros en la tienda oficial de HP. A mí me parece un precio demasiado alto. Y este accesorio también conlleva otro hándicap: es un aparato más con el que nos toca acarrear. Aun así, dada la limitada conectividad del equipo, su utilidad es evidente.
Nuestro banco de pruebas
Por fin, llegamos a una de las secciones más interesantes de este análisis: la que nos ayuda a determinar cómo ha rendido este ordenador portátil en nuestro banco de pruebas. Empezaremos por Cinebench R15 para comprobar qué tal se desenvuelve con una herramienta altamente paralelizable. Como podéis ver en la siguiente captura, el microprocesador Intel Core i7-8550U que calza este equipo ha arrojado en este test una marca muy digna, pero, lógicamente, inferior a la alcanzada por otros chips Core i7 que trabajan a una frecuencia de reloj base superior e incorporan el mismo número de núcleos y son capaces de manejar la misma cantidad de hilos de ejecución.
En PCMark 10 este Spectre x360 ha demostrado sentirse más cómodo que en Cinebench R15. De hecho, como podéis ver en la siguiente gráfica, ha superado con bastante autoridad la marca arrojada por el Yoga 920 de Lenovo, lo que deja a la propuesta de HP en buen lugar (el Lenovo tiene la misma cantidad de RAM pero cuenta con un microprocesador Intel Core i5-8250U a 1,6 GHz). Este resultado refleja que el convertible que protagoniza este análisis arroja un rendimiento muy interesante en entornos multitarea a medio camino entre los escenarios ofimático y de reproducción de contenidos multimedia.
El resultado que ha obtenido este Spectre x360 en el escenario Home Conventional 3.0 de PCMark 8 apunta hacia la misma dirección de PCMark 10. Y es que, una vez más, este equipo ha quedado muy bien posicionado, superando a varios modelos Yoga de Lenovo que, eso sí, cuentan con procesadores más antiguos, y acercándose mucho al rendimiento del Alienware 14, una máquina ya algo antigua, pero con una configuración muy interesante.
Curiosamente, en el escenario Creative Conventional 3.0 de PCMark 8 el Spectre x360 no ha sido superado solo por el Alienware 14, sino también por el Yoga 900 de Lenovo, que se ha alzado como la máquina más rápida en esta prueba. Aun así, la diferencia de rendimiento entre estos tres ordenadores portátiles es reducida, lo que garantiza que cualquiera de ellos se siente cómodo en un escenario típico de creación de contenidos y reproducción multimedia.
El rendimiento que ha arrojado la lógica gráfica Intel UHD Graphics 620 implementada en la CPU de este convertible en la prueba Cloud Gate de 3DMark no está pero que nada mal. Lo realmente interesante es que refleja que es capaz de enfrentarse con garantías a un motor gráfico medianamente exigente. Aun así, no debemos hacernos demasiadas ilusiones: la lógica gráfica de Intel es suficiente para ejecutar un abanico amplio de aplicaciones que requieren cierta potencia gráfica, y también para jugar ocasionalmente a títulos no muy exigentes. Pero nada más. Para jugar a títulos de última hornada es preferible contar con una GPU dedicada de NVIDIA o AMD. Y en este escenario de uso hay equipos más apetecibles que este Spectre x360.
La herramienta Ice Storm de 3DMark, que ha sido diseñada para poner a prueba la lógica gráfica de smartphones y tablets, revalida lo que hemos observado en el test anterior. Y es que este convertible no es la máquina ideal para ejecutar aplicaciones que conllevan una carga gráfica importante. Con él se puede jugar, por supuesto, pero a títulos que no sean demasiado exigentes. Para ejecutar juegos de acción relativamente recientes es preferible decantarse por un equipo para gaming que, al menos, incorpore una GPU NVIDIA GeForce GTX 1050.
La unidad SSD de Toshiba que HP ha integrado en este equipo tiene una interfaz NVMe M.2. Y esto se percibe claramente en su rendimiento. La velocidad de escritura secuencial que ha arrojado en CrystalDiskMark supera los 400 MB/s, una cifra que no está nada mal. Pero donde sobresale con rotundidad es en la prueba de lectura secuencial debido a que ha alcanzado una velocidad ligeramente superior a los 1.600 MB/s, que es una marca fantástica. Al principio me sorprendió que hubiese tanta diferencia entre las velocidades de lectura y escritura de este disco SSD, así que decidí repetir la prueba varias veces. Y siempre arrojó un resultado prácticamente idéntico en ambos tests, así que lo daremos por bueno.
La autonomía de este ordenador portátil en un escenario de uso real que combina aplicaciones ofimáticas, navegación en Internet, reproducción multimedia y creación de contenidos, es de unas cinco horas y media. No obstante, es probable que en unas condiciones de uso menos exigentes pueda superar claramente las seis horas, una marca que está realmente bien, y que, en condiciones un poco menos estresantes que alternan momentos de carga con períodos de inactividad, podría ser suficiente para dilatarse durante toda una jornada de trabajo.
Vamos ahora con la temperatura de trabajo de la CPU. Con una carga que oscila entre el 40 y el 55% el microprocesador de este equipo trabaja a una temperatura que se debate entre los 40 y los 45 grados. Cuando la carga de trabajo se incrementa hasta alcanzar un valor cercano al 100% la temperatura de la CPU hace lo mismo hasta los 98 grados. Es un valor importante, que, no obstante, durante las pruebas no ha comprometido la estabilidad del sistema operativo, y que enseguida se reduce cuando la carga de trabajo alcanza unas condiciones ligeramente menos estresantes.
Por último, en lo que concierne al ruido emitido por este equipo en condiciones de trabajo típicas, por ejemplo, cuando lo usamos para tareas ofimáticas, no supera los 36 dB, que es un rumor prácticamente inaudible. Cuando el estrés es intenso el ruido se incrementa hasta alcanzar picos de 46 dB, pero, aun así, no es un valor ni mucho menos exagerado.
HP Spectre x360: la opinión y nota de Xataka
Estoy convencido de que llegados a este punto todos tenéis muy claras cuáles son las bazas con las que cuenta este ordenador portátil para llamar nuestra atención. Su acabado y su diseño son sobresalientes, lo que lo sitúa como una opción muy interesante para aquellos usuarios que buscan un equipo convertible bien construido, estilizado, y que, además, sea elegante. También luce otra credencial importante: su autonomía. Y es que alcanzar las cinco horas y media con una carga de trabajo tan intensa como es a la que lo hemos sometido es una marca realmente buena.
También merece un poco de atención el panel LCD IPS por el que se han decantado los ingenieros de HP, que destaca tanto por su contraste como por la forma en que trata el color. Es evidente que este convertible cuenta con argumentos de suficiente peso como para ser tenido en cuenta. Sin embargo, también adolece de algunas carencias que no podemos pasar por alto, sobre todo si estamos considerando la compra de un equipo de estas características y lo estamos contemplando como una posible opción.
En su «debe» tiene una pantalla que en entornos muy luminosos genera muchos reflejos, lo que puede llegar a molestar bastante al usuario. Su teclado es correcto, pero, como he confesado unos párrafos más arriba, echo de menos un recorrido de las teclas ligeramente mayor y un tacto más suave. Y, por último, la ubicación del lector de huellas dactilares, que está alojado en el perfil lateral derecho del portátil, me parece bastante desafortunada. No entiendo por qué HP no lo ha colocado en la superficie del equipo, junto al teclado o el touchpad. El espacio no abunda, pero se podría haber integrado en esta zona.
Como veis, sus bazas tienen una entidad mayor que sus hándicaps, pero lo prudente es tenerlo todo en cuenta para valorar si este es el equipo que estamos buscando. Si sus desventajas no representan un problema serio para ti y el precio encaja en tu presupuesto, merece la pena que lo tengas en cuenta. Hay otros convertibles atractivos en el mercado, pero pocos son tan estilizados y están tan bien construidos como este de HP.
8,1
A favor
- En un escenario real su autonomía puede dar para toda una jornada de trabajo
- Su construcción y su diseño están muy cuidados
- La calidad de imagen global de su pantalla es alta
En contra
- En espacios muy iluminados la pantalla genera muchos reflejos
- El recorrido y el tacto de las teclas son mejorables
- El lector de huellas dactilares está colocado en una posición poco afortunada
El ordenador ha sido cedido para la prueba por parte de HP. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas
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