A lo largo del año asistimos a muchas presentaciones de smartphones y muchas de ellas, la mayoría, generan mucha expectación. Lo normal es que sea por las cámaras, las pantallas, procesadores o el diseño, pero la de los Huawei Mate 30 ha sido una presentación a la que no estamos acostumbrados. El hype era enorme, es el motivo de ese hype lo que ha marcado la diferencia: Huawei se ha visto obligada a presentar su primer móvil sin las apps de Google.
Nada más acabar el evento hemos podido probar los nuevos Mate 30 y Mate 30 Pro para tratar de responder las preguntas que creo que todos nos estábamos haciendo. Pero aunque el software se haya hecho el protagonista, también hay que hablar del hardware, que ya os adelanto que es muy potente a muchos niveles. Os contamos nuestras primeras impresiones con los nuevos gama alta de Huawei.
Diseño renovado con una pantalla más curva que nunca
Las filtraciones no se equivocaban y este año la serie Mate introduce un cambio importante a nivel diseño. El módulo de cámara, cuadrado en la generación anterior, adopta una forma circular en los dos modelos y además está rodeado por un círculo de acabdo más brillante que lo hace destacar todavía más.
Los dos modelos tienen un acabado muy similar, pero hay detalles que marcan la diferencia. El Mate 30 Pro cuenta con cuatro cámaras mientras que el Mate 30 lleva tres sensores. Además, si les damos la vuelta queda claro que son dos terminales distintos ya que solo el Huawei Mate 30 Pro tiene pantalla curva, y por cierto es más curva que nunca. Huawei la llama Horizon Display.
La pantalla del modelo Pro mide 6,53 pulgadas y es OLED flexible, mientras que el Mate 30 normal tiene un panel OLED rígido de 6,62 pulgadas. Las dos ofrecen un contraste alto, son muy nítidas y brillantes, pero esperamos a probarlas más a fondo para emitir un veredicto definitivo ya que en la zona de demos la luz era la que era. Por cierto, los dos llevan notch arriba, pero el del Mate 30 Pro es un poco más ancho porque integra más sensores además de la cámara frontal, incluyendo un sensor gestual para controlar el móvil sin tocarlo y un TOF para selfies con bokeh.
Otra diferencia entre los dos modelos es que el Mate 30 Pro no tiene botones laterales de volumen, la única tecla física es la de encendido. El marco lateral es táctil y permite ajustar el volumen deslizando sobre él. Lo hemos probado y nuestra experiencia ha sido bastante errática. Para que aparezca el control de volumen primero hay que hacer un doble toque y le cuesta bastante detectarlo. Eso sí, una vez lo detecta, responde muy bien cuando delizamos y nos da feedback con una especie de vibración que simula una rueda y está muy conseguida.
Por último, mencionar que el trabajo de compactación es excelente en ambos modelos, pero especialmente en el Mate 30 Pro donde los marcos son todavía más reducidos. A pesar de contar con pantallas bastante grandes, no se sienten excesivamente grandes en mano y sus bordes redondeados ayudan a que el agarre sea más cómodo.
Muchas cámaras, más opciones
Como ya hemos adelantado, una de las principales diferencias entre los dos modelos es el número de cámaras. El Huawei Mate 30 cuenta con una configuración de cámara triple que consta de un sensor de 16 megapíxeles con lente ultra angular, uno de 40 megapíxeles con lente angular y un telefoto de 8 megapíxeles. Con esta combinación tenemos el angular (0,6x), zoom óptico 3x, híbrido 5x y si tiramos de digital llegamos a los 30 aumentos. Curioso que Huawei no ha llegado a los 50 aumentos, eso se reserva para su buque insignia.
El Mate 30 Pro es el que lleva el conjunto de cámaras más avanzado. Aquí tenemos un ultra angular de 40 megapíxeles, un angular también de 40 megapíxeles, telefoto de 8 megapíxeles y un sensor TOF. Ofrece el mismo rango de zoom pero tiene funciones específicas, sobre todo enfocadas al vídeo como el modo retrato con bokeh, la grabación 4K a 60 fps o la cámara lenta a 7680 frames por segundo. Lo hemos podido probar y literalmente parece como si se parara el tiempo. Eso sí, la resolución es HD720p y son interpolados, pero igualmente es espectacular.
En una toma de contacto tan breve no da tiempo a explorar a fondo las posibilidades de una cámara, sobre todo cuando es tan completa, pero he podido echar alguna foto y, a priori, las sensaciones han sido buenas; fotos nítidas, con un gran rango dinámico y un zoom que da mucho juego. Habrá que esperar al análisis a fondo para ponerla a prueba en más situaciones. Con respecto a la cámara selfie, he probado el modo retrato en el Mate 30 Pro y el resultado ha sido bueno, pero no sorprendente. Tendremos que ponerlo a prueba en más ambientes a ver si ese TOF mejora tanto el bokeh como promete.
Potencia, velocidad y la promesa de una autonomía nuclear
Como marca la tradición, el Mate 30 viene con el último procesador de la marca. Se trata del Kirin 990, de 7 nanómetros y el primero en integrar el módem 5G directamente en el chipset, aunque solo en la versión 5G del Mate 30 Pro. La memoria RAM es de 8 GB para los dos modelos y el almacenamiento 256 GB. Con esta configuración no tenemos dudas de que el rendimiento no defraudará, pero obviamente es un aspecto que no he podido poner a prueba a fondo. Sí puedo decir que no ha habido lag ni bloqueos (faltaría más).
Con respecto a la conectividad, el modelo con 5G es capaz de conectarse a redes 5G NSA y SA, por lo que está más preparado para el futuro que otros modelos que solo acceden a redes NSA. Huawei ha mostrado un vídeo comparando la velocidad con respecto al 4G, pero de momento es pronto para experimentar su potencial en este apartado.
Sobre la autonomía, del análisis a fondo nos dirá más, pero con 4.200 mAh en el Mate 30 y 4.500 mAh en el Mate 30 Pro, podemos esperar una autonomía nuclear. Tengo un Huawei P30 Pro que con 4.200 mAh aguanta el día entero más que de sobra, incluso con un uso intensivo, a veces hasta día y medio, por lo que tengo muchas esperanzas en este apartado. Además sorprende que hayan metido más miliamperios sin penalizar en exceso el tamaño y el peso. La magia de la reducción de marcos.
Cuando el software eclipsa todo lo demás (y no para bien)
Me he dejado el apartado del software para el final, pero confieso que fue lo primero que investigué nada más hacerme con un Mate 30 en la zona de demos (y sí, me tocó correr). Los peores presagios se han acabado cumpliendo y Huawei ha tenido que presentar sus nuevos gama alta sin servicios ni aplicaciones de Google debido a los problemas con Estados Unidos.
Mi compañero Enrique ya ha hablado muy a fondo sobre qué significa esto y como afectará a los usuarios. Ahora yo os cuento lo que me he encontrado al coger los Mate 30, pero antes quiero aclarar que desde Huawei nos han insistido mucho en que no es el software final y es más que posible que haya cambios cuando los móviles lleguen al mercado.
Como decía, soy usuaria de un Huawei P30 Pro por lo que estoy muy familiarizada con la interfaz de EMUI y, en el primer vistazo, parece que nada haya cambiado; mismo diseño, misma estructura, muchas apps que nos suenan... Sin embargo, hay grandes ausencias: no hay ni una sola app de Google, tampoco está la Play Store.
En las unidades de demo había apps conocidas como el Optimizador, Salud, Temas, Huawei Vídeo, HiCare o Bloc de Notas. También teníamos una carpeta con herramientas tipo Tiempo, Contactos o Calculadora y otra con 'Top Apps' donde encontrábamos otras como TikTok.
Tras comprobar lo que había en la pantalla de inicio me fui a Ajustes - Acerca del teléfono para ver la versión del sistema. Tenemos EMUI 10 con Android 10, todo normal, o eso parece. En Ajustes no hay elementos propios de Google como Google Play Protect en el apartado de Seguridad o el propio apartado de Servicios de Google. Ni rastro de Google por ningún lado.
Lo siguiente que hice fue irme a App Gallery a buscar algunas apps conocidas. Por supuesto, las apps de Google no están, pero tampoco las de Facebook. A día de hoy, ni Instagram ni Whatsapp se pueden descargar desde la tienda de Huawei, tampoco otras como Netflix. Huawei afirma estar trabajando para traer más apps para el lanzamiento, pero de momento esto es lo que hay.
Desde Huawei nos han insistido mucho en que, aunque haya apps que no están en la tienda de la marca, el usuario podrá "acceder al mundo online e instalar lo que quiera", y eso es lo que hice. Conecté el Mate 30 al WiFi del evento, cambié el idioma del teclado (estaba en chino) y me dispuse a buscar los APK necesarios para hacer funcionar alguna app de Google.
La experiencia con el software Mate 30 me recordó mucho a cuando probaba algún Xiaomi con la ROM China y tenía que instalarle todo el paquete de apps de Google con el Google Installer y eso hice. Busqué el APK en el navegador de Huawei y lo descargué. Cuando intenté instalarlo, el dispositivo me mostró un montón de advertencias pero al final se instaló, el problema es que no funcionó y no pude pasar de ahí.
También descargué el APK de la Play Store desde APKmirror y también se instaló, pero al pulsar en el icono se abría una pantalla en blanco y se cerraba inmediatamente. Lo mismo me pasó con Google Maps. ¿Significa esto que es imposible hacer funcionar las apps de Google en el Mate 30? Para nada, pero sí significa que no es tan sencillo como pueda parecer.
Tuvimos muy poco tiempo en la zona de demos y, además de probar el software, había que hacer fotos, grabar, probar la cámara... Si hubiera podido probarlo con calma (y más paciencia), es casi seguro que habría dado con la versión adecuada del instalador y las apps para hacerlas funcionar, pero como digo no es tan fácil y para un usuario básico esto sería prácticamente imposible. Aquí radica el gran problema del Mate 30.
Huawei ha dicho por activa y por pasiva que están trabajando en "un método transparente y lo más user friendly posible" para que los usuarios puedan acceder a todas las apps necesarias. El problema es que no han dicho como será ese método pero da igual: por más fácil que lo intenten poner, nunca será tan sencillo como entrar a la Play Store y descargar WhatsApp. La cosa pinta mal para Huawei.
¿Y ahora qué?
Decía al principio que la de los Mate 30 no fue una presentación al uso. Es la primera vez que pasa algo así en el sector móvil y las preguntas eran muchas. El problema es que muchas de ellas todavía siguen sin una respuesta clara. Huawei capeó el temporal como pudo, pero no consiguió desviar la atención del mayor problema al que se enfrentan los Mate 30 y, por tanto, toda la compañía.
Los móviles que probamos tras el evento no tienen el software final y Huawei nos insistió mucho (en serio, mucho) en que están trabajando en traer más apps a su tienda. También dijeron que habrá una forma transparente y sencilla de acceder a todas las apps que queramos cuando el móvil llegue al mercado. Sin conocer más detalles, no podemos hacer una valoración definitiva, pero presentar un móvil sin saber ni siquiera cómo va a llegar al mercado no transmite demasiada confianza.
No se nos olvida que los Mate 30 son dos telefonazos: diseños y pantallas espectaculares, potencia más que de sobra, baterías nucleares y cámaras que apuntan a competir entre las mejores del mercado. No les falta de nada, siempre hablando del hardware, claro.
Al final de la presentación, Richard Yu habló de los Huawei Mobile Services, la alternativa de la marca a los Google Play Services. Están invirtiendo mucho en que su tienda de apps crezca y se sumen más aplicaciones, pero hablamos de Android y Google, prescindir de ellos no va a ser fácil fuera de China. Al final, el bloqueo de Trump sobre Huawei ha empañado la presentación del que podría haber sido uno de los móviles del año.
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