Ya lo dijeron en Huawei antes de saber todo lo que iba a pasar con el MWC y cumplieron su palabra: habría un lanzamiento especial con primicia para España (antes que el resto de mercados) y finalmente este ha sido el primero de los P40. La línea de terminales más potentes de Huawei que suele presentarse primero ya es oficial y nosotros os contamos en las primeras impresiones del Huawei P40 Lite qué tal nos pareció el estreno.
Se trata de nuevo del más básico de los P40, que aunque si bien a ellos les gusta hablar de tope de gama se trata de un móvil encajado en la gama media. Incluye un procesador de la casa y también el software, con EMUI 10 como protagonista y esa tienda de apps que pretenden potenciar.
Un primer P40 poco discreto y característico
El diseño del P40 Lite encaja en lo que hemos estado viendo en los Huawei de alta gama desde hace unos años, aprovechando el tirón de los colores vistosos y degradados del que la marca se enorgullece después de su tono Twillight para el Huawei P20 Pro. Así, el P40 Lite se presenta en un vistoso verde, con acabado en brillo y más bien con tono desenfadado y juvenil.
El módulo de cámaras quedad desplazado a un lado como hemos estado viendo en los P y a diferencia de los Mate 30, lo cual es debido a la ubicación y el tamaño de su batería. Se trata de un módulo cuadrado que integra las cuatro cámaras y sobresale bastante, quedando fuera el flash y la inscripción que indica que hay cuatro lentes y la intervención de la inteligencia artificial.
Lo que llama la atención en los primeros momentos de sostenerlo es que es bastante grueso, pero a la vez ligero. De este modo, aunque parezca en un primer momento no es un móvil que canse en mano y la curvatura de los bordes permite un agarre cómodo. Aunque eso sí, resbala bastante y las huellas quedan con la facilidad que solemos ver.
En la parte de abajo queda el USB tipo-C y el jack de audio de 3,5 milímetros, y todos los botones físicos están a un mismo lado. Aquí vemos los de volumen, más arriba, y a continuación el lector de huellas físico que se inserta en el borde de manera muy correcta a nivel de ubicación y discreción. No pudimos probar su eficacia en las huellas, pero por precedentes cabe esperar un buen desempeño y la ubicación lateral es estéticamente más conveniente para así dejar la trasera despejada.
En general se nota bien acabado, recordando bastante a los Honor por ese toque vistoso con el color y por el agujero para la pantalla, algo que aún no habíamos visto en esta línea de Huawei y que la marca sólo había probado en el Huawei Nova 5T, siendo así más habitual en los de Honor. Da la sensación de que esta perforación deja aprovechar menos la pantalla por parte de la interfaz que un notch en forma de gota y, como decimos, la sensación es muy cercana a lo que vimos hace poco en el Honor View30 Pro a nivel de la interfaz en la pantalla, pero por otro lado los gestos de EMUI permiten que por abajo sí gane aprovechamiento con respecto a las soluciones que vemos en Android stock o en One UI, entre otras.
La apuesta por el agujero en pantalla y el IPS
Los caminos de Huawei con las pantallas son inescrutables y sus decisiones curiosas, pero en este caso no hablamos de diagonales o resolución. El Huawei P30 Lite fue el único P30 que aún integró un panel IPS y no AMOLED, y eso mismo estamos viendo por ahora en el P40 Lite, con poca probabilidad de que no veamos AMOLEDs en los próximos.
De este modo, la pantalla que vemos en este terminal es un panel IPS de 6,4 pulgadas, algo mayor al del P30 Lite sin haber aumentado la altura o la resolución del mismo, por lo que la densidad de píxeles es menor. Queda en un FullHD+ que no está nada mal para ser un gama media y que se traduce en una buena visualización, que es lo importante.
La sensibilidad táctil es correcta y no hemos experimentado toques fantasma. A ello ayuda el hecho de que los bordes no sean tan finos como en otros terminales de la marca pero también sobre todo que se trate de un panel plano, algo que se agradece siempre hablando de interacción interfaz-usuario aunque nos pueda parecer quizás menos atractivo que la curva que sí han perfilado los buques insignia de la marca.
A falta de sacarlo a la calle, en interiores muy bien iluminados (incluso con iluminación directa por momentos) el nivel de brillo máximo fue más que suficiente, sin echar en falta ningún nit. El contraste también es adecuado así como el espectro de colores cubierto, de hecho en relación a esto nos pareció que tenía ese toque extra de saturación casi más habitual en AMOLED, si bien se puede ajustar si lo deseamos. De manera similar a como nos ocurrió con la Huawei MatePad Pro, también con esta tecnología de pantalla.
Hablando de esta compañera de batallas, podemos hilar con el desempeño porque hubo diferencias de fluidez entre un dispositivo y otro. El Huawei P40 Lite integra el procesador de la casa Kirin 810 (7 nanómetros) con 6 GB de RAM, algo que sobre el papel es suficiente para mover todo tipo de tareas.
Al no estar conectados a la red y no disponer de juegos no pudimos exprimirlo lo deseado, pero no vimos cierres repentinos ni otros problemas evidentes tratándose además de un software preliminar y no acabado. No podemos hablar de un lag molesto o demasiado manifiesto, pero éste sí era más evidente viendo cómo se sucedían las transiciones y aperturas en el tablet que mencionábamos, el cual integra el Kirin 990, un procesador de gama superior.
Pese a esto, el desempeño era correcto y dentro de lo esperado, aunque quizás esa RAM podría lucirse más con un procesador algo más potente o un software más optimizado. Buscando entre todo lo instalado pudimos además ejecutar algo de música, y hay que decir que el sonido que emite es realmente potente, y a falta de probarlo en un ambiente más propicio da la sensación de que puede ser un buen centro multimedia (aunque no cuenta con sonido estéreo).
Cuatro cámaras, sin teleobjetivo pero con macro
Poco pudimos probar de esas cuatro cámaras que integra este P40 Lite. No han recurrido a la combinación por excelencia, sino que han integrado un gran angular, un sensor de profundidad y un objetivo macro junto con la cámara principal, la cual integra un sensor de 48 megapíxeles.
Esperamos poder ampliar nuestros comentarios con un análisis en profundidad sobre todo en este apartado y en el de autonomía, pero lo que vimos es que el cambio entre una lente y otra se sucede con fluidez también en este dispositivo y que el vídeo también permite que hagamos dicho salto. El gran angular parecía no deformar demasiado las imágenes en los contornos y no parecían mostrar en general demasiado ruido o una pérdida de detalle dramática, con buen rendimiento también del objetivo macro.
La app de cámara no mostraba cambios con respecto a los últimos terminales que hemos probado con EMUI, siendo una navegación por pestañas y disponiendo de modos extra en una pestaña más. En los ajustes tendremos que seleccionar si lo deseamos el modo de "ultranitidez" para que se dispare a 48 megapíxeles, aunque es un disparo bastante más lento (estilo el modo noche).
La cámara frontal parecía también rendir correctamente, con algo menos de detalle y dando un resultado algo menos natural de lo esperado. En cuanto al vídeo, la estabilización parecía dar un resultado aceptable y en general parecían tomas con buena interpretación de iluminaciones, sombras y colores, aunque la propia pantalla del móvil nunca es el mejor lugar para comprobar estos parámetros.
El intento de mantener las ventas cuando más complicada es la situación
Huawei habló de que el P Lite es el modelo que mejor responde en ventas a nivel global y desean que esto siga así. Algo más complicado por la situación de bloqueo que viven con Estados Unidos, con lo cual sus móviles llegan al mercado sin los servicios de Google. Algo que puede afectarles más fuera de las fronteras de China, no en vano muestran estar haciendo un gran esfuerzo por vitaminar y dinamizar App Gallery para que los usuarios no noten ninguna carencia hablando de software usando sus terminales.
La baza es en este caso un precio bastante atractivo teniendo en cuenta que hablamos del modelo base de los P Lite: 299 euros, más de 100 euros por debajo del precio de salida de sus predecesores. Y todo manteniendo más o menos las características de un móvil que siempre ha cumplido el papel de acercar funciones y componentes de gamas superiores a la media, en este caso una cámara cuádruple o la carga rápida de 40 vatios.
Veremos qué tal les sale la jugada. A nosotros nos ha parecido que el móvil funciona muy bien y que da bastantes posibilidades sólo por el hardware, veremos cómo influye el software propio y qué cambios hay en el mismo con un análisis más en detalle.
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