El Huawei P9 llegó hace unas semanas con la aspiración de hacerse un hueco entre los mejores teléfonos de este año. Y argumentos tiene, entre ellos diseño, novedoso sistema de doble cámara con certificación Leica y buen equilibrio en el resto de líneas.
En Xataka le hemos dedicado un tras un mes de uso para conocer lo que es capaz de ofrecernos el Huawei P9 con calma y centrándonos en apartados más concretos como pantalla, sistema operativo o batería. ¿Habrá cumplido con su promesa de estar codo con codo con los mejores smartphones del mercado?
Lector de huellas y personalidad en el diseño
Algo que uno asimila que obtendrá al comprar un Huawei es el cuidado por los materiales. Lo han hecho desde hace generaciones de sus terminales y en el Huawei P9 no falta. Lo vimos en nuestro análisis inicial y lo hemos comprobado en este mes de uso.
El Huawei P9 es llamativo, está bien acabado y la gente lo reconoce fácilmente. Es un terminal cómodo en mano, muy ligero y suave en sus formas, y en este tiempo se ha convertido en el terminal de 5 pulgadas más manejable que hemos probado últimamente.
Es además un teléfono con personalidad y un buen lenguaje de diseño que tan solo nos parece mejorable por el lector de huellas. Y no es por su funcionamiento, pues me ha parecido el más rápido de los que he probado, sino por su situación en la parte trasera.
Allí tiene sentido porque es fácil de desbloquear pero no hace las veces de botón de inicio, lo que me parece un error pues asociamos el lector de huellas a la acción de desbloquear el terminal, pero para bloquearlo debemos cambiar al lateral. No es algo que suponga un hándicap pero en este mes de uso ha sido algo en lo que hemos pensado bastante.
Sobre la resistencia y calidad de los materiales, el Huawei P9 nos pide el uso de una funda. En este mes de uso hay señales clara en los bordes biselados, así como en la parte metálica trasera.
Pantalla y batería que puedes mejorar con algunos ajustes
En este mes de uso con el Huawei P9 he podido confirmar que si bien la pantalla IPS tiene una buena calidad, como vimos en la review en la que nos detuvimos en la tecnología Neo de Huawei, hay detalles con los que he conseguido sentirme más satisfecho a nivel de calidad de pantalla de este terminal.
Ya os contamos que el brillo de este Huawei P9 tenía margen de mejora. Cuando estamos en exteriores echamos de menos un golpe de brillo más grande para mejorar la visibilidad. Además en este mes de uso me ha parecido que la adaptación del brillo automático no es todo lo rápida que me gustaría. En general en este mes he acabado ajustando hacia arriba el brillo automático y sobre todo en exterior he optado finalmente por mantenerlo sin activar y al máximo para no tener que esperar a que se adaptara cuanto quería consultar información de un vistazo rápido.
La pantalla del Huawei P9 es menos llamativa y espectacular que la de otros rivales con los que tiene intención de competir en el mercado. Llama menos la atención pero hay que decir que es más que suficiente que la gama en la que compite.
Para compensar los tonos más apagados conviene que ajustemos ligeramente la temperatura de color. Es lo que a mi me ha funcionado en este mes de uso. El modo frío es el que más me ha acabado convenciendo. Una vez escogido he jugado con la temperatura de color hasta encontrar el equilibrio más aceptable entre un tono llamativo sin llegar a irreal.
Contener la resolución del panel le ha permitido a Huawei aprovechar el procesador propio menos potente que las soluciones de Samsung o Qualcomm y la batería. Ésta me ha parecido bastante justa para un usuario intensivo, y además hemos echado de menos una carga de batería más rápida. En la comparativa el Huawei P9 no quedó muy bien: más de dos horas es mucho para competir en el mercado.
Como nos ha pasado con la pantalla, hay pequeños trucos para poder sacar un extra de la batería. En las opciones de energía encontramos un filtro para mantener bajo control el consumo de determinadas aplicaciones, así como consejos para optimizar la duración de la batería.
Ahí podemos manejar aplicaciones y servicios que no nos damos cuenta de que no usamos pero consumen energía que no queremos desaprovechar. Hay algunas aplicaciones que vienen por defecto con EMUI y que probablemente que no vamos a usar (como ha sido mi caso en este mes de uso), como Play Libros o servicios de terceros. Mejor desactivarlas para ganar algo de autonomía.
Una cámara para disfrutar, no para disparar sin control
Ya os comenté con calma qué pretende el sistema de cámara doble de Huawei y cómo compite con la solución de LG. Y en la review ya os contamos que a nivel de interfaz o rapidez era de lo mejor del mercado. Lo corroboro: para mi es la interfaz más cómoda que he manejado nunca en un smartphone, pudiendo tener acceso a los modos solo deslizando desde la izquierda, a las opciones de cámara desde la derecha, y a modos manuales desde abajo, justo encima del botón de disparo.
En este mes de uso, mi propósito era comprobar cómo afectaba a mi manera de hacer fotos una cámara diferente como la el Huawei P9. Creo que en el global está por detrás de la de los mejores del año. Además la hemos usado menos para fotos en modo automático y a todas horas, pero hemos compensando consiguiendo subir más imágenes diferentes y creativas a servicios como Instagram.
El modo monocromático ha causado sensación entre amigos, que me pedían retratos para sus perfiles en redes sociales. Y más de una imagen nocturna que yo habríamos podido salvar ha acabado como una de las de más "likes" en algunas redes sociales gracias a la magia del blanco y negro, con un contraste fabuloso.
Más allá del modo monocromático, la cámara del Huawei P9 nos da mucho juego para ir más allá en fotografía con smartphone. Pasamos del apuntar y disparar y nos divertimos bastante con el manejo virtual de la apertura para conseguir profundidades de campo muy pequeñas, un RAW muy aprovechable o el modo de larga exposición.
En el lado contrario tenemos el modo de vídeo, que sin 4K ni estabilización, está también a un nivel inferior a rivales.
Capa Android con la que es posible llevarse bien
EMUI permite una alta personalización de Android en los terminales Android pero también tiene buenas ideas que pueden compensar que haya servicios duplicados. El truco está en que hay que hacerse con él para poder sentirnos a gusto.
Uno de los primeros aprendizajes que hay que hacer tiene que ver con algo que hacemos mucho: la barra de notificaciones. Por defecto al estirar con un dedo aparece esa barra y solo deslizando a izquierda podemos acceder a los controles y configuración rápida. Es un pequeño incordio cuando queremos ir directamente a activar o desactivar la conexión Wifi.
Una solución directa es acordarse de que con dos dedos podemos bajar directamente esa capa de configuración. Pero si preferimos usar un solo dedo, hay una opción para configurar que al estirar desde la parte izquierda vayamos a las notificaciones, y si lo hacemos desde la derecha, a configuración.
Otra opción para aprovechar que es un terminal muy manejable con una sola mano es añadir un cuarto botón a la barra de Android para bajar o recoger el desplegable de notificaciones. Pulsas con una sola mano, ves si hay algo interesante, y sigues con lo que estabas haciendo.
El lector de huellas, además de imprescindible en el día a día, podemos indicar al sistema que se pueda usar como touchpad. No funciona con demasiados servicios pero sí para dos que me han gustado: para el centro de notificaciones y para moverse por la galería de imágenes de una forma eficiente y cómoda. Permitir una pulsación que haga de botón de inicio no hubiera estado de más.
A nivel de interfaz, no hay hub central sino escritorios como en iOS. Aquí el lector de huellas resultaría muy cómodo para moverse entre ellos, pero no es posible. De esos escritorios o pantallas, por defecto hay tres, podemos agrupar en carpetas, pero sí necesitamos más, bastan con hacer el gesto de pellizcar para poder ampliar esos escritorios o personalizarlos.
A la espera de ver cómo es la política de actualizaciones del sistema operativo con esta capa tan intensa, un par de detalles más: en el buscador de aplicaciones al que se accede deslizando hacia abajo desde escritorio podemos tanto abrir la aplicación como darle al icono de la derecha que nos lleva a la carpeta o sitio donde está anclada; en el explorador de archivos, muy visual, podemos crear de forma sencilla y directa carpetas protegidas por contraseña o huella.
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