Fiel a su cita de cada año, el iPad de Apple se ha renovado. Hablamos de la versión básica, sin apellido Pro, y el tablet más asequible de Apple de siempre. En Xataka llevamos ya una semana usándolo como equipo principal para tareas tanto de ocio como laborales, y este es nuestro análisis completo del iPad 2018.
Para Apple, el iPad no acaba de despegar como negocio de la misma manera que otros productos y servicios lo han hecho en los últimos años. Pese a ello ha presentado un nuevo modelo de tablet que sustituye al más básico que renovó el año pasado, el iPad 2017.
Este iPad 9,7 (2018) es la sexta generación de esta categoría, y pese al apelativo no oficial de iPad educativo y haber sido presentado en un evento centrado en la educación, no tiene ahí su principal potencial de ventas, al menos no en cualquier mercado.
iPad (2018), características técnicas | |
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Dimensiones físicas | 240 x 169,5 x 7,5 milímetros 469 gramos sólo WiFi 478 gramos WiFi + LTE |
Pantalla | 9,7 pulgadas |
Resolución | 2048 x 1536 píxeles (264 ppp) |
Procesador | Apple A10 Fusion |
RAM | 2 GB |
Memoria | 32 / 128 GB (no ampliable) |
Sensores | Touch ID Giroscopio 3D Acelerómetro Barómetro Luz ambiente |
Versión software | iOS 11 |
Conectividad | Bluetooth 4.2 Wi‑Fi (802.11a/b/g/n/ac) LTE, DC-HSDPA, HSPA+ con Nano-SIM |
Cámaras | Posterior de 8 MP, frontal de 5 MP |
Batería | 32,4 vatios/hora (no extraíble) |
Precio | 349 euros |
El nuevo iPad 2018 mantiene la base del modelo del año pasado pero añade un mejor procesador y la compatibilidad con el Apple Pencil. Y todo por un precio que en España es de 50 euros menos que el que tenía la generación anterior.
El modelo con memoria interna de 32 GB cuesta 349 euros (332 euros si tienes derecho descuento por educación), mientras que la siguiente versión, con unos mucho más interesantes 128 GB, pasa a costar 439 euros. Como es marca de la casa, los 32 GB son pocos para un tablet, así que es más recomendable, incluso por el sobreprecio, el modelo de más capacidad.
iPad 9,7 (2018): en lo que acierta Apple
A pesar de los cambios continuados de dimensiones en la gama Pro, ahora parece que fijada en las 10,5 pulgadas a la espera de una posible próxima renovación que mantenga las dimensiones físicas pero reduzca marcos, el iPad básico de Apple es el de 9,7 pulgadas. Es la diagonal más habitual en un tablet, y a mi me convence, aunque en este iPad tiene margen de mejora en peso y grosor. Pese a ello, el iPad 2018 es un dispositivo que resulta cómodo de usar en casi todos los escenarios, desde para llevarlo con su funda en un bolso hasta para sostenerlo con una mano para consumir contenido.
Poco varía de esa base e idea de tablet que Apple ha reutilizado prácticamente desde la primera generación, pese a que con el iPad Pro ya ha demostrado que tiene posibilidad de recortar dimensiones de los marcos, que en este iPad 2018 son prácticamente el doble que los que vemos en el modelo más completo de su gama de tablets y en la línea de rivales directos como el Galaxy Tab S3 de Samsung.
Tampoco hace movimientos Apple en la pantalla, el gran valor del iPad Pro y apartado donde el tablet de gama alta de cualquier compañía y los de entrada más asequibles, están en muchas ocasiones a años luz. No pasa con este iPad 2018 porque es la misma del año pasado, que ya era un muy buen panel a nivel de resolución y calidad general. Tan solo, aunque es la clave del nuevo iPad, se ha añadido compatibilidad con el Pencil.
Pese a esa calidad general, la diferencia con el panel del iPad Pro se aprecia a simple vista. Para empezar la pantalla no es laminada, lo que afecta tanto a la visualización como al tacto. Acostumbrado ya a la excelente respuesta del panel del iPad Pro y su sensación de nitidez y contraste, regresar a un experiencia "solamente" muy buena es raro. Tampoco es un panel con refresco de 120 hz, ni con tecnología TrueTone. Pero ofrece un nivel de brillo, reproducción de color, densidad y respuesta táctil de alto nivel.
De sus entrañas no hay novedades más allá de la actualización de su procesador, que pasa a ser el del iPhone 7, es decir, un A10 Fusion. Con él, la potencia bruta de la que ya presumía el iPad Pro, salvando las distancias, pasa a formar parte del ADN de la gama básica. Aquí insisto en que los 32 GB de entrada son escasos para un tablet, y es la única pega de relevancia a su ficha técnica.
La experiencia, como en otros iPad anteriores, es también de sobresaliente, contando con una fluidez total en todo lo que queramos hacer con el tablet, aunque sí que apreciamos las diferencias con la facilidad del iPad Pro en gestionar múltiples ventanas, pasar de una a otra ... Aquí la clave está en la cantidad de memoria RAM, punto donde Apple siempre ha sido más bien tacaña (porque le valía) pero que con aspiraciones más serias a nivel de producción de contenido, no puede estar ahorrando. El iPad 9,7 de 2018 deja esa casilla de cantidad de memoria RAM a la mitad (2 GB) que en el caso del iPad Pro. Y se nota.
Si nos ceñimos a las cifras, el iPad 2018 cumple con creces, y queda muy bien en la ya habitual comparativa con otros equipos en la prueba de GeekBench.
Esa potencia extra le viene muy bien para funciones de AR, las cuales Apple sigue potenciando y promocionando. Respecto a este punto, las cámaras son de peor calidad que en el iPad Pro (así como los altavoces, estéreo pero lejos de la experiencia de tener cuatro) pero suficientes para usar de forma fiable esta funcionalidad en entornos convenientemente iluminados. Además de los juegos y curiosidades, hay recursos para el ámbito educativo (uno de los que más provecho pueden sacar al AR actualmente), que funcionan realmente bien y con total fluidez en el iPad 2018.
Un iOS 11 pensado para tablets
iOS 11 no está siendo un sistema operativo tranquilo para Apple si hablamos del iPhone. Todo lo contrario ocurre en los iPad, donde el paso adelante de Apple ha supuesto, por fin, un comienzo ilusionante para los poseedores de un tablet de Apple que querían ir más allá del consumo de contenidos. ¿Ordenador clásico, ordenador de hoy en día, tablet de contenidos ...? Que cada cual adopte el uso a lo que más le interese o pueda.
La realidad es que con iOS 11 ha llegado una multitarea más atractiva, ventanas más útiles y sobre todo una idea de explorador de archivos que, aunque mejorable, le da la vida al uso del iPad para algo más que consumir contenidos. Pero Apple, de poder tener varios perfiles sin estar en educación tenemos que hablar.
Pero si nos referimos al iPad, de nuevo, su verdadero valor está en el ecosistema de aplicaciones, amplio pero sobre todo, de mucha calidad y al que Apple siempre acompaña en este segmento con potencia de sobra. De sus aplicaciones nativas destacaría la inclusión de compatibilidad con el Pencil de su suite compuesta por Pages, Keynote y Notes. Este pack, que parecía haber pasado a la historia para Apple, toma lago de aire en el iPad gracias a poder usar el Pencil, muy bien integrado a nivel de funcionalidad.
Todo un día de uso sin problema
Si en un portátil para movilidad la autonomía es crítica, en un tablet lo es casi todo. Y las cifras en las que más o menos siempre se ha movido el iPad se mantienen en este equipo. Las 10 horas en las que se apoya Apple se cumplen sin problema. El iPad, si lo usas en casa, te da para estar varios días despreocupado de él aunque le des un uso de varias horas al día en reproducción de vídeo, redes sociales o juegos, otro de los campos donde hay mucha variedad y también bastante calidad en ciertos géneros más ocasionales.
Si, como ha sido mi caso esta semana de uso, tienes pensado sacar al iPad 2018 al lugar de trabajo además de las sesiones de contenidos en casa, poder olvidarte de la carga durante todo el día e incluso parte del siguiente lo tienes asegurado. Eso sí, la carga se eterniza a partir del 50% de capacidad.
Un pencil que no va incluido en el precio pero que es motivo de compra
De los aspectos con los que Apple siempre acaba desconcertando, este iPad (2018) es un nuevo ejemplo a sumar. Para mi, su punto más destacado es la inclusión de la compatibilidad con el Pencil, elemento que, incluso por encima de calidad y tamaño de la pantalla, o potencia, era para muchos el factor decisivo de compra en la gama iPad Pro. Solo en esos casos, un precio casi la mitad que el modelo Pro puede ser un incentivo para lanzarse a este nuevo iPad de 9,7 pulgadas de 2018.
Sin embargo, ese aliciente no va incluido en el precio del equipo. Aunque éste haya bajado 50 euros, la compra separada y el incremento de precio del conjunto, al que hay que sumar habitualmente una funda e incluso teclado, le resta impacto inmediato en la decisión de compra del nuevo iPad 2018. Y sin embargo es muy tentador cuando uno comprueba que, salvo a nivel profesional, el funcionamiento es bastante idéntico a la experiencia con el iPad Pro.
Sobre el lápiz, no hay en realidad novedades ni de diseño, que las necesita, ni en el muy mejorable sistema de carga. Es el mismo que ya estaba a la venta, con sus niveles de presión y sensibilidad.
Para manejarse con el Pencil sobre la pantalla y en tareas de dibujo básico o escritura, la combinación de pantalla del iPad 2018 y el Pencil es más que suficiente pese a que la frecuencia de refresco de la pantalla es de 60 Hz y no 120 hz como en el iPad Pro. Esto hace que la respuesta no sea tan ideal y parecida a estar trabajando sobre papel como ocurre en el modelo Pro.
Yo, que no soy diseñador, apenas he notado la diferencia cuando he pasado de escribir en el Pro a hacerlo en el nuevo iPad 2018. Pero en el caso de diseñadores y otros profesionales que dediquen horas y parte de su jornada al dibujo preciso y/o artístico, el Pencil en este nuevo iPad 2018 no será suficiente.
Apple, ¿dónde está el Smart Connector?
Junto con los 120 Hz de la pantalla, RAM, memoria interna, procesador ... el nuevo iPad 2018 pierde respecto a lo mejor de Apple en el segmento algo que, para un tablet, me parece imprescindible. Me refiero al Smart Connector, el “puerto” que colocado en el lateral, permite conectar de forma directa y transparente accesorios como un teclado.
Que el iPad de 9,7 pulgadas de 2018 no tenga este conector no le impide usar teclados inalámbricos, pero sí que nos obliga a que sean bluetooth. Hay pues que enlazarlos, recargarlos ... un paso atrás, en mi opinión, a la comodidad de los oficiales de Apple.
Nuevo iPad 2018, la opinión y nota de Xataka
Actualmente, salvo en un mercado muy de entrada y puramente de consumo de contenido sin más pretensiones que domina Amazon con sus tablets Fire, Apple prácticamente está sola en el mundo del tablet, con tan solo Samsung y quizás Huawei ofreciendo modelos estupendos en hardware pero que han sido abadonados a su suerte a nivel de software, una parte clave en la experiencia si queremos ir más allá del visualizador de contenidos.
Veremos qué pueden ofrecen los tablets con ChromeOS cuando sean una realidad palpable en el mercado porque, con este panorama, Apple se puede permitir sacar al mercado un modelo mejorable pero que actualmente es difícil de batir incluso curiosamente donde Apple lo ha tenido siempre más difícil: la relación calidad/precio.
Pese a que no entendemos que deje de lado el Smart Connector, las prestaciones generales, calidad de su pantalla y la incorporación de la compatibilidad con el Apple Pencil, el iPad 9,7 (2018) toma posición privilegiada entre el catálogo de tablets de consumo de todo el mercado, e incluso, por lo probado en este análisis, entra en clara competencia con el modelo iPad Pro por su excelente relación calidad/precio para aquellos que no necesiten la máxima precisión de un panel de 120 Hz.
8,4
A favor
- Relación calidad/precio.
- Potencia y autonomía.
- Ecosistema de aplicaciones para tablet.
- Compatibilidad con el Apple Pencil.
En contra
- La no laminación del panel reduce la sensación de calidad de la pantalla a la vista y el tacto.
- Peso y grosor mejorables.
- Sin smart Connector.
- El modelo más asequible tiene solo 32 GB de memoria interna.
El terminal ha sido cedido para la prueba por parte de Apple España. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.
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